Miguel:

Después de salir del Penthouse me sentí raro, creo que no debí dejar que ella me tomara de la mano, pero puede que esté mal interpretando la situación, la chica es una médico. Una muy especial, su inteligencia y el cómo mantiene la mente fría en algunas situaciones son admirables. Su tranquilidad es lo opuesto a mi carácter.

- Es muy peculiar.

Me seguía columpiando entre los edificios, no podia evitar pensar en cómo no huyó por mi descontrol, cualquiera se hubiera largado y no hubiera vuelto, no sé si catalogar a esa mujer cómo una doble de riesgo o porque tal vez no tenía alternativa.

- Ya casi estamos cerca- indica Lyla apareciendo del Gizmo, señalando la ubicación de los disturbios - Por cierto... ¿Qué fue eso del Penthouse?

-¿En serio me vas a hacer esa pregunta ahora?- Exclamo balanceandome entre los edificios de la ciudad.

- No es por ser chismosa pero... hubo un momento de tensión entre ustedes dos, además Miguel, te preocupaste por un simple sangrado nasal. Eso no es común viniendo de tí.- responde la chica de pelo corto mostrando su típica sonrisa.

- Sólo es una mujer la cual estoy custodiando, así que no te hagas ideas erróneas, además que haya tenido un sangrado nasal junto con un mareo es raro.- respondo escalando uno de los edificios para tener mejor visión del enemigo.

- Cómo tú digas miguel.- Lyla termina encogiéndose de hombros y desaparece del gizmo.

Suspiro pensando en la situación, puede que Lyla a veces sea un poco bromista pero tambien noto que se preocupa por mi, ella sabe más que nadie que hace mucho tiempo decidí alejarme de esas sensaciones y darle prioridad a mi labor de spider-man, no quiero que esas distracciones sean un obstáculo para mis deberes ya pasé por esa situación y de verdad no quiero pasar por eso de nuevo. Por lo menos no ha ocurrido una anomalía multiversal. Una molestia menos pero igualmente debería ir a la sociedad arácnida para leer los reportes de los demás spider-man.

Gracias a las múltiples vigilancias de Lyla no se ha roto ningún evento canónico y el equipo ha estado muy activo últimamente. Por lo menos se qué puedo confiar en Jess y en... Parker...

- se escuchan muchos gritos...

Maldición.

Mejor me apresuro, hay mucha gente en pánico y a lo lejos puedo ver qué el enemigo es como un hombre lobo deforme.

Lanzo una de mis telarañas para moverme más rápido, el lugar es una vía pública muy concurrida llena de restaurantes y una estación de metro, la gente estaba gritando y corriendo.

- ¡Mami!

Al otro lado de la calle se encontraba su madre gritando y forzejeando con los policías que le impedían acercarse.

- ¡Owen!¡Por favor déjenme pasar!¡Es mi hijo!

El niño con lágrimas en sus ojos gritaba por su madre, la escena era escalofriante. El hombre lobo veía fijamente al niño como un bocadillo mientras soltaba saliva, el menor temblaba de miedo y sus lágrimas seguían en aumento. La bestia se acercaba con cautela, el niño dominado por el pánico comenzó a correr, dando luz verde para la bestia quien lo estaba siguiendo para comercelo vivo.

No te dejaré hacerlo...

Con rapidez, suelto una de mis telarañas dirigiendola hacia el infante para traerlo a mis brazos, el licántropo apenas le había rozado el suéter. El niño no paraba de llorar ya estábamos a varios metros del enemigo, ubicados en la línea de evacuación creada por los policías.

- tranquilo estás a salvo- menciono, mientras el pequeño se aferraba a mí.

- Quiero a mi mamá- sozollaba, mientras que a unos pocos metros la madre estaba forcejeando con los policías.

- Vé con tu madre y evacúen el área- le indico dejando al pequeño en el suelo mientras se limpiaba las lágrimas, con las piernas temblando corrió hacia su madre que lo recibía con los brazos abiertos y con lágrimas. Por un momento... Ambos me miraron, con lágrimas en los ojos diciendo... "Grácias".

Pero el momento había sido interrumpido por la bestia que rugia con todas sus fuerzas ahora digiriendose hacia a mí.

La lograba esquivar y golpear con todas mis fuerzas, mas la batalla se estaba extendiendo demasiado, mis garras no podían lastimarlo y ya me estaba hartando. Los análisis de Lyla indicanban que su piel era dura, poseía un buen oído y olfato, pero no tenía buena vista. Pensé que tendría la ventaja de eso pero fue todo lo contrario.

Mierda...

