Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☄Saber

Entré a tu fría habitación en el hospital, observando los tubos respiratorios dentro de tu nariz, tu cuerpo debajo de las sábanas hasta tu pecho, y tu mano izquierda con unos cables conectados.

Tenías unas pequeñas bolsas debajo de tus ojos, tu expresión estaba cansada y triste pero, aún así, sonreíste cuando me viste. Claro que yo sonreí tristemente al verlo.

—¿Cómo has estado? —te pregunté colocando mi mano sobre la tuya, esa que no poseía aquellos cables.

—Se podría decir que ahora estoy mejor —dijiste mirándome con aquellos ojos tristes. Tu voz estaba ronca y algo decaída, por lo cual tomé un vaso con agua que yacía en la pequeña mesa al lado de tu cama y te lo tendí.

Entonces, esta vez, tu mano estuvo sobre la mía. 

No me inmuté, sólo te sonreí de nuevo.

—¿Sabes que soy un maldito idiota, no? —cuestionaste de repente, provocando que elevara una ceja confundida —Fumé muchas veces a escondidas, incluso me he drogado unas dos veces, y por eso estoy aquí. —replicaste con tu mirada fija en tus pies —Quien diría, morir con dieciocho años de edad...

—¿Quién dijo que morirás?

—Todo el que tiene cáncer muere en algún momento, Danna —me miraste esta vez.

Negué frenéticamente. —Estás equivocado, el cáncer se estabiliza con tratamientos y muchas cosas más, no puedes andar diciendo simplemente que te vas a morir, cuando no es así.

—¿Qué sabes tú? —frunciste el ceño, al parecer, cansado de la situación —A lo mejor me muero en horas, mañana, o cualquiera de estos días, nadie lo sabe, solo Dios y tú no eres ningún Dios.

—Tú tampoco lo eres como para estar diciendo a los cuatro vientos que te vas a morir, no conoces el futuro tampoco, así que no puedes juzgarme antes de mirar primero qué has hecho o dicho tú antes de mí —dije cruzándome de brazos.

Rodaste los ojos. —Ya no me importa.

—Eres imposible.

—¿Tienes ideas de cuantas ganas me dan de besarte cuando estás molesta? —cuestionaste mirándome sin expresión, mis ojos te observaron riendo.

—Serás tonto.

—Acércate, por favor —pediste dando unas palmadas a un lado de ti en la cama. Hice caso y me senté a tu lado. —Ahora bésame.

Fruncí el ceño y negué repetidas veces con la cabeza. —Estás loco.

—¿Por qué? —preguntaste con un pequeño puchero que me hizo entrar en un estado de ternura.

—Porque estamos en un hospital —te dije obvia.

—No me importa, ¿sabes cuanto quiero besarte? No, no tienes idea.

Reí y en un acto desprevenido tomaste mi mano y me acercaste a ti, nuestras narices rozaban.

—Bésame ahora, Danna —volviste a pedir.

Entonces, no tuve más remedio, tuve que hacerlo. Te besé.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro