Me abrí pasó entre los sirvientes de palacio mientras terminaba de colocarme los bajos de la camisa dentro de las calzas.

Subí las escaleras de dos en dos hasta llegar a los aposentos del príncipe.

Era bastante temprano, y no sabía con certeza si Arturo ya estaría en pie, pero aquella mañana debía darme prisa.

Toqué a la puerta un par de veces y crucé los dedos para que estuviera despierto. 

━Pasa━ escuché desde dentro de la estancia. 

Noté mis labios curvarse levemente hacia arriba, y sin perder ni un segundo, ingresé en la habitación. 

━Buenos días, sire━ dije cerrando tras de mí.

━¿Vanya?━ el heredero me miró confuso━ ¿Qué haces aquí tan temprano?

Por su aspecto no debía hacer mucho que Merlín le había despertado.

Aún tenía el pelo arremolinado, y sus ojos seguían habituándose a la luz del sol que se colaba por los ventanales. 

━Siento molestaros tan pronto, pero necesito un favor. 

━¿De qué se trata?━ se apoyó levemente en su mesa sin apartar la mirada de mí. 

Cogí una bocanada de aire. 

━Am...veréis... Hoy es el cumpleaños de Orett, y me preguntaba si sería posible terminar mis tareas en los establos por la tarde, para poder pasar la mañana con ella. Su madre quiere cocinar algo especial, y me pidió que la entretuviera por el día para que fuera una sorpresa. Sé que mis tareas son importantes pero...

━Vanya...

━Prometo que volveré en cuanto pueda y....

━Vanya...

━Y si tengo que quedarme por la noche...

━¡Van!━ rió entonces el rubio dando un par de pasos hacia mí━ Cógete el día libre. 

Pestañeé un par de veces, incrédula. 

━¿To...todo el día?

Este rió de nuevo mientras asentía. 

━Todo el día━ respondió━ Después de lo que han pasado, creo que esa niña merece tener un buen cumpleaños.

Sonreí. 

━Gracias, sire. 

━No me las des━ añadió repitiendo mi gesto. 

━Prometo terminar mañana con las tareas de ambos días. 

━Sé que lo harás, Sömbra se encargará de ello. 

Reí ante su comentario para acto seguido despedirme de él y abandonar los aposentos del príncipe para correr de vuelta a mi hogar, esperando llegar a tiempo antes de que Orett despertara.

Atravesé las calles de la ciudadela como una exhalación hasta casi darme de bruces con la puerta de casa. 

Entré deprisa y cerré tras de mí. 

━¿Y bien?

La voz de Rolan me hizo girarme.

━Conseguido━ respondí esbozando una sonrisa triunfante. 

Liliana y Rolan sonrieron a la par. 

Incluso el cazador había pedido el día libre en la herrería para ayudar a Liliana aquella mañana a preparar un festín para la pequeña. 

Todos nos habíamos propuesto que fuera un día inolvidable para Orett.

━¿Quieres despertarla tú?━ inquirió la morena con brillo en los ojos. 

Asentí sonriente y me encaminé hacia la habitación. 

Abrí la puerta y la dejé entornada para luego acercarme con sigilo hasta la cama, en donde la pequeña se encontraba durmiendo plácidamente, arropada por la manta que le di la primera noche que se quedaron en casa. 

Me senté a su lado y le di un pequeño toquecito en la nariz, a lo que esta respondió arrugándola para luego abrir los ojos lentamente.

━¿Vanya?━ dijo con la voz ronca, algo aturdida━ ¿Es de día?

━Hora de levantarse, dormilona━ respondí esbozando una leve sonrisa. 

━¿Sigues en casa?━ la chiquilla se irguió lentamente para después frotarse los ojos━ Nunca estás cuando yo me despierto... 

━He pedido el día libre.

Orett me miró con una mueca de confusión que se leía perfectamente en su rostro. 

Reí. 

━¿Cómo no iba a escaparme del trabajo? No todos los días se cumplen diez años. 

Las pupilas de la pequeña se dilataron tras mis palabras. 

━¿Es hoy?━ preguntó emocionada. 

Asentí carcajeando ante su reacción.

━Así que vístete y prepárate, vamos a desayunar algo rico al mercado. ¿Te apetece?

