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Capitulo 39 "De nuevo en casa"


Meryl iba totalmente ausente durante el vuelo, era como si nada le importara, nada, solo quería olvidar y estar en paz. Durante casi todo el camino fue durmiendo o mas bien con los ojos cerrados y con la mente con el, era como si estuviera obsesionada con pierce le dolia haber terminado tan mal después de lo maravilloso que fue, abrio los ojos y tomo su bolso, del cual saco la caja donde estaba la gargantilla, la abrio y acaricio el dije añorando esa noche, donde todo fue magico. Pierce estaba ya con su familia en la alberca del hotel tratando de distraerse, sabia que los únicos que lo ayudarían serian sus pequeños, jugaban y chapoteaba con ellos.
"¿papi estas triste?" Paris pregunto con sus manitas sobre las mejillas de su papa.
"no campeón, estoy feliz porque están conmigo"
"uhhmm yo pienso que estas triste" parís dijo y volvió a sumergirse en el agua, Pierce giro para ver a Kelly quien lo miraba atentamente. El salio de la alberca y se acerco a ella, ¿te parece si mañana regresamos a casa? Pierce dijo
"si claro perfecto, mañana será, ademas tenemos que prepara todo para tu viaje a Grecia" Kelly respondió sonriente, El llamo a su asistente para que arreglara todo, Kelly insistió en ir a la habitación solos, pero el se negó, acción que la dejo desconcertada, ya que quería repetir lo de la noche pasada, donde le pareció que su esposo estaba mas apasionado que nunca, sin saber que realmente se aferraba al recuerdo de Meryl y a las ganas de querer olvidarla. Pierce no quiso asistir a la fiesta de MM! Fingió sentirse mal y se disculpo. Meryl finalmente llego a su hogar, estaba justo de pie en el umbral de la puerta, con un inmenso suspiro abrio la puerta, todo estaba intacto, tal y como lo había dejado,

"Hola!!, hay alguien en casa" Meryl pregunto dejando sus llaves sobre la mesa del recibidor, Marllory dejo las maletas en el pasillo, y se despidió de su jefa, ella agradeció y se dirigió hacia arriba, y se dio cuenta que la luz del estudio de Don estaba encendía y se oía música. Así que se dirigió hacia ahí, se paro en la puerta y lo vio ahí sentado muy concentrado trabajando, no pudo evitar sonreír al verlo de nuevo, su amado esposo lo tenia cerca de nuevo.
"Hola!!" Meryl dijo suavemente, Don levanto la vista con una inmensa sonrisa de felicidad
"Mer, amor!! No lo puedo creer cielo" don corrió hacia ella y la abrazo fuertemente girándola en brazos, la bajo y puso sus labios sobre los de ella, instintivamente ella echo la cabeza hacia tras, Don volvió a acercarse y ella accedió a besarlo, un beso tierno de bienvenida. "porque no me avisaste que llegarías hoy" don dijo rodeándola por los hombros y dirigiéndola hacia su alcoba.
"bueno fue rápido, y decidí sorprenderte"
"querías ver si estaba haciendo algo indebido eh??" Don dijo bromeando lo que incomodo a Meryl. Cuando entraron Meryl se dirigió a su cama y se recostó rendida.
"ay al fin mi cama, no hay mejor lugar" Meryl dijo, Don se acorto a un lado y la beso en a mejilla
"al fin estas aquí, te extrañe tanto" Don la comenzó a besar en los labios.
"yo también querido,,, te extrañe mucho" y lo rodeo con sus brazos aferrándose a ese beso, beso que quizás la regresaría a la realidad, que le devolvería su paz, su vida, su amor total y único para Don. Pero el recuerdo de Pierce volvió a su mente, entonces se separo de Don. "voy a darme un baño cielo, estoy rendida"
"mmm no quieres que te ayude" Don sugirió seductoramente
"me encantaría, pero de verdad que estoy muerta" dicho esto se metió al baño. Cuando estuvo a solas frente al espejo, se pregunto que iba a hacer con su vida ahora, no podría volver a ser la misma, jamás podría, había una Meryl antes y otra después de Londres. Lo peor de todo es que la nueva Meryl se sentía infeliz y culpable por terminar tan mal con Pierce jamás imagino que toda esa magia se romperia de ese modo, recordó la tarde cuando les dieron la noticia de que quedaban pocos días en Londres, como se juraron que aunque se separaran la magia y el amor no iba a terminar, pero ella no lo cumplió, sabia que había hecho mal en decirle todo eso a Pierce pero realmente estaba herida, celosa y además culpable. Cerro los ojos y el llanto de nuevo no pudo contener, ¿acaso su vida iba a ser así de ahora en adelante? Llorando por los rincones y escondiendo su dolor? Sintió miedo de lo que se había convertido. Limpio sus lagrimas con determinación, no podía seguir así, de todas maneras, Pierce ni siquiera había intentado buscarla ni comunicarse con ella, parecía que no le importaba que se hubiera ido sin decir nada, quizás el estar con Kelly lo había hecho recapacitar, y darse cuenta de quien era realmente importante en su vida, pensamientos, ideas y dudas atravesaban por su cabeza al mismo tiempo que el agua caliente recorría su piel, no podía evitar revivir los apasionados momentos con Pierce, pero ya no mas! Se dijo así misma, y salió de la regadera, Don estaba acostado en su cama viendo la tv, ella le regalo una sonrisa, la misma que el respondió gustoso.

