¡¡Oh dios mío!!! ¡¡¡¡¡MAMI!!!!!! ¡¡Bienvenida mamita!! La voz de Louisa sonaba a todo pulmón desde el fondo del salón de la casa de la familia Gummer Streep, Meryl antes de que pudiera hacer o decir algo, fue atrapada por los brazos de su pequeñita como ella siempre le llama, Lou Lou, su bebe, la abrazaba con suma emoción.

"hola Lou Lou ¿Cómo esta mi pequeñita?" Meryl decía besando a su hija
"extrañándote horrores, pero wow ma' estas guapísima, bronceadita ¿adelgazaste? OMG estas muy linda ma"

"mi amor tu estas hermosa, ay no puede ser, sigues creciendo cariño..."
Las dos entraron abrazadas, Meryl se sentó en el sofá y miraba a su alrededor tratando de reconocer cada parte de su casa, vigilando los detalles, mientras Lou le traía un vaso de agua fresca y se sentaba frente a ella mirándola embobada, cada detalle del rostro de su mama después de meses de ausencia al fin la tenía a su lado, Meryl con ternura acaricio su mejilla y la abrazo de nuevo, aferrándose a su pequeña intentando borrar sus días en Grecia e intentando llenar su inmenso vacío con el cariño de uno de sus más grandes amores, Meryl le pidió a su hija que le ayudara a subir parte de su equipaje a su habitación, las dos se metieron a la cama y contaban acerca de sus vidas en los últimos meses, a pesar de que hablaban casi a diario por teléfono, se tenían que contar mil cosas, las horas pasaban y el cansancio de Meryl la hizo quedarse profundamente dormida, Lou se acurruco con su mama y también se durmió.
Don como siempre desde que su esposa se encontraba lejos llegaba a casa para ver a su hija y llamarle a Meryl, pero al abrir la puerta su corazón salto de emoción, al ver maletas, bolsas y desorden, su aroma ya estaba de nuevo en casa, Don se ilumino con una sonrisa enorme y comenzó a subir a toda prisa las escaleras hacia su habitación, la distancia se le hacía enorme por fin abrió y entro casi corriendo hasta el fondo, y ahí sus ojos se encontraron con una imagen maravillosa, el amor de su vida por fin recostada de su lado de la cama, su hermosa figura rodeando y protegiendo a su regalo mas grande, su hija pequeña, Don no podía sentirse más feliz y más orgulloso en ese momento, se acerco lentamente sin quitar la mirada de su mujer y su hija para el eran un par de ángeles, Don acaricio suavemente la rubia cabellera de su esposa y beso muy tiernamente sus labios feliz de tenerla de vuelta, Don tomo una manta para tapar a ambas y salió de la habitación dejándolas dormir. La noche paso y Meryl fue despertando poco a poco, con la luz del amanecer, lo primero que hizo fue mirar a su costado, por instinto buscando el cuerpo desnudo de alguien más como lo había hecho durante semanas llenas de amor; sintiéndose culpable al mirar a Louisa profundamente dormida, pero era inevitable extrañarlo con locura, acaricio el cabello de su hija y se levanto de la cama, se metió a la ducha, se puso cómoda y bajo las escaleras, el olor de algo delicioso la guio a la cocina y ahí estaba el, su adorable esposo Don cocinando, enseguida sintió su presencia y se giro para con una sonrisa enorme y los brazos abiertos recibirla, Meryl corrió hacia él y lo abrazo con fuerzas, Don se embriagaba de su aroma.

"te extrañe, te extrañe cariño, te amo, te amo te amooooooo" Don decía dándole besos por su rostro, y sellando sus labios con un suave beso que Meryl respondió con lagrimas en los ojos.
"ya estoy de regreso... en mi hogar... con las niñas... y... contigo"
"no te pienso dejar ir de nuevo tanto tiempo, extrañarte de esta manera es una tortura" don decía sosteniendo el rostro de su esposa en sus manos y mirando sus ojos, esos ojos que tanto amaba, pero que tenían un brillo diferente que Don enseguida noto.
"¿pasa algo cariño?..."
"¿a mí?, no cariño nada, estoy feliz de estar aquí extrañaba mi casa" "uhm eso espero, porque veo esos ojitos algo tristes"
"no, no... mmm ¿que me cocinaste?" Meryl dijo cambiando el tema
"algo delicioso, ven siéntate" Don sirvió el desayuno y platicaban de todo, entre risas, y besos el tiempo pasaba, pero para Meryl era inevitable mirar el reloj y pensar que hora era en Grecia, y lo que estaría haciendo él, del otro lado del mundo. 