━¡Si, si!━ respondió al mismo tiempo que saltaba de la cama. 

Sonreí mientras me ponía en pie y abandonaba la habitación para dejar que Orett se vistiera y aseara antes de irnos. 

━¿Ya está despierta?━ Liliana me esperaba al otro lado de la puerta. 

━Y pletórica━ reí mientras me echaba el pelo hacia detrás. 

Me acerqué a la mesita de la cocina y tras coger mi jubón, eché un par de cosas que podrían hacerme falta esa mañana, como mi saquito de tela que Liliana me confeccionó a base de retales en el que guardaba el dinero.

━Cada día me preguntó qué hemos hecho para toparnos con alguien como tú, Vanya. 

La voz de la morena me hizo girar sobre mis talones. 

━Estoy lista━ dijo Orett saliendo de su habitación mientras terminaba de amarrar el final de su trenza con un trozo de tela.

Le sonreí.

Cogí mi jubón y eché el asa sobre mi hombro. 

━Ese es mi pago━ dije poniendo mi mano sobre el hombro de la fémina━ ¿Nos vamos ya?━ miré a la pequeña━ Me muero de hambre. 

Sin soltar un segundo la mano de Orett, ambas navegamos por el mercado, mientras yo nos conducía a ambas a la zona donde se situaban los puestos de comida, tratando de encontrar el de uno de los comerciantes en específico, cuya especialidad eran los dulces. 

Entre las muchas delicias que vendía, se encontraban unos pastelitos de pan de leche y miel, que sabía que la pequeña adoraba, puesto que siempre que los traía a casa, era la primera en echar mano a los dulces. 

Ese sería nuestro desayuno. 

Una vez adquirimos los pastelitos, nos echamos a un lado para comer tranquilas, apartándonos un poco del centro del mercado para dejar atrás a la gente. 

━Gracias por el desayuno━ dijo la castaña dando el primer bocado al panecillo.

Sonreí. 

━Lo que sea por la cumpleañera━ respondí para después repetir su gesto━ Cuando terminemos de comer daremos una vuelta por los puestos, ¿quieres?

Alzó la vista hacia mí con brillo en los ojos y luego asintió con las mejillas hinchadas por el dulce. 

Carcajeé.

Terminamos de desayunar, y tras sacudirnos los restos de azúcar de las palmas de las manos, nos dispusimos a ojear los puestos que le llamaban la atención a Orett. 

Estaba más que segura de a cuales iríamos primero. 

Los de flores, telares y dulces. 

Sin duda las flores eran de las cosas favoritas de la pequeña. Siempre se encargaba de recoger algunas para decorar nuestro hogar. 

Tomé la mano de la chiquilla y nos introdujimos de nuevo en las calles, dispuestas a recorrer cada rincón del mercado aquella mañana. 

Y como bien había previsto, el puesto de la florista fue el primero que visitamos. 

Conocía a la mujer que lo llevaba de las veces que Gwen compraba allí para adornar la habitación de Morgana. 

Era una anciana afable, de cabellos rubios que ya comenzaban a tornarse blancos en sus raíces. Ojos verdes, que rebosaban generosidad, y una tierna sonrisa que nunca abandonaba su rostro. 

Su nombre era Sethid. 

━Buenos días, Vanya━ saludó nada más vernos aparecer━ Vaya, veo que hoy vienes acompañada de una linda jovencita, ¿quién es tu amiga?

Le sonreía. 

━Sethid, ella es Orett. 

La pequeña alzó la mano levemente con timidez. 

━Un placer conocerte, Orett. ¿Habéis venido a curiosear los puestos esta mañana?

Asentí. 

━Hemos venido a echar un ojo, además, ella cumple años hoy y quería comprar unos dulces para desayunar. 

━¡Oh! ¿Es tu cumpleaños?

La castaña asintió esbozando una leve sonrisa. 

Sethid se inclinó sobre uno de sus cestos que contenía docenas de margaritas, cogió una y le recortó el talló con la mano. 

Después de acercó hasta Orett, colocando la florecilla tras su oreja, adornando así su cabello. 

━Considéralo un obsequio por ser tu día especial━ sonrió la anciana. 

━Muchas gracias, amable señora━ respondió la chiquilla emocionada.