«Día 65 de 365» (sin corregir)
Hola!! Siento que se estén aburriendo, pero es que necesito momentos muy hermosos para con el final estrujar su corazón hasta que no quede nada(:
«Día 65 de 365»
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Muy bien, faltaban trescientos días más. Tranquila Mérida, todo estará bien...
Ayer estuve todo el día con Hiccup, día y noche, me corrijo.
Así que hoy amanecí muy bien junto con Hiccup a mi lado, estábamos en mi habitación, él siempre se despertaba primero que yo, pero ésta vez yo le gané.
Me senté en la cama y lo miré dormir... Era tan hermoso, me encantaba su rostro, era un chico precioso, su cuerpo era genial, pero lo mejor de todo era su personalidad, eso lo hacía ser quien es. Me acerqué un poco y le di un beso en los labios, se formó una sonrisa en su rostro y a mí también de me formó una.
Me levanté y cambié, caminé hacia la puerta y me detuve, miré una vez más a mi castaño dormido y sonreí al ver como dormía plácidamente, salí de la habitación y cerré la puerta intentando hacer el menor ruido posible. Bajé las escaleras y caminé hacia la cocina, era mi turno de hacer el desayuno. Así que busqué pan lactal, la tostadora, un poco de manteca y dulce de leche y café, a Hiccup le encantaba el café. Hice las tostadas y luego preparé su café, yo me hice primero un capuchino. Hiccup todavía no bajaba así que fui arriba a buscarlo. Abrí la puerta de mi habitación y caminé hacia él, que seguía postrado en la cama, eran las 11:24 de la mañana, él tenía que ir a trabajar en cualquier momento. Acaricié su cabello.
— Hic... —susurré— cariño, debes levantarte.
Él comenzó a abrir lentamente los ojos para encontrarse con los míos, sonrió algo dormido y luego bostezó. Él se sentó en la cama y me miró sonriente, su carita de recién levantado me pareció muy tierna.
— ¿Te dije que te ves muy hermoso cuando te levantas? —pregunté acercándome a él.
Hiccup rió, le di un beso corto en los labios y él sonrió luego de eso.
— ¿Cómo dormiste? —preguntó acariciando mi brazo.
— Oh, muy bien —dije divertida, no habíamos dormido casi nada.
— ¿Podrías darme mi ropa? —preguntó con un leve sonrojo en sus mejillas.
Le di su ropa.
— Bien, pero cámbiate rápido, sino se va a enfriar —dije, le di un beso en la mejilla y salí de la habitación.
Bajé las escaleras y me fui directo a la cocina, me fijé si el desayuno ya se había enfriado y por suerte aún no, así que esperé a que Hiccup bajara para desayunar. Al medio minuto ell ya estaba bajando las escaleras, apoyé mis codos en la mesa y sonreí a su mirada tierna.
— ¿Así que cocinas? —preguntó enarcando una ceja.
— Es lo menos que podía hacer —dije sincera.
Hiccup me dio un corto beso en los labios y se sentó frente a mí a desayunar. Hablábamos y reíamos, pero lo peor es que sabía que en poco tiempo se tendría que ir.
— Bueno Mer —dijo tomándome las manos, estábamos frente a la puerta de casa—, te veo en unas horas ¿Sí?
— Ajá —respondí con una sonrisa medio chueca.
— Oye, te prometo que mañana estaré todo el día contigo —dijo.
— ¿Lo prometes?
— Lo prometo.
Tomó mi mentón entre sus dedos y me acercó para besarlo corta pero dulcemente. Despegó sus labios y sonrió al igual que yo, abrí la puerta por él y él salió algo apurado, se había hecho quince minutos tarde. Se subió al auto y yo le hice adiós con la mano, el tiempo era muy injusto como para que él hubiese podido compartir el gesto.
Entré a mi casa, no sabía que hacer, Angus todavía estaba durmiendo, de seguro no lo dejamos descansar ayer, y yo tampoco dormí, estoy cansada... sí, mejor voy a dormir.
Subí las escaleras con mucha pereza y entré a mi habitación, la cama estaba toda revuelta, me acosté ahí... tenía olor a Hiccup. Abracé la almohada con una enorme sonrisa, la acomodé debajo de mi cabeza, cerré los ojos y no pasó mucho tiempo para que me quedase completamente dormida...
Sentía un peso sobre mí, abrí los ojos y tenía a Angus sobre mí agitando la cola de un lado a otro y con la boca abierta y lengua afuera. Estaba pidiendo para salir, solté un bufido, pero aún así me levanté y me fui con Angus al parque.
Hacía frío pero brillaba el sol y no había probabilidades de lluvia ésta vez, tenía la correa en las manos y Angus paseaba olfateando y orinando árboles y arbustos entonces alcé la mirada, no me molestaba ver a Angus haciendo sus necesidades, pero había paisajes más bonitos, así que levanté la cabeza y vi por detrás de unos árboles una cabellera rubia con cabello fino. Levanté un poco más mi cabeza y pude ver esa cara tan familiar... ¿Yani? ¿Annie? Agh, algo con A era... ¡Astrid! ¿Qué hacía ella aquí? Lo poco que la conocí se me hacía que estaría cogiendo con algun chico. Angus tiró de la correa y yo caminé dos pasos mirando un poco más, me di cuenta de que estaba hablando con alguien, la persona estaba dada vuelta, pero cuando pasaron todas esas ramas y hojas reconocí esa silueta; era Hiccup. Enarqué una ceja con una mirada confusa, solté la correa de Angus y dejé que paseara solo, me acerqué un poco más a ellos dos y me escondí detrás de un arbusto para poder escuchar lo que decían.
— Sabes que a ella no la quiero ¿verdad? —escuché decir a Hipo.
— ¡Entonces corta con ella y quédate conmigo! —dijo Astrid molesta.
— ¡Astrid! Ella tiene cáncer, aparte en poco tiempo morirá, sólo no quiero lastimarla mucho ¿Entiendes? Pobre chica —dijo Hiccup.
Mis ojos se humedecieron y sólo una lágrima resbaló por mi mejilla, me la sequé con mi manga y después miré hacia el frente no quería verlos, pero necesitaba oír lo que Hiccup decía sobre mí y luego darle una bofetada o algo.
— ¿Tanta lástima le tienes? Wow —dijo Astrid.
— Sólo quería ayudarla, pero te prometo que mañana estaré todo el día contigo —dijo Hiccup.
Seguido de eso tomó el mentón de Astrid entre sus dedos y luego la acercó a él y la besó. Exáctamente lo mismo que hizo conmigo. Salí de mi escondite y miré a Hiccup fulminante, ellos se separaron al instante, pero cuando estaba por decir algo...
— ¡Mer! Despierta —oí mientras me sarandeaban en la cama.
Abrí los ojos y ahí estaba Hiccup... Dios, todo fue un sueño. Estaba en shock todavía y no sabía que hacer... o mi cuerpo no respondía o algo por el estilo, porque me quedé tildada mirando a ningún punto fijo.
— ¿Estás bien? —preguntó Hiccup acariciando mi brazo.
Yo asentí nerviosa.
— Sí, sí... sólo una —hice una pausa para tomar aire— pesadilla.
Él sonrió.
— ¿Qué hora es? —pregunté.
— Las seis de la tarde —dijo divertido.
Abrí los ojos como platos ¡Nunca había dormido tanto! Lo miré a los ojos y me reí de mi misma.
— Una persona no puede dormir tanto —dije.
Hiccup rio me miró a los ojos con una sonrisa tierna.
Caminábamos por el centro tomados de la mano pero ésta vez, por suerte no había tanta gente como la anterior, en cualquier momento iba a caer la noche y yo me la pasé toda la tarde con Hiccup, tomamos un helado que pagué yo aunque él haya insistido en que él debía pagarlo yo me negué rotundamente y le di el billete al hombre. Hiccup era divertido, pero nunca me habría esperado que me jalase del brazo y me obligara a entrar en un karaoke. Miré a todos los lados con la boca ligeramente abierta, acababa de pasar una chica rubia, al instante la reconocí; esa chica era Rapunzel. Escuché su voz, era muy hermosa y tenía una buena forma de afinar, sonreí, claro que yo no sé cantar y que NO subiré a ese escenario. Hiccup esperó a que Rapunzel bajara, aún tomados de las manos nos acercamos a la rubia y ella al vernos sonrió.
— Hola chicos, no sabía que les gustaban los karaokes —dijo Rapunzel con su sonrisa.
— En realidad... —iba a decir pero Hiccup me interrumpió.
— ¿Jack está contigo? —preguntó él. Rapunzel asintió.
Rapunzel nos dirigió hacia la mesa en la que Jack estaba sentado con un vaso de ¡Oh! Cerveza. No me agradaban éstas personas, pero por alguna razón a Hiccup sí, así que debía aguantarlas por él.
— ¡Hic! —dijo Jack, ahora estaba más sobrio que nunca.
Hiccup sonrió e hizo un apretón de manos amistoso con Jack, luego a mí me saludó con la mano y una sonrisa simpática, yo sonreí algo forzada.
Mequieroirmequieroirmequieroir.
— ¿Qué hacen aquí? —preguntó Jack.
¿Por qué preguntaban eso? ¿Que acaso no podemos divertirnos y salir a karaokes como hacen las personas normales? Estaba algo irritada.
— Sólo paseábamos, y Mer cantaré conmigo —dijo.
— ¿Eh? —dije.
— Sí, lo harás —dijo firme y volvió a su conversación con Jack.
Iba a contradecir pero unos brazos me jalaron hacia atrás, iba a gritar, creí que sería un secuestrador o peor; Flynn. Pero al girarme y gritar vi a Rapunzel. Por el grito que pegué todos me quedaron viendo, y la música paró, yo quedé estática... mierda, siempre me pasaban éstas cosas a mí.
— C-creí ver un fantasma —dije seguido de una risita nerviosa.
¿Un fantasma? ¿¡En serio!? Agh, no sirvo para éstas cosas. Todos me miraron confundidos y luego volvieron con su música y todo fue normal. Solté un suspiro aliviada pero Rapunzel siguió jalándome. ¿Qué quería esta?
— Mira si es algo con hombres, te aviso que yo no soy una zorra como tú y tus amigas —le dije soltándome de su agarre.
— Mira, necesito explicarte algo —dijo—, pero tiene que ser algo más privado.
Enarqué una ceja.
Estábamos en el baño de chicas, Rapunzel me hablaba mientras se maquillaba.
— Yo sé que no te caigo bien —dijo aplicándose rimel—, sé que crees que soy una zorra y una chica plástica.
— Valla qué inteligente rubia —dije irónica.
— Mira Mérida —dijo mirándome sin maquillarse, estaba seria ahora—, la verdadera razón por la cual dije eso es... agh, Elsa, Anna y Astrid son las únicas chicas a las que por suerte les caigo bien, pero resulta que son unas zorras que cogen día tras día con ocho hombres nuevos por semana. Yo jamás lo he hecho con nadie, te lo juro, sólo dije eso para agradarles.
Enarqué una ceja.
— Pues es totalmente patético lo que hiciste —le dije, ella me miró ofendida—, si pretendes ser alguien que no eres para agradarles a otras personas, deberías tener en cuenta que no les agradas de verdad ya que les agrada la persona que tú no eres.
— Lo sé, pero de verdad necesito buenos amigos —dijo.
— ¿Y por eso me dijiste todo ésto? —pregunté.
