꒰ Seohak ꒱
¡ 12 !

El lugar estaba lleno, y Yoongi se empezaba a sentir ansioso, un sentimiento de temor y ansiedad se había plasmado en su pecho cuando había entrado al supermercado.

Jongwoo estaba a un lado de él, el cual había notado su incomodidad y lo había hecho notar hace unos instantes, Yoongi diciéndole que sólo se sentía un poco mal y que no tenía que preocuparse por ello.

La cosa estaba de esta forma, Jimin iría por unas cosas y Yoongi iría por otras, había sido la idea del omega pues así terminarían más rápido y volverían más rápido a casa.

Yoongi se empezaba a arrepentir de haber propuesto eso, pues el sentimiento de nerviosismo aumentaba por todo su ser, ni siquiera entendía por qué se había empezado a sentir nervioso en el instante en el que había pisado el supermercado.

Sus manos comenzaban a temblar y estaba desesperado por llamar al alfa.

«Jimin, Jimin, alfa, ven por mí».

—Papi, yo me preocupo —habló Jongwoo jalando su pantalón—. Papi, tranquilo, Minnie viene por nosotros.

Su cicatriz donde alguna vez hubo una marca empezó a escocer ligeramente, Yoongi sabía lo que tal vez eso significaba.

Siguió caminado por el estrecho pasillo lleno de productos, sintiendo su corazón acelerarse, ¿Dónde estaba Jimin?

Jongwoo estrechó su pequeña mano a la suya, algo que había adoptado de Jimin y lo había visto hacer severas veces.

Caminó por unos minutos más, buscando y ansiando ver a Jimin en alguno de los pasillos.

Su mirada estaba en el suelo todo el tiempo, sólo mirando los zapatos de los demás.

Cuando estaba dispuesto a dar un paso más, unas botas cafés gastadas se habían posado enfrente de él, obstruyendo su paso, él conocía esas botas.

Alzó su mirada, mirando al alfa, rápidamente poniendo a Jongwoo detrás de él.

—Vaya, miren a quién tenemos aquí —habló burlonamente el hombre, el alfa era mucho más alto que Yoongi y tenía una mirada intimidante, su barba haciéndolo lucir desalineado.

—Aléjate, a-aléjate de mí —habló decidido Yoongi, no permitirá que este se acercara a él y menos con Jongwoo presente.

—Tuviste al niño, ¿eh? —preguntó este, ignorando totalmente la petición de Yoongi.

—Te he dicho que te alejes —volvió a repetir el omega.

Jongwoo estaba confundido detrás de su padre, no sabía quién era ese alfa, pero no le agradaba, su padre estaba nervioso.

—Te atreviste a tener al niño —habló el alfa duramente, usando su voz de alfa para doblegar a Yoongi. Todos miraban la escena con impacto, nadie haciendo nada para ayudar—. Eres una desgracia de omega.

Las piernas de Yoongi comenzaban a temblar, un gimoteo amenazando con salir de su boca, trataba de retenerlo con todas sus fuerzas, no le daría el gusto al alfa.

El niño estaba asustado y enojado, jamás había visto a su padre así y sobre todo nunca había escuchado a alguien usar la voz de alfa, esto haciéndolo temblar un poco, su labio amenazando con formar un puchero.

Se alejó lentamente, su papi había comenzado a llorar, eso no le gustó para nada, tomó valor de algún lado, y se paró enfrente de su padre.

—¡Aléjate de mi papi! —gritó Jongwoo, estampando su pie en el suelo con fuerza.

—¡Aww qué cosita! —se trató de burlar el alfa.

Yoongi jaló a Jongwoo hacia atrás, cargando al menor en brazos, este escondiendo su cabeza en el cuello de su padre, estaba asustado pero su papi también, besó la mejilla de Yoongi antes de volver a su zona segura.

—Mmh —aclaró su garganta Jimin. Apenas había escuchado el grito de Jongwoo desde el otro pasillo, había corrido a ver qué sucedía.

Jimin estaba detrás del alfa, este aún no notando su presencia, Jimin estaba furioso.

—¿Qué haces molestando a mi omega? —preguntó Jimin rodeando al alfa, inmediatamente moviendo a Yoongi y a Jongwoo detrás de él, enfureciéndose más al notar que ambos ya habían comenzado a llorar.

—¿Conseguiste un alfa, Min? —siguió molestando este.

—¡Te he dicho que te vayas, Seohak! —grito aún Yoongi desde atrás de Jimin, sintiendo cómo se desmoronaba poco a poco.

—Escuchaste eso, idiota —hablo Jimin gruñendo—. Aléjate ahora —aclaró Jimin, su alfa amenazando con salir.

El alfa miró a Jimin, barriéndolo con la mirada. —¿Y qué vas a hacer tu, eh? —preguntó Seohak notando la ligeramente diferencia de tamaño entre Jimin y él.

—Oh, no me retes, hijo de puta —gruñó Jimin, no estaba de humor como para seguir el juego, sentía que podía matar al alfa en estos momentos.

Gente ya empezaba a acumularse alrededor, Jimin sabía que esto podía provocarle un escándalo pero en realidad no le importaba, alguien había usado su voz de alfa con su omega y él no lo permitiría.

