Pov. Merida

—¿Y cuál es tu mayor sueño? —pregunté.

No sabía exactamente dónde me encontraba en este momento, solamente podía apreciar las estrellas que nos rodeaban en aquel acantilado. Podía sentir la presencia de dos más junto conmigo, pero en ningún momento quise voltear. Mi cabeza se encontraba recostada sobre el brazo de alguien, mientras su mano acariciaba lentamente mi cabello.

—¿Mi mayor sueño? —repitió aquella voz para después soltar un suspiro nuevamente—. Sabes, si me hubieras pregunto eso hace ya un tiempo; te hubiera respondido que pudiera ser como los demás vikingos de este pueblo, poder tener el valor de matar a un dragón con mis propias manos tal y como mi padre. Pero ahora... No quiero imaginar estar en otro lugar, sin ti Merida. —dijo mientras depositaba un beso en mi frente.

Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, no comprendía el porque. Alcé mi rostro lentamente mientras cerraba mis ojos, yo no podía, no quería saber quién era esa persona; uni nuestros labios.

—¿Crees que hay un futuro para nosotros? —exclamé separándome de él levemente, mi voz se entrecortaba en las palabras que daba.

—Crearemos un mundo para nosotros, olvidemonos de B.... y de todos los demás. Estemos juntos; tú y yo —dijo con emoción en su voz, sabiendo a qué se refería su chica.

Al momento que quise saber realmente el verdadero origen de aquella voz que eh escuchado ya hace meses y ahora me atormenta en mis sueños. Solamente note unos ojos verdes para que todo a mi alrededor se tornará negro como la noche.

Al abrir nuevamente mis ojos se encontraban hinchados, tan pesados y mi pecho dolía. Me encontraba en una habitación con la mirada gacha mientras mis manos se mantenían firmes; había una silueta frente mío sosteniendo dos objetos sobre su pecho forrado con una armadura.

—Si realmente lo que dices es cierto —comencé— y tú juicio no está nublado con tu arrogancia, si realmente todas tus palabras son ciertas... ¿por qué me destruiste .....?

Sentía el corazón en la garganta. Mi alma se destrozaba con cada segundo que daba. Pero ese olor... Era el mismo que él de hace unos segundos; un profundo olor a bosque, fuego y metal. Se trataba del mismo chico. Pero antes de que alzará mi mirada, decidida ante mis palabras... Todo volvió a oscurecer.

Mis ojos se abrieron al escuchar aquellos pitidos producidos por mi alarma. Al apagarle me senté en la cama mientras veía hacia el techo, acerque mis manos a mi rostro para encontrarme lágrimas provenientes de él.

"¿Qué rayos está sucediendo conmigo?"

Me arreglé para después bajar a la cocina y notar a mi madre haciendo el desayuno. Me dedique a tomar una manzana mientras ella me veía extrañada.

—¿Vas a salir? —me preguntó mientras me miraba.

—Acompañare a Tadashi a comprar cosas para la universidad, ya sabes, dentro de unos meses se irá —dije graciosa; y antes de que ella respondiera, escuché que tocaron la puerta—. Ya llegó —mencioné emocionada para acercarme a ella y depositarle un beso.

—Merida —dijo para llamar mi atención mientras me colocaba mi mochila.

—¿Sucede algo?

—¿Quién es Hiccup? —pregunto sería, mientras mi expresión se tornaba igual que la suya combinada con confunción, para después sonreír.

—Es aquel chico que invite en navidad, el castaño alto ¿por qué?

—No es por nada, simplemente que anoche pase por tu recámara y no parabas de mencionar su nombre. ¿Él... él te ha lastimado?

—¿A qué te refieres? Bueno, en ocasiones jugamos a aventarnos pero jamás ha sido malo conmigo. ¿Por qué?

El rostro de mi madre parecía triste, no entendía el porque. Ella no ha tratado a Hiccup para dudar sobre la relación que mantenemos los dos.

—No es por nada. Corre, Tadashi te está esperando.

Intenté ignorar aquel comentario que había dicho mi madre en la cocina, pero por más que quería hacerlo, era lo único que resonaba en mi cabeza.

"¿Qué llevaré?"

—Merida, ¿Estás bien? —me pregunto aquel azabache, preocupado, mientras me observaba.

—Si, es solo que estaba pensando en un proyecto de la escuela —conteste mientras le sonreía.

—Sabes que puedes pedir mi ayuda con cualquier cosa —mencionó para recargarse en sus rodillas y colocándose a mi altura.

—Lo sé, papá —dije riendo, para juntar nuestras frentes.

La mañana transcurrió tan veloz como un rayo, era como si todos los minutos que me encontraba con aquel azabache eran tan cortos. Cada minuto que la pasaba con aquel chico simplemente quería permanecer con él. Todo el día nos encontrábamos pasando por aquellas tiendas eligiendo objetos para Tadashi mientras nos divertíamos haciéndolo.

—¿Me das? —dijo riendo observando mi helado que se encontraba en mi mano.

—No lo sé ¿qué me darás a cambio? —pregunte con mi voz juguetona mientras me sonreía.

—Qué tal ¿un beso con helado? —menciono divertido.

—Debería de probarlo antes de aceptarlo ¿no crees? —le cuestioné riendo para unir nuestros labios.

Era algo, lo cual, ninguno de mis conocidos esperaría; este lado que le demuestro a Tadashi. No soy una persona la cual muestre tanto su afecto a las gente que la rodean; y en algún punto, el psicólogo, hace ya un tiempo atrás, me mencionó que tal vez.la forma en la cual actuó, se debe por algo que realmente me marcó en esta o en mi otras vidas.

Hay una ocasiones donde no entendía las palabras que ellos nos dicen, es como si tratarán descubrir nuestros pasados con unos simples sueños, palabras o acciones que demostramos. No sé si eso sea posible.

"Genial"

Al separarme de Tadashi nos encontramos a aquel castaño en una tienda de corbatas, el cual volteó a vernos después de que Tadashi le diera un grito para que comenzará a caminar hacia nosotros.

—¿Qué te trae por aquí, Hiccup? —pregunto el chico con el que me encontraba abrazada, después de saludarnos como habitualmente lo hacíamos.

—Quedé de encontrarme con Jack, pero al parecer no a llegado —dijo nervioso mientras se rascaba la nuca.

—¿Quieres que esperemos contigo mientras llega? —se ofreció Tadashi.

—Por supuesto que no, ya estará a punto de llegar. Ustedes sigan en lo suyo chicos, después nos vemos —escupió con un poco de una sonrisa forzada mientras movía sus manos aleatoriamente para después despedirse rápidamente.

"¿Qué rayos pasa conmigo?"

"Que raro"

—¿Qué mosca le habrá picado? —pregunto con un tono burlón mi novio.

—No lo sé, que raro.

—¿Y en dónde nos quedamos? —retomo Tadashi para tomarme por la cintura mientras comenzamos a reír entre besos que me depositaba en la nariz.

"¿Debería sentirme de esta forma?"

Holaaaaaa 💗
Buenooo lo prometido es deuda y les traigo un nuevo capítulo de estos dos chicos.
¿Qué creen que esté sucediendo en el corazoncito de estos chicos? ¿Hiccup ya se habrá dado cuenta respecto a algo? Y la pregunta del millón ¿Qué onda con sus suegros?
Intentaré subir el siguiente capítulo estos días ya que por fin salí de vacaciones (Muy cortas por cierto) e intentaré actualizar tantos capítulos como me sean posible 🥰💗

Nos leemos 💗