Giro Final
Mérida estaba en oscuridad. No veía nada ni a nadie. Pero sentía la presencia de alguien. Escuchaba voces. Murmullos. La ponían ansiosa. Tenía miedo.
Despertó de su pesadilla, de nuevo. Sudando y temblando de pies a cabeza. Se abrazó a si misma y lloró ahí. Se secó las lágrimas y vió la hora en su reloj: 2:45. Suspiró y recargó se cabeza en la almohada. Buscó con la mano en su mesita de noche, abrió el cajón y sacó un fragmento de vidrio.
Flashback
Tratando de hacer algo bien, ayudaba a su padre, quien accedió a regañadientes. Al voltearse por escuchar algo, vió a su madre, pero el objeto pesado en sus manos se le resbaló, rompiendo un cristal. Su padre suelta un grito frustrado.
-¡¡Estúpida!! -le dió una cachetada que dejó a Mérida en el suelo-. Límpialo.
Le dijo para después irse. Ella recogió casi todos los fragmentos de cristal.
Dije casi.
Guardó uno en su manga y al terminar subió al cuarto y la escondió.
Fin del flashback.
Tomó el cristal en sus manos y se comparó con él; era fuerte y podía hacer daño, pero tanto como eso podía romperse con facilidad, y se podía reparar, pero siempre quedarían marcas permanentes. Imborrables. Y si se rompía permanentemente lastimaría a muchos.
Claro que no.
Le haría un favor al mundo
Lo recargo contra su piel. Su delicada piel de porcelana y la deslizó. Lloraba, pero no por el dolor del cristal, sino por que cada vez que quería detenerse, giraba mas profundo y mas fuerte que el día anterior. Se limpió y recargó su cabeza en su almohada. Mérida trataba de dormir, pero las voces no la dejaban.
-Eres una inútil -la voz de Astrid.
-Eres una sentida, ¡¡Alejate de nosotros!! -Bill.
-Ojalá te fueras, no tendría que fingir mas -Rapunzel.
-Callense... -se dijo Mérida a si misma.
-Me das demasiada lástima. Eres muy débil -la voz de Hiccup. Las lágtimas comenzaban a formarse en sus ojos.
-¡Haz algo bien! -su propia voz.
-¡¡CÁLLENSE!! -saltó.
Las lágrimas corrían por su rostro. Ella necesitaba ayuda, necesitaba parar. Pero no podía por su cuenta, y si hablaba dirían que quiere llamar la atención, y decepcionaría a mucha gente. Esta chica que rueda pide ayuda a gritos, pero son tan silenciosos que casi nadie los escucha. Llorando y con las voces molestándola, se hecho a dormir
(...)
Despertó de nuevo con la misma rutina de siempre. Nada cambiaba nunca, ¿por que habría de cambiar después? La esperanza se agotaba y la depresión y deseos de rodar la volvían a invadir. Agito la cabeza para espantar el pensamiento y fue caminando a su escuela.
Al llegar, mira la misma escena de todos los días: Hiccup rodeado de chicas. La rabia empezó a invadirla, pero no sabía ni por que: no esperaba llegar a nada mas con Hiccup.
¿O si?
Sacudió su cabeza espantando ese pensamiento. Decidió ir a clase, y para se pésima suerte, el único asiento vació era el que estaba al lado de Astrid. Se tragó sus propias lágrimas.
Ahora no le quitaría el ojo de encima para nada.
La clase empezaba y recibió un papel de Astrid. "La curiosidad mató al gato" decían. Pero ya nada podría matarla mas de lo que ya estaba por dentro.
Hola, Meridesita.
¿Que tal? Espero que mal, por que es lo que una egoísta como tu merece, una vida como la mierda pura. Escuche que has estado en contacto con Hicc. Pues dejame decirte algo
ALEJATE DE ÉL
No creo que alguien con un maravilloso futuro y una futura hermosa chica como futura esposa, se podría siquiera interesar en tí. Solo siente lástima, Mérida, nada más. Por eso es que incluyendo a esa Rapunzel,. Seguramente sigue siendo amiga de Elsa. Ella puede tener MILES de mejores amigas, y todas mas valiosas que tu. Deja que sea feliz alejandote de ella tambienh, asi no tendrá que aguantar su vómito cuando te vea o esté cerca de tí xd. iIgual para Haddock
Espero que comprendas que esto es por la felicidad de los demás
Astrid *3*
Obviamente, las palabras le dolieron a Mer, pero para su sorpresa, su dolor no fué muy fuerte. Claro que no. Los muertos no pueden sentir nada. Una lágrima la sorprendió corriendo por su mejilla.
