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˚.🍮ᵎᵎ Capítulo 19

꒰ Lo que es y será ꒱
Parte O2

Jimin apegó más Yoongi y llevó sus labios a los de él, dejó que sus manos se posaran en el hueso de su cadera y comenzó a tocarlo.

Lentamente despegó a Yoongi de la puerta y lo guió hasta la cama, dejándolo justo en la orilla y ofreciendo un pequeño empuje para que Yoongi se sentara en las suaves colcha.

Yoongi quedó sentado en la orilla de la cama y Jimin se colocó frente a él, Yoongi ya podía sentir sus jeans empapados y Jimin ya tenía un notable problema en sus pantalones.

Jimin se agachó un poco para retomar el beso, introduciendo su lengua en la boca de Yoongi, sus lenguas moviéndose en un compás sensual y lento.

Jimin cayó en Yoongi, moviendo al omega al centro de la cama, el omega quedó recostado ahí y Jimin rápidamente comenzó a besar su cuello lentamente, torturándolo besando sus clavículas y moviendo a un lado su camisa para tener mejor visibilidad de su cuello blanquecino.

Pasó de su cuello a sus mejillas, el omega ya se encontraba acalorado, su cuerpo completo mostrándolo con sus mejillas rozadas y el olor embriagante que desprendía.

—Jimin... —susurró Yoongi cuando Jimin comenzó a desabotonar su camisa, ambas respiraciones eran lentas y cálidas, y la respiración de Jimin chocando con su piel le hacía sentir espasmos.

Cuando Jimin terminó de desabotonar su camisa, lentamente el alfa comenzó a deslizarla por sus brazos, dejando a su omega a su disposición, sus ojos rápidamente recorrieron el torso de Yoongi.

Quitó su camisa rápidamente y la aventó hacia una esquina de la habitación.

Volvió totalmente su atención hacia su omega, recorrió su pecho con besos lentos, deteniéndose en sus pezones, para comenzar a besarlos y estrujarlos, haciendo que Yoongi soltara pequeños suspiros y algunos quejidos, su pantalón comenzaba a pegarse a su piel y el aroma del alfa estaba presente en toda la habitación, cada bocanada que tomaba se llenaba del aroma del alfa.

Jimin desabrochó el cinto de sus jeans. —Bebé, necesito que me pongas atención —habló Jimin mirando a los ojos dilatados del omega—. Necesito saber si quieres esto —Jimin se acercó hacia él.

Yoongi le devolvió la mirada y con un pequeño sentimiento de cabeza afirmó que quería continuar.

Jimin se tomó un tiempo para analizar la situación y quitó por completo el cinto del pantalón al igual tirándolo de la cama, no quitó sus pantalones por completo y volvió hacia el rostro de su omega, lo besó cálidamente, ambos moviendo sus cabezas en sincronía.

Lo tomaba del rostro con calidez como si temiera hacerle daño, Yoongi era lo más preciado que tenía, no dejaría que nada lo rompiera y mataría a quien lo intentase.

Desabrochó el botón del pantalón del omega y con ayuda del pelinegro deslizó la pegajosa prenda fuera, esto haciendo que el olor del lubricante del omega llegara con más intensidad a sus fosas nasales, provocando que cerrara sus ojos, pues su alfa quería descontrolarse en ese momento.

Vamos despacio, alfa, es nuestro omega. Lo cuidamos.

Jimin logró tener un poco de auto control, llevando su vista hacia Yoongi, si su olor no lo había vuelto loco, la imagen de un sensible Yoongi lo haría.

Se tomó el tiempo para guardar mentalmente esa imagen y comenzó a retirar sus pantalones desesperadamente.

Yoongi se paró en sus codos, observando desde su posición al alfa, recorriendo el cuerpo de este, bajando lentamente por su pecho y dejando su mirada en la prominente erección de este, tomó un suspiro y se tranquilizó.

Es nuestro alfa, él sí nos quiere.

Jimin volvió a su lado en menos de un minuto. —Eres increíblemente, precioso —susurró Jimin cuando comenzó a besarlo y a recorrer su cuerpo con sus manos, prestando total atención a su cadera, recorriéndola con sus pulgares y estrujándola, su tatuaje de laureles volviéndolo totalmente loco.

Empezó a jugar con el borde de su ropa interior, a la vez haciendo que Yoongi gimoteara por la desesperación, tomaba el borde de la prenda y fingía bajarla para sólo dejarla en su lugar. —Alfa, no —gimoteó Yoongi entre el beso.

Jimin sonrío ante eso. —Voy lento, amor —susurró entre el beso, dejó de jugar con el borde para de verdad comenzar a bajarla poco a poco, la deslizó sobre los muslos de Yoongi, dejando al omega completamente desnudo en la cama.

Retiró su bóxer negro al igual, liberando su erección que comenzaba a doler, descubrió al omega, sus ojos fijándose en el lubricante que escurría sobre sus muslos, todavía ni siquiera comenzaba a tocarlo.

El omega arqueó su espalda ante el alfa, haciendo que sus mejillas se sonrojaran de vergüenza.

—¿Te avergüenzas ahora, precioso? —habló Jimin jugando, comenzando a besar los muslos de Yoongi, subiendo con cada beso hacia su estómago, Yoongi podía jurar que podía correrse con eso.

El alfa llegó de nuevo a su cuello y acomodó el cabello fuera del rostro colorado del omega. —Te amo tanto —afirmó Jimin dejando que sus manos viajaran hacia abajo, separando las piernas del omega.

Esto era especial, ambos lo sabían, que llevarían lento y en calma, la noche aún era joven y tener a Yoongi ahí para él, era lo más hermoso de este mundo, no era como cualquier herida, esto era hacer el amor y quería que Yoongi sintiera eso con cada toque y beso.

Terminó de separar las piernas del omega, observando su entrada, la cual estaba sorprendentemente húmeda y a su disposición.

Jimin llevó las yemas de sus dedos hacia esta, empapándolas con el líquido embriagador, comenzó de nuevo a jugar un poco con su omega, sólo frotando sus dedos en la entrada sin hacer nada, lágrimas de placer comenzaban a inundar los ojos de Yoongi.

Yoongi giró su rostro para enterrarlo en una de las almohadas, apretando su mandíbula, reteniendo un agudo gemido.

—No, no, no —habla Jimin—. Quiero oírte omega, todo mío.

Yoongi comenzó a gemir agudamente, sus ojos eran increíblemente apretados, su espalda se arqueó cuando sintió un dedo ser introducido en él, ahogándose en un gemido, el alfa comenzó a moverse dentro y fuera de él.

Sabía que Yoongi no necesitaba preparación, simplemente quería volverlo loco antes de darle todo de él.

Jimin empezó a frotar su dedo en las paredes del omega y tomó su erección en una mano, masturbándose lentamente.

Observó al omega mientras movía su mano de arriba abajo, el omega tenía pequeñas lágrimas escurriendo por su rostro y eso de cierta forma lo calentó de sobremanera.

Jimin sacó su dedo de su entrada, haciendo que un gemido salga de su boca. —¿Te gusta esto? —preguntó Jimin.

El omega asintió con sus ojos cerrados aún, Jimin arrastró su legua por su estómago, lentamente mojando la piel, obligando a Yoongi a buscar más contacto, dejó un prominente beso en donde se encontró una cicatriz que se había posado ahí el día en que Jongwoo nació.

—Tan mojado y listo —gruñó Jimin, se sintió tan desesperado en tener a Yoongi gimiendo debajo de él.

Tomó los bordes de su cadera y las alzó con posesión, tomó su hombría en manos y la alineó con la entrada palpitante del omega y con un empujón suave y lento, entró de lleno en él.

El omega arqueó su espalda al sentir al alfa, Jimin gruñó y se apegó a Yoongi cara a cara, tomando sus muslos y ajustando sus piernas a su cadera.

—¿Estas bien, amor? —preguntó Jimin acunando su rostro entre sus manos.

Yoongi asintió con los ojos cerrados.

—Necesito una respuesta vocal, mi amor —susurró Jimin en su oído, pasando sus dedos por su mejilla.

—Sí, alfa —contestó al instante Yoongi abriendo sus ojos.

El alfa se sintió feliz con la respuesta, ajustando su mano a la curvatura de Yoongi. —¿Iré lento sí, bebé? ¿Puedo moverme? —habló suave.

Yoongi asintió aferrándose a los bíceps de su alfa.

Jimin comenzó con un vaivén lento dentro del omega, dejando besos por todo su rostro con cuidado y asegurándose de observar el rostro de Yoongi en todo momento.

