024. quidditch ending
↯ CAPÍTULO VEINTICUATRO
▬ ❝ final de quidditch ❞ ▬
LAS VACACIONES DE SEMANA SANTA NO RESULTARON LO QUÉ SE DICE RELAJANTES. Los de tercero nunca habían tenido tantos deberes. Neville Longbottom parecía encontrarse al borde del colapso nervioso y no era el único.
—¿A esto lo llaman vacaciones? —gritó Seamus Finnigan una tarde, en la sala común—. Los exámenes están a mil años de distancia, ¿qué es lo que pretenden?
—Que puedas realizar un hechizo sin salir volando, Seamus —murmuro divertida Méreope, recibiendo un codazo divertido de este.
Pero nadie tenía tanto trabajo como Hermione. Aun sin Adivinación, cursaba más asignaturas que ningún otro. Normalmente era la última en abandonar por la noche la sala común y la primera en llegar al día siguiente a la biblioteca.
Ron se estaba encargando de la apelación en el caso de Buckbeak. Cuando no hacía sus propios deberes estaba enfrascado en enormes volúmenes que tenían títulos como Manual de psicología hipogrífica o ¿Ave o monstruo? Un estudió de la brutalidad del hipogrifo. Estaba tan absorto en el trabajo que incluso se olvidó de tratar mal a Crookshanks –y un poco a Binx quien no se cansaba de hablar y hablar–.
Harry, mientras tanto, tenía que combinar sus deberes con el diario entrenamiento de quidditch, por no mencionar las interminables discusiones de tácticas con Wood. Y si le sumábamos el evitar que cierto Hufflepuff coquetee con su Issa cada que el no ve, se le hace todo mas complicado aun.
Méreope había sabido organizarse, se había planteado a ayudar a Neville con algunas materias, al igual que a Dean y a Seamus, pasar tiempo con Ginny, convivir con Theo, Blaise y Daphne y evitar a Lupin quien ahora había tomado su palabra y comenzaba a buscarla a pesar que esta lo ignorase.
—Algún día tendrás que hablarme —mencionó Lupin antes de que la pelirroja diese vuelta por un pasillo, recibiendo un pulgar arriba de su hija haciéndolo sonreír: ya no estaba ignorándolo del todo.
La víspera del partido por la noche, en la sala común de Gryffindor, se abandonaron todas las actividades habituales. Incluso Hermione dejó sus libros.
—No puedo trabajar; no me puedo concentrar —dijo Hermione nerviosa.
Había mucho ruido. Fred y George Weasley habían reaccionado a la presión alborotando y gritando más que nunca. Oliver Wood estaba encogido en un rincón, encima de una maqueta del campo de quidditch, y con su varita mágica movía figurillas mientras hablaba consigo mismo. Angelina, Alicia y Katie se reían de las gracias de Fred y George. Harry estaba sentado con Ron, Méreope y Hermione, algo alejado del barullo, tratando de no pensar en el día siguiente, porque cada vez que lo hacía le acometía la horrible sensación de que algo grande se esforzaba por salir de su estómago.
—Vas a hacer un buen partido —le dijo Méreope, aunque en realidad estaba aterrorizada, buscaba consuelo en el dibujo.
El rostro de Ginny ya estaba listo y pintado, solo faltaba su cabello y túnica
—¡Tienes una Saeta de Fuego! —dijo Ron.
—Sí —admitió Harry.
—¡Jugadores! ¡A la cama!
Méreope sonrió y tomo el hombro de Harry—. Lo harás bien James, siempre lo haces bien.
Beso su mejilla y se fue directo a su recámara, dejando atrás a un muy sonrojado Harry en medio de la gran Sala Común, con una boba sonrisa decorando sus labios.
[...]
Los terrenos del colegio estaban tranquilos y silenciosos. Ni un soplo de viento azotaba la copa de los árboles del bosque prohibido. El sauce boxeador estaba quieto y tenía un aspecto inocente. Las condiciones para el partido parecían perfectas.
—¡Buena suerte, Harry! —le gritó Cho Chang.
Cho seguía mantenía una buena relación con Méreope, aún se reunían en algún punto del enorme castillo para charlar. Era una buena amistad debía admitirlo, aunque tenía un punto negativo y este era la forma en que la miraba cuando Cedric ponía su completa atención sobre ella, la mirada de la asiática le causaba escalofríos, ¿saben como identificar una mirada negativa? Este era su caso.
—Muy bien..., el viento es insignificante. El sol pega algo fuerte y puede perjudicarnos la visión. Tengan cuidado. El suelo está duro, nos permitirá un rápido despegue —oyó decir al capitán del equipo, mientras bebía de su jugo de naranja –recién robado de la mesa de Hufflepuff– ya que cierto azabache la había arrastrado con ellos.