-Jaja, que inútil eres - "no, no las voces otra vez" pensó Mérida. Escondió su cabeza en sus brazos, mas no lloraba.
-¿A quien le podría importar una estúpida como tú? -
-¡Muérete de una maldita vez!
-¡Eres una cobarde!
-¿Quien podría amarte? Los que te "aman" es hipocresía por lástima
-No... Paren... -temblaba. Astrid contenía la risa.
-No engañas a nadie Mer... Lo amas... Amas a Haddock -Mérida negaba mientras lloraba-. ¡No te mientas, Dunbroch! ¡Lo amas por que es la clase de gente que le falta al mundo! ¡Y lo sabes! Pero el nunca te amaría, merece una mujer perfecta, y tu, lo único que sabes hacer, es fallar. Merece justamente lo opuesto a ti: Astrid. Y no una chica que vale menos que un comino como...
-¡Mérida! -la profesora le hablo, pero al mesclarse las voces en su cabeza, la confundió con otra.
-¡¡¡CALLESE POR FAVORA!!! -exclamo. Astrid soltó una carcajada, y los demás reían y murmuraban. La profesora la mataba con la mirada.
-Con el director. Ahora -dijo mientras abría la puerta. Mer bajó la mirada con timidéz y vergüenza.
-L-Lo siento, no lo... -empezó. La profesora, poniéndose roja exclamó.
-DUNBROCH, CON EL DIRECTOR INMEDIATAMENTE -gritó. Mer se sobresaltó y camino apresurada hacia la puerta. Pero en el trayecto, alguien le metió el pie. Cayó, creando un corte en su mejilla izquierda mientras todos reían. Salió corriéndo, pero no fue con el director. A mitad del pasillo, se sentó y lloró amargamente. Se sentí tan inútil. Después de un rato, decidió que debería ir, para ahorrarse mas problemas de los que ya tenía. Después de un sermón, y de reflexionar para si misma, se dió cuenta de que era el receso. El infierno mismo, en otras palabras. Entró al lugar y se sentó en una mesa apartada, cuando una voz la llamó.
-¡Hey, Mérida! -exclamó Hiccup. Mérida volteó sorprendida. Miró a sus lados para ver a quien le hablaba, pues estaba a punto de creer que le habló a ella. No había nadie, solo ella parada. Se autoseñalo-. ¿Quien mas? ¡Ven con nosotros!
Esto le daba mas miedo a Mérida que Astrid. Fué a la mesa de Hiccup, donde Anna Arendelle, Hiccup, Jack Frost, Kristoff Bjorman y Flynn Ryder se encontraban.
-Siéntate. No tengas miedo -Mer se enfadó un poco. No era una niña para temerle a gente que no le hablaba. Vió a Jack darle un codazo y susurrarles cosas. No dudaba en que le decía algo como: "¿Que crees que haces?". Pero ya estaba acostumbrada, así que no le importó en realidad. Se sentó al lado de Hiccup. Anna extendió su mano.
-Hola, me llamo Anna, Anna Arendelle, ¿Conoces a mi hermana, no? -dice. Mérida asiente, ya que al hacer la referencia a Elsa Arendelle, un nudo se creó en su garganta-. ¿Te llevas bien con ella?
-N-No en realidad. N-no he vuelto a-a hablar con ella desde... Desde que me traicionó -estó último lo pensó en voz alta. Todos la miraron sorprendidos: una de las chicas mas guapas y populares de la escuela... ¿una traidora?
-¿¡Desde te qué!? -exclamó Hiccup. Ella suspiro y explico ahorrandose detalles como Astrid, lo cual no quiso decir que estvieran sorprendidos. Mencionó como le había dicho al chico que le gustaba sus sentimientos hacia ella, y como la ignoraba ahora completamente. Anna golpeó la mesa con su puño y Flynn se llevó los dedos a la sien.
-¡¿Como se atreve a hacer eso!? -exclama enojada. Mérida se encoge en si misma. No quería molestar a la gente con sus problemas. Flynn se lleva las manos al rostro-. ¡Voy a hablar seriamente con ella cuando la vea!
-¡N-No lo hagas! En serio -dice Mérida exaltandose-. No hay problema. Ya no.
-¿Por que no? -pregunta, en su rostro el enojo aún estaba presente.
