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004. bill weasley and méreope tonks

CAPÍTULO CUATRO
▬  ❝ bill weasley y méreope tonks ❞  ▬


















































LA VIDA EN LA MADRIGUERA ERA AUN MAS TRANQUILA QUE EN SU PROPIA CASA, o bueno, tranquila en el sentido de que no había gritos por parte de Nymphadora al golpearse o caerse, o demasiado ruido por parte de una misteriosa lechuza, que cada vez que llevaba una carta al hogar de la familia Tonks todo se ponía raramente tenso y su padre corría hacia su pequeño he improvisado despacho seguido de su madre.

No le tomaba importancia, debían ser asuntos personales con respecto a los familiares que su madre visitó durante las fiestas navideñas el curso anterior.

Méreope se había divertido muchísimo con tan solo ver la cara que puso su mejor amigo miope al ver hacia el espejo que estaba colocado encima de la chimenea de la cocina, mientras el espejo gritaba: «¡Que desagradable! ¡Métete bien la camisa!» aparte del tremendo grito que soltó al escuchar aullar y golpear las paredes al fantasma del ático de los Weasley.

Y mucho ruido si que había por parte de las ligeras explosiones que se escuchaban en el cuarto de los gemelos, y los irritantes gritos de Percy que causaban que Fred y George hicieran aun mas explosiones intencionales.

Y falto mencionar el enorme aprecio que todos parecían tener hacia Méreope y Harry.

La señora Weasley se preocupaba por ellos bastante, por parte de Harry hacia que comiera por lo menos cuatro veces al día y cocía algunos de los calcetines rotos de este mismo. Y por parte de la pelirroja, le hacía dibujar para que se relajase y no quemase todo a su alrededor –que era algo que no controlaba desde hacía semanas–.

Por lo tanto, Méreope consideraba a Molly Weasley como su familia, y Molly estaba gustosa con aquella acción de la menor.

[...]

Ya habían pasado unas cuantas semanas de que la pelirroja había llegado a la madriguera, al igual que Harry, quien apenas cumplía una semana ahí.

Al parecer este año todo se gastara aun más con tu ida a Hogwarts Ginny hablo Molly, recargada en la Isla de la cocina.

No pasaron ni diez segundos cuando un azabache y un pelirrojo fueron vistos por las tres pelirrojas en la cocina.

Méreope abrió la boca para hablar, pero un sonoro golpe a su lado la interrumpió haciendo que volteara rápidamente para observar quien se había golpeado en la cabeza y, al ver quien fue, solo supo que tenia que beberlo sospechado; Ginny.

Desde que su amigo había llegado a la madriguera, cada vez que Ginny se lo topaba por alguna razón en la casa ella se terminaba golpeando, o se caía, o algún accidente le pasaba.

Antes de que Méreope reaccionara, Ginny ya se encontraba debajo de la mesa tratando de sacar el cuenco que había tirado hace poco.

No seas así con ella, Potter alegó Méreope al azabache, señalándolo con un tenedor. Harry sonrió, nervioso. Si, sabía que no era buena señal que la chica tuviese cubiertos a su alcance cuando él hacía algo que la molestase.

Méreope rodó los ojos, pero igualmente le proporcionó un empujón amistoso con su hombro y sin más se sentó a la par de él para comenzar a desayunar.

Han llegado las cartas de Hogwarts hablo Arthur, entregándole su carta a Méreope, para después seguir con Harry y Ron, los tres sobres eran idénticos: de pergamino amarillento con la dirección escrita en tinta verde. Dumbledore supo que están aquí Méreope y Harry; a él no se le escapa ninguna. También han llegado cartas para ustedes dos añadió, al ver entrar tranquilamente a Fred y a George, todavía en pijama.

Hubo algunos minutos en silencio mientras leían sus cartas. A Méreope le indicaban que tomara el tren el 1 de Septiembre, como de costumbre, en la estación de King Cross. Se adjuntaba una lista de los libros de texto que necesitaría para el curso que viene:

Los estudiantes de segundo curso necesitarán:

- El libro reglamentario de hechizos (clase 2),
Miranda Goshawk.
- Recreo con la «banshee»,
Gilderoy Lockhart.
- Una vuelta con los espíritus malignos,
Gilderoy Lockhart.
- Vacaciones con las brujas,
Gilderoy Lockhart.
- Recorridos con los trols,
Gilderoy Lockhart.
- Viajes con los vampiros,
Gilderoy Lockhart.
- Paseos con los hombres lobo, Gilderoy Lockhart.
- Un año con el Yeti,
Gilderoy Lockhart.

Méreope leía y releía la lista frente a ella, la mayoría o mas bien todos sus libros asignados eran de aquel hombre llamado "Gilderoy Lockhart". Aquel cretino del que solía escuchar demasiado en su casa ya que su madre era realmente gran admiradora de él, simplemente patético.

Pero bueno, al menos se sabia sus libros de memoria, por lo que saber lo que él llegara a preguntar acerca de él mismo le sería bastante fácil –por desgracia–.