De repente su mente se iba y dejaba de escuchar lo que decía Don, ella misma sacudía su cabeza para sacar de su mente sus pensamientos que estaban tan lejos de su casa, se desesperaba, que estando en su lugar favorito en el mundo, con los que amaba ahora ya no lo era mas, quería estar en otro lado y con alguien más. Meryl llamo a Mammie y Grace para que fueran a casa se moría de ganas de ver a sus hijas, también le llamo a Henry para avisarle que estaba en casa, y el prometió ir a verla ese fin de semana. 

Cuando llegaron las chicas Meryl no pudo evitar las lagrimas de emoción de ver a su familia unida de nuevo, desempaco los regalos que había comprado para todos, las chicas estaban felices Meryl siempre sabia que les haría felices a la hora de comprar, Don la miraba embelesado, le preguntaban acerca de todo, bromeaban acerca de los números musicales,.

"no, no, ma' yo muero por ver a Pierce Brosnan bailando y cantando, cuéntanos de él mami, ya sé que esta buenerrimo, pero ¿como es en persona?" Grace pregunto curiosa haciendo que la sonrisa de Meryl se borrara de golpe.

"ehm... es fantastico... maravilloso, nos hicimos grandes amigos" "¡¡en serio!! Ay mama entonces un día hacemos una comida, una cena una fiesta o lo que sea y lo invitas mis amigas se morirían de la emoción si se lo presento" Louisa dijo emocionada
"si claro algún día, pero todo el equipo de trabajo fue estupendo, hice buenos amigos" Meryl decía serena.
"espera que mis amigas se enteren y te vean en spandex y overol mama eso es too much para alguien popular como yo" Louisa dijo en tono de broma
"jaja oye respeto a tu madre déjame decirte que me veía muy sexy" Meryl dijo bromeando y sin poder evitar de nuevo pensar en Pierce, quien siempre la llamaba así "sexy" emano un enorme suspiro, y se levanto de la sala, subió sin decir nada hacia su habitación, las chicas y Don estaban entretenidos en su plática que prestaron poca atención a la huida de Meryl, cuando estaba a solas en su habitación, se sentó al filo de la cama tomando su blackberry y mirando la pantalla dudando en hacerlo, pero finalmente se animo y marco el numero que ya estaba en sus favoritos desde hacía mucho, mientras oía el tono dial se le hacía eterno, necesitaba escuchar su voz cuanto antes, se estaba consumiendo sin el lentamente, finalmente la voz sexy y un poco mas ronca de lo normal contesto de la manera más tierna que podía hacerlo sabiendo que era ella.
"mi sexy Meryl Streep, ¡al fin! Dios estoy enloqueciendo sin ti..."
"oh dios mío... Pierce..." Meryl comenzó a llorar con mucho sentimiento sin poder decir nada mas, Pierce la escuchaba y se le rompía el corazón pero sabía que necesitaba desahogarse.
"no amor, no llores mas, por favor, ¿Cómo estuvo el viaje?"
"eterno..."
"bueno pero ya estas con tus hijas ¿Qué tal encontraste todo en casa?"
"bien, las tres están ahora aquí conmigo..."
"el también supongo"
"aja... pero necesitaba escuchar tu voz, tus palabras, te extraño de una manera que jamás imagine, no te puedo sacar un momento de mi mente, eres una obsesión amor, no creo que pueda seguir adelante mucho tiempo así, sin ti..."
"lo sé, te entiendo amor, estoy exactamente igual, no aguanto las ganas de volverte a tener entre mis brazos, amarte, besarte... te extraño..."

