"Tengo mal de alturas y aquí vuelan pájaros de oro..."

Desperté con más sueños del que tenía. Estaba frío y las colchas me daban ese calorcito que te dan ganas de seguir durmiendo.

-¡¡Arriba dormilona!!- Entró Dante golpeando una sartén con una cuchara -¡¡Vamos que es hora de levantarse!!

-Ayy ¿Qué hora es?-

-¡¡¡Son las 9 am!!! ¡¡¡Vamos que tienes que desayunar!!!- Seguía golpeando la sartén con la cuchara.

-¡¡Dante yo a esta hora duermo!!- Tapé mi rostro con la almohada.

-Y yo estoy tocando la guitarra con Emanuel- Paró de golpear.

-¡¿Ya vino?!- Me senté de inmediato.

-¡Claro que no! es domingo querida-

Dejó la sartén y la cuchara en el suelo. Tironeó de mis manos y me levantó de la cama.

-¡Vamos! ¡Dale vaga!- Saltaba

-¡Ahí va Dan!- Me solté de sus manos -Espera que me ponga las zapatillas- Volví a sentarme en la cama y me coloqué los calzados.

-¿Vas a desayunar?-

-Si me invitas Algo-

Nos fuimos a la cocina. Yo me senté en el minibar que tiene al lado de la mesada.

-¿Café, mate cocido, té?-

-Café, por favor- sonreí

Preparó dos cafés. Al mío me lo dio en una taza naranja y al suyo en una verde. Se sentó al lado mío. Preguntó sobre la pelea entre Gustavo y yo. Le conté todo, desde la grabación hasta cuando nos cruzamos y no me dijo ni una palabra.

-Ay Gi, que mocaso- Bebió un sorbo.

-No se quien tiene la culpa en esto Dan- Bajé la cabeza.

-Es que... La verdad que si nos ponemos a pensar, los dos se tiran bombas uno a otro. Así que la culpa sería mutua.-

-¿Y cómo hago para arreglarme con él?

Encogió los hombros. Ahora estaba más confundida que antes.

🎶

Salímos de la casa. Yo tenía que terminar de pasarle los acordes a Guido en Unísono. Dante, como siempre salía a correr.

-Nos vemos Gi-

-Chau- Agité mi mano.

Caminé unas cinco cuadras. Mientras pasaba por una plaza me encotré con Adrián (Taverna), que también se encaminaba a Unísono.

-¿Y vos?- Me miró impresionado -¿Por dónde has andado?-

-¿Porqué?-

-Estás con la misma ropa de ayer y mal peinada- Me señaló de arriba hacia Abajo -A parte que es claro que no venís de tu casa.

-Ahh... Si jaja- Rasqué mi cabeza -Estaba en la casa de Dante. Me quedé a ver una película y luego a dormir-

Achinó sus ojos -A mi me huele a que pasó algo más-

-El único olor que vas a sentir es al café que me tomé hace un rato-

-Si, claro a ver- se acercó a mí y me olió

-¿Qué haces boludo?- Reí

-Mmm, no- Rascó su barbilla.

-No ¿Qué?-

-No tienes perfume de hombre-

No quise seguirle la corriente. Rodee mis ojos y seguimos caminando. Recorrimos las cuadras que faltaban. Vimos que estaban Leandro y Tweety afuera del estudio. Los saludamos y nos dijeron que no había nadie que les abriera.

-¿Y porque no llamaron?- dijo Adrián.

-Lo hicimos, pero nos dio el contestador- Respondió Tweety.

-Que raro, si yo teng...- Traté de prender mi celular, pero no tenía batería- Retiro lo dicho.

Busqué en mi mochila la llave que tengo de Unísono y abrí. Gustavo no avisó nada sobre que no vendría hoy, así que supongo que llegará más tarde.

*Narra Gustavo*

Desperté con una chica sobre mi pecho. ¿Qué sucedió anoche?. Lo único que recuerdo es cuando fuimos a una fiesta, era el cumpleaños de una de las amigas de Richard.

-Buen día Gus- Dijo seductora.

-¿Quién sos?-

-¿Ya no me recuerdas?- Se tapó con las sabanas.

-Perdoname pero no-

-¿Querés que te haga acordar?- Se acercó hacia mi queriendome besar

-Disculpame- Me paré -Pero tengo que pedir que te vayas-

Ella se vistió. Enojada agarró su cartera y se fue. Solo se escuchaba el sonido de los tacones contra el suelo. No dijo ni una palabra.
Llamé a Richard. Le pregunté sobre que sucedió anoche.

-Ay Dios Gustavo- Rió -Esa chica que me estás diciendo es Chloé Bello. Una piba que andaba loca por ti y que me pidió que le hiciera la pata. Solo que ella no esperó a que no recordaras nada.

-¿Qué carajo me dieron para tomar?

-Nada, más de lo mismo. Cerveza, Gancia y Fernet con Coca.

-Pero a mi algo me hizo mal. Nunca olvido lo que sucede la noche anterior.

-Y que se yo Gustavo. Siempre te tomas algo vos.

Nos saludamos y corté la llamada.
Vi la hora. ¡¡LAS DOCE DEL MEDIODIA!!. Mierda, tendría que estar en Unísono hace como dos horas.
Agarré el pantalón que usé la noche anterior, abroché mi camisa y busqué mis zapatillas. Acomodé mi pelo con las manos. Me lavé la cara y salí corriendo hacia el auto. Cuando estoy por subir, me doy cuenta que me olvidé las llaves en casa. Volví corriendo a buscar las llaves. No las encontraba. Di vuelta la casa. El teléfono me sonó.

"Gus, ¿Venís hoy?" Mandó Anita.

"No encuentro las llaves del auto, apenas las vea voy para allá"

Revolví toda mi habitación, el comedor, el living, la cocina y aún así no aparecía la maldita llave. Luego pensé, un lugar en donde no haya buscado: "¡El baño!". Y ahí estaban, apoyadas en el lavamanos. No tengo idea de como llegaron hasta allí.
A todo esto se hizo la una de la tarde. "Que bien Gustavo, siempre a horario vos". Reproché en mi mente.

🎶

Entré corriendo al estudio. Saludé rapidísimo a Estela que estaba en una de las oficinas. Entré desbaratado a la sala.

-¡Ya llegué! ¡Que no panda el cúnico!-

-¿Qué?- dijeron los cinco acorde.

-Digo, que no cunda el pánico- Se me rieron todos.

-¿Que pasó Gus? ¿Se te lengua la traba?- Se burló Zeta.

- Ja-ja-ja que graciosos -Me senté en uno de los sillones afinando la guitarra que había dejado el día anterior en la sala.

Pregunté por Gise. Me contestaron que estaba en la otra sala y que ella había abierto hoy porque yo no estaba. Les pregunté si sabían si ella seguía enojada, pero no supieron que contestarme.

-Ya vuelvo- les dije.

Salí hacia afuera. Me dirijí a la máquina de café que está justo en frente de la sala donde está Gise. Justo en ese momento salió ella. El silencio nos invadió.

-Hola- Dijo ella.

Yo le sonreí -¿Querés uno?- Señalé la máquina.

-Si, ahora me lo iba a hacer- Amagó a poner una moneda.

-Te lo pago yo- Volví a sonreirle.

-No, deja, no quiero joder- Me devolvió una sonrisa.

-No, no. Tranquila que no me jodes ¿Eh?-

-Esta bien- Se hizo hacia atrás.

Ella estaba despeinada, osea, tenía en su cabeza un rodete mal atado. En sus ojos celestes se notaban las pocas horas dormidas y llevaba la misma ropa que ayer traía puesta.

-¿Estas bien? Te noto cansada-

-Si, solo que no dormí mucho anoche. Me acosté tarde- Volvió a sonreirme -Gracias- le di el café.

Volvimos a nuestras salas, sin antes de entrar, los dos miramos hacia atrás en el mismo momento y nuestras miradas chocaron.

*Narra Gise*

TENGO QUE HABLAR CON GUSTAVO. NO PUEDO SEGUIR PELEADA CON ÉL.
Al cruzar miradas con Gus sentí que ya no estaba enojado con migo, eso me alivió. El problema de hablarle de nuevo es que va a querer que sigamos tocando los dos con la misma banda, y yo ya le dije que no quiero tocar con él. Es muy terco y demasiado perfeccionista en lo que se refiera a música.
Entré a la sala con una sonrisa de oreja a oreja. Todos me miraron sorprendidos.

-Eu ¿Qué pasó? Solamente fuiste por un café y ya volves como si hubieras encontrado al amor de tu vida- Dijo Tweety.

-Me cruzé a Gustavo. Aunque es mi padre, no el amor de mi vida- Reímos -Creo que ya no está enojado con migo-

-Ojalá- Dijo Lean.

-Eso espero- Comenté.

*Narra Gustavo*

-¿No le dijiste ni media palabra sobre la pelea?- Se me acercó Richard.

-No boludo, ya veía que se enojaba con migo de nuevo. Iba a ser para hechar más leña al fuego. Deja que pase un poco el tiempo.

-Uff, los dos son exactamente iguales- Se cruzó de brazos -Sabes que ella no va a querer seguir tocando con tigo ¿No?-

-Por supuesto. No voy a interferir más en esos asuntos. Tampoco quiero tocar con ella. Va a ser para nuestro bien mental y emocional.

🎶🎸🎶🎸🎶🎸🎶🎸

¡¡Ya comenzaron las vacaciones!! Así que voy a publicar algunos capítulos más seguido...

¡¡Llegamos a las 100 Lecturas!!
Como dijo Gus:

Gracias... ¡Totales!.

Chica_Stereo