XIX ⸺ Aredian
Me desperté sobresaltada al escuchar como golpeaban la puerta de la cabaña.
Salí de la cama de un salto y me encaminé a la puerta de la habitación. Rolan por su parte debió repetir mis acciones, puesto que se encontraba fuera de su lecho también.
━¿Qué está pasando?━ preguntó Rolan aún bastante conmocionado.
━No tengo ni idea...
Me encaminé despacio hacia la puerta.
━¡Vanya!
Era la voz de Merlín.
Corrí para abrir sin dilación, ya que debía de tratarse de algo serio si se había aventurado a salir de Camelot y adentrarse en el bosque a horas tan intempestivas.
Fuera diluviaba, y tanto sus ropas como su rostro estaban totalmente empapados.
━Pasa, aprisa━ dije apartándome para dejarle entrar al mismo tiempo que echaba un vistazo tras él para asegurarme de que no le habían seguido.
━Tenéis que ayudarme━ Merlín estaba frenético, caminando de un lado a otro de la cabaña.
━Espera, para━ le agarré del brazo━ Cálmate. Siéntate junto al fuego y entra en calor.
El hechicero dejó escapar un lánguido suspiro, pero obedeció mi orden sin rechistar.
Fui hasta mi habitación, eché mano de una de mis mantas, y tras volver junto a nuestro invitado, se la coloqué sobre los hombros para ayudarle a dejar de tiritar.
━Gracias, Vanya━ el muchacho se había sentado en el suelo junto al fuego.
Me senté a su lado mientras que Rolan se apoyaba en la pared cerca de nosotros, cruzándose de brazos.
━Y ahora━ dije con los ojos fijos en Merlín━ cuéntanos qué ha pasado.
Suspiró.
━Se trata de Gaius.
━¿Qué pasa con él?━ inquirió Rolan.
━Le han...le han arrestado.
━¿Cómo?━ pregunté confusa━ ¿Acusado de qué?
Merlín tragó saliva.
━De brujería━ añadió con un hilo de voz.
━¿Quién acusaría al galeno de la corte de brujería?
━Se llama Aredian━ dijo Merlín sin mirarme━ Uther le hizo llamar. Es un cazador de brujas.
━Es un desgraciado timador que vendería a su propia madre por unas monedas━ Rolan comenzó a caminar por la cabaña.
━¿Le conoces?━ me puse en puse y me acerqué a él.
Asintió.
━Solía parar en Althër hace años. Se vende como cazador de brujas, y luego cobra una recompensa por atraparlas. No quiero ni pensar en la de inocentes que habrán sucumbido a sus engaños...
━¿Y qué hacía Aredian en Camelot?━ me volví hacia nuestro invitado que mantenía los ojos fijos en las llamas.
Me aproximé hasta él.
━No podré ayudarte si no sé toda la historia, Merlín.
Alzó la cabeza lentamente hacia mí.
━Es culpa mía━ dijo finalmente━ Estaba en el bosque, buscando unas hierbas que Gaius me ordenó traer, había hecho fuego para calentarme mientras hacía algo de tiempo antes de regresar a palacio... Hice un par de encantamientos con el humo que desprendía, haciendo formas con él. Una aldeana lo vio... Por suerte solo divisó el humo y no a mí, pero eso le bastó para ir corriendo y contárselo a Uther.
Suspiré mientras me echaba el pelo hacia detrás.
━¿Cómo acusaron a Gaius si la aldeana no vio nada más que el humo?
━Cuando Aredian llegó a Camelot, se puso a investigar cada aposento del castillo, incluido el de Gaius. Encontró un brazalete que dijo que tenía sigilos mágicos y lo presentó como prueba ante el rey.
Crucé miradas con Rolan.
━¿Sabías que tenía ese brazalete?━ preguntó el cazador.
━No lo había visto nunca━ respondió el muchacho━ Pero puesto que Gaius tenía antecedentes de haber usado magia antaño, el rey le envió a los calabozos con la acusación de brujería sobre él.
Me acerqué a Rolan.
━¿Crees que Aredian colocó el brazalete allí para incriminarle?
━Estoy casi seguro de ello.
Tragué saliva.
