"La primera estrella que veo esta noche, ojalá pudiera, ojalá pudiera, por favor ayúdame a encontrar el amor en esta fría noche de verano".

Está sentada en el porche delantero de su hermosa morada. Su cabello ondea suavemente mientras el suave viento acaricia su rostro en esa noche de verano inusualmente fría. Hoy es definitivamente uno de los mejores días que ha tenido en los últimos cinco años porque, por fin, todos sus amigos más queridos lograron asistir a su invitación después de años de rechazos.

Respiró hondo y saboreó el aire puro y fresco de la provincia al pasar por sus pulmones. Ya han cambiado muchas cosas, pensó. Todos crecieron individualmente, tomaron sus propios caminos, prosperaron en sus propias carreras, mientras que algunos incluso formaron su propia familia. Por lo tanto, ya no es sorprendente que últimamente rara vez se conviertan en una reunión de asistencia completa, mucho más a sus invitaciones donde el lugar siempre se estableció en Camiguin.

A pesar de todo, nunca sembró un sentimiento de distanciamiento hacia ninguno de sus amigos. Ella entiende totalmente. Después de todo, ahora tienen sus propias vidas separadas para vivir de todos modos. En este momento se siente muy feliz y agradecida porque esta vez, a pesar de sus apretadas agendas, todos siguen teniendo como prioridad venir y celebrar el día con ella.

Con una sonrisa de satisfacción flotando en sus labios, continúa escuchando la música jubilosa y las risas interminables desde el interior de la casa cuando, de repente, pasó una ráfaga de viento fuerte que inmediatamente la hizo temblar un poco. Intentando proteger su cuerpo del frío de alguna manera, tomó su chal que luego se arrugó en la parte superior de su regazo, lo volteó y lo envolvió alrededor de su cuerpo mientras usaba sus brazos como candado.

"Mejor." Ella susurró para sí misma después.

Ahora que se calentó lo suficiente, inhaló profundamente una vez más y luego inclinó la cabeza hacia arriba. Observó con aprecio las miles, si no millones de estrellas titilantes, así como la brillante luna creciente que adornaba el cielo esa noche.

Todo se ve tan hermoso. Reflexionó en silencio dentro de su mente.

De hecho, es que automáticamente la hizo sentir nostalgia como siempre, incluso si en realidad no quiere. De alguna manera es inevitable. Un momento como este nunca le fallaba para hacerlo al menos. Y así, al igual que una presa abierta a la fuerza, ese precioso recuerdo de hace años comenzó a acumularse en su conciencia en ese instante.

"¡ Bueno, todavía nada estrellas!"

Maymay exclamó con vehemente decepción. Ella está buscando esas estrellas desde hace varios minutos, pero todavía no puede encontrar ni una sola.

"Puede que haya estado lloviendo desde esta mañana debido al tifón. ​​Obviamente no habría estrellas en el cielo esta noche".

Edward, que estaba sentado a su lado, le dijo con una suave risa en respuesta. Simplemente ha estado ahí con ella todo el tiempo, disfrutando mientras observaba sus lindos matices.

Ella puso los ojos en blanco. haynako ahi esta!

Él le está hablando a ella en ese tipo de tono otra vez. Ya sabes, como si estuviera hablando con un niño de tres años en lugar de con una mujer adulta de 20 años. En realidad, incluso se dio cuenta de que últimamente le gustaba mucho ese tipo de hazañas, para su irritación.

Ella no sabía que él lo está haciendo a propósito porque siempre anhela ver sus divertidas y lindas reacciones a sus provocaciones.

"¡Oh no lo se! ya no llueve. ¡Debe haber al menos una estrella!"