↯ CAPÍTULO SIETE
▬  ❝ ellas volvieron ❞  ▬

EL CAMINO A LA CASA DE LOS DENNISON FUE MAS CORTO DE LO QUE MÉREOPE HUBIERA PENSADO, aunque lo agradecía ya que sus piernas le gritaban que se acostara de una buena vez y sus ojos le pedían cerrarse de igual o peor forma que estas.

La casa seguía a oscuras, al parecer los progenitores de los chicos seguían en la fiesta, disfrutando de la joven madrugada que yacía en Salem.

Max encendió la luz de la cocina-comedor, enterándose que en verdad no había nadie en casa y solo estaban ellos cinco en la casa.

—¿Mamá? ¿Papá? —grito el chico, buscando a sus padres con la mirada.

—¡Trajimos un gato y una nueva amiga! —grito felizmente Dani, llevando en brazos a un Thackery más dormido que despierto—. ¿Mamá?

—Supongo que deben seguir en la fiesta —el muchacho se encogió de hombros frente a Allison y Méreope—. Pasen Mér, Allison.

No tuvo que repetirlo cuando la pelirroja ya subía las escaleras completamente exhausta, necesitaba dormir, necesitaba el azúcar que sus gomitas le proporcionaban, necesitaba su cama, los ronquidos de Parvati y Lavander, los susurros lectores de Hermione...

Al llegar al cuarto del muchacho Dennison, se dejo caer aun lado de Dani quien ya le había dado un buen tazón de leche a Binx y este gustoso la tomaba.

Ambas habían llegado a un acuerdo, Méreope tendría que llevárselo a Hogwarts y lo llevaría de vez en cuando a Salem para que ellos pudieran pasar tiempo juntos, ya después volvería por él. O también estaba el proceso de las cartas, sería mas tardado, pero efectivo a la vez.

—Ahora eres mi gato también —habló Dani, rascando las orejas de gatos mientras bebía un poco de leche—. Méreope y yo nos encargaremos de que tengas pescado y leche todos los días. Y ya no querrás mas ratones.

—Oigan, me van a convertir en un gato gordo, inútil y perezoso —respondió.

Ambas rieron ante lo dicho por él, mientras que Allison y Max se sentaban en las escalera del cuarto de este último.

—Es verdad —murmuro Méreope, mientras Binx se acostaba en el pecho de Dani y ella se levantaba de la cama, yendo hacia ambos adolescentes.

—Siempre te cuidare —murmuro Dani—. Mis hijos lo harán, los hijos de mis hijos también, luego los suyos también, y los de ellos... para siempre.

Méreope sonrió de costado.

—Mér, ven aquí —la pelirroja corrió hacia ellos, recostó su cabeza en el hombro de Max, mientras que Allison le compartía de su manta ya que veía la vestimenta que la pelirroja llevaba puesta.

—Si no conociera a Binx, diría que es un ángel —luego se recostó más—. Lastima que lo conozco y se que se haría popo encima de las personas.

Recordaba cómicamente como Thackery se había echó del baño encima de Seamus como por dos semanas seguidas.

—Duerme un poco, Mér —murmuro Max.

Sin que lo repitiera, se dejo caer dormida entre los brazos de sus nuevos amigos muggles, creyendo que todo ya había terminado.

Que ilusa.

[...]

Méreope sintió una punzada en su costado, rápidamente abrió sus ojos y sobo esa parte de su cuerpo, mientras veía como Allison y Max se daban miradas bobas.

—Son... empalagosos —murmuro la pelirroja, haciéndolos reír a ambos—. ¿Fui la única que sintió un pinchazo en el estomago?

Ambos chicos asintieron a lo que ella bufo.

—Genial, ya no tengo sueño —ató su cabello en una coleta y sobo su rostro—. ¿Qué hora es?

Allison se levanto y tomo el reloj que estaba encima de los tres, lucia asustada.

—Oh por dios —mascullo—. Son las cinco.

—¡¿Qué?! —murmuro nerviosa la adolescente, levantándose de un brinco de las escaleras mientras se quejaba del dolor de espalda—. Dumbledore va a matarme, no, él no. ¡TODOS ME VAN A MATAR!

—Igual que a ti, mis padres van a matarme —concordó Allison—. Ya me voy.

—¿No puedes quedarte?

Allison sonrió—. Si Mér se queda, yo lo hago.

Méreope hizo una mueca, ella ya quería irse, pero al ver la cara de cachorro regañado que Max comenzaba a poner, no tuvo mas remedió que rodar los ojos y aceptar.

—Bien, me ire a las 7 en punto. ¿Entendido?

—¡Si!

—Claro —Allison sonrió de nuevo y miro a Dani que dormía junto a Thackery—. Pobre Binx.

—Si, pobre —concordó Max—. Le debemos todo, y a ti también, Mér.

—Gracias, gracias —la pelirroja sonrió con arrogancia, haciendo que rieran por lo bajo.

—Mér —ella se giro hacia el chico—. ¿No habrá manera de ayudarlo?

—El libro —sonrió de costado y se acerco a el junto a Allison, tomando el libro antes de sentarse—. Las brujas lo usaron para hechizarlo, tal vez hay un modo de quitárselo.

—Mhm... no lo se, Binx dijo que no lo abriéramos —Méreope mordió su labio inferior. Max tenía razón, por primera vez en la noche.

—Las brujas ya no existen —hablo Allison—. Méreope es la nueva dueña, ¿Qué podría ocurrir?

Max y Méreope miraron a Binx, ella estaba muy agradecida con él y... quería pagarle todo lo que había echo por ella los dos últimos meses.

—Bueno, ten cuidado Ali —murmuro Méreope—. No deberá ocurrir nada, es mío ahora.

