26 de mayo 2016

Me desperté más temprano no de lo norma y lo primero que hice fue mandarle un mensaje a mi querida princesa.

"Buenos días princesa" lo envié y me vestí para ir al colegio. Hoy mi vida va a dar otro giro y me aseguraré que todos sepan que ella y yo salimos.

Bajé a desayunar pan y café, ya que mi mamá no es la mejor cocinera del mundo. Me despedí de ella y de Chimuelo y por primera vez decidí llevar mi lindo auto a la escuela.

Llegué a casa de Mérida y toqué el claxon. Ella salió a toda prisa y al verme se quedo impresionada.

-Bueno días- la tome de la cintura y la bese.

-Bueno días... ¿de dónde sacaste eso?- señala el camaro amarillo con líneas negras, estilo Boomble bee.

-Regalo de papá.- aveces recordar que mis padres compiten por ser el mejor papá/ mamá del mundo me avergüenza. Por eso aveces no utilizo muchas cosas, pero esta es una ocasión importante.

-Oh ya veo- dice ella, sonrío.

-Ven vamos- la tomo de la cintura y nos dirigimos al auto.

-No le he usado jamás- dije mientras conducía hacia la escuela.

-No te creo.

-¿Alguna vez has visto que llevo esto a la escuela?- ella ríe y niega varias veces con la cabeza.

La escuela no esta lejos, seriamos la sensación.

Al llegar, todos se hicieron espacio para poder estacionarme. Desde el vidrio podía ver las miradas sorprendidas de todos.

Salí del auto y me dirijí a la otra puerta para ver que todos vean quien era mi acompañante.

Mérida salió y se metió las manos a las bolsas de su chamarra. Yo la tome nuevamente de la cintura mientras pasábamos por el enorme patio.

-Todos nos están viendo- me dice en un susurro incómodo. Me pongo unos lentes de sol y les sonrío a todos.

-Eres novia de Haddock preciosa, que esperabas- ella ríe- aparte estamos rompiendo todas las reglas.

-¿Qué tanto dicen?

-Algunos te aman, otros te odian, o quieren matarte... a ambos.

-Que ánimos- dice sarcástica.

-Te acostumbraras.

Pasamos donde esta Pitch, me bajo los lentes y le brindó una sonrisa triunfal los he hace que se enfade aún más.

-¡Mérida!- grita Rapunzel al estar en los pasillos. Ella corrió hacia Rapunzel, Jack se acercó a mi y nos dimos un abrazo.

-Lo lograste- me sonríe.

-¡Lo sé!- digo emocionado.

-Y... ¿cómo se siente estar del otro lado, eh?

-Por primera vez me gusta ser el centro de atención.

-Si... pero no me quites toda la atención- me dice en tono de advertencia peor divertido.

-Ya lo hice- le susurro para volver con Mérida.