La bestia me había lanzado a una pared, el impacto fue tan fuerte que la destruyó.Estaba cansado, además de que la bestia me había herido demasiado.

- Si que te veo en aprietos miguel.- la figura de Lyla aparece con una mini laptop.

- ¿Tú creés?- me quejo -¿Has podido encontrar alguna debilidad?- pregunto saliendo entre los escombros.

- La debilidad del licántropo es su olfato, el golpe que le diste en la mandíbula rozó su nariz e hizo que perdiera el equilibrio.

- Me sirve...- respondo.

- ¡De nada!- responde Lyla, desapareciendo.

Ya con esta información tenía que encontrar el momento perfecto para atacar. El licántropo debía venir a mí, tenía que provocarlo de alguna manera dado que se estaba dirigiendo a los civiles.

- ¡Hey, sarnozo!- exclamé lanzandole un pedazo de escombro. La bestia volteó y rugió, comenzando a correr hacia mí.

Mordió el anzuelo...

Llegando al punto de abrir el ocico para morderme, encajé mis garras en su nariz. Algo que lo hizo entrar en agonía, lo golpeé en ese punto hasta quedar desmayada la bestia. Exhausto la observo, mientras me ocupo de atar sus extremidades con mis telarañas, fijandome en una de sus patas que poseían una etiqueta.

Empresas Phoenix...

-Ese maldito...

De seguro mandará a alguien para que cubra la evidencia. Debería llevarme una muestra de ADN para analizarla.

Observo la escena de la pelea, mientras los policías se dirigian al licántropo para llevárselo, al igual que los paramédicos que llegaron al lugar para atender a los posibles heridos.

Creo que hay rastros de sangre en el suelo. Me dirijo a una de las ambulancias para tomar "prestado" un gotero y obtener esa muestra de sangre.

- Spider-man... - la mujer y el niño al que salvé se dirigían a mí - Bendito seas, que dios lo proteja y lo cuide- dijo con una sonrisa en su rostro pálido decorado con lágrimas.

- No hay de qué... Ese es mi trabajo.- respondo, mientras que la mujer abrazaba a su hijo con fuerza.

- Gracias - respondió la mujer con una sonrisa en sus labios.

Asiento con la cabeza y me voy de la escena, columpiandome entre los edificios. La madre y el niño me recordaban a aquella dimensión en la cual fuí felíz, los recuerdos no paraban de invadirme la mente.

Tenía tantas emociones encima que...

Mierda...

Siento náuseas y mareos, debería reposar en un edificio por un momento. Hago lo mejor posible para balancearme y no caer en el abismo, necesito mantener la compostura.

- ¡Miguel!- exclama Lyla saliendo del Gizmo, se veía preocupada.

- El maldito suero...

Gracias al mareo terminé haciendo un mal cálculo en lanzar una de mis telarañas, cayendo así en un callejón, las náuseas me dominaban, además del sudor frio. Eso es lo que odio de este suero, los malditos efectos secundarios. Me levanto como puedo para ir a uno de los contenedores de basura y vomitar.

- Que asco- susurra Lyla - Deberías descansar un poco, ese suero es muy potente.

- ¿Debería ir a la sociedad arácnida?- me cuestiono.

- Si activas el portal sufrirás otro mareo y posiblemente decores el piso del cuartel con los restos del desayuno- responde la dama de pelo corto, encogiéndose de hombros.

Es cierto, además de que por mi manía vaya a revisar los archivos de las anomalías y termine mareandome otra vez.

Miranda...

Debería de ir con ella y así adelantar la creación del nuevo suero, no puedo decir que no tengo alternativa ya que la hay, pero la idea de que los chicos del cuartel me vean decorar el piso con vómito y verme como si estuviera dopado no me agrada, daría un ejemplo horrible.

No me gustaría depender de Miranda tampoco y más con lo que sucedió está mañana, sería cómo presionarla.

- Lyla... Contacta a Miranda, dile que voy para allá y envíale los datos de los efectos secundarios del suero...

Miro mi traje y observo que tengo múltiples heridas a causa de los ataques del licántropo, se que puedo sanar rápidamente pero el procedimiento tarda un poco.

- También avísale que prepare el botiquín.

Necesito estar sano, para sobrellevar todo, estoy viendo que Cohen ha hecho experimentos y el licántropo es una prueba de eso, pero lo que me llama la atención es que ha estado muy quieto con la búsqueda de la chica. De tantos problemas que he tenido que resolver dejé de lado la situación de Miranda.

- El mensaje fue enviado Miguel...

- Perfecto...

Tomo aire para escalar el muro y dirigirme al Penthouse.