Esa mañana habíamos partido hacia Althër.

Ese viaje fue de los más fatigosos que recuerdo hacia aquel pueblo, puesto que llevábamos varios días teniendo suerte en nuestras partidas de caza, e íbamos bien abastecidos de buenas piezas con las que comerciar. 

No teníamos caballos ni carreta, ni nada que nos permitiera que el viaje se nos hiciera más cómo a la hora de llevar todo lo que habíamos conseguido, por lo que no tuvimos más remedio que cargarlo nosotros como buenamente pudimos, y esperar que todas las piezas llegaran en buen estado.

Pasamos casi toda la mañana y parte de la tarde allí, ya que conseguimos un buen dinero por todo lo que llevamos, y decidimos quedarnos a comer en la taberna y degustar la sopa de Tori que tanto me gustaba. 

La rubia decidió acompañarnos durante un rato durante la hora del almuerzo, ya que tenía poca clientela, decidió aprovechar ese rato para descansar y ponerse al día con Rolan mientras yo devoraba la sopa.

Era bien pasado el medio día cuando salimos de Althër para regresar a casa. 

Cansados del viaje y con el estómago lleno, caminábamos a paso lento mientras charlábamos y prometíamos tomarnos el día siguiente para descansar.

A medida que nos acercábamos a la cabaña, pude divisar en la puerta de esta dos figuras. 

━¿Quién es esa gente?━ preguntó Rolan confuso ━Creía que la cabaña era imposible de encontrar si no sabías el camino. 

━Y lo es━ respondí mientras me acercaba un par de pasos para ver con más claridad quiénes eran esos individuos. 

Noté como se me erizaba el vello de los brazos ante la idea de que O'Malley pudiera haber encontrado nuestro hogar, y no estaba dispuesta a dejarles escapar ilesos si veía el menor indicio de hostilidad. 

A medida que me aproximaba, la tensión de mis hombros se disipaba a la vez que las siluetas de Gaius y Merlín se volvían más nítidas. 

━Menudo susto no habéis dado━ dije mientras envolvía a Gaius en un cálido abrazo. 

━Queríamos sorprenderos con una visita aprovechando que teníamos el día libre━ respondió el galeno riendo levemente. 

Saludé a Merlín mientras Rolan estrechaba la mano de Gaius, para momentos después ingresar los cuatro en la cabaña, no sin antes echar un último vistazo al exterior para cerciorarme de que éramos los únicos cerca del lugar. 

El cazador y el galeno se sentaron a la mesa y enseguida empezaron a conversar como solían hacer, tras servirse algo de té que había sobrado de esa mañana, mientras que Merlín y yo nos dirigíamos a la parte de atrás, donde yo solía entrenar cuando era más joven. 

Nos sentamos en el suelo con la espalda en la pared y la vista perdida en las copas de los árboles que nos rodeaban.

Dejé escapar un suspiro mientras me recostaba cansada sobre la piedra.

━Así que...━comencé a decir━ el día libre, ¿eh?

━No recuerdo el tiempo que hace que no tengo un día para mí desde que llegué a Camelot. Arturo no sabe ni vestirse solo. Es un completo zoquete.

No pude evitar que una pequeña risita se escapara de mis labios.

━Más vale que no te oiga o no volverás a tener uno━ respondí aún riendo.

Merlín rió conmigo. 

━Uther y Arturo han salido a cazar, supongo que el rey está contento de tener a su hijo de vuelta.

Asentí.

━¿Hace mucho que vives en Camelot?

━Unos dos años, más o menos. Mi madre dijo que me vendría bien aprender la medicina con Gaius, aunque creo que lo que realmente quería era alguien que pudiera ayudarme con mi magia━ agachó la vista ligeramente.

━Gaius es un buen hombre, tu madre no se equivocaba━ respondí.

━Lo sé━ añadió con gesto agradecido━ ¿Y tú?

Le miré confusa. 

━Gaius me dijo que también vivías en Camelot. ¿Por qué te marchaste?

