Capítulo 14 "Simple confusión"
Unas horas después...
Ya eran más o menos las seis y media de la tarde, el atardecer era hermoso, y el ambiente algo ceco, era un día caluroso.
En dumbroch
Merida y Chris volvían de un agotador paseo por el bosque, algo sucios con barro, y claro Chris riéndose de algo que quien sabe que le habrá echo a Merida.
Al llegar al castillo Chris tomó una postura derecha y se puso serio, dejando todo su lado divertido y simpático por una cara seria.
Entraron a el castillo sigilosamente y luego se dirigieron a una sala en la que se encontraban Elinor, Fergus y Greenwen sentados en sillones tomando té.
-Oh cariño, Principe Chris, que bueno que han llegado ¿Como ha estado su paseo?-preguntó Elinor dejando la taza de té a un lado.
- Bien supongo...-dijo Merida mirando el suelo y luego a su madre.
-La princesa Merida me ha contado sobre el bosque y unas cuantas leyendas sobre Dumbroch- Mintió Chris.
Merida lo miró extrañada, ya que todo lo que habían echo en el viaje era molestarse, claro salvo la charla sobre el vikingo y la campesina. Chris la miró con cara de "Sigue el juego" y ella asintió.
-Oh si madre, le he contado todas las experiencias que tube en el bosque y leyendas, claro la famosa de como papá perdió la pierna...-dijo Merida.
-Bien me alegra que se lleven bien- dijo Elinor.- Oh y Merida, ya le emos puesto fecha a los juegos y a tu compromiso con Chris - Los chicos se miraron.- Como este año cumplirás diesiciete y serás más mayor para casarte decidí hacerlo luego de tu cumpleaños.
-¡Pero faltan unos dos meses para eso!-dijo Merida.
-Claro, supuse que deberías pensar y reflexionar un poco sobre esto así que decidimos dejarlo así.-Contestó Elinor.
Merida sonrió de oreja a oreja dando pequeños saltitos y gritos, todas la miraron extraño, Chris se aguantaba la risa.
-Lo siento-dijo Merida parandose derecha- ¿Me puedo retirar?
-Claro.-Contestó Fergus.
- Chris si quieres tu también.- Contestó Greenwen.
Ambos, príncipe y princesa hicieron una reverencia y se fueron de la habitación. Mientras bajaban las escaleras Chris le preguntó:
-¿Experiencias en el bosque? ¿Pata de palo? ¡¿Que onda con esos saltitos?!- luego comenzó a reir.
-Ahhg eres muy molesto.-dijo Merida rodando los ojos.
-Y tendrás que vivir conmigo hasta el resto de tus días-dijo Chris burlonamente.
-JA! Creeme Chris, no permitiré que nos hagan esto, déjamelo todo a mi.-dijo Merda con un tono de malevolía, luego soltó una carcajada malevola.
-Oye... Comienzas a asustarme...-dijo Chris.
-¡Soy peor de lo que crees!-dijo Merida apuntándolo con el dedo indice.
Y sin darse cuenta ya habían llegado a los establos, Merida comenzó a preparar a Angus, le dió agua y le colocó la silla.
-¿A donde...?- Dijo Chris pero se interrumpió- ahh, vas a ver a tu vikingo Eh!
-Aish - Merida rodó los ojos y se subió a Angus- Nos vemos luego.
-Adiós, y mandale saludos de mi parte ¬¬ - dijo pícaramente.
Merida se rió y fue con Angus al bosque.
Narra Hipo
Estaba escabullendome por Berk buscando a Astrid ya que no estaba en su casa. Caminé hacia Patán y le pregunté si la había visto. Él me dijo que en el lago, yo le agradecí y me fui en busca de Astrid. Caminé hacia el lago y allí estaba ella, no la logré distinguir muy bien ya que se estaba poniendo oscuro.