Comenzó a salir y entrar de Yoongi a una velocidad lenta y constante, observando inmediatamente al omega comenzar a entreabrir su boca, gemidos y gimoteos entrecortados saliendo de su boca. Yoongi gimió pegando su frente a su pecho.

Jimin gruñó en posesividad ajustando a Yoongi más cerca. —Tan bien, omega —gimió Jimin, sonando como un suspiro. —Mío, mi hermoso omega.

Yoongi gimió y comenzó a reclamar por un beso, Jimin guiando sus labios hacia los de él.

Los brazos a los costados de su rostro, cara a cara y con sus corazones amenazando con estallar de la conmoción.

Jimin comenzó a ir en un vaivén más rápido, teniendo que sostener con un brazo una pierna de Yoongi. —Oh, Dios —susurró Jimin en sus labios.

Después de un par de embestidas duras, Jimin encontró el punto dulce del omega comenzando a martillar en este haciendo que lágrimas de placer comenzaran de nuevo escurrir de los ojos del omega.

El interior de Yoongi se sintió tan bien, que Jimin ya sabía que estaba cerca.

De un momento a otro Yoongi había comenzado a gimotear haciendo al alfa gruñir ronco, todo su ser sabiendo que ambos estaban a punto de tocar el éxtasis.

—M-Mi amor... —habló Jimin entrecortado—, quiero mord-... —no terminó de decir el alfa.

—Quiero que lo hagas —habló Yoongi decidido—. Tan cerca, alfa.

Jimin aumentó el vaivén ante eso, golpeando duro en el punto del omega, el sonido de piel chocando llenando la habitación.

Un par de embestidas más y el nudo del alfa comenzó a formarse dentro de la entrada del omega, Yoongi viniéndose con un gemido fuerte, manchando el estómago de ambos.

Giró su cuello por completo, dejándolo en perfecta vista hacia el alfa, Jimin lo miró con ojos de deseo y amor y dirigió su mandíbula hacia este, sus dientes filosos se enterraron en la suave piel sacando un grito de Yoongi por la intromisión.

Jimin pudo sentir el lazo formarse cuando sacó sus dientes del cuello del omega, Yoongi inmediatamente comenzó a gimotear en conmoción y los ojos de Jimin se aguaron.

Yoongi buscó con prisa los brazos de su alfa, apegándose rápidamente a él. —A-Alfa —susurró Yoongi, este aún atrapado dentro de él.

—Te amo, te amo —habló Yoongi lloriqueando—. Mi alfa.

Jimin tomó el mentón de Yoongi y lo alzó hacia él. —Mi omega, mío ahora —susurró Jimin sin contener la pequeña lágrima que formó un camino por sus mejillas.

Al omega se le quebró la voz cuando quiso hablar, ambos se quedaron abrazados en la suave colcha de la cama, Jimin lamía la marca con suavidad y alegría, observando lo bonita que se veía en el cuello de su ahora omega, aunque ya lo era pero ahora un lazo los unía.

Yoongi podía sentir en su propio pecho la felicidad y el sentimiento de posesión que Jimin estaba emanando.

El pelinegro ni siquiera pudo prestar atención al escozor en su cuello pues Jimin se estaba encargando de limpiarlo y repartir besos por todo su cuerpo.

Jimin lo miró directamente a los ojos sonriendo lentamente. —Te amo, omega.

—Y-Yo más —habló Yoongi lloriqueando—. Mi alfa, mío —reclamó esta vez Yoongi con posesión, abrazándolo por el torso.

—Tuyo —contestó Jimin riendo y dejando un pequeño beso, su nudo estaba bajando lentamente. Jimin llevó su dedo lentamente a la nariz rojiza del omega, con un gesto, apretando la nariz de botón soltando un pequeñito "boop".

—Jimin —agitó su rostro riendo, mostrando sus bella sonrisa en el proceso.

—Vamos, mi amor, duerme un poco, esto tardará un poco más —habló Jimin acomodando su cuerpo en una posición donde no aplastara al omega, Yoongi se permitió seguir abrazando al alfa, acomodándose en la almohada dejando que su cuerpo descansara.

Jimin se permitió mirar una vez más la marca, el sentimiento de orgullo llenando su ser.

Mío, nuestro, para siempre.

Cuando Yoongi despertó Jimin ya no estaba a su lado, tocó lentamente el lado vacío de la cama y lo sintió totalmente frío.

