XXI ⸺ Recuerda nuestro trato
Abrí los ojos cuando escuché el chirriar de la puerta que conducía a los calabozos.
No recordaba muy bien si la noche anterior me había quedado dormida una vez Merlín abandonó las mazmorras, o si perdí el conocimiento cuando empezó a cauterizar mi herida.
Noté algo sobre mis hombros y reconocí enseguida la chaqueta del moreno.
Debió dejarla allí antes de irse.
Sonreí levemente ante su gesto.
Aunque todo indicio de felicidad se drenó de mi cuerpo una vez fui consciente de quien había bajado hasta los calabozos.
Aredian.
El cazador de brujas escoltado por dos de los centinelas del rey, se hallaba frente a la puerta de mi celda.
━Encadenadla━ ordenó a los guardias que entraron con rapidez a por mí.
Me pusieron en pie con rudeza, a lo que yo respondí con un ligero gruñido debido al dolor del hombro.
Pero lejos de detenerse, prosiguieron llevándome ambas manos a la espalda para luego engrilletarme y empujarme fuera de la celda.
━Llevadla a mis aposentos━ inquirió el cazador mirándome con superioridad.
No me resistí.
Sabía que no serviría de nada hacerlo. No podía luchar contra los guardias y escapar del castillo con mi estado físico actual, y no podía valerme de la magia en ese momento, o terminaría de condenarme.
Así que, lo único que me quedaba era resignarme a obedecer, y tratar de encontrar la manera de salir de allí, si es que había alguna.
Los centinelas me llevaron hasta la habitación donde Aredian se hospedaba y me dejaron allí, hasta que el cazador se unió a mí segundos más tarde cerrando la puerta tras él.
━Dime tu nombre.
No respondí.
Dejó escapar una pequeña risotada, seguido de un par de pasos que le situaron de frente.
━Te he dado una orden.
━Y yo la he ignorado━ respondí alzando la vista hacia él.
Este esbozó una sonrisa ladeada.
Todo su rostro me decía que estaba disfrutando de aquella situación. Era un juego para él.
━¿Quién te ayudó a entrar?━ dijo acortando la distancia entre ambos━ ¿Cómo llegaste sin ser vista?
━Vivía aquí━ inquirí manteniéndome firme━ conozco el castillo.
Me sostuvo la mirada sin vacilar.
━¿Estás segura de que no recibiste ayuda de nadie?━ caminó en torno a mí hasta posicionarse a mi espalda, pegando su pecho contra ella haciendo la distancia que nos separaba inexistente━ ¿Ni si quiera el joven ayudante del galeno?━ susurró en mi oído.
Noté como el vello de mis brazos se erizaba al escuchar aquellas palabras al mismo tiempo que todo mi cuerpo se tensaba.
━¿Cómo se llamaba? Ah, si. Merlín.
Me volví hacia él bruscamente para encararle.
━Así que es cierto, le conoces.
Le miré en silencio mientras apretaba los puños.
━Reconocí su chaqueta cuando fui a por ti a los calabozos━ inquirió el cazador.
━¿Qué es lo que quieres, Aredian?━ dije con rabia.
Este esbozó una mueca de victoria en el rostro.
━Que confieses━ respondió sin tapujos.
━No. No pienso darte la satisfacción de ver como me ejecutan. No voy a ponértelo tan fácil.
Este carcajeó levemente.
━Normalmente no suele costarme demasiado sacar la confesión que necesito a los prisioneros. Se podría decir que soy muy bueno en mi trabajo━ se aproximó un par de pasos hacia mí━ Pero tu te has arrancado una flecha del hombro y cauterizado la herida la misma noche. Soportas bien el dolor. Mis métodos no funcionarían contigo.
━¿Así es cómo has conseguido labrarte un nombre?━ añadí arqueando una ceja━ ¿Torturando inocentes hasta que te dicen lo que quieres oír?
Una sonrisa ladina se dibujó en sus labios.
━¿Cuánto crees que aguantaría tu amigo?
━Él no tiene nada que ver con esto...
━¡Decídete, niña! O él, o tú. No pienso irme de este maldito reino con las manos vacías, tenlo por seguro.
Di un respingo debido al repentino despunte en su tono de voz.
Bajé la mirada al mismo tiempo que pestañeaba un par de veces tratando de contener las lágrimas.
━Si yo confieso...━dije en apenas un hilo de voz━ ¿Merlín estará a salvo?
━Tienes mi palabra.
Apreté los puños con fuerza con la vista en el suelo.
De pronto, unos golpecitos en la puerta de los aposentos del cazador interrumpieron el silencio que se había formado en la estancia.
━Lord, el rey quiere ver a la chica en el salón del trono━ inquirió uno de los centinelas desde el otro lado de la puerta.
━Recuerda nuestro trato.
☾ ✶ ☽
Caminaba por los pasillos del castillo escoltada por dos de los guardias reales.
A pasos lentos y pesados, mis pies arrastraban por el suelo casi queriendo anclarse a él.
Sabía que todo habría terminado una vez pusiera un pie dentro del salón del trono, pero si algo tenía claro, era que no dejaría morir a nadie por mí. Si la única manera de asegurar que Merlín estaría a salvo era entregarme, debía hacerlo.
Atravesé el arco que marcaba la entrada al habitáculo donde se encontraba Uther, acompañado de su hijo que se encontraba a su lado en el trono sin apartar los ojos de mí.
Los guardias me acercaron hasta dejarme a unos metros del rey y luego me arrojaron al suelo, haciendo escapar de mis labios un quejido de dolor.
━Eres la hija de Wells y Emöri, ¿no es cierto?━ preguntó el monarca, aunque su tono de voz me dio a entender que ya sabía la respuesta sin necesidad de que yo dijera nada.
Noté una punzada en el pecho al escuchar el nombre de mis padres.
Alcé la cabeza levemente procurando que mis ojos no toparan con los de Uther.
━Sí━ me limité a responder casi en un susurro.
Este suspiró.
Se recostó en su trono sin cesar de mirarme.
━Ante la acusación del uso de la magia para liberar al prisionero que permanecía bajo el dominio de la corona de Camelot, ¿cómo te declaras?
Tragué saliva intentando deshacer el nudo de mi garganta, sin éxito alguno.
Apreté las manos hasta notar como la uñas se hundían en la carne de mis palmas.
━Culpable━ noté como mi voz se quebraba al pronunciar aquella palabra que había sido mi condena a muerte.
El silencio se había adueñado de la estancia hacía varios segundos tras mi último alegato.
No fui capaz de alzar la vista hacia el rey, pero imaginaba que mi respuesta les había pillado a todos por sorpresa.
━Está mintiendo━ dijo finalmente Arturo.
Alcé la vista hacia el príncipe.
━Nadie en su sano juicio se condenaría de esta manera, y mucho menos, si fuera culpable━ apostilló el rubio mirando a su padre━ Está mintiendo.
Uther se mantuvo en silencio unos instantes. Pude ver en su rostro que mi respuesta no le había convencido.
━¿Esta es tu última palabra? ¿Aún a pesar de las consecuencias?━ el monarca me miró con detenimiento.
━ Sí.
Dejó escapar un suspiro mientras se masajeaba el tabique nasal.
Podía ver el desazón en su semblante. Mi confesión no había sido convincente, pero aún así era consciente de que no podía ignorar mis palabras, puesto que no solo él, sino también los caballeros que se encontraban en el salón del trono lo habían escuchado.
━Vanya de Sallow, eres culpable de conspirar contra la corona de Camelot usando encantamientos y magia, y de liberar a un prisionero acusado de brujería. Por esas acusaciones ━ hizo una pausa clavando los ojos en mí, en los cuales pude ver el dolor que aquellas palabras le causaban━ te condeno a morir en la hoguera.
Agaché la cabeza al mismo tiempo que trataba de reprimir los sollozos.
━Sire ━ intervino Aredian tras el veredicto del rey━ Me gustaría continuar durante algún tiempo más en Camelot y proseguir mi búsqueda, puesto que mis investigaciones me han desvelado que, aunque la bruja lo niegue, alguien la ayudó a entrar.
Volví la vista bruscamente hacia él.
━¡No! ¡Nadie me ayudó!━ grité tratando de ponerme en pie, pero los guardias me empujaron de los hombros hacia abajo, y puesto que la cauterización estaba aún muy reciente, el dolor me hizo doblegarme sin que tuvieran que esforzarse mucho.
━Como deseéis━ añadió Uther asintiendo levemente con la cabeza al cazador.
━¡Sire, por favor! ¡No tuve ayuda, es la verdad!━ grité mientras los centinelas me ponían en pie━ ¡Aredian, bastardo mentiroso!
Agarrada de ambos brazos y escoltada por los hombres del rey, volví a mi celda, donde los guardias me arrojaron tras quitarme los grilletes dejándome sola, con un millón de pensamientos golpeándome la cabeza.
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