¡También a ti te han mandado todos los libros de Lockhart! exclamó Fred, después de revisar la lista de Harry. El nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras debe de ser un fan suyo; apuesto a que es una bruja.

En ese instante, Fred vio que su madre lo miraba severamente, y trató de disimular untándose mermelada en el pan.

Todos estos libros no resultarán baratosobservó George, mirando de reojo a sus padres. De hecho, los libros de Lockhart son muy caros...

Bueno, ya nos arreglaremos repuso la señora Weasley aunque parecía preocupada. Espero que a Ginny le puedan servir muchas de sus cosas.

Fue ahí en dónde la mirada de Ginny recayó en su –por ahora– única amiga, que con tan solo una mirada le trasmitía lo desilusionada que estaba con aquel hecho. No hace mucho la pequeña Weasley le había compartido uno de sus más grandes deseos para ir a Hogwarts sobre cosas que no hubiesen sido usadas por sus hermanos anteriormente, pero al parecer no se podría por completo.

¿Ya vas a empezar en Hogwarts este curso? preguntó Harry a Ginny

La mirada decaída y triste de Ginny fue remplazada por una pequeña mueca que estaba repleta de nervios, junto con un sonrojo que invadió a sus mejillas mientras le dirigía un asentimiento al azabache.

Y para rematar la vergüenza de la pobre Ginny, por accidente metió el codo en el plato de la mantequilla. Afortunadamente, el único que se dio cuenta fue Harry, porque Percy, el hermano mayor de Ron, entraba en aquel preciso instante. Ya se había vestido y lucía la insignia de prefecto de Hogwarts en el chaleco de punto.

Buenos días a todos saludó Percy con voz segura. Hace un hermoso día.

Se sentó en la única silla que quedaba, pero inmediatamente se levantó dando un brinco, y quitó del asiento un plumero gris medio desplumado. O al menos eso es lo que Méreope pensó que era, hasta que vio de quien se trataba.

¡Errol! exclamó Ron, tomando a la maltratada lechuza y sacándole una carta que llevaba debajo del ala. ¡Por fin! Aquí está la respuesta de Hermione. Le escribí contándole que te íbamos a rescatar de los Dursley, y llevaría ilegalmente Meli.

Ron llevó a Errol hasta una percha que había junto a la puerta de atrás e intentó que se sostuviera en ella, pero Errol volvió a caerse, así que Ron lo dejó en el escurridero, exclamando en voz baja «¡Pobre!». Luego rasgó el sobre y leyó la carta de Hermione en voz alta.

Para Weasley y Tonks
Queridos Ron, Méreope y Harry, si estás ahí...

     Espero que todo saliera bien y que Harry esté estupendamente, y que no hayas tenido que saltarte las normas para sacarlo, Ron, porque eso traería problemas también a Harry. Además, aun no sé si siguen vivos si Méreope despertó, ojala y los haya golpeado para que no vuelvan a raptarla, se los dejara como lección.

     Por otro lado, he estado muy preocupada y, si Harry está bien, les ruego que me escriban lo antes posible para contármelo, aunque quizá sería mejor que usaran otra lechuza, porque creo que ésta no aguantará un viaje más. Por supuesto, estoy muy atareada con los deberes escolares («¿Cómo puede ser?», se preguntó Ron horrorizado. «¡Si estamos en vacaciones!»), y el próximo miércoles nos vamos a Londres a comprar los nuevos libros. ¿Porqué no quedamos en el callejón Diagon? Cuéntenme qué ha pasado en cuanto puedan.

    Por cierto Mér –espero y estés leyendo esto–, ¿Qué tal todo con Theodore Nott? según me contaste, se habían escrito durante todo el verano, y a juzgar por la carta que me enviaste junto con la de él, puedo asegurarte que se alegrara mucho de verte en Hogwarts –yo sé a lo que me refiero–.

     Aparte que enviarte dos paquetes de gomitas es muy considerado de su parte teniendo en cuenta que comes dos paquetes al día, en otras cosas fuera de azúcar, ¡el collar es precioso! Aunque también me gusta el de la pequeña manzana –aunque no sepa quien te lo dio, claramente–.

Un beso de Hermione.

Las mejillas de Méreope comenzaron a adquirir un tono rojizo en sus pálidas mejillas, ella misma creía que estaba del mismo tono de su cabello. Harry y Ron trataban de procesar lo último que iba dirigido a la muchacha entre ellos.

Eh, yo voy a mi cuarto atino a decir Méreope, en un intento de salir de aquella situación.

Pero antes de poderse ir fue detenida por Harry, quien la sostuvo de su brazo para detenerla.

¿Enserio? ¿Nott? cuestiono Ron, prestando atención a ambos collares que colgaban del cuello de su amiga con una mueca. Hasta ahora se daba cuenta de lo que colgaba del cuello de la pelirroja.

Yo... bueno, si. Él también es mi amigo al igual que ustedes dos y Herms, Theo es un Slytherin diferente a los demás trato de justificarse Méreope rápidamente.

