Aquella mañana había amanecido más pronto que de costumbre.

Rolan y yo habíamos dormido en mi antigua habitación, dejando a Liliana y Orett la estancia que perteneció a mis padres, debido a que contaba con un lecho de mayor tamaño, y supuse que ahí estarían más cómodas.

La que fue mi cama era perfecta para una sola persona, por lo que Rolan no tenía problemas en dormir allí. 

Pero cuando ambos tuvimos que pasar la noche en ella, fue un completo suplicio.

No recuerdo cuantas fueron las veces que me caí de la cama, ni las veces que se cayó él, pero cuando apenas habían empezado a despuntar los primeros rayos del sol, yo ya me había resignado hacía horas a levantarme, vestirme y dejar al menos que el cazador durmiera tranquilo un par de horas antes de tener que llegar a la herrería. 

Había puesto rumbo a los establos, llevando mi arco conmigo, con intención de practicar un poco mi puntería antes de comenzar mis tareas. 

Hacía tiempo que no lo usaba, y aquello siempre me ayudaba a despejar la mente, cosa que no me vendría mal después del mal trago que pasé el día anterior con Arturo.

Me tenía totalmente confundida.

Fue él quien me propuso quedarme en Camelot cuando yo solo quería regresar al bosque, y ahora parecía que mi sola presencia era una molestia para el heredero.

Ni siquiera había tratado de preguntar a más testigos sobre lo que realmente pasó con el panadero y su mujer, solo se había limitado a recordarme que la acusación de brujería me acompañaría eternamente. 

Entonces, ¿por qué no me dejó marchar? ¿Por qué mencionar siquiera la opción de quedarme?

Cogí una bocanada de aire, fijé mis ojos en la diana que de manera improvisada había dibujado sobre un trozo de tela y colocado tras los montones de paja, y dejé volar la flecha hacía mi objetivo. 

No alcancé el centro, pero me quedé bastante cerca. 

Suspiré. 

━¿También sabes usar el arco?

Me giré bruscamente para toparme con la figura de lady Morgana.

━No quería asustarte━ dijo de manera afable acercándose a mí━ Perdona. 

Negué con la cabeza. 

━¿Qué hacéis levantada tan temprano? ¿Va todo bien?

━Hay días que me cuesta dormir más que otros...

Arqueé una ceja algo confusa. 

━Pesadillas. Sueños extraños me rondan a veces y eso hace que no concilie bien el sueño. 

━Lamento oírlo━ respondí con nerviosismo por si la había incomodado. 

━Estoy acostumbrada━ añadió la noble esbozando una sonrisa━ Tú también has madrugado.

━Supongo que yo tampoco he dormido muy bien esta noche.

La morena suspiró.

━Me...he enterado de lo que pasó ayer...━ se acercó unos pasos más. 

━Si habéis oído la versión del príncipe...━ musité bajando la mirada.

━Tengo ambas.

La miré confusa.

━Estaba...pasando cerca de los aposentos del príncipe y bueno, os oí hablar y...

━¿Estabais husmeando tras la puerta?━ alcé una ceja. 

━Tal vez...━ respondió con una pequeña sonrisa de inocencia━ Y mi conclusión es, que Arturo es un zoquete━ dijo molesta. 

No pude evitar que una pequeña carcajada se escapara de mis labios.

━Oí que te habían hecho llamar por un problema en el mercado y me asusté. No te preocupes por lo que pasara con él, si lo necesitas contarás con mi apoyo, te lo prometo. 

Noté como el calor de mi cuerpo se acumulaba ligeramente en mis mejillas al mismo tiempo que una tímida sonrisa se dibujaba en mis labios. 

━Os lo agradezco.

Esta me devolvió el gesto. 

━Entonces, ¿sabes disparar?━ inquirió posando los ojos sobre mi arco. 

━Oh, si, era cazadora.

━Sabes usar la espalda, por lo visto también los puños, e incluso el arco, ¿hay algo que no sepas hacer?

━Dejar de meterme en líos, al parecer━ respondí.

La morena rió levemente.

━¿Me enseñarías?

La miré confusa. 

━Me gustaría aprender a usar la espada. 

━Am...no creo que sea buena idea, milady. Además, mi técnica no es muy buena, es bastante burda.

━Vanya, por favor. Ninguno de los hombres del rey se ofrecerá, ni siquiera he conseguido convencer a Arturo. 

Suspiré mientras me echaba el pelo hacia detrás. 

━Te propongo algo.

Volví la vista hacia ella. 

━Déjame tu arco, si acierto en el centro de la diana, me enseñas. 

━¿Y si no acertáis?━ dije con curiosidad. 

━Prometo que dejaré de molestarte━ respondió esta de manera inocente. 

━Está bien━ le tendí el arco para luego darle una de las flechas de mi carcaj.

Me situé a un lado para dejarle espacio, tratando de esconder una pequeña sonrisa al verla tratar de sujetar el arco correctamente.

Crucé ambos brazos sin apartar la mirada de la noble, a la que veía le costaba tensar la cuerda al colocar la flecha y apuntar. 

Pero entonces, una sonrisa de victoria se dibujó en los labios de Morgana, cuando sus orbes se posaron sobre su objetivo, dejó volar la flecha e impacto de manera magistral en el centro de la diana. 

Pestañeé incrédula un par de veces mientras esta carcajeaba ante mi reacción.

Me aparté un mechón de pelo del rostro mientras notaba mis mejillas tomar temperatura debido a haber sido engañada por la muchacha. 

━Ya sabíais usarlo, ¿no es cierto?

━La suerte del principiante━ inquirió con sorna. 

Suspiré. 

━Está bien, pero más vale que el rey no se entere, o puede que la próxima vez no sea tan benevolente conmigo si se entera de que estoy enseñando a su protegida algo que él mismo os prohibió.

━Será nuestro secreto━ la morena me guiñó un ojo.

Reí algo molesta mientras veía como Morgana se alejaba para regresar a sus quehaceres tras haberse salido con la suya. 

Comencé a recoger las flechas que había en la diana para comenzar mis tareas de aquella mañana cuando escuché unos paso tras de mí. 

Supuse que tal vez se trataría de la morena, la cual se habría dejado alguna pertenencia y volvería a por ella, pero no fue así. 

━¿Qué demonios haces aquí? ¿Qué quieres?━ dije con sequedad con mis orbes clavados en la mujer que se encontraba frente a mí. 

Era ella, había vuelto. 

Sarabi.

━Noto mucha hostilidad en tus palabras━ inquirió esta con un tono burlón. 

━Yo te enseñaré lo que es hostilidad como no te largues de aquí━ me encaminé hacia ella a paso decidido para quedarme a menos de unos centímetros, encarándola. 

Me sostuvo la mirada unos segundos, para luego apartarse de mí.

━Tranquilízate. Si quisiera hacerte daño, ya lo habría hecho. Vengo en son de paz.

━Pues lárgate en son de paz también, no quiero más problemas━ espeté mientras le daba la espalda para volver a los establos. 

━De Sallow.

Me detuve molesta para girarme instantes después. 

━¿Mataste a Aredian?━ su rostro cambió al nombrar al cazador de brujas. 

Esa mueca de superioridad había abandonado su cara por completo. 

━¿Qué más te da?

━¿Es cierto o no?

Tragué saliva. 

━Sí━ me limité a decir. 

Esta suspiró agachando la mirada.

━Solo he venido a...a decir que...la gente como nosotros agradece que hayas mandando a ese malnacido al infierno. Muchos inocentes cayeron bajó su yugo. 

Mis hombros se destensaron ligeramente tras aquellas palabras. 

━¿Cómo se llamaba?━ pregunté. 

Sarabi mantuvo los ojos en el suelo. 

━Alana━ dijo casi en un susurro al mismo tiempo que se le rompía la voz. 

Nos mantuvimos unos segundos en silencio. 

━Ella era la persona que más he querido en este mundo, pero ese bastardo se la llevó. He venido porque quería que supieras que, aunque no respeto tu decisión de vivir bajo la ley del hombre que te condenaría a muerte si supiera la verdad sobre ti, agradezco que nos hayas librado de ese desgraciado.

Noté como sus puños se tensaban cada vez que hablaba de Aredian. 

No me sorprendió que se hubiera visto afectada por las acciones del cazador. Aquel hombre no veía vidas humanas, solo dinero y poder.

━Debí hacerle sufrir más, pero te aseguro que no fue una muerte placentera. Ese bastardo arderá por la eternidad.

La castaña asintió para acto seguido girar sobre sus talones y marcharse.