Max asintió de acuerdo.

Allison no tardo en abrir el libro, mientras que los tres leían los hechizos, advertencias y demás cosas que este tenia dentro.

Méreope sabía que era magia negra muy avanzada, de lo contrarío, su cicatriz no hubiera dolido como lo hizo en ese momento.

—¿Reconoces estos hechizos, Mér? —pregunto con fascinación el chico, quien observaba cada página con lujo de detalle.

—La mayoría no —afirmo—. Es magia negra avanzada, las clases de DCAO no te explican esto, es mas como un repele a dichos hechizos y maldiciones imperdonables.

—¿Imperdonables? —cuestiono Allison, mirándola.

Méreope asintió—. Son tres, y están prohibidas, solo los magos malvados las emplean para hacer sufrir, controlar y matar a las personas.

Los dos muggles asintieron, se veía que eran malas y más para que una pequeña de trece años hablara así de ellas, por lo que decidieron cambiar el tema con rapidez para evitar que ella se incomodara contándoles los detalles de cada una.

—Oh, escuchen esto —Méreope dirigió su mirada a donde Allison miraba—. Solo un circulo de sal, protegerá a tus victimas de tus poderes.

—¿Tienes sal? —pregunto la pelirroja a Max y este asintió como respuesta—. Vayamos por un poco, solo por protección, ya saben.

Iban a levantarse pero entonces, Binx cayo en el libro, cerrándolo por completo mientras rugía en desacuerdo.

—¡¿Qué están haciendo?!

—Solo queríamos ayudarte, Thackery —intervino Méreope, mirándolo con pena.

—No lo hagan. Nada bueno saldrá de este libro. ¿Entendieron? —se giro a Méreope—. Y tu no los usaras, nunca, es peligroso.

Thackery bajo del libro y Max se giro hacia Allison.

—Deberíamos irnos, Mér, quédate con Binx y intenta calmarlo ¿si?

Méreope asintió, saltó a la cama de Dani y la abrazó un poco.

—Trata de dormir un poco mas, Mér —murmuro Thackery—. Usaras mucha energía para volver a Hogwarts.

—De acuerdo Binx —el gato se echó en su pecho y esta lo acaricio—. Lo siento, Thack, quería ayudarte a que fueras feliz de nuevo.

El rió—. ¿Qué dices, Mér? Soy feliz ahora, contigo. Ahora tu eres mi familia, al igual que ellos.

Ella sonrió e iba a decir algo, pero el sonido de una ventana siendo rasgada la interrumpió.

—Tu varita Mér, sácala —ella, entrando en pánico, asintió.

Se levanto de la cama y comenzó a buscar la varita por todos lados, en la mesa, en el suelo, en la cama... pero no estaba.

—Binx no... —un rugido se escuchó y detrás de ella vio como Binx luchaba por salir de una bolsa envuelta—. ¡Thackery!

—Oh, hola... sobrina —oyó la voz de Winifred detrás suyo y antes de voltear, sintió como alguien tapaba su boca—. No, no, no, no puedes hablar —soltó una risa—. ¿Buscabas esto? —le mostro su varita y esta intento moverse y pedir ayuda, pero el agarre de Winifred era bastante resistente—. No la necesitaras —sin más, la arrojó al suelo.

—Mhm...

—No entiendo cariño, ¿el dragón se comió tu lengua? —volvió a reír—. No termine nada con Ismaí... contigo, lo disfrutare mas.

—Winnie... —señalo como con la varita de Méreope había tumbado un florero, mientras sostenía también a Dani—. Ya vienen.

—Demonios —miro a todos lados hasta que quedo mirando su ropero—. Al ropero. Sarah, imita a la chiquilla.

Sin poder hacer nada más, las brujas, Méreope y Dani entraron al ropero. La pelirroja miraba como sus amigos entraban a la habitación, buscándolas a ambas, sin éxito alguno.

Méreope notó como Winifred ya llevaba el libro en manos así que, oficialmente, estaban perdidos, todos.

Max quitó la sabana que cubría a "Dani" y a "Méreope" encontrándose con Sarah, en lugar de su hermana y amiga.

Winifred salió del ropero junto a su hermana y ambas chicas, haciendo que Allison soltara un grito ahogado al verlas de tal modo.

—¿Buscan esto?

—¿Y esto?

El libro miro de arriba abajo a Max haciéndolo gritar al igual que a Allison.

Winifred abrió el libro en una página exacta, haciendo que un hechizo golpeara a Max y este fuera de cara contra su batería -un artefacto muggle que reproducía música–.

Allison se rodeó con la sal, haciendo que Winifred y sus dos hermanas rieran.

—Que lista, serías una buena bruja blanca si mi sobrina no te quitara el puesto —Méreope se quejo y trato de liberarse, más no pudo—. Calla cariño, sigues siendo una horrible bruja blanca —se giro a Allison—. Eso no salvara a tus amigos. Vamos hermanas, la magia de la vela se acaba.

Las tres hermanas subieron a la parte de arriba de la habitación, explotando esta misma con otro hechizo, y yéndose de ahí.

Allison recogió la varita de la pelirroja con rapidez, y se acerco a Max para ayudarlo.

Ni Dani, ni Méreope estaban a salvo con esas brujas y mucho menos, si necesitaban el poder de esta misma para vivir.

———AUTHOR'S NOTE. ¡chicuela y chicuelos! ¡holaaa! Si, actualización por halloween... como verán, al libro le quedan (mínimo) dos o tres capítulos más, así que probablemente terminará esta semana y regresaremos con el libro habitual.

recuerden: voten, comenten y compartan la historia para que así crezca esta pequeña gran familia💕.

eso es todo travesuritas, soooooo

-✨Travesura Realizada✨-

Majo P.