-Psss Astrid- la llamé, estoy seguro de que me escuchó pero me ignora- Astriiiiiiiiid!-grité y se giró a verme.- ¡Ven tengo que mostrarte!
Narradora
Astrid, de mala gana bajó y se dirigió a Hipo. Luego ambos se fueron corriendo a el bosque, pero a mitad de camino Astrid dijo:
-Oye no veo nada- en susurro
-Ven por aquí- dijo Hipo tomandole la mano.
Entonces cuando llegaron a la laguna Astrid con cara de confusión miraba hacia arriba o hacia los costados.
-¿Y?-dijo ella- ¿En donde está?
En eso un furia nocturna corrió hacia la chica tirandola al suelo.
-¡NOOOOOOOOOOOOOO!!- gritó Hipo intentando apartar a el dragón.- ¡Chimuelo!
Entonces el dragón se quitó de encima de Astrid dejandola con cara asustada y algo temblorosa.
-¿Q-ue?- dijo ella temblando- N-no se suponía que era una persona?
- Es que... Esa persona aún no está aquí- dijo Hipo nervioso rascandose la nuca.
-Pues yo quiero ver a esa persona no a... Eso!- dijo Astrid enfadada, Chimuelo le gruñó.
-Astrid te prometo que la verás- dijo Hipo.
Astrid gruñó sentandose en una roca.
-Pues entonces, ¿Por qué me mostraste a el dragón?- preguntó Astrid algo enfadada.
-El... No lo sé, no se suponía que estubiera aquí- dijo Hipo.
-Y ¿Cómo vives con él? ¿Cómo lo encontraste?
-Es... Una larga historia
-Tenemos tiempo.-Dijo Astrid sonriéndo.
Hipo comenzó a contarle la historia de como conoció a Chimuelo y a Merida, con cada detalle desde él principio hasta el fin. Astrid ponía mucha atención a lo que le decía, hasta que escucharon un ruido en los arbustos y ambos se pararon poniendose en posición de defensa. Entonces desde los arbustos se escuchó:
-¡Auch Angus!- chilló Merida, para luego salir del arbusto tomando a Angus de las riendas.- Oh ¿Qué haces aquí Hipo? Y ¿Quien es ella?- preguntó.
-Merida te presento a Astrid, Astrid Merida- dijo Hipo, ambas se saludaron con la mano.
Luego hubo un incómodo silencio.
-Ahhh y se puede saber ¿Por que está aquí?- preguntó la pelirroja- No me digas que le dijiste.
-¡No! Claro que no...- dijo Hipo negando con ambas manos- solo... Fué una confusión- dijo nervioso.
Luego de unos segundos decidieron hacer una fogata, Merida pescó unos peses con mucha dificultad ya que no se veía absolutamente nada, después se sentaron los cinco (contando a Angus y Chimuelo). Entonces Hipo les contó como se cnfundió y por qué Astrid estaba ahí.
-Okey, osea que... ¿Tenemos que fingir que somos novios?- preguntó Astrid asqueada.
-Si, No, no lo se ¿Tu que dices?- preguntó Hipo mirando a Merida.
-No lo sé, lo que te parezca mejor- dijo simple, encogiendose de hombros.
Después de un rato, Astrid y Merida comenzaron a hablar muy animadamente, mientras Hipo solo rodaba los ojos cuando decían algo sobre chicos lindos o ya saben, esas cosas que hablamos cada una con nuestra amiga.
-Ahhg, chicas- dijo Hipo rodando los ojos.
-Ahhg Chicos-dijeron ambas al unisono rodando los ojos
-"Humanos"- pensaron Angus y Chimuelo rodando los ojos.
Cuando terminaron de comer, Astrid se despidió de Merida alegremente, y luego Hipo la despidió con un tierno beso. Chimuelo lameó a todos y se acurrucó en una piedra, y Merida cuando ya se habían ido, se montó en Angus y partieron para Dumbroch.
-Me agradó- dijo Merida en el camino.
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