Su omega gimoteó ante eso, se levantó y notó que aún se encontraba desnudo, talló su ojo con su mano, la luz que entraba por la enorme ventana con las cortinas entreabiertas molestándole un poco.

Se levantó y notó la camisa de su alfa tirada en el piso, se la colocó rápidamente para acercarse escaleras abajo, ¿Jimin no lo había dejado, verdad?

Su cuello aún escocía un poco y necesitaba encontrar al alfa.

—¿Jimin? —dijo cuando tocó la puerta del baño, nada.

Después de eso, Yoongi de verdad comenzó a preocuparse.

A través del lazo podía sentir a Jimin. ¿Pero dónde estaba?

Bajó descalzo por las escaleras silenciosamente, su omega comenzaba a sentirse triste.

Se asomó por el rabillo de la cocina y por fin encontró a Jimin, este estaba parado ahí con solo el pantalón del pijama, preparando lo que parecían, ¿hot cakes?

—Con un demonio —susurró Jimin dándole vuelta al hot cake—, lo que faltaba —habló Jimin mirando la masa quemada.

Yoongi sonrió y se acercó lentamente por atrás, envolviendo sus brazos en el torso desnudo del alfa.

—Mi amor... —susurró Jimin tomando sus brazos—, creí que todavía dormías.

—Alfa, no estabas —susurró Yoongi pegado completamente a su torso—. Creí que te habías ido —hizo un pequeño puchero.

El alfa se dio vuelta completamente, la espátula con la que movía los hot cakes aún en su mano.

—Lo siento, omega —habló Jimin alzando su rostro—. Te iba a llevar el desayuno.

—Mmh —sólo respondió Yoongi abrazándolo.

—¿Te duele, omega? —habló Jimin refiriéndose a la marca, la cual tardaría un tiempo en cicatrizar.

—Sólo me arde un poco —contestó.

—Ya veo —habló Jimin llevando sus labios a esta, dejó unos cuantos besos en esa zona, volviendo al omega totalmente vulnerable.

—Es preciosa —susurró Jimin aspirando su aroma, el cual ahora se combinaba con el suyo.

—¿Iremos por Jongwoo? —preguntó Yoongi recordando a su pequeño—. Extraño a mi bebé.

—Claro, omega, pero primero... —habló Jimin despegando a Yoongi de él—, desayunaremos — guió a Yoongi hacia una de las sillas en la cocina.

—¿Panqueques? —preguntó Yoongi sonriendo.

—Un poco quemados —rascó su nuca el alfa—, pero es algo.

—Gracias, alfa —habló Yoongi besando su mejilla.

—De nada, precioso —devolvió el gesto el alfa—. Comamos porque extraño a mi cachorro.

—Quién diría que el alfa que me terminó golpeando en la juguetería se convertiría en mi alfa y el padre de mi hijo —habló Yoongi, una sonrisa melancólica formándose en sus labios.

Cuando Jimin y Yoongi estaban ya vestidos, el omega usando un chándal y una sudadera floja del alfa, pues en realidad no había traído ropa consigo, a Jimin agradándole esto pues ahora con la marca siendo bastante reciente se sintió más posesivo que nunca y no quería que absolutamente nadie tocara a su omega, ni un poco.

Estacionaron el auto en el frente de la casa, Yoongi bajando primero y sosteniendo su bolso en mano cerró la puerta del auto, Jimin llegando a su lado rápidamente.

Este gruñó ligeramente, sorprendiendo a Yoongi. —¿Por qué estás gruñendo, Jimin? —preguntó confuso.

—Namjoon —susurró posesivo tomándolo de las caderas—. Hay un alfa ahí, no te quiero cerca de ningún alfa, mío.

—Pero Namjoon es como mi hermano —susurró sonriendo, tomando la mano de Jimin entre la suya.

—No me importa —susurró Jimin acercándose al espacio de Yoongi, plantando un beso en su mejilla y besando su marca una vez más antes de acercarse a la entrada de la casa.

Llegaron a la entrada, Jimin tocando el timbre por el omega.

—Hola —saludó Seokjin acomodando su ropa rápidamente y abriendo por completo la puerta.

—¡Jin! —gritó feliz el omega, abrazando a este.

—¿Qué mosca te picó a ti? —habló Seokjin devolviendo el abrazo.

Obvio Jimin no sintió celos por eso, obvio que no.