—¡A los vestuarios! —dijo Wood escuetamente cuando las puertas del castillo se abrieron, dejando ver a sus alumnos salir—. Y Méreope, ¡deja de distraer al buscador por favor!
La pelirroja rodó los ojos divertida, tomo las mejillas de Harry y dejo un pequeño beso sobre su alocado cabello y frente –en donde relucía la cicatriz en forma de rayo– de manera cariñosa. Las mejillas de Harry se tornaron de un color carmesí, mientras que comenzaba a sentir como estas se calentaban, temiendo que su mejor amiga sintiera estas arder.
Trago con dificultad tras que su verdosa mirada se perdiera un par de segundos en los labios rosados y entreabiertos de la chica frente a él, por lo que solo sonrió con nerviosismo y beso de igual forma su cabeza, tratando que sus nervios –y las raras mariposas– desaparecieran de su estomago.
—Suerte James, sabes que te quiero y confió en que ganaras para no recibir algún daño en tu nariz —le sonrió una última vez tras ver a Oliver con las manos en la cintura, dirigiéndole una mirada severa—. Ya entendí, ya entendí, ya me voy. ¡Suerte para ti también, Oli!
—¡No me llames Oli, Mér! —miro a Harry—. No tardes mas Potter, o vendré por ti.
Méreope rió tras verlo entrar a los vestuarios y volvió su mirada a Harry.
—Anda ve —señalo con la cabeza al vestuario—. Si no entras, Oliver es capaz de corretearme por todo Hogwarts.
Harry rió y asintió—. Issa...
—¿Si James?
—Te quiero —murmuro.
—Y yo a ti, James.
Harry por un instante quiso que la pelirroja chocara sus suaves y finos labios contra su frente, en especifico, en su cicatriz. Pero esto era imposible, o eso sentía él. Vio como la chica iba hacia donde estaban Ron y Hermione, mientras que una enorme sonrisa aparecía en sus labios y esta vez, entro al lugar, sabiendo muy bien que las mariposas no tardarían en ahogarse.
[...]
Salieron al campo entre el rugido de la multitud. Tres cuartas partes de los espectadores llevaban escarapelas rojas, agitaban banderas rojas con el león de Gryffindor o enarbolaban pancartas con consignas como «ÁNIMO, GRYFFINDOR» y «LA COPA PARA LOS LEONES». Detrás de la meta de Slytherin, sin embargo, unas doscientas personas llevaban el verde; la serpiente plateada de Slytherin brillaba en sus banderas. El profesor Snape se sentaba en la primera fila, de verde como todos los demás y con una sonrisa macabra.
—¡Y aquí llegan los de Gryffindor! —comentó Lee Jordan, que hacía de comentarista, como de costumbre—. ¡Potter, Bell, Johnson, Spinnet, los hermanos Weasley y Wood! Ampliamente reconocido como el mejor equipo que ha visto Hogwarts desde hace años —los comentarios de Lee fueron ahogados por los abucheos de la casa de Slytherin—. ¡Y ahora entra en el terreno de juego el equipo de Slytherin, encabezado por su capitán Flint! Ha hecho algunos cambios en la alineación y parece inclinarse más por el tamaño que por la destreza —más abucheos de los hinchas de Slytherin. Harry, sin embargo, pensó que Lee tenía razón. Malfoy era el más pequeño del equipo de Slytherin. Los demás eran enormes.
—¡Capitanes, dense la mano! —ordenó la señora Hooch.
Flint y Wood se aproximaron y se estrecharon la mano con mucha fuerza, como si intentaran quebrarle al otro los dedos.
—¡Monten en las escobas! —dijo la señora Hooch—. Tres... dos... uno...
El silbato quedó ahogado por el bramido de la multitud, al mismo tiempo que se levantaban en el aire catorce escobas.
Méreope sonrió al ver como Harry comenzaba a avanzar en el aire en busca de la snitch, se veía que no quería un puñetazo en la nariz.
—Y Gryffindor tiene el quaffle. Alicia Spinnet, de Gryffindor; con el quaffle, se dirige hacia la meta de Slytherin. Alicia va bien encaminada. Ah, no. Warrington intercepta el quaffle. Warrington, de Slytherin, rasgando el aire. ¡ZAS! Buen trabajo con la bludger por parte de George Weasley. Warrington deja caer el quaffle. Lo coge Johnson. Gryffindor vuelve a tenerlo. Vamos, Angelina. Un bonito quiebro a Montagne. ¡Agáchate, Angelina, eso es una bludger! ¡HA MARCADO! ¡DIEZ A CERO PARA GRYFFINDOR!
Angelina golpeó el aire con el puño, mientras sobrevolaba el extremo del campo. El mar escarlata que se extendía debajo de ella vociferaba de entusiasmo.