Rapunzel asintió, nos quedamos en silencio ¿Yo? ¿Amigas? No, suficiente con el daño que le haré a Hiccup cuando muera, Rapunzel aún no me convence tanto, pero sé que dice la verdad, aunque me parezca muy estúpido lo que hace ¿Para qué fingir ser alguien más? Ya existe una versión de todos ellos, pero cada persona es única (Frase B|).
— Oye —hablé, Rapunzel me miró— ¿Por qué todos nos preguntan qué hacemos aquí?
Rapunzel se mordió el labio dudando en decírmelo o no.
— Es que... es raro ver a Hiccup en un lugar así —dijo.
— ¿Eh?
— Hiccup no es la persona a la que le gusta cantar o la música o siquiera las fiestas —dijo—, Hiccup odia cantar, lo odia con todo su corazón alma y vida.
Me quedé estática ¿Era cierto? Pero, Hiccup siempre fue buena onda con la música y el canto y... todo. ¡Agh! Hoy tendré una seria charla con él.
Miré a Rapunzel, aún me intrigaba ella, y para esfumar mis pensamientos hacia el castaño sólo me queda preguntar...
— Y... ¿Jack y tú son..?
— No —dijo con la cabeza gacha—, no me ve como lo que yo lo veo, te explico, estamos en un triángulo amoroso, a mí me gusta Jack, a Jack le gusta Elsa, a Elsa le gusto yo.
Ahh... ¡UN MINUTO! ¿¡QUÉ!?
— ¿Le gustas a Elsa? N-no entiendo —dije.
Abrí ligeramente la boca.
— ¿Es lesbiana? ¿Y por qué se acuesta con hombres? —pregunté sorprendida.
— Es bisexual, pero le gustan más las mujeres —dijo encogiéndose de hombros.
Me senté en la mesa mientras Jack y Hiccup hablaban, Rapunzel me contaba cosas sobre sus amigas, pregunté sobre Astrid y Hiccup, me dijo que habían tenido un romance, pero fue muy corto, a Astrid de verdad le interesaba Hiccup, pero sólo por el hecho de tener mucha plata. A Hiccup no le gustó más Astrid al saber que ella sólo estaba interesada por su fortuna y así rompieron. Que suerte...
— Ahora por favor —escuché hablar a el hombre en el escenario—, pasen Hiccup y Mérida, Chandelier.
Abrí la boca formando una perfecta "O", Hiccup se rió de mi expresión, me tomó de la mano y me levantó, él me llevó mientras toda la gente nos aplaudía, no puedo creer que lo haya hecho, cuando estábamos arriba del escenario yo seguía en shock.
— ¿Son pareja? —preguntó el hombre.
— Síp, ella es increíble —dijo Hiccup tomando mi mano y llevándose un "Awww" del público.
— Bueno, mucha suerte Hiccup y Mérida —dijo el hombre bajó del escenario.
Me dieron un micrófono a mí y otro a Hiccup, seguía con mi boca abierta y no presisamente para cantar, Hiccup me tomó la mano, sólo pude apretar con fuerza el micrófono. Empezó la música, Hiccup comenzó a cantar pero yo no hice nada, Hiccup cantaba bien pero yo la iba a cagar.
— Vamos Mer canta —me susurró.
— ¡No! ¿Estás loco? —le dije también en susurro.
— Sí, estoy loco. Estamos locos —dijo.
Lo miré a los ojos y me mordí el labio, justo venía el estribillo entonces ambos cantamos, sonó horriblemente pero nosotros sólo nos reímos y seguimos cantanto, él me giraba o sólo me miraba con una sonrisa, yo reía también mientras cantaba, la gente soltaba "Awww's" o "El castaño está re bueno", o cosas como "Son terribles, pero se ven geniales", aunque simplemente no me importaba, no escuché mas nada, sólo me perdí en los ojos verdes de él. Estaba loca. Estábamos locos.
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