Terminé de cargar el último saco de heno fresco dentro de los establos, terminando, al fin, todas mis tareas de aquel día.

Me sacudí el polvo de las manos y de la ropa como buenamente pude, y tras limpiarme el sudor de la frente con la manga de mi camisola, me despedí de Sömbra y me encaminé a la puerta. 

Crucé el umbral para instantes más tarde chocar con Luana, la cual cargaba una cesta que parecía pesada en manos de la doncella, cuya gestación ya se encontraba avanzada. 

━¡Lo siento!━ la muchacha dejó la cesta en el suelo para acercarse hasta mí preocupada━ Vanya, ¿estás bien? ¿Te he hecho daño?

Reí levemente mientras negaba con la cabeza. 

━Tranquila, no pasa nada, estoy perfectamente. ¿Dónde vas con tanta prisa?

━A las cocinas━ dijo mientras recogía la cesta con ambas manos━ Tengo que llevar las cosas para la cena de hoy y prepararme para servirla. 

━¿Servirla? Nada de eso━ inquirí mientras cogía la cesta━ Te acompañaré a las cocinas a dejar todo esto, y luego te marchas a casa. 

━Vanya, no puedo dejar a Merlín sirviendo solo... 

━¿Quién dice que estará solo? Yo le ayudaré.

━Pero tú llevas todo el día trabajando cargando cosas en los establos, te he visto durante la mañana. 

━Y cargar cuatro platos más no me supondrá ningún esfuerzo━ reí levemente. 

Luana suspiró.

━Necesitas descansar, ni siquiera deberían obligarte a trabajar a estas alturas del embarazo, así que insisto. 

━No sé que ha hecho Camelot para merecer a alguien como tú━ añadió la fémina con una amplia sonrisa. 

━Mucha gente discreparía contigo━ reí burlona mientras comenzaba a caminar. 

Una vez llevamos la comida hasta las cocinas, me despedí de Luana y le hice saber a la cocinera que yo ayudaría a Merlín esa noche a servir la cena a los Pendragón y lady Morgana. 

Me despedí de la muchacha y me dirigí de vuelta a mi hogar, para asearme y hacerles saber a Rolan y las chicas que no podría acompañarles esa noche durante de la cena.

Llamé un par de veces a la puerta antes de entrar, y después ingresé en la estancia, dejé mi jubón en la entrada y las botas a un lado. 

Suspiré al mismo tiempo que me echaba el pelo hacia detrás y me estiraba.

━¿Un día largo?━ dijo Rolan acercándose a mí para luego depositar un beso en mi frente.

━Y no he terminado aún━ respondí. 

━¿Tienes que volver?

Asentí.

━Luana tenía que servir la cena hoy, pero le dije que me encargaría yo, para que ella pudiera descansar. 

━Eres demasiado buena, niña━ rió Rolan. 

━Demasiado blanda━ corregí imitando su acción.

Con ayuda de Liliana me aseé con presteza, y me arreglé el pelo. Me cambié de ropa, y tras despedirme de Orett, me encaminé a la puerta. 

━Te he adecentado un poco las botas━ Rolan me las tendió, limpias de barro y heno. 

━Gracias━ sonreí mientras las tomaba con ambas manos.

━Dentro de poco deberías ir pensando en comprar otras, niña. Esas tienen demasiados remiendos ya. 

━¡Eh!, aún no se me salen los dedos por los agujeros, aguantarán━ reí mientras terminaba de calzarme.

━Ten cuidado y no vuelvas tarde━ Liliana se acercó a despedirme. 

━Si, señora━ dije mientras me cuadraba ante ella. 

Esta carcajeó levemente.

Crucé la puerta y me apresuré a paso ligero de vuelta al castillo. 

Llegué hasta las cocinas, donde Merlín ya me esperaba. 

━¿Querías hacer horas extra?━ rió el moreno mientras cogía una de las jarras con ambas manos. 

━Te echaba de menos━ respondí mientras le daba un toquecito con el codo y echaba mano de la otra jarra. 

━¿La tienes?

Asentí. 

━Pues no perdamos tiempo, cuanto antes terminen de cenar, antes podremos irnos. 

Atravesamos la puerta de las cocinas para encaminarnos al salón del trono, donde la mesa estaba dispuesta para el rey, su hijo y lady Morgana, los cuales ya estaban sentados.

Me acerqué hasta el lugar que ocupaba la noble para llenar su copa con el vino dulce que la cocinera había elegido para acompañar la carne y las verduras que serían la cena de aquella noche. 

━No sabía que hoy servías tú la cena━ dijo la morena acercándome la copa.

━No me tocaba a mí, pero me topé con Luana de camino a casa y decidí ocupar su lugar para que ella pudiera descansar. 

━Luana...━ Morgana rodó los ojos pensativa━ ¡Oh! ¡Si! La doncella encinta. 

Asentí. 

━Tienes buen corazón, Vanya━ añadió sonriendo.

Mis labios se curvaron ligeramente hacia arriba. 

Asentí levemente y después, tras asegurarme que el rey y el príncipe habían sido atendidos por Merlín, regresamos a las cocinas a por las verduras cocidas y asadas que serían el primer plato de la cena. 

Merlín y yo nos encontrábamos apartados a un lado de la mesa en el gran salón, mientras los nobles disfrutaban de la velada. 

