˚.🍮ᵎᵎ Capítulo 16
꒰ Abrazados y juntos ꒱
¡ 16 !
Taehyung se estacionó en el frente, Jimin pidiendo que su puerta fuera abierta.
Cuando Taehyung quitó el seguro de la puerta, Jimin salió del coche, tropezándose con sus propios pies.
Estaba tan perdido en querer ver a Yoongi, que ni siquiera pensó en que tal vez no debía tocar el timbre como loco, porque tal vez su cachorro ya estaba dormido.
Ding dong. Ding Dong. ¡Ding Dong!
—Mi amor —habló Jimin saltando de pie en pie.
—¿Jimin? —preguntó una voz, casi en un susurro.
Yoongi quitó el seguro de la puerta, abriéndola de para en par, no tuvo tiempo de siquiera observar el rostro de Jimin, cuando este ya lo estaba abrazando.
—Alfa... —susurró Yoongi, el olor del vodka llegando a sus fosas nasales, aspirándolo y poniéndose nervioso al instante.
Recuerdos de ese olor, en diferente persona, haciéndolo sentir en shock y en pánico.
Es nuestro alfa, no nos hará daño.
—Jimin, ¿qué sucede? —preguntó Yoongi, su voz temblando.
—Yo te extrañé, hermoso omega —habló Jimin, aún enganchado a Yoongi.
—Taehyung... —habló Yoongi al ver a este entrar—. ¿Qué está pasando?
—Estamos un poquito... —contestó Taehyung haciendo una seña con sus manos—, borrachos.
—Oh, oh —susurró Yoongi, tenía que controlarse—. Jimin, beberemos café, ¿sí? —habló Yoongi tratando de separarse de Jimin.
—No, no, tú no te vas, eres mío —contestó el castaño haciendo un puchero y jalándolo por la cintura.
—Vamos, alfa, vendrás conmigo, ¿sí? —Yoongi tomó la mano de el alfa, guiándolo hacia la cocina, sólo esperaba que Jongwoo no se despertara.
—Hermoso, hermoso —susurró desde atrás Jimin, sosteniendo la mano del omega.
Yoongi rió ante eso, jamás había visto a Jimin borracho y tampoco pensaba que se pondría así de empalagoso.
Puso la tetera en la estufa, calentando el agua, dejando el café en la mesa frente a Jimin.
—No necesito café —habló Jimin—, necesito besos.
—Eso será después de que tomes café.
—No —habló demandante Jimin, en realidad sonando tierno—. Ahora.
—Alfa... —dijo Yoongi en un tono de advertencia.
—Omega... —imitó Jimin.
—Beberemos café e iremos a dormir —seguró el pelinegro.
—Un beso —insistió Jimin—, o lloro.
Yoongi suspiró, talló sus ojos de cansancio, acercándose a Jimin, que se encontraba sentado. —Sólo uno, alfa.
Yoongi se acercó hacia Jimin y se agachó un poco plasmando un beso en sus labios, el sabor del licor prominente en el beso.
El alfa lo abrazó por la cintura, pegándolo hacia él, Yoongi sentándose en sus piernas.
—Te amo mucho, mucho —susurró Jimin besando ambas mejillas.
Haciendo que Yoongi tornara su cara de un color carmín precioso a la vista de cualquiera.
—Te amo también, Jimin, ya hemos discutido que es mutuo.
Yoongi besó los labios de Jimin una última vez, a pesar de tener que soportar el sabor amargo y dulce combinado de la bebida, sabiendo que el beso venía de su alfa, hacía que este supiera a gloria.
El omega se separó y preparó un café para Jimin, ya era bastante tarde y se estaba muriendo de sueño.
Tomó la tetera y vertió el agua en la taza. Cuando estaba por agarrar el azúcar de una de las repisas, unos brazos fuertes se engancharon a su cintura.
—J-Jimin, ¿qué estás haciendo? —preguntó Yoongi volviéndose dócil.
—Nada —susurró Jimin en su cuello, dejando besos lentos por toda esa zona, rozando su cicatriz donde se suponía debía haber una marca, la diferencia de estatura jugando a favor del pelinegro.
—Vamos, alfa, para, tengo que preparar esto —susurró Yoongi arqueando su espalda, quería que Jimin parara pero a la vez no.
Decídete, omega.
Jimin continuó por unos minutos más, aún dejando besos de su hombro a su cuello y con sus manos masajeando el hueso de la cadera de Yoongi.
Alfa, deja a nuestro omega en paz, nuestro cachorro está en casa.
Yoongi era sensible y con cada toque que daba el alfa, podía jurar que se deshacía poco a poco en sus brazos.
Detuvo los besos del pelinegro, cuando empezó a sentirse acalorado, no sólo Jongwoo estaba en casa sino también Jungkook, Taehyung y Seokjin.
—Uh. Ustedes son unos calientes —habló Seokjin entrando a la cocina.
Yoongi volteó en seguida, sus mejillas encendiéndose de repente y acomodando su pijama.
Jimin volteó sin pena alguna.
—¿C-Cuánto tiempo llevas parado ahí, Jin? Dios... — susurró Yoongi apenado.
—No mucho —Seokjin encogió sus hombros y se acercó—. ¿Vodka, Jimin? —preguntó Seokjin al acercarse a donde estaba el alfa—. Sólo he venido por agua, imagínense que no estoy aquí.
Seokjin pasó como si nada entre la pareja, agarrando un vaso de la repisa.
Yoongi quería que la tierra se lo tragara.
—Buenas noches —Seokjin habló cuando terminó de verter el agua en su vaso—. Hay un bebé en casa, sólo se los recuerdo.
Después de la escena entre Yoongi y Jimin, Yoongi había guiado con esfuerzos al alfa hasta el sofá, la habitación estaba ocupada por un pequeño bebé y Seokjin a lado.
—Vamos, Jimin, te traeré una manta —susurró el omega.
—¿Dormirás conmigo? —insistió Jimin.
—De hecho sí, alfa, Jongwoo y Seokjin están ocupando la cama.
—Mi cachorro —susurró Jimin acomodándose en el sofá, no era grande pero dos personas abrazadas podían dormir perfectamente.
—Tu cachorro —susurró Yoongi, sus ojos destellando de una manera hermosa.
El alfa con pena se acercó a la orilla del sofá, jamás se había acostado a lado de Yoongi y por alguna razón esto se sentía más íntimo que besarse.
—Vamos, omega —Jimin estiró su mano, el alcohol ya no estaba tan presente en su sistema.
Yoongi se acercó lentamente y trepó a lado de Jimin, su cabeza terminando recostada en el pecho del alfa, una manta de ositos cubriéndolos del frío.
Jimin pasó un brazo por su cintura dejando esta reposar en su espalda.
—Te amo, Jimin —susurró Yoongi, el peso de esa noche cayendo sobre sus hombros.
Jimin lo pegó increíblemente cerca, las feromonas de Yoongi en el aire.
—Tan dulce —susurró Jimin en su oído—. Has cambiando mi vida por completo.
Los ojos del omega estaban pesados ya, su mente en una línea delgada entre dormido y despierto.
Durmieron abrazados esa noche y eso en cierto modo fue mejor que haber hecho el amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro