«Día 94 de 365» (sin corregir)
HOLAAAAAAAA♥ Sólo quería avisar que vamos a mitad de historia :( lo sé, un amor que sin principio llega a su final♥ ahh le mandaba Sin Bandera, esque hoy escuché y me inspiró *-*
Nos quedan pocos días en París, y se nos acaban las partes HOT'S, creo que nos quedan 2 o 3 días en París y partes Hot's ni idea, pero bueh, no importa B'| hay que ser juertes :( VAMOS MER QUE EL CÁNCER NO TE DERROTEEEEEEEEE!!!
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
«Día 94 de 365»
Abrí mis ojos con lentitud y una mala cara. Lo primero que logré ver fue la ventana, el día soleado que había, me senté en la cama y me tallé los ojos para luego mirar la habitación. ¿Qué hacía aquí? Lo último que recuerdo de ayer es que me apoyé contra la puerta del baño y me dormí. De seguro Hiccup me trajo aquí.
Mi cabeza me dolía terrible, así que agarré una aspirina, caminé hacia la cocina, creí encontrar a Hiccup ahí, pero no había nadie, la casa estaba completamente desierta.
Agarré un vaso y lo llené hasta la mitad con agua, me coloqué la pastilla en la boca y me la tragué bebiendo el agua a grandes sorbos. Cuando terminé apoyé el vaso en la barra y solté un suspiro. Estaba agotada, el dolor de cabeza lo hacía peor. Miré lo que quedó de agua y una lágrima calló de mis ojos. ¿Por qué me sentía tan mal? Estaba deprimida, pero ¿Por qué?
La puerta del baño abriéndose me sacó de mis pensamientos, giré un poco mi cabeza y logré ver como Hiccup salía de ahí con los ojos algo llorosos y la cara un poco roja. Lo miré algo sorprendida, ¿Acaso había llorado? Ninguna palabra cruzó entre nosotros, sólo las miradas. Pero estaba tan lejos que no podía percivir lo que decían sus ojos.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, mirándonos fijamente. Hasta que él bajó la mirada y comenzó a caminar hacia la habitación para cerrar la puerta, yo miré nuevamente el vaso decepcionada ¿Estaba enojado conmigo? De seguro que sí, debo hablar con él, no quiero que estemos peleados. Deberíamos disfrutar los días que nos quedan juntos, no pelearnos o cosas así.
Caminé hacia la habitación hasta quedar frente a la puerta, dudando entre si debía tocar o no, pero cogí fuerzas, hice un puño con una mano y toqué suvamente dos veces.
— ¿Hic? —pregunté pegando mi oreja a la puerta— ¿Está todo bien? —volví a preguntar al ver que no respondió.
No obtuve respuesta alguna, despegué mi oreja de la puerta y miré desilusionada el piso. Esto es culpa mía, me senté en una silla de la mesa. Apoyé mis codos en ella y la miré sin expresión alguna mientras algunas lágrimas resbalaban por mis mejillas. Todo es mi culpa, ésto no debería pasar, como odio ser tan terca, como odio estar enamorada de Hiccup, como odio haberlo enamorado, como odio hacerlo sufrir, pero sobre todo odio saber que jamás me perdonará. Sé que él me ama, pero yo soy un estorbo, y para lo único que sirvo es para hacerlo sufrir y enojar. No sé lo que voy a hacer, no quiero seguir con esto, no quiero seguir lastimándolo, creo que volveré a casa lo antes posible y terminaré con Hiccup. Si va a ser siempre así (y sé que lo será) mejor acabar con la relación antes de empeorarlo más.
Me paré de la silla y caminé hacia la habitación, toqué la puerta nuevamente, pero esta vez mi cara era mucho más triste, no preocupada ni asustada, sino triste, lo que iba a hacer me estaba reventando.
— Hiccup, necestio hablar contigo —dije, sabiendo que no iba a abrir la puerta me apoyé en ella de espaldas—. Bien, no abras, tienes derecho a estar enojado, yo también lo estaría, pero no mereces pasar por ésto. Tú sí que no lo mereces, porque alguien como tú debería ser feliz todos los días de su vida —tomé aire—... y conmigo no lo serás —hice una pausa—, no quiero que sufras más por culpa mía —se me hizo un nudo en la garganta—, porque de verdad no lo mereces, debemos... terminar.
No obtuve respuesta alguna, solté un suspiro, el picaporte de la puerta estaba doblándose, me quité para no caer. Al hacerlo vi a Hiccup con lágrimas en sus ojos, tan destrozado y triste, tan débil.
Lo miré a los ojos, él me miraba dolido.
— Cuando te encerraste en el baño —dijo con voz nasal— no saliste jamás. Entré a buscarte para hablar y te hayé desmayada —desvié la mirada, no podía ver esos ojos—. Estaba tan preocupado por ti que lo único que hice fue abrazarte, abrazarte mientras lloraba en tu cabello —la culpa volvió a invadirme, quería contradecir, pero él me interrumpió—. Jamás, jamás, jamás estuve tan asustado en toda mi vida. Me importas, muchísimo. Y no quiero nada más que tu felicidad, pero ¿Eso es lo que quieres, Mérida? —entrecerró sus ojos— ¿Quieres en verdad que terminemos? ¿No quieres volver a besarme, hablarme o tocarme nunca más? —sobé mi brazo mirando el suelo arrepentida—. Yo no quiero eso, y si lo haces por mí, te diré que eso no es lo que quiero.
Se paró más cerca mío y me miró, él era más alto que yo, me sentía diminuta a su lado.
— Yo lo único que quiero es estar contigo —me levantó el mentón obligándome a mirarlo—, porque te amo, y no dejaré de hacerlo nunca pero nunca. Si en verdad quieres terminar conmigo hazlo por ti, no por mí, porque eso no es lo que deseo, esa no es mi felicidad —agregó un énfasis a "no es" que me hizo sentir más culpa.
— Pero... te haré daño —dije a penas audible, volví a bajar la mirada.
— No —dijo ofendido—, Mérida, tú me haces el hombre más feliz del mundo, jamás, jamás podré odiarte, jamás podré enfadarme contigo, porque te amo, sabes que te amo muchísimo, y a veces, se hacen locuras por amor.
No lo miré a los ojos, lo único que hice fue aferrarme a él mientras lloraba en su pecho. ¿En qué estaba pensando?
— Lo siento, Hic —dije apenas audible—, perdóname. Yo en verdad no quiero lastimarte y... y...
No pude continuar porque me separó y me besó con un lento movimiento de labios.
Seamos claros, yo no sobreviviría un solo día sin esos labios.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro