↯ CAPÍTULO TRES
▬  ❝ los tres muggles, la bruja y el gato negro ❞  ▬

LAS TRES BRUJAS LOS HABIAN ENCONTRADO FINALMENTE, ALGO QUE ALARMABA A LOS CHICOS Y AL POBRE GATO. Méreope quería creer que aquello no era mas que un mal sueño y al despertar estaría hablando junto con Harry, Ron y Hermione en la Sala Común, pero no, lo comprobó después de haberse pellizcado un par de veces.

Allison –a pesar de no conocerla del todo– quería protegerla, así que sin pedirle permiso la puso detrás suya al igual que Max a Dani.

El trio de brujas volaban sobre sus escobas mientras evitaban tocar el piso santo a toda costa.

Los cuatro terminaron escondiéndose detrás de una roca mientras que la pelirroja empuñaba por lo bajo su varita, pensando en cualquier hechizo que podría servirle.

Las brujas se separaron para intentar tomar el libro de Winifred, pero claro estaba que los muggles y la brujita no iban a permitirlo tan fácilmente.

Sarah apareció por su derecha, queriendo llevarse a Max en el proceso pero Allison logro correrla de ahí tras golpearla con una rama del panteón.

—Libro... —canturreo Winifred, llamando a su libro el cual comenzaba a flotar en su dirección.

Arriesgándose, tanto Méreope como Binx se lanzaron hacia el libro evitando que este siguiera yendo hacia su dueña.

—Eso no —murmuro Thackery hacia Winifred, haciendo que esta notara a la pelirroja y al gato.

—Thackery Binx, gato sarnoso... ¿Estas vivo? —se burlo la mujer, mirando como los otros llegaban con ellos.

—Si y esperando por ti —rugió Binx.

—Pues esperaste en vano y no podrás salvar a tus amigos como no pudiste salvar a tu hermana y a tu amada...

Méreope, quien para este momento ya estaba más que enojada, se paro y conjuro lo primero que a su mente llego—. ¡Expelliarmus!

Aquel hechizo había provocado que la bruja saliera volando junto con su escoba a pocos metros de ellos.

Sarah y Mary se pusieron a sus lados, mientras Winifred hablaba—. Pero vean hermanas... si es la viva reencarnación de nuestra pequeña sobrina. ¿Qué podremos hacer con ella?

Las tres rieron provocando que los bellos de la pelirroja se erizaran y sin más, comenzó a correr junto con los demás que parecían asustados de lo que aquellas brujas pudieran hacerle a Méreope.

Las brujas comenzaron a perseguirlos, mientras murmuraban cosas que podrían llegar a hacerles en cuanto los atrapasen.

Los cuatro humanos y Binx se escondieron debajo de un enorme árbol, utilizando la poca luz que había para lograr esconderse mejor.

—¿Aquí no pueden tocarnos? —pregunto Max, refiriéndose a que si las brujas podrían tocar la tierra santa.

—Bueno, ellas no —afirmo Thackery, con los nervios en la punta de su pelaje.

—No me gusta como suena eso —interfirió con la voz rota Dani, la cual tomaba la mano de Méreope.

—Estoy de acuerdo con ella, no me gusta como se oye eso —confirmo la pelirroja, tragando duro.

No paso mucho cuando las tres brujas ya estaban frente a ellos, con aquellas sonrisas espeluznantes que podrían asustar a cualquiera que las viera.

—Amante infiel, huesos sin piel eternamente sepultado, mueve los dedos, abre los ojos, mete los dedos de tus despojos, la vida es dulce, que no te de pena, ponte de pie, la luna esta llena —Méreope cerro los ojos con cansancio, ella solo iba a cuidar una vela, no a lidiar con personas resucitadas.

El suelo comenzó a temblar debajo de ellos, logrando que la pelirroja cayera junto con Max en dirección a un árbol, daba la casualidad que habían terminado cayendo sobre la tumba de William Butcherson, el cual estaba ansioso por salir de su tumba.

Lastima que había cuatro personas y un gato que no estaban contentos con este hecho.

Max tomo el brazo de Méreope y esta sostuvo a Dani que parecía estar a punto de caer en un colapso nervioso al igual que Allison.

Méreope trataba de conjurar un contra hechizo, pero la mala noticia era que no se sabia ninguno para tal grado de magia oscura.

La tumba de Billy había quedado salida, y cuando Méreope iba a suspirar de alivio fue cuando enfocó mejor su vista y entonces abrió los ojos con sorpresa. El antiguo ataúd había sido roto por dentro, dejando salir una fea mano con ropa de hace años y finalmente un cuerpo completamente zombieficado que parecía igual de malo como en aquellas películas muggles que Méreope solía ver con Nymphadora.

El Billy resucitado giro a su izquierda, topándose con tres adolescentes y una niña.

Los cuatro chicos y Binx voltearon a verse y sin poder evitarlo soltaron un enorme grito que pudo aturdir a cualquiera, menos a ellos, que parecían estar bastante ocupados como para centrarse en aquello.

Thackery se poso en el hombro de su dueña y así sin mas comenzaron a correr, no queriendo quedarse a averiguar que tal esta la vida de un muerto.

—Tranquila Mér, no te alarmes —gritaba Binx hacia su dueña—. Ellas lo notaran.

—¡No puedo calmarme! ¡Hay tres brujas y un resucitado que quieren matarnos!

Thackery no respondió ya que habían llegado a donde podrían escapar sin ser vistos por aquella brujas.

—¡Por aquí! —aviso y sin mas, se tiro en uno de los pequeños huecos de ahí.

Méreope ayudo a Dani para que lograra bajar y después se dirigió a Allison, ayudándola también.

—¿Méreope? ¿Max? —los llamaron desde abajo.

La pelirroja miro a Max el cual le arrojo el libro y hablo.

—Baja, tengo que distraerlo un poco —Max vio la duda en el rostro de su nueva amiga por lo que volvió a hablar esta vez mas fuerte—. ¡Vamos, baja!

Méreope suspiro, lanzo el libro al hueco y sin mas se tiro dándose cuenta que todo estaba oscuro por ahí.

Allison ayudo a que se pusiera de pie, recibiendo una sonrisa por parte de la pelirroja—. Gracias.

—No hay de que.

La Gryffindor noto como Binx se posaba en su hombro por lo que le dio un par de caricias sobre su lomo, necesitaba calmarse aunque fuera un poco.

—Mér —la llamo Binx—. ¿Puedes encender tu poder? Así no tropezaremos con cualquier cosa.

Méreope asintió y sin mas, comenzó a pensar en el fuego y en como aquel le daba calma y serenidad al usarlo.

Cuando menos lo espero, su mano se prendió en fuego al igual que sus ojos cambiaron a un naranja brillante. Las chicas le sonrieron agradecidas, aquello ya no les sorprendía como hace unos minutos, en cambio, agradecían su ayuda.

A los pocos minutos llego Max, el cual parecía haberle quitado la cabeza al resucitado Billy.

—¿Estas bien? —le pregunto Allison a Max, el cual, tomaba el libro entre sus manos.

—Si —respondió Max—. ¿Qué es este lugar, Binx?

—Es la cripta de Salem, conecta al drenaje y a la calle —informo el gato, que aun estaba en el hombro de la pelirroja.

—Que bonito —murmuro con sarcasmo Méreope, viendo las ramas y las telarañas a su alrededor.

—Eh, no miren hacia arriba —informo Max en cuanto Méreope acerco la mano que estaba en llamas hacia un esqueleto.

—Descuida, no mirare —hablo Dani, que no tenia muchas ganas de ver nada de por ahí en realidad.

—Tranquilos, he casado ratones aquí por años —hablo Binx, bajándose de su dueña y yendo al frente para poder guiarlos.

—¡¿Ratones?! —murmuro asqueada Dani—. Que agradable.

Y sin más que hacer y sin querer perder mas tiempo comenzaron a caminar, no queriendo toparse de nuevo con dichas brujas y el muerto resucitado.

[...]

Ya habían caminado un gran trecho de la cripta, no tenia el mejor olor o la mejor vista pero los ayudaba a desplazarse sin ser vistos.

—Por aquí —indico Binx.

Méreope iba en medio, justo detrás de Max y Dani, mientras que Allison iba a su lado.

El lugar comenzaba a cambiar, quizás habían llegado ya a alguna alcantarilla de Salem o a algo parecido.

La pelirroja sabía que Allison comenzaba a confiar en ella, desde que la ayudo supo que no era mala persona solamente estaba asustada y... bueno, ¿Quién no lo estaría? Hay tres brujas queriéndolos matar, y eso no pasa todos los días.

O al menos no para los muggles.

Y sabía que el lugar necesitaba un poco más de... entusiasmo ya que todo estaba muy tenso así que...

—¿Allison, no? Bueno, yo que tú comienzo a acercarme más a Max antes de que alguien te lo quite, por que digo: tú y yo solo somos conocidas —hablo por lo bajo Méreope sonriéndole a Allison.

La pelirroja vio –gracias a la iluminación de su poder– como Allison adquiría un sonrojo en sus mejillas y mantenía una mueca en su rostro.

Mientras que la castaña boqueaba como pez, ella intervino de nuevo.

—Pero ñe, ¿sabes? no es completamente mi tipo, te lo regalo —dejo un apretón en su hombro divertidamente.

Allison rió mientras negaba frenéticamente, la pelirroja le caía bien—. Gracias por el regalo, supongo.

—Falta poco —escucharon la voz de Binx por lo que rieron ambas una ultima vez antes de seguirlos—. Es por acá.

Méreope resoplo, el olor en esa zona incremento muchísimo.

—Vamos Binx.

—¡No Max! ¡Por acá, torpe!

—Corre Max, ¡Vamos!