Suspiré.

━No es que yo quisiera irme... Pero mis poderes despertaron y mis padres pensaron que no estaríamos seguros en Camelot... por la purga de Uther. 

Merlín asintió.

━No quiero ni imaginarme la de inocentes que cayeron durante el tiempo que duró...━inquirió el moreno mientras se le erizaba el vello de los brazos━ Debes odiar a ese hombre.

Me mantuve unos segundos en silencio mientras aquellas palabras se hacían eco en mi cabeza. 

━La verdad...es que no━ respondí finalmente con la vista en el suelo. 

━¿No lo haces?

Negué con la cabeza.

━Si me hubieras preguntado hace unos años, mi respuesta habría sido un sí tajante. Pero ahora...━alcé la vista━ El odio es todo lo que Uther conoce hacia nosotros, si respondemos de la misma manera, el ciclo nunca llegará a su fin. Me gustaría que algún día entendiera que no todos los que poseemos magia somos peligrosos.

Merlín me miró sorprendido para luego esbozar una pequeña sonrisa.

━Espero que llegue el día en el que no tengamos que escondernos más━ dijo finalmente. 

━Yo también━ añadí.

Nos mantuvimos en silencio unos segundos, silencio que solo se veía interrumpido por el sonido de las hojas de los árboles movidas por el viento. 

━Oye, Merlín...━ me atreví a decir al cabo de un rato━ ¿Has hablado con Arturo últimamente?

Me miró confuso. 

Cogí una bocanada de aire.

━¿Te ha dicho algo de...aquella noche?

━¿Cuando le sanaste?

Asentí. 

━Te vio, ¿verdad?

Giré la cabeza bruscamente hasta dar con los ojos del moreno. 

━Si...━respondí con un hilo de voz━ se despertó al poco de que entrara en sus aposentos. Aunque reconozco que no esperaba que se acordara de mí. Eso me pilló por sorpresa. 

Merlín volvió la vista hacia mí. 

━Preguntó si había venido alguien a verle durante el tiempo que estuvo enfermo. Le dijimos que no, tal y como pediste, así que piensa que fue un delirio provocado por la fiebre.

Un suspiro de alivio se escapó de mis labios, aunque vi el descontento en el rostro del moreno mientras apartaba la mirada. 

━Dilo━ dije finalmente rompiendo el silencio.

━Te debe la vida, Vanya, y ni si quiera lo sabe━ respondió con firmeza. 

Alcé una ceja. 

━Merlín...

━Si Uther supiera que su hijo sigue vivo gracias a ti...

Suspiré de nuevo. 

━No es tan fácil━ inquirí tratando de mitigar el desacuerdo━ Sabes de sobra que nada relacionado con la magia es blanco o negro en Camelot. Y menos con Uther. 

━Lo sé...━ respondió cabizbajo. 

Me puse en pie y le tendí la mano. 

━Algún día, Merlín, algún día estas cosas serán solo un mero recuerdo amargo y no tendremos que tener miedo de ser quiénes somos realmente. 

━¿Lo crees de verdad?

━Claro que si━ dije arqueando una ceja━ Volvamos dentro, estos dos vejestorios ya habrán terminado de contar sus batallitas. 

Merlín rió levemente, tomó mi mano y yo tiré de él para ponerle en pie. 

Ingresamos de nuevo en la cabaña para encontrarnos a Gaius y Rolan riendo aún sentados a la mesa. 

El muchacho se unió a ellos mientras yo servía un poco de té en dos vasos, para luego ofrecerle uno al moreno antes de sentarme también. 

La conversación fluía a medida que los leños chirriantes de la chimenea se hacían eco entre las paredes que formaban nuestro hogar. 

Aquellos momentos de paz, eran los que más atesoraba. 

En esas cuatro paredes no había juicios de valor, no había miedo ni ira hacia la gente como nosotros. 

Allí podía sentirme a salvo, sentirme feliz.

Y esperaba que, algún día, ese sentimiento pudiera salir de aquella cabaña de madera.