—¡AY!
Angelina casi se cayó de la escoba cuando Marcus Flint chocó contra ella.
—¡Perdón! —se disculpó Flint, mientras la multitud lo abucheaba—. ¡Perdona, no te vi!
Un momento después, Fred Weasley lanzó el bate hacia la nuca de Flint. La nariz de Flint dio en el palo de su propia escoba y comenzó a sangrar haciendo reír a la pelirroja ya que a eso se le llamaba karma.
—¡Basta! —gritó la señora Hooch, metiéndose en medio a toda velocidad—. ¡Penalti para Gryffindor por un ataque no provocado sobre su cazadora! ¡Penalti para Slytherin por agresión deliberada contra su cazador!
—¡No diga tonterías, señora! —gritó Fred. Pero la señora Hooch pitó y Alicia retrocedió para lanzar el penalti.
—¡Vamos, Alicia! —gritó Lee en medio del silencio que de repente se había hecho entre el público— ¡SÍ, HA BATIDO AL GUARDAMETA! ¡VEINTE A CERO PARA GRYFFINDOR!
—¡Wood es un soberbio guardameta! —dijo Lee Jordan a la multitud, mientras Flint aguardaba el silbato de la señora Hooch—. ¡Soberbio! Será muy difícil parar este golpe, realmente muy difícil... ¡SÍ! ¡NO PUEDO CREERLO! ¡LO HA PARADO!
—Gryffindor tiene el quaffle, no, lo tiene Slytherin. ¡No! ¡Gryffindor vuelve a tenerlo, y es Katie Bell, Katie Bell lleva el quaffle! Va rápida como un rayo... ¡ESO HA SIDO INTENCIONADO!
El silbato de la señora Hooch volvió a sonar; mientras se dirigía a Montague gritándole. Un minuto después, Katie metía otro gol de penalti al guardameta de Slytherin.
—¡TREINTA A CERO! ¡CHÚPATE ÉSA, TRAMPOSO!
—¡Jordan, si no puedes comentar de manera neutral...!
—¡Lo cuento como es, profesora!
Méreope se carcajeo tras ver como Bole y Derrick –del equipo de Slytherin– se daban un cabezazo entre si.
—¡Ja,ja,ja! —rió Lee Jordan mientras los dos golpeadores de Slytherin se separaban y alejaban, tambaleándose y agarrándose la cabeza—. Es una lástima, chicos. ¡Tendrán que espabilar mucho para vencer a una Saeta de Fuego! Y Gryffindor vuelve a tener el quaffle, porque Johnson lo ha recogido. Flint va a su lado. ¡Métele el dedo en el ojo, Angelina! ¡Era una broma, profesora, era una broma! ¡Oh, no! ¡Flint lleva el quaffle, va volando hacia la meta de Gryffindor! ¡Ahora, Wood, párala!
Pero Flint ya había marcado. Hubo un ovación en la parte de Slytherin y Lee lanzó una expresión tan malsonante que la profesora McGonagall quiso quitarle el megáfono mágico.
—¡Perdón, profesora, perdón! ¡No volverá a ocurrir! Veamos, Gryffindor va ganando por treinta a diez y ahora Gryffindor está en posesión del quaffle.
Se estaba convirtiendo en el partido más sucio que Méreope había visto. Indignados porque Gryffindor se hubiera adelantado tan pronto en el marcador; los de Slytherin estaban recurriendo a cualquier medio para apoderarse del quaffle. Bole golpeó a Alicia con el bate y arguyó que la había confundido con una bludger. George Weasley, para vengarse, dio a Bole un codazo en la cara. La señora Hooch castigó a los dos equipos con sendos penaltis, y Wood logró evitar otro tanto espectacular; consiguiendo que la puntuación quedara en 40 a 10 a favor de Gryffindor.
Katie marcó: 50 a 10. Fred y George Weasley bajaron en picado para situarse a su lado, con los bates en alto por si a alguno de Slytherin se le ocurría tomar represalias. Bole y Derrick aprovecharon la ausencia de Fred y George para lanzar a Wood las dos bludgers. Le dieron en el estómago, primero una y después la otra. Wood dio una vuelta en el aire, sujetándose a la escoba, sin resuello.
—¡Vamos Wood, patéales el trasero!
—¡Lupin, se lo advierto! —rodó los ojos ante su apellido, mas no dijo más, no quería discutir en medio partido y con la profesora McGonagall.
La señora Hooch estaba fuera de sí.
—¡Sólo se puede atacar al guardameta cuando el quaffle está dentro del área! —gritó a Boyle y a Derrick—. ¡Penalti para Gryffindor!
Y Angelina marcó: 60 a 10. Momentos después, Fred Weasley lanzaba a Warrington una bludger, quitándole el quaffle de las manos. Alicia la cogió y volvió a marcar: 70 a 10.
