Capítulo 28. Solo una cosa
Pov. Hiccup
Los grillos a mi al rededor, junto con varias luciérnagas, era lo único que alumbraban esta noche.
Era extraño estar a altas horas de la madrugada en la escuela, solo y pelotas de fútbol americano en la mano. Solamente me dedicaba a lanzar, de distintas distancias, a aquella forma cuadrangular con un leve enojo en mis lanzadas.
"Debí traer un tonto suéter"
—Esa estuvo cerca —mencionó una voz detrás mío, lo cual, provocó un sobresaltó de mi parte.
—¿Cuánto llevas ahí? —dije un poco más calmado al darme cuenta de quién se trataba. Era Merida.
—No llevó mucho realmente, desde que empezaste a lanzar mientras hablabas entre dientes —mencionó aquella pelirroja para que le entregará la pelota que tenía en manos.
—Yo no habló entre dientes —me defendí para que de sus labios mencionara un leve "ajá".
—Vamos Hiccup —patio el balón para poder atinarle al objetivo—. Te conozco lo suficiente para decirlo.
—¿Cómo sabías que me encontraba aquí? —le pregunté mientras ella colocaba balones para después patearlas.
—Fue fácil averiguarlo, eres un poco predecible Haddock.
—¿Quién te enseñó a patear así la pelota? —pregunte intentando ignorar el tema anterior.
—Mi padre siempre quiso un varón en la familia, tristemente fui la primera hija y mujer. Así que no le importó y me crió como a uno, no me creerías que tan buena soy con el arco y en la lucha libre.
—Quisiera verte.— Dije sonríendole.
Mientras Merida se dedicaba a patear aquella pelotas, yo me dedicaba a apreciar cada parte de ella. La forma en la que caen sus rulos en su rostro al lograr su objetivo, el simple hecho de que arruga su nariz cuando algo le molesta o simplemente no entiende, sus labios curvados mostrando aquellos dientes y esa carcajada que es fácil de escuchar a varios kilómetros.
Ahora me doy cuenta, que nunca la había apreciado como en este momento.
—¿Sigues ahí? —dijo mientras agitaba su mano frente mío para después reír al ver mi reacción— ¡Huevo podrido el que llegué al último!
—¿Llegué al último? —pregunté en voz baja para después recibir una balón en mi abdomen y ver a aquella pelirroja corriendo.
Me quejé para gritar "¡Oye, eso es trampa!" y escuchar risas provenientes de ella. Comenzó a correr por toda la cancha mientras soltaba gritos vivos entre risas, yo solamente reí para repetir aquel gesto de ella.
Era como si esto lo hubiera vivido ya hace un tiempo, corriendo junto a ella llenos de vida en medio de un bosque. Escuchar sus carcajadas combinadas con el viento que chocaba con nuestros rostros, en momentos, su mirada cruzaba con la mía provocando una sonrisa. En este punto, ya no entendía la realidad con los sueños.
—Y si ves fijamente, puedes ver a un minotauro con una espada —exclamo señalando el cielo.
Ambos, después de correr, nos recostamos en el pasto mientras observamos aquellas luces en el cielo entre risas.
—¿Acaso no tiene una pierna? —mencioné gracioso para que comenzará a soltar una carcajada.
—Tiene una pata de palo, es un minotauro pirata —respondio riendo después de asemejar el sonido de las piratas— Sabes, es como si esto ya lo hubiera vivido.
—¿A qué te refieres?
—Ayer tuve un sueño algo similar a esto, pero nunca llegó a ver a la persona que sale en ellos —exclamo para soltar un suspiro— ¿Haz tenido esa clase de sueños Hiccup?
—Últimamente los he tenido —al abrir los ojos y voltear a su dirección, noté que me observaba, no podía decir que ella siempre estaba en ellos—. Solamente que no sé, de igual forma, la persona que sale en ellos.
"Siempre eres aquella que veo"
—¿Por qué es tan difícil saber quién es la persona que escuchamos? —dije para soltar un suspiro.
—Todo sería mejor que nunca lo supiéramos, que no escucharnos absolutamente nada y tengamos que buscarla toda la vida.
Entonces guardamos silencio, y no era un silencio incómodo en lo absoluto. Simplemente era uno de aquellos que calmaban el alma.
—Los padres de Astrid me dieron su bendición para casarme con ella —escupí para que la pelirroja se levantará de golpe y me observará.
"Supongo que siempre lo soñó"
—¿Te casarás con ella? —pregunto, segundos después, mientras se recargaba sobre sus brazos mirando la noche.
—No lo sé, su madre se encuentra tan emocionada; que terminando la universidad nosotros nos casemos —dije sentandome mientras abrazaba mis piernas.
—Vaya... ¿Felicidades? —dijo mientras reía nerviosa.
—No lo sé, Mer, es como si... —no supe cómo continuar. Quedé en silencio.
—¿Qué te detiene?
Con la luz de la luna podía contemplar cada una de sus facciones, su rostro sutilmente circular y una fina barbilla al igual que aquellos rosados y carnosos labios. Tenía pecas que necesitabas acercarte para notarlas con delicadeza.
Yo... Yo quería acercarme a ella.
—Solo una cosa.
"Tú"
Holiiiiii
¡¿PERO QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ DOCTOR GARCÍA?! ¡¿SERÁ ÉSTE EL MOMENTO QUE HEMOS ESPERADO TANTO TIEMPOOOOOO?!
Tantas preguntas y yo con sueño hehe
Solo quiero decir que intentaré actualizar lo másas pronto posible así que no se desesperen 💗
P.d. La autora acaba de tener una llamada con su ¿Crush? Y se siente tan mal con sus sentimientos que se siente como los protagonistas de esta historia.
Nos leemooooos 💗
4/01/22
No juegueeeen, ando leyendo lo que leí debajo del capítulo y me siento tipo 🤡🤡🤡 JAJAJAJA
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