No es lo mismo, Issa respondió Harry, con el descontento fluyendo de su voz.

Si, si lo es trataba de encontrar las palabras adecuadas para poder darse a entender, sabiendo los prejuicios que ambos tenían con los que eran parte de la casa de las serpientes, él no es como Malfoy, o Parkinson.

Harry iba a replicar por defender al Slytherin aquel, pero fue interrumpido por Molly.

Bueno, no estaría mal, podríamos ir también a comprar vuestro materialdijo la señora Weasley, comenzando a quitar las cosas de la mesa. ¿Qué van a hacer hoy?

Hablaremos después chicos murmuro Méreope, yendo hacia Ginny, para después ambas correr escaleras arriba hacia la habitación de esta última para poder cambiarse.

Méreope, Ginny, Harry, Ron, Fred y George planeaban subir la colina hasta un pequeño prado que tenían los Weasley. Como estaba rodeado de árboles que lo protegían de las mirada sin discretas del pueblo que había abajo, allí podían practicar el quidditch, con tal de que tuvieran cuidado de no volar muy alto. Aunque no podían usar verdaderas pelotas de quidditch, porque si se les escaparan y llegaran a sobrevolar el pueblo, la gente lo vería como un fenómeno de difícil explicación; en su lugar, se arrojaban manzanas. Se turnaban para montar en la Nimbus 2.000 de Harry, que era con mucho la mejor escoba; a la vieja Estrella Fugaz de Ron incluso la adelantaban las mariposas. Cinco minutos después se encontraban subiendo la colina, con las escobas alhombro. Habían preguntado a Percy si quería ir con ellos, pero les había dicho qué estaba ocupado. Méreope sólo había visto a Percy a las horas de comer; el resto del tiempo lo pasaba encerrado en su cuarto.

Me gustaría saber qué se lleva entre manos dijo Fred, frunciendo el entrecejo. No parece el mismo. Recibió los resultados de sus exámenes el día antes de que llegaras tú; tuvo doce M.H.B. y apenas se alegró.

Matriculas de Honor en Brujería explicó George, viendo la cara de incomprensión de Harry. Bill también sacó doce. Si no nos andamos con cuidado, tendremos otro Premio Anual en la familia. Creo que no podría soportar la vergüenza.

Bill era el mayor de los Weasley, él y el segundo, Charlie, habían terminado ya en Hogwarts. Y por lo poco que Ginny le había hablado de Bill a Méreope, ella había acabado encantada con el mayor, y aun mas al ver lo atractivo que este era en una de las tantas fotos familiares.

Cuando George menciono a Bill, un pequeño suspiro de ensoñación salió de la boca de la pelirroja, siendo escuchada únicamente por Harry y Ron. El primero sintió una ligera presión en su pecho, como si se tensara involuntariamente: no le gustaba esa sensación. Por otro lado, Ron mantenía un semblante confuso en su rostro, aún sin comprender que era lo que había escuchado.

Méreope seguía metida en sus pensamientos, imaginándose en Egipto aun lado de Bill, caminando mientras charlaban tranquilamente y iban tomados de la mano... pero una voz la saco de sus pensamientos.

Meli, ¿Te gusta mi hermano? pregunto un tanto asqueado Ron: la imagen de su mejor amiga junto a su hermano mayor le resultaba extraño.

Todos se giraron hacia ella mientras ella cubría su –ahora– rostro sonrojado.

¿Eso es un si? preguntaron los gemelos, sonriendo con malicia.

Déjenla en paz defendió Ginny, fulminando con su mirada a sus hermanos.

Harry seguía mirándola, pero ahora con su semblante serio. Sentía algo incomodo dentro de él que no le agradaba para nada, y eso no ocurría desde lo de Nott unas horas atrás.

Solamente sabia que aquello le desagradaba bastante.

Bueno, bueno, cambiando de tema. No sé cómo se las van a arreglar papá y mamá para comprarnos todo lo que necesitamos este curso dijo George después de una pausa. ¡Cinco lotes de los libros de Lockhart! Y Ginny necesitará una túnica y una varita mágica, entre otras cosas.

Méreope sintió un nudo en su estomago, quería ayudar a los Weasley  –o como ella mentalmente los llamaba– próximos suegros y cuñados, pero muy apenas en su cámara tenía lo poco que había en la cámara casi vacía de su madre más lo que ganaba su padre y hermana, pero los ayudaría de una u otra forma y de eso estaba segura, demasiado segura.











━━━AUTHOR'S NOTE. ¡chicuelas y chicuelos! ajas con la Méreope JAJAJA anda con todo mi pelirroja.

a mi me encantaron los muy inocentes celos de Harry. deben saber que ambos son niños y ni siquiera saben de eso, están chiquitos todavía.

si bueno, mér tiene un ligero crush con el weasley mayor, creo que ella nos representa con gustarnos gente mayor...

recuerden, voten, comenten y compartan la historia para que así crezca esta pequeña gran familia💕

eso es todo travesuritas, sooooo

-Travesura Realizada-



Majo P.

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