━¿Cuánto tiempo lleva encerrado?━ volví la vista hacia Merlín.
━Dos días.
━Hay que sacarle de allí━ dije con firmeza.
━¿Cómo?━ Rolan se cruzó de brazos━ ¿Qué has pensado?
━Iremos a Camelot, tú esperarás en la ciudadela oculto de los guardias mientras yo voy a los calabozos, saco a Gaius, y le traemos a la cabaña.
━¿Y luego?━ inquirió Rolan ━Eso no limpiará su nombre, niña.
━Lo sé, pero primero debemos sacarle de allí. De nada le servirá mantener limpio su nombre si muere en los calabozos.
El cazador me miró unos segundos en silencio.
━¡Qué demonios!━ hizo un aspaviento con los brazos━ Hace mucho que no nos metemos en líos.
Esbocé una media sonrisa algo forzada al mismo tiempo que Merlín se ponía en pie.
━No sé como daros las gracias por esto.
━Dánoslas cuando el plan haya salido bien━ respondí.
Dicho esto, Rolan y yo nos dispusimos a cambiarnos de ropa lo más rápido que pudimos, puesto que el tiempo no corría a nuestro favor, y solo el hecho de pensar que podrían estar haciendo con Gaius me erizaba el vello y me revolvía el estómago.
Cogí unas calzas, mi camisa y mi corpiño, y una vez ataviada, me dirigí de nuevo al baúl donde guardaba mi ropa, para echar mano de mis botas.
Salí de la habitación cuando estuve lista, casi a la par que Rolan salía de la suya.
━¿Lista, niña?
Asentí.
━Pues vámonos, no tenemos tiempo que perder.
Cruzamos el bosque como una exhalación.
No recuerdo la última vez que corrimos tanto. Ni si quiera cuando salíamos de caza solíamos fatigarnos de aquella manera.
Para cuando llegamos al final del camino, los tres estábamos sin aliento.
Por suerte, el manto de la noche jugaba a nuestro favor, puesto que lo último que queríamos, era que algún campesino nos viera saliendo del bosque a esas horas mientras nos dirigíamos a Camelot.
Atravesamos las puertas de la ciudadela sin problema, puesto que los centinelas habían dejado su puesto para el cambio de guardia y aprovechamos la ocasión.
Una vez dentro, Merlín nos indicó que esperáramos en una de las callejuelas mientras él conseguía un caballo para Rolan con el que poder sacar a Gaius lo más deprisa posible, una vez le rescatáramos de los calabozos.
━¿Estás bien?━ preguntó Rolan al verme frotar las manos con nerviosismo.
━Si, algo intranquila, pero supongo que es lo normal teniendo en cuenta la situación━ respondí.
━Vanya, déjame ir a mí. Yo sacaré a Gaius del calabozo.
Negué con la cabeza.
━Pasaré más desapercibida yo, y con la magia espero poder entrar y salir sin hacer ruido.
Rolan suspiró.
━Juro que como algo llegara a pasarte...
━Estaré bien━ dije apretando su mano levemente━ confía en mí. Soy más fuerte de lo que parezco.
━De eso no tengo duda alguna━ respondió sonriendo levemente.
Compartí su gesto.
A los pocos segundos, Merlín regresó junto con el caballo ensillado, y tras depositar las riendas en las manos de Rolan, me despedí del cazador y corrimos al pasadizo por donde salí la última vez, para adentrarnos en el castillo y llegar a los calabozos.
Quedaban pocos pasos para llegar a la entrada, aunque aún seguíamos dentro de los túneles que Merlín conocía bien y usaba para moverse sin ser visto por el castillo.
━¿Cómo quieres hacerlo?━ el muchacho se volvió hacia mí.
━Dormimos a los guardias, entro a por Gaius y le llevamos con Rolan.
━Iré yo.
━No━ respondí firme━ si os cogen, os colgarán a los dos.
━Y si te cogen a ti, no correrás una suerte distinta━ afirmó Merlín frunciendo el ceño.
━Entonces será mejor que me de prisa━ esbocé una sonrisa forzada.
El moreno suspiró derrotado.
━Date prisa, y por favor, ten cuidado.
Asentí.
Merlín se asomó levemente para tener mejor visibilidad de los guardias que custodiaban la entrada a los calabozos.