Trató de relajarse internamente, reprendiendo a su alfa, no podía asustar a Yoongi más de lo que ya lo estaba y Jongwoo estaba ahí, nunca los expondría a la violencia.

Tomó una bocanada de aire y suspiró. —Te recomiendo que te vayas ahora mismo, no querrás verme de nuevo en la corte —amenazó Jimin.

Seohak lo miró de nuevo, tomando en consideración en que no quería ir a la cárcel. Miró a Yoongi de nuevo, dirigiéndole una mirada asquerosa.

El alfa por su propio bien se alejó, había visto a Jimin en algún programa y no se arriesgaría a ir a la cárcel.

Jimin observó al alfa alejarse, asegurándose de que de verdad se fuera, lejos de su omega y su cachorro.

Volteó y se acercó a Yoongi el cual sostenía cerca a Jongwoo como si su vida dependiera de ello, el omega temblaba y algunas lágrimas caían por sus mejillas, Jongwoo lloraba silenciosamente en el hombro de su padre, buscando ser reconfortando.

Jimin los acercó a ambos, Jongwoo pasándose a sus brazos y buscando el olor de Jimin, Yoongi se ajustó a su cuerpo, sosteniendo con fuerza el torso de Jimin.

El alfa por primera vez dejó que su aroma embriagara a Yoongi, soltando feromonas que hicieron que el omega se tranquilizara, por primera vez marcando a Jongwoo y a Yoongi como suyos.

Jimin se había asegurado de manejar rápido a la casa de Yoongi, después de la escena en el supermercado se había olvidado de las compras y había llevado a Jongwoo y a Yoongi al auto.

Jongwoo se había quedado dormido en su hombro, el peso de las lágrimas cayendo en los hombros del bebé, agotándolo por completo.

Yoongi estaba silencioso y se había aferrado a la mano de Jimin, no soltándola y aún dejando escapar algunas lágrimas, la conmoción de la situación lo había afectado.

Jimin tenía preguntas y muchas, no las haría ahora, pero trataría de hablar con Yoongi en cuanto llegaran a casa.

Estacionó el auto frente a la casa, Yoongi bajando primero y desabrochando el cinto de la silla de Jongwoo, cargando a su hijo en brazos sintiendo confort al sentirlo con él, sus instintos pidiendo abrazar a su bebé cerca.

Jimin se encargó de pedir las llaves al omega, abriendo la puerta y dejando pasar a Yoongi quien cargaba al cachorro.

Yoongi se dirigió a su habitación, haciendo una seña hacia Jimin para que lo siguiera.

Acostó a Jongwoo en la cama, quitando los zapatos del niño junto con su abrigo, dejando que Jongwoo se acomodara en las almohadas, antes de que Yoongi se levantara plantó un beso en la mejilla del bebé. —Mi bebé  precioso, eres lo mejor que me ha pasado —susurró quitando el cabello de su cara.

Yoongi se levantó de la cama, volteando a ver a Jimin, nuevas lágrimas en sus ojos.

Jimin se apegó al omega, dirigiendo a Yoongi fuera de la habitación.

Se sentó en el sofá, esperando a que el omega se sentara justo a lado de él, pero este tenía otros planes.

Yoongi trepó a su regazo, colocando su cabeza en el hueco del alfa, el omega hecho un ovillo sin poder controlar sus lágrimas.

El alfa colocó sus brazos alrededor de su cintura, el momento sintiéndose íntimo y cálido.

—Mi amor... —susurró el alfa con cuidado—. Omega tienes que tranquilizarte.

Jimin lo marcó de nuevo con su aroma, ajustando al omega lo más cerca que podía.

—S-Siento todo esto —Susurró Yoongi en su cuello—. S-Siempre estoy disculpándome y siento traerte sólo problemas, alfa.

—Nada de eso, Yoongi —contestó el alfa—. Eres mi omega, lo menos que haces es traerme problemas.

Yoongi se separó de su cuello, dejando que el alfa observara su rostro, el pelinegro limpió sus lágrimas con sus dedos.

—Es él —habló Yoongi sin contexto—. No quiero volver a verlo nunca más.

Jimin suspiró, aún molesto por lo que pasó. —¿Era el padre de Jongwoo? —preguntó el castaño ya conociendo la respuesta.

—Sí —afirmó, su voz temblando.

—Ese idiota no se acercará más a ti, ni a Jongwoo —aseguró Jimin posando una mano en la mejilla del omega, retirando los restos de lágrimas—. Tendrá que pasar sobre mí primero.

El labio de Yoongi tembló ligeramente, escondiendo su rostro de nuevo.

—Vamos, omega. Sal de ahí, mi amor —habló Jimin riendo un poco, tratando de distraer a Yoongi del incidente—. Déjame ver tu rostro, Yoon, ¿dónde está mi omega sonriente?

Yoongi se separó cuidadosamente, riendo ante las palabras de Jimin, sus mejillas lo bastante rojas para hacerlo lucir adorable.

Jimin sonrío de vuelta. —¿Omega?

—¿Quú pasa? —preguntó Yoongi mirando directo hacia los ojos de Jimin, el rostro de ambos iluminados por la luz que entraba desde la ventana.

—Me estoy enamorando muy rápido de ti.