Dejé escapar un tenue suspiro mientras giraba levemente los hombros hacia detrás un par de veces para tratar de apartar la fatiga de mi cuerpo. 

━¿Cansada?

Me giré hacia el moreno. 

━Destrozada━ susurré riendo levemente. 

Este carcajeó levemente conmigo. 

━¿Cómo aguantas esto cada día?━ dije mientras me frotaba los ojos. 

━¿Tengo otra opción?

Reí levemente mientras negaba con la cabeza. 

━No tardarán mucho en acabar, no te preocupes━ añadió. 

━¿Y crees que la vajilla va a limpiarse sola?━ indiqué arqueando una ceja. 

━Algo se nos ocurrirá━ respondió guiñando un ojo. 

No pasaron apenas unos segundos desde que Merlín pronunció aquellas palabras, cuando comenzamos a escuchar jaleo proveniente del exterior del salón. 

Merlín se aproximó a pasos cautelosos hacia la puerta, cuando esta se abrió de golpe, dando paso a uno de los guardias del rey, que caía al suelo herido al mismo tiempo que su espada se deslizaba a varios metros de él. 

El joven mago no perdió un segundo en acudir en la ayuda de aquel hombre, corriendo hacia él y agachándose a su lado.

Pero al mismo tiempo que él se disponía a socorrer al guardia herido, una figura desconocida y violenta se abría paso en el salón del trono. 

Ataviado con una armadura ennegrecida, con el rostro cubierto por un yelmo que solo dejaba entrever los ojos marrones del agresor, se encaminó, espada en mano, a rematar a su oponente que yacía convaleciente en el suelo. 

Agarró con brío la empuñadura de su espada, y la alzó sobre su cabeza, dispuesto a llevarse consigo al guardia y a Merlín. 

Y antes de que mi mente pudiera procesar todo aquello, mis pies y mis manos ya habían comenzado a moverse, recogiendo la espada del soldado que había quedado a unos palmos de mí, corriendo hacia ellos para colocarme entre ambos, espada en alto, bloqueando el ataque de aquel desconocido.

Agarré con fuerza el mango de la espada para que mi bloqueo no perdiera fuerza, mientras clavaba los ojos en los de aquel enmascarado. 

Su mirada me decía que no pensaba detenerse, y que fuera cual fuera su cometido, estaba decidido a cumplirlo, y no le iba a importar llevarme por delante si era necesario. 

Empujé su espada hacia arriba, y rápidamente le propiné una patada en el estómago, para hacerle retroceder y alejarle del herido y de Merlín. 

━¡Vanya, apártate de ahí!

Podía escuchar de fondo los gritos de Arturo advirtiéndome, pero no podía arriesgarme a dejar el camino hacia mi amigo libre, pudiendo poner su vida en peligro. 

Aquel desconocido embistió contra mi con varias estocadas rápidas, las cuales pude esquivar con dificultad. 

Estaba más que claro que aquel enmascarado tenía mucha más destreza de la que yo poseía con la espada.  

Tras bloquear su última ofensiva, finté a la derecha para acto seguido embestirle con todo el peso de mi cuerpo desde atrás, cosa que que consiguió desequilibrarle unos instantes. 

Traté de aprovechar esos segundos de confusión para tratar de apuntar a las piernas con mi espada, ya que era la parte donde la armadura mostraba espacios desprotegidos que podrían jugar buen papel en mi victoria. 

Pero de nada sirvió. 

Justo antes de poder llevar acabo mi ataque, mi oponente se volteó con presteza, y con un giró rápido de espada consiguió herir mi brazo, haciendo que yo soltara la espada.

No tardó apenas un segundo en dirigir la hoja de su arma contra mi cuello, dejándome completamente a su merced. 

Le sostuve la mirada con la respiración acelerada. 

Si iba a matarme, me aseguraría de que mis ojos le persiguieran por la eternidad. 

Pero lejos de ello, apartó la espada de mi cuello, para luego indicarme con la cabeza que me echara a un lado. 

Me mantuve inmóvil unos segundos, sopesando mi decisión, pero estaba herida y agotada, y no creí poder oponer mucha más batalla.

Volví la vista hacia un lado y me cercioré de que Merlín y el soldado ya estaban lejos de aquel enmascarado, por lo que, tragué saliva, y con ella mi orgullo, y me hice a un lado. 

Aquella figura envainó la espada con brío, para luego encaminarse frente a la mesa donde el rey, su hijo y la protegida de este se hallaban perplejos. 

Se quitó uno de sus guanteletes y lo arrojó frente al príncipe, gesto que indicaba que le retaba en combate singular. 

Giré la cabeza buscando la mirada de Arturo, pero él solo tenía ojos para aquel enmascarado que se había colado en palacio dejando un rastro de sangre tras él. 

━Acepto━ dijo espetando cada sílaba con los puños apretados━ Mañana al amanecer. 

Nada más oírlo, el agresor giró sobre sus talones, con intención de marcharse.

━¡Quítate el yelmo!━ gritó el heredero con severidad━ Solo los ladrones y los cobardes ocultan su rostro. 

Este se mantuvo inmóvil unos segundos, para después volverse hacia el príncipe.

Desató la cinta que sujetaba su casco para quitárselo, dejando ver la faz de una mujer rubia, de mirada penetrante y llena rabia.