━Nünç sòmnüm
"Duerme ahora"
Los centinelas comenzaron a bostezar pesadamente, hasta caer rendidos al suelo, sumidos en un profundo sueño debido al hechizo del joven mago.
Fue entonces cuando corrí hacia la entrada, crucé la puerta y me encaminé a buscar la celda del galeno.
━¡Gaius!━ grité al verle en el suelo de aquel sucio habitáculo, apostado contra la pared.
━Apëri et ipsùm
"Ábrete"
La puerta del calabozo dejó escapar un leve chirrido al mismo tiempo que la abría y corría hacia mi amigo.
━¿Vanya?━ dijo el galeno confuso al verme━ ¿Cómo has...? ¿Qué haces aquí?
━¿Creías que no vendría a por ti al enterarme?━ le miré con ternura.
Ayudé a Gaius a pasar su brazo tras mi cuello para así poder ponerle en pie.
━Larguémonos de aquí.
Comenzamos a andar a pasos torpes hacia la puerta cuando choqué con alguien.
Alcé la vista de golpe, pensando que habríamos topado con alguno de los centinelas que debió oír ruido proveniente de los calabozos.
Pero no.
Lejos de ser un simple centinela, el que se erguía frente a nosotros, era el príncipe Arturo, espada en mano, con un gesto de conmoción que superaba el mío.
Trató de balbucear algo, pero las palabras parecían no ser capaces de salir.
━Si no vas a detenerme, apártate de mi camino━ dije soportando el peso del galeno, con la vista clavada en los ojos del príncipe.
Este se mantuvo firme unos segundos, pero algo le hizo echarse hacia un lado, permitiéndonos salir.
Corrimos hacia el pasadizo donde Merlín nos esperaba.
━Van a dar la alarma, tenemos que salir━ inquirí nada más ver al muchacho.
━Sigue tú, distraeré a los guardias, os daré algo de tiempo.
Asentí mientras tiraba de Gaius para hacerle caminar más rápido.
━Vanya, no lo conseguiremos━ dijo el galeno con la respiración pesada━ Déjame y vete, aún tienes tiempo de salir.
━¿Y dejarte a merced de ese bastardo de Aredian? Jamás.
Dieron la campana de alarma cuando llegamos al final del pasadizo.
Ayudé a mi amigo a salir, y corrimos lo más raudos que pudimos hasta la callejuela donde nos esperaba Rolan con el caballo.
━Sácalo de aquí, ya━ dije al mismo tiempo que llegábamos.
━¿Y tú?━ preguntó el cazador al mismo tiempo que subía al caballo para luego ayudar a Gaius a subir tras él.
━Me aseguraré de que no nos siguen y me reuniré con vosotros en la cabaña━ respondí.
━Vanya...
Las voces de los centinelas cada vez se escuchaban con más claridad. Cada segundo que pasábamos allí era un segundo más cerca de que nos arrestaran a todos.
━¡Rolan!━ dije con firmeza mirándole a los ojos.
Este me sostuvo la mirada un momento que, aunque fue efímero, pude notar toda la preocupación de una vida en sus orbes.
Pero segundos después, espoleó al caballo y ambos salieron galopando de la ciudadela.
Suspiré aliviada una vez que me ya apenas podía vislumbrar sus siluetas en la lejanía. Lo habían conseguido. Habían salido.
━¡Vanya!
Me giré sobresaltada.
Era Arturo.
Tragué saliva para después abrir la boca con la intención de decir cualquier cosa que me ayudara a salir de allí lo más rápido posible.
Pero justo entonces, escuche un silbido agudo al que le acompañó una flecha que pasó al lado del príncipe para finalmente impactar en mi hombro izquierdo.
Perdí el equilibrio y caí de espaldas al suelo.
━¡Detenerla!
Tras dejar escapar un grito ahogado, me llevé la mano al hombro hasta alcanzar la flecha, la rodeé y con un movimiento seco la extraje de mi hombro.
No reconocí la voz de aquel hombre, pero segundos después de aquella orden, dos caballeros del rey me levantaron para encadenarme las manos y arrastrarme de vuelta al castillo, bajo la atenta mirada de Arturo.
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