Capítulo 37. Cuídalo por mi, ¿si?
Pov. Astrid
No hay una forma, la cual, podría uno sentirse después de todo. Simplemente puedes sentir un vacío en el pecho y no otra forma de explicar. Sabía que esto en algún punto sucedería, pero no quería que fuera tan pronto.
Tal vez tenía que hacer caso a todas las señales, pero algo dentro de mi pensaba que podía cambiar la historia. Pude haberla cambiado años atrás cuando rechace a Hiccup en noveno grado, pero fue por la misma razón. Claro que me gustaba, me gustaba mucho. Pero mi inseguridad no me permitía estar con él. Me daba tanto miedo que él no fuese el indicado al descubrirlo dentro de ciertos meses con los pensamientos en mi cabeza.
No recuerdo cuanto tiempo llevo mirando el techo. Tal vez minutos, horas, e incluso, hasta días. Los días no eran como si pasarán en mi habitación después de aquel momento dónde mi corazón se partiera en dos. Tormenta, mi conejo, tal vez era aquel que notaba mis ánimos en aquel momento; tanto así que se recostaba conmigo.
Alcé la mirada y noté que no habría comida para mañana, bufé para volver a recostarme mientras Tormenta me observaba. Sonreí al notar su leve intento de fruncimiento -lo cuál no importaba, no dejaba de ser tierno-, coloque mi mano entre sus orejas para dar una leve caricia y levantarme.
"Supongo que iré por comida"
"Genial, no hay leche"
Me levanté y tomé un suéter que se encontraba sobre la silla. No tenía tantos ánimos de arreglarme como siempre lo había hecho. Algunas de mis amigas se encontraban empacando para sus nuevas universidades, las cuales, se encuentran a miles de kilómetros. Varias seguirán estudiando conmigo en la del condado, no es realmente mala para ser honesta. Simplemente que varios tienen la idea de dejar el pueblo atrás y abrir sus fronteras, tal como Hiccup.
Entré a la tienda de mascotas, después de varios minutos de haber caminado hacia ella. La mayoría de las casas se encuentran lejos del centro del pueblo, el cual tiene todas las tiendas necesarias. Fueron solo cuestión de minutos para encontrarme nuevamente fuera de la tienda, pero nunca imaginé encontrarme a ella justo el día de hoy.
"No ahora"
Su cabello rebelde como desde el primer día que la conocí y una mueca siempre presente en su rostro, la cual, al verme la cambio por una sonrisa. Se la devolví. Vestía de una forma, de la cual, siempre lo ha hecho; tan sencillo pero la hacía sobresalir de las demás chicas -sin mencionar su estupendo cabello-.
Tal vez por eso, él la eligió.
-Hola Astrid -me saludó.
-¿Qué tal, Mer?
Era claro que intentaba ignorar la manera en la que me veía, seguro era fatal. La luz del día no había hechos contacto con mi rostro desde hace varios días y la apariencia que tenía justo en aquel momento era catastrófica. Pero parecía que no le importaba.
Minutos faltaron para estar sentada junto a ella degustando un helado cada una. La había invitado a comer uno, hace ya un tiempo que no la había visto. Nos sentamos en el parque de la plaza debajo de aquel árbol de bellotas.
"Genial, tendré que ir mucho más lejos."
-¿Y cómo a estado Tadashi? -pregunté. Noté que sus labios se tornaban en una línea recta y su mirada se perdía.
-Hace unos días se fue a la universidad, a San Fransokio.
-Oh perdón, yo no... -me ví interrumpida por aquella chica.
-No te preocupes, no lo sabías -intento ocultar todo, ofreciéndome una sonrisa-. Pero cuéntame ¿qué universidad elegiste?
-Me quedaré aquí, ingresaré a la del condado como todos los demás.
-Espero que sigamos en contacto, eres buena persona -sonrió para seguir entretenida con su helado.
"No... No es cierto..."
-¿Haz hablado con Hiccup? Debe de estar ansioso de verte. Desde aquel día que los abrazaste al final del torneo no deja de preguntar por tí. Aunque haya perdido la memoria, no creo que haya dejado de sentir por ti lo mismo desde que lo conocí.
Entonces, fui ahora yo la que sus labios se tornaron rectos. Su sonrisa comenzó a desvanecerse y su rostro se tornó en uno de confusión.
-Supongo que no te lo ha dicho ¿eh? -mis lágrimas suplicaban por salir mientras una sonrisa boba surgió en mis labios.