Seokjin se despegó de Yoongi y miró ligeramente a su amigo, notando la marca.

Sus ojos se abrieron demasiado y comenzó a saltar de un lado a otro. —¡Namjoon! ¡Namjoon! —gritó.

Namjoon salió de la cocina con prisa ante el grito de Seokjin, buscando el problema.

—¿¡Qué!? ¿¡Qué pasa!? —llegó Namjoon con la respiración agitada—. Oh, hola, Yoon —saludó amablemente.

Jimin tomó la cintura de Yoongi y lo pegó más hacia él, un gruñido amenazando con salir.

—¡Namjoon! —lloriqueó Seokjin—. Jimin ha mordido a Yoon.

—¡Ah! —grita el alfa sin querer—. Oh, Dios, Yoongi.

Namjoon trató de acercarse a este, pero Jimin puso su brazo para evitar contacto alguno.

—Bien, de acuerdo —se alejó Namjoon lentamente con los brazos en signo de paz—. Es muy reciente aún, comprendo.

—Tú... —habló Seokjin amenazando—, tocas a Yoon o le haces daño a mi bebé Jongwoo y te corto los...

—Está bien, Seokjin —habló Yoongi tranquilamente—. Es mi alfa, Jin.

—Y tú eres mío y mi cachorro —susurró Jimin reprochando en su cuello ante lo que dijo Seokjin.

Todos entraron hacia la hermosa sala color café que Seokjin poseía, todos tomando asiento frente a la hermosa chimenea.

Ambas parejas se sentaron en los cómodos sofás y comenzaron a hablar de cosas triviales. —¿Y mi pequeño bebé? —preguntó Yoongi formando un puchero.

—Después de comer, hizo una rabieta porque extrañaba a su padre y después cayó dormido en el sofá —explicó Seokjin.

—Mi pobre bebé —susurró Yoongi.

—Tu pobre bebé es un pequeño diablo —comentó Namjoon riendo—. Peleó conmigo acerca de que me comí una de sus galletas.

—Deja a mi cachorro en paz —habló Jimin riendo—. Sus galletas son la tercera cosa que más ama.

Antes de que pudiera seguir la conversación, Jongwoo había entrado tallando uno de sus ojos, alzando su vista lentamente y notando a su padre en la habitación.

—¡Papi! —gritó el pequeño corriendo hacia Yoongi.

—Pequeño bebé —abrazó rápidamente a su cachorro, dejando que Jongwoo se ajustara en su cuello.

Estaba tan conmocionando en tener a su hijo en brazos, olvidando que su marca aún estaba fresca. —Ay —susurró Yoongi separando un poco a Jongwoo.

El niño alzó su vista ante la reacción de su padre, buscando con sus ojitos la razón de su reacción. —¿Papi? ¿Qué pasó? —preguntó con un puchero.

—Nada, precioso —contestó moviendo su cuello.

Jongwoo inmediatamente notó la marca asustándose. —¡Papá! —gritó lloriqueando—. Papi está lastimando —habló hacia Jimin unas lágrimas escurriendo por sus ojos.

—Oh, no, bebé —habló Yoongi—. Papi está bien.

—Papá —susurró Jongwoo—, papi está lastimando —aseguró.

—No, Jongwoo, Jimin hizo eso —habló Seokjin casualmente, no fijándose en que en primera, Jongwoo nunca había visto una marca reciente, segundo; Jongwoo ni siquiera entendía lo que era una marca.

—¿Papá lastimó a papi?" susurró con lágrimas en sus ojos, su corazón doliendo.

—Oh no, Seokjin... —susurró Namjoon tomando su mentón.

—Cachorro —habló Jimin esta vez—. Yo no he lastimado a una papi —contestó—. Papi está bien, eso que tiene papi, es una marca de amor —explicó hacia el niño que sostenía a su padre cerca.

—Sí, precioso —afirmó Yoongi—. Cuando dos personas se aman, una marca así puede surgir.

—Vaya —habló asintiendo Jongwoo y limpiando sus lágrimas con la manga de su suéter—. Yo amo a papi, yo marco.

—No, bebé—negó Yoongi rápidamente—. Lo entenderás cuando seas más grande, ¿sí, bebé? —Jongwoo asintió, formando un puchero—. Papi y papá se aman —aseguró.

—Más de lo que crees, cachorro.

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