La afición de Gryffindor estaba ronca de tanto gritar. Gryffindor sacaba sesenta puntos de ventaja.
Méreope jadeo tras ver como Malfoy trataba de tirar a Harry de su escoba, pero en su lugar, termino haciendo que la snitch desapareciera de nuevo.
—¡Penalti! ¡Penalti a favor de Gryffindor! ¡Nunca he visto tácticas semejantes! —chilló la señora Hooch, saliendo disparada hacia el punto donde Malfoy volvía montar en su Nimbus 2.001.
—¡MALDITO CERDO, MALDITO TRAMPOSO! —gritaba Lee Jordan por el megáfono, alejándose de la profesora McGonagall— ¡ASQUEROSO HIJ. ..!
La profesora McGonagall ni siquiera se molestó en decirle que se callara. La verdad es que levantaba el puño en dirección a Malfoy. Se le había caído el sombrero y también ella gritaba furiosa, por lo que la pelirroja aprovecho para gritar cualquier cosa hacia ese equipo.
Alicia lanzó el penalti de Gryffindor; pero estaba tan enfadada que lo envió fuera. El equipo de Gryffindor perdía concentración, y los de Slytherin, entusiasmados por la falta de Malfoy contra Harry, cada vez se atrevían a más.
—Slytherin en posesión del quaffle, Slytherin se dirige a la meta... Montague marca —gruñó Lee—: 70 a 20 a favor de Gryffindor...
—Angelina Johnson coge el quaffle. ¡Vamos, Angelina! ¡VAMOS!
Harry dio la vuelta a la Saeta de Fuego, se agachó hasta quedar paralelo al palo de la escoba y se lanzó hacia delante. Como una bala, se dirigió en dirección a los de Slytherin.
—¡VOOOOOY!
Se dispersaron cuando la Saeta de Fuego se lanzó contra ellos como un torpedo. El camino de Angelina quedó despejado.
—¡HA MARCADO!, ¡HA MARCADO! ¡Gryffindor en cabeza por 80 a 20!
Méreope coloco una mano en su boca con asombro, para después, comenzar a gritar junto a las demás casas, menos Slytherin.
—¡Hemos ganado la copa! ¡Hemos ganado la copa!
Sin esperar mas, la pelirroja bajo a toda velocidad de las gradas sin importarle nada ni nadie, a tal velocidad iba que los demás se hacían aun lado para dejarla pasar ante la multitud que comenzaba a aglomerarse alrededor el equipo de Gryffindor.
Y sin tardarse mucho tras ver a su amigo entre todos, se le echó encima a este, siendo gustosamente recibida por Harry quien paso sus temblorosas manos por su espalda y la atrajo hacia él feliz.
—¡Ganamos Issa! —chillo Harry sobre el ruidajo que había en el lugar.
—¡No James, tú ganaste! —menciono la pelirroja de igual forma, separándose de él un poco.
Harry no dijo nada mas, volvió a abrazarla como si esta se fuera a desvanecer frente a él en cualquier momento. Beso su frente y siguió abrazándola sin querer separarse de ella, una rara fuerza en su pecho le decía que se quedara ahí, para siempre. Y por mas raro que sonara, él también lo deseaba así, por lo que solamente beso por última vez su cabeza y entrelazo sus manos yendo con el resto del equipo.
—De nada Potter, no tendrás una nariz rota, al menos no de mi parte —garantizo la chica, mirando sus manos unidas—. Santo Merlín Potter, tienes las manos heladas ¿estas bien?
Harry se había perdido en el celeste de los ojos de su mejor amiga, así que, poniéndose mas nervioso sonrió de costado y rasco su cuello con su mano libre.
—E-eh... estoy bien, Issa —hablo, para después fruncir el ceño—. ¡Y no me digas Potter!
—Lo que tu digas... —Harry la miro amenazante—... James.
Él choco su hombro con el de ella divertidamente y siguieron su camino sin saber que cierta animaga sonreía conmovida, aquella escena había sido tan Lily y James Potter, claro, antes de que la pelirroja aceptara sus sentimientos y el azabache dejase de ser un mujeriego.
━━━AUTHOR'S NOTE. ese harry está más confundido que yo en un examen de álgebra... ¿que piensan de su relación? o mejor aún, ¿creen que Méreope también siente cosas por el? aunque sea lo más mínimo.
¿qué piensan de la misteriosa amistad de Chang con nuestra pelirroja?
*inserten meme de Pablo de los backyardigangs*
recuerden: voten, comenten y compartan la historia para que así crezca esta pequeña gran familia💞
eso es todo travesuritas, soooooo
-✨Travesura Realizada✨-
Majo P.
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