-¿Decirme qué? -pregunto confundida.
-Hiccup termino conmigo -respondi después de una larga pausa, mientras mi mirada se perdía en la nada.
-¿Hiccup ya ha recordado todo?
-No me mal intérpretes. Me confesó que Jack, por accidente, mencionó acerca de nuestra relación y no se encontraba en condiciones de estar en una relación y no recordar nada de lo nuestro -tal vez la mayor parte era cierta, pero desde el fondo, sabía que Hiccup no solamente me terminó por ello-. Lo único que hacía él era lastimarme, desde su punto de vista.
-Eres hermosa Astrid -me sorprendí al escuchar eso de sus labios, pero su rostro mostraba firmeza en cada palabra que salían de sus labios-. De eso no tengo duda. Hiccup no es el único chico en la tierra y si realmente es él chico que escuchas en tu cabeza, volverá a ti. Simplemente que, debemos darle su espacio, se encuentra un poco fuera de lo normal no saber que pasó este año. Él te ama y tú a él, es como si sus almas estuvieran destinadas a estar juntas.
Entonces fue en este momento dónde me di cuenta que realmente Merida no recuerda nada de su vida pasada. Tal vez tiene razón en una cosa, nuestras almas están destinadas a estar juntas pero nunca en un sentimiento amoroso.
Solo estamos destinados a conocernos, pero no tener una vida juntos.
Los minutos pasaron y ya nos encontrábamos caminando a nuestros hogares. Era fácil hablar con ella, es una chica, de la cual, tenemos tantas cosas en común que podríamos durar una eternidad hablando. Entonces nos detuvimos mencionando que su casa se encuentra en la dirección contraria a la mía. Simplemente me despedí y la vi marchar.
-¡Espera! -grité.
Sus rizos volaban con el aire y su sonrisa deslumbraba como tal sol. Juraría que mi corazón sigue vivo, por qué en aquel momento se detuvo.
-Cuídalo por mí ¿sí? -aquella sonrisa tonta volvió a mis labios, pero ahora las lágrimas comenzaron a brotar lentamente.
-Astrid yo...
-Prometelo, Mer -la interrumpí -. Hazlo por mi.
Por ciertos segundos, su rostro se encontraba en una confunción respecto a mis palabras. Para después simplemente sus labios se curviaron y comenzó a asentir con la mirada mientras caminaba y se perdía con el sol. Seguí caminando mientras ciertas risas salían de mis labios y lágrimas brotaban con más fuerza que antes.
Lo intente ¿está bien? En esta vida lo volví a intentar y fracasé como en la anterior y en todas las demás. No importaba que hiciera, ellos debían terminar juntos.
Hace pocos días lo recordé todo mientras dormía; después de mi encuentro con Hiccup.
Las inseguridades que tenía ante aquella princesa, mi error de entrometerme en una relación sin ser conciente del dolor que cause, obligandolo a qué me eligiera a mí, provocar que ella lo odiase, a... asesinarlos.
Pero esta vez será diferente, no repetiré mis mismos errores. Por qué desde ese momento lo entendí. No importaba que tanto interviniera en sus vidas de ellos dos, de alguna forma terminarán juntos. Por qué los extremos ya se encontraron tanto en esta y en sus otras vidas.
"Quisiera ser tú, ******..."
Mis lágrimas no paraban de brotar y decidí sentarme en la banqueta mientras asimilaba todo. Todos los recuerdos y sufrimiento, de la cual, fui la única causante.
Y no importaban todos mis esfuerzos. En esta vida tampoco logré estar contigo, Hiccup.
"¿Le habrá sucedido algo?"
-Señorita, señorita -escuché una voz por lo lejos y al alzar mi mirada se encontraba observandome-. ¿Se encuentra bien? ¿necesita que llamé a alguien?
"Tú..."
Holiii! 💗
Primer capítulo del año y venimos recio 😎
Y ¿qué opinan? ¿Creen que se merecía este destino Astrid?:(
Peroooo, todo está recobrando su camino amigos yei! Ya veremos algo de acción al fin!
Perooo no todo es un camino de rosas. Tengo dos noticias.
1. Mañana entro al infierno del escuela en línea y las actualizaciones volverán a hacer una por semana):
2. No habrá tantas actualizaciones que deberán esperar por qué está historia ya está a punto de concluir 😗
Ahhhhh. Ahí deciden cuál fue la noticia buena y mala hehe JAJAJA
Nos leemooooos 💗
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