-"Por que si le dices, sabrás lo que pasa además de eso" -piensa Mérida. Se limita a decir-. N-No quiero enojarme por un hecho. No lo cambiaré aunque me enoje. No te preocupes. Pero gracias. Igual, ese chico ya no me gusta.
-Esta bien... ¡Pero si quieres que pagué, Ja, esconderé su porción de chocolate! -dice con una sonrisa maliciosa pintada en su rostro.
-Le dije uno de mis secretos mas grandes... Ahora se como salió a la luz -dice Flynn apretando los ojos. La mirada de Mérida se posa en él.
-¿Puedo preguntar cual era? -dice Mérida. Él la mira incrédulo. Ella se pone roja y se encoge en si misma-. L-Lo siento, n-no debería p-reguntar sobre tu v-vida...
-No, no es eso es que... Se dice que fue tan sorprendente que creí que todo mundo sabía de él. Te lo diré -Mérida estaba sorprendida. Nunca había tenido el lujo de que la gente le confiara un secreto. Aunque no lo fuera mas-. Igual no sorprenderías a nadie con él.
-Aunque pudiera no lo haría -dice Mérida. Flynn arrastra sus manos sobre su rostro y suspira.
-Mi verdadero nombre es Eugene Fitzherbert -confiesa. La sorpresa de Mérida no fue escondida-. Lo dije, ahí está. Había un personaje de cuentos llamado Flynn Ryder. Desde entonces quiero que me llamen así.
-No es mal nombre -comenta Mérida. Flynn se sorprende, posteriormente sonríe.
-Gracias, nunca nadie me había dicho eso -dice y fulmina a Jack con la mirada-. Nadie.
-Lo siento. Fue una sorpresa sorpresivamente sorpresiva -dice Jack inocentemente alzando las manos.
-¡E-Eso ni siquiera existe! -dice acusandolo con el dedo.
-Tu cara no existe -le dice. Se empiezan a jalar el pelo mutuamente-. ¡No mi precioso cabello canoso!
Mérida quería reír. Pero le daba miedo arruinarlo. En el momento que pensó eso, Krsitoff, Anna y Hiccup estallaban en carcajadas. Una sonrisa se pintó en el rostro de Mérida. ¿Así empezaría su vida? ¿Podría tener gente que la quiera y valore a su lado? El solo hecho de pensarlo, le causaba una alegría incomparable.
-No te hagas la idea, tu sabes perfectamente que solo es lástima -una voz sale de algún lugar del rostro de Mérida. La sonrisa se empieza a borrar, pero una nueva voz aparece.
-No lo creo... Ni siquiera quienes han sentido lastima, actuan tan bien conmigo -la voz piensa y sonríe de nuevo. Pero el timbre de salida suena. Mérida se levanta, se despiden todos entre ellos y risas al ver como Jack y Eugene, apenas con rozar la parte en la que se jalaron el pelo soltaban muchos "Au" seguidos.
-Gracias... Por todo -dice Mérida con una sincera sonrisa en su rostro. La miran sorprendidos.
-No es nada, Mer -dice Hiccup abrazándola.
-Bueno, Adiós, Mer -se despide Jack poniéndo una mano en su hombro dándole una palmada-. Eres mejor persona de lo que creí -y con una sonrisa, se fué.
-Nos vemos pronto, Mérida -le dice Eugene despidiéndose con la mano. Ella le regresa el gesto.
-¡Hasta mañana, Mérida! -le dice Anna, alejandose tomando la mano de Kristoff. Kristoff le envía una señal de "Hasta mañana" y Mérida regresa el gesto. Se queda con Hiccup y sonríe.
-Les agradas -dice Hiccup pasando si brazo sobre los hombros de Mérida-. No te desharás de ellos jamás. Bienvenida a nuestro mundo y realidad.
Mérida ríe y sonríe. Estaban por irse, cuando recordó que debía volver por los libros de la clase donde salió. Corrió hacia allá y cuando entró la puerta de cerró de golpe tras ella. Se tensó de pies a cabeza y volteó lentamente. Alaster y Astrid estaban ahí.
-Te advertí que te alejaras de él -dijo Astrid maliciosa. Alaster la miraba com repugnancia.
-Que perra eres, Mérida -le dice. Mérida se voltea, encontrándose con Felix, Wee, Elsa y Heather-. Te dejámos por un tiempo y vas a usar nuevas personas.
-Yo... Yo nunca... -trata de hablar, pero Astrid la calla con una bofetada.