"yo..."
Meryl estaba a punto de decir algo cuando escucho la voz de Keeley rompiendo con el mágico momento
"¡Pierce está listo el baño!... vamos cariño..."
Pierce intento tapar la bocina pero era demasiado tarde Meryl había escuchado, y aunque sabía que estaba con ella, sabía que era su esposa, los celos aparecieron sintiendo que su sangre hervía.
"bueno te dejo para que tomen su baño, adiós, sigue extrañándome como hasta ahora..." Meryl dijo sarcástica y colgó.
"Mer..." Pierce se quedo con las palabras en boca sabiendo lo que ella sentía, porque el también estaba aterrado de que Meryl estuviera con Don, los celos, la incertidumbre, la distancia, todo los estaba enloqueciendo y fingir ante los ojos de sus familias que toda iba de maravilla y que se sentían plenos y felices a su lado solo empeoraba las cosas. Meryl se quedo congelada en su cama su mirada perdida en la nada, solo imaginando lo que Pierce y Keeley estarían haciendo, sus ojos se llenaron de lagrimas de nuevo, cuando su blackberry sonó, un mensaje de texto de Pierce apareció en la pantalla.
"te amo, te extraño, y aunque parezca extraño solo a ti te puedo ser fiel, no puedo estar con ella, pensando en ti, eres la única en mi mente y mi corazón, te amo, te amare por siempre"
Meryl se llevo su teléfono a su pecho como si de esa manera estrechara entre sus brazos algo de Pierce, sabía que era sincero, sabía que para ella sería igual, pero que le iba a decir a Don, quizás esa noche no querría sexo porque las chicas estaban ahí, pero al otro día, por otra parte la idea de pensar que podría ver a Pierce hasta las premieres la enloquecía y la ponía realmente mal, tenía su cara enterrada en su rostro cuando Mammie entro y la asusto.
"ops lo siento mami, es que vamos a ordenar comida china para cenar ¿está bien?"
"si cielo, por supuesto" Meryl dijo sin ninguna emoción
"¿todo bien?" Mammie cuestiono al ver los ojos tristes de su madre
"si claro, solo que el cansancio me tiene frita, ven vamos con los demás, todavía me tienen que pasar todas las quejas de ustedes tres señoritas, y claro de su padre" Meryl tomo a su hija de la mano para salir de la habitación pero Mammie se detuvo y la miro a los ojos. "mama, sabes que papa te extraño como loco, ¿quieres que me lleve a Lou a mi depa para que puedan estar solos esta noche?" Mammie dijo picara desatando el pavor de Meryl.
"¡¡NOOO!! JAJA Mammie no, quiero estar con mis hijas, además Lou me extraño mucho no la puedo mandar a dormir lejos, quiero estar como sanguijuela con mis niñas"
"si claro y mas con tu consentida Lou ¿no?" Mammie dijo en tono celoso

"jaja con mis TRES bebes, no te pongas celosa, ven aca" Meryl la abrazo y la beso, así bajaron abrazadas de nuevo reuniéndose en la sala.
Mientras en Grecia estaba oscureciendo, los hijos de Pierce estaban dormidos en su habitación, Keeley saliendo de la ducha y Pierce recostado viendo CNN, con el control remoto n sus manos, Keely lo miraba tratando de adivinar que pasaba por su mente, y el porqué su actitud lejana y hasta frio hacia ella, si jamás era así, al contrario siempre hacia algo para demostrarle su amor, pero ahora era diferente, estaba distante, no la escuchaba, no la miraba, pensó que sería el cansancio de tanto trabajo así que decidió relajarlo, acercándose a él y comenzando a masajear sus pies, subiendo por sus piernas, tomando sus muslos y después en su abdomen desnudo comenzando a dar suaves besos, Pierce estaba rígido sin disfrutar el contacto con su esposa, cuando llego a sus labios la beso dulcemente y la abrazo con mucha ternura tratando de no hacerla sentir mal. "estoy cansado Keely... además mañana tenemos que estar temprano en el aeropuerto" Keeley lo miro desconcertada y hasta cierto punto molesta.
"no sé porque insistes en irnos mañana, podemos vacacionar unos días más aquí, los niños están felices..."
"si pero entiéndeme ya he estado aquí tres meses necesito mi casa" "y cuando estemos en casa si se te va a dar la gana que hagamos el amor ¿o también te la pasaras evadiéndome como hasta ahora?" Keely dijo levantando la voz.
"no sé de que hablas, quiero dormir, no tengo ganas de discutir... buenas noches" Pierce dijo metiéndose entre las sabanas y dándole la espalda a su esposa, que lo miraba disgustada, sin saber de qué manera estaba sufriendo su esposo al estar lejos de Meryl Streep.