¿Sabes? Creo que el viaje te sentó muy bien, vienes más hermosa que nunca. Don le dijo sin quitarle la vista de encima mientras ella, se aplicaba crema hidratante en sus piernas.
"No, nada de eso, si me siento fatal" Meryl dijo sin ganas
"como! Tenemos que arreglar eso" Don dijo al tiempo que se incorporaba y se acercaba a la espalda de su mujer, la que comenzó a masajear. "estas tensa eh, tienes rígidos los músculos querida" dijo mientras hacia movimientos circulares con sus dedos en la espalda. "auch si me siento terrible" mientras movía su cabeza hacia atrás disfrutando del masaje.
"para eso ya estas con tu esposo que da los mejores masajes del mundo" don dijo sonriente, llevando su mano hasta el cuello de Meryl por la parte de enfrente y tomando su mejilla para besarle, después su oído y bajando hasta su cuello, siguió bajando la mano hasta llegar a su pecho donde abrió un poco su bata para introducir su mano y tener acceso a la piel desnuda de su mujer.
"¡los chicos!" Meryl dijo alterada y levantándose rápidamente de la cama. Don se desconcertó
"¿perdón?, ¿de que hablas? ¿Que pasa?"
"si, los chicos, no saben que estoy en casa, voy a llamarlos para decírselos ok"
Don se puso de pie y se dirigió hacia ella, tomándola por detrás y rodeando su cintura, comenzó a besar de nuevo su cuello.
"Podemos esperar un rato" Don dijo suspirando junto a su cuello, inhalando su delicioso aroma.
"pero.... Yo... quiero... decírselos.... Mas a Lou" entre suspiros alcanzó a decir, Don sabia que el cuello era una zona que Meryl no podía resistirse, de nuevo Meryl se alejo y fue a buscar su celular, don sonrío y la siguió, arrebato su teléfono y esta vez la atrajo a su cuerpo y quedo frente a frente, el la beso apasionadamente y la condujo de nuevo hacia la cama donde se dejo caer sobre ella. Meryl estaba aterrada, comenzó a temblar, no podía hacerlo, pero sabia que ya no había marcha atrás al sentir contra su pierna el efecto que causaba en la entrepierna de su esposo, cerro los ojos rogando por un milagro, pero Don dirigía su mano hacia sus piernas donde abrió la bata y comenzó a acariciar, llegando a sus muslos. "Por fin serás mía de nuevo" Don dijo con la respiración agitada.

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