Finalmente, habían llegado a la salida a la calle mediante una cañería.

La pelirroja cerro su mano, dejando todo oscuro nuevamente.

—La escalera —indico Binx—. Vamos.

Méreope se recargo en la escalera mientras veía como Max subía estas junto con su gato en el hombro.

Max abrió la tapa de alcantarilla, dejando así que Binx saliera primero.

No paso mucho cuando el grito de Max alarmo a la pelirroja de sobremanera.

—¡Binx, cuidado!

Y ¡puff! Méreope sintió como su corazón dejo de latir en cuanto un camión paso encima de Thackery Binx, dejándolo muerto.

O eso creía ella.

Sus ojos se cristalizaron en cuanto Max bajo la tapa antes de que el camión lo aplastara a él también.

—¡Binx, no!

La pelirroja no espero más y con lagrimas bajando por sus mejillas salió de la alcantarilla siendo seguida por Max, Allison y Dani. Esta ultima también lloraba mientras que Allison y Max veían a Méreope pasar una mano por el torso aplastado de Binx.

—Dios mío —murmuro Max, viendo el cuerpo en el suelo del gato.

Max puso su mano en el hombro de la pelirroja, sintiéndose culpable—. Fue mi culpa.

—No es tu culpa —hablo la pelirroja, quitando una de sus lagrimas—. Es mío, yo debí cuidarlo más.

Méreope no pudo terminar de hablar ya que miro sorprendida como el cuerpo de su gato comenzaba a tomar forma de nuevo, como si no hubiera pasado nada.

—Miren —murmuro Dani.

Binx al recobrarse por completo se sacudió y miro a la pelirroja frente a él.

—Odio que eso pase —farfullo, sentándose en el pavimento—. ¿Que? —pregunto al ver que todos lo miraban asombrados—. Les dije que no puedo morir, no si Mér sigue con vida. ¿Mér, estas bien?

La pelirroja asintió de a poco mientras comenzaba a sonreír, pasando una de sus manos por detrás de sus orejas.

—¿Y tu, Dani?

La pequeña que también lloraba asintió hacia el gato, al parecer tendría bastante vida gracias a Méreope—. Bien, entonces vamos.

Trepo al hombro de su dueña, restregó su cabeza contra la de ella de forma cariñosa y así siguieron caminando dejando atrás aquella dramática escena.

Comenzaron a correr, en busca de algo o alguien que pudiera ayudarlos pero al parecer todos en aquella ciudad o bueno, todos los adultos, parecían estar en una fiesta de la cual Max y Dani le habían contado.

Hasta que, fuera de una tienda, encontraron a un "policía" –que bien podría ser un auror también– el cual podría ayudarlos, claro, si les creía.

—¡Oficial! ¡Oficial! —lo llamo Dani al llegar.

Llevaba una moto de policía al igual que un par de gafas y su traje de trabajo.

—Oficial, necesitamos ayuda —hablo Allison esta vez

—¿Qué les pasa? —pregunto este, totalmente extrañado al verlos muy alterados.

—Dile —dijo Méreope hacia Max, al igual que Allison y Dani las cuales asintieron apoyando a la pelirroja.

—Bueno, es que... yo acabo de llegar y este... es que yo, eh... me metí a la casa Sanderson y resucite a las tres brujas.

—El más sutil, claro —murmuro de mala gana la pelirroja, golpeando su frente con su mano.

—Aquí tengo el libro —Max le mostro el libro en sus manos al oficial.

El oficial miro de arriba abajo a Max y hablo—. ¿Encendiste la vela de llama negra?

—Si.

El oficial bajo de su motocicleta y miro a los cuatro chicos frente a él.

—Bien, vengan —los alejo un poco y cuando estuvieron juntos con él, Dani hablo.

—Él es virgen —Méreope oculto una risa, mordiendo sus labios.

El oficial los miro en silencio por unos segundos, hasta que se dirigió a Max.

—Oye, ¿eres virgen?

Max asintió—. Si.

—¿En serio?

—¡Si quiere me pondré un letrero en la frente!

La pelirroja, ya sin poder aguantar mas cubrió su boca con su mano y comenzó a reír silenciosamente.

—Oficial no es broma —contribuyo Méreope una vez ya calmada.

—¡Oigan! Trato de proteger a la comunidad, ¿y ahora me quieren engañar? ¡Fuera!

—Vamos Dani —la pelirroja tomo de la mano a la niña y comenzó a correr.

—¡Y llévense a su gato también!

—Tonto —gruño Binx, trepando al hombro de Méreope.

—Los aurores son mejores, idiota —susurro la pelirroja mirando hacia atrás, viendo como una mujer se subía a la moto y sin más, se iban de ahí—. Ni siquiera era oficial.

Saco su varita y comenzó a morder nerviosamente la punta, evitando lanzarse algún hechizo por accidente.

—Busquemos a papá y a mamá, ellos nos ayudaran.

Y como no tenían otro plan seguro, ese era su única esperanza.