-Calla. Creo que si hablas solo lo arruinarás -dice. Astrid. Mérida lloraba. ¿Como cayó tan fácilmente? ¿y si todo ya estaba planeado? Temblaba con solo pensarlo.
-Debes pagar, Mer -dice Astrid. Le da una patada a Mérida en la mandíbula. Suelta un grito ahogado por el dolor-. ¿Crees que ellos te quisieron? Son igual que Rapunzel. No te quieren, fingen por lástima. No creo que hayas sido tan estúpida, ¿verdad?
Le pega en la nuca. Puntos negros nublan la visión de Mérida. Y escucha carcajadas lejanas.
-¡Nadie te quiere! ¿¡Me escuchaste!? ¡¡Muérete de una vez!! -le pega repetidas veces, Mérida cubre su rostro, a pesar de sentir largos y fuertes ardores por todo su cuerpo. Pero las palabras de Astrid, eran como cuchillas que perforaban su corazón. Un dolor mucho mayor que cualquiera de los golpes de Astrid. Lentamente, Mérida se comenzó a incorporar. Se limpió la sangre de su labio roto. Y miro fríamente a Astrid, para soltar ciertas palabras que no queremos escuchar.
-Para mañana... Tu deseo se hará realidad: Moriré de una vez -dice. Alaster rueda los ojos.
-Y aqui tenemos a la Mérida que conocemos: la que quiere ser un centro de atención -dice Alaster, mirando a Wee y a Felix, que asintieton, afirmando lo que había dicho.
-¡Ustedes quieren que muera! ¡Y les digo que se cumplirá! ¿¡Que parte de eso es llamar la atención!? -exclama Mérida aguantando las lágrimas. Alaster negó.
-Que infantil -dice para si mismo. Mérida toma su libro y salió. Al parecer, tras esa afirmación, ya podían dejarla en paz. Y eso dolía. Evadió a Hiccup, y salió corriendo, pero escucho pasos tras ella.
-¡Mérida! ¡Mérida, ¿Que pasa?! -era lo voz de Hiccup, y eso la motivó a ir mas rápido. Estaba por llegar a su casa. Solo un poco mas y estaría adentro y Hiccup no habría podido...
-¡Mérida! -la toma de la muñeca, evitando que entre a su casa-. ¿Que pasó?
-Soy una chica que rueda, Hicc. Y mañana terminaré la historia -le dice. Entre la confusión de Hiccup, aprovecha para safarse de su agarre y entrar a su casa. Rapunzel estaba viendo Divergente mientras lloraba.
-¿Por que lloras? -preguntó Mérida dejando sus cosas. Rapunzel se secó las lágrimas.
-Por que se el final de Leal... -dice para si. Pero al ver el estado de Mérida se acerca corriendo a ella-. ¿Que te pasó?
-Ya sabes... -le dice. Rapunzel la atiende y limpia sus heridas. Se sientan y miran la película juntas. Pero una pregunta giraba por la cabeza de Mérida.
-Un pajarito me dijo que conocíste a alguien... -canturrea Rapunzel. Mérida se sonroja.
-U-Un amigo -murmura ella. Rapunzel ríe.
-Ajá si, bueno, al menos dime como se llama ese "Amigo" -dice entre risas Rapunzel. Mérida miró al suelo.
-Se llama Hiccup... -susurra.
-Hiccup... Tomaré nota mental de eso -dice fingiendo escribir en su frente.
-Rapunzel... ¿Por que eres mi amiga? -preguntó. Rapunzel la miro, sonrió y la abrazó.
-Por que te quiero, Mer. Por tu simple manera de ser -le dijo. Mérida devolvió el abrazo. Lloró junto a ella, pero solo por que sabía que ese sería el último momento con ella. Pero lo hacía para que dejara de fingir y fuera feliz.
Cuando Rapunzel se fué. Subió corriendo las escaleras. Y en sus piernas, giro 1... 2... 3... 4... 5... 6... 7... 8... 9... Y en ese momento dejó ade girar. Vió a sus padres. Seguramente serán muy felices. Y tras pensar, que sería la última vez que descansaba, cerró los ojos. Llorando.
(...)
Hiccup estaba cayendose del sueño.
-¿A que te refieres... Mer? -dijo entre bostezos. Entonces busco con las pocas energía que tenía: chica que rueda. En ese momento cayó dormido sobre su teclado.
La respuesta de lo que acababa de decir Mérida, estaba frente a él. Y no lo alcanzó a ver.
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