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Perdón.

Chae Hyungwon
¿Vas a tardar mucho?

Vas a tener que esperar un poco más.

Chae Hyungwon
Pero...

Ya preparé los batidos 🥺

Date prisa.

Estúpido.

Te dije que no tomaría nada que venga de tus manos.

Chae Hyungwon
Cuando lo pruebes, querrás más.

Va, ven ya.

😒😒😒

Leído hoy a las 15:10 hrs.

Hoseok soltó un audible y pesado suspiro harto de la situación en la que él se había dejado meter. Recogió sin mucha prisa la Oficina de su bufete y cerro las citas que tenía para el resto de la tarde. Si bien se había prometido no estar más de cinco minutos con Hyungwon, necesitaría la tarde libre para pensar y relajarse. Hyungwon le envió la ubicación de la cafetería en donde se encontrarían. No quedaba muy lejos, pero aún así decidió ir en coche para dar unas vueltas para tranquilizarse.

Recordó la sesión exprés de terapia del día anterior.

— Esto no es una terapia de choque, Hoseok. Pero no puedes huir de tu pasado ni ignorar la existencia de ese chico. Te hizo daño pero recurrirste a mi y ahora tus heridas están curadas.

— ¿Qué haré cuando le tenga de frente? Lo vi aquel día, cuando empezó a mensajearme pero no estaba tan cerca.

— Pregúntate, qué es lo realmente quieres hacer cuando le tengas delante.

— Me encantaría borrar esa estúpida sonrisa que de seguro tiene siempre que me escribe. Decirle que de verdad no quiero tenerle en mi vida ni siquiera por simple cortesía....

Hoseok, el rencor solo te hará más daño y no vivirás en paz. Te propongo algo.

— Qué.

— Deja que hable él. Que diga todo lo que tenga que decir, deja que se explique y después si quieres y lo ves conveniente, habla con él de la misma manera. O por el contrario, despídete y vete.

Se frotó los ojos con las manos y largó un suspiro. Aparcó delante del establecimiento y bajó del coche. Las últimas palabras de la Doctora Wheein se repetían una y otra vez en su cabeza. Hoseok no permitiría que lo engañara de nuevo. E igual que con sus clientes mantiene su aura distante y carácter frío, decidió que así se seguiría comportando con Hyungwon.

Cuando entró en la cafetería, le buscó con la mirada. Entonces, vio encima de la mesa los dos vasos de plástico, cada uno con un batido y decoración diferente. En el pasado, hubiera corrido a probarlos, sin embargo ahora, lo tomaba como una especie de burla hacia su persona.

— ¡Llegaste!

Un chico alto, de pelo negro y sonrisa perlada, alzó la mano para que lo divisara. Hoseok tragó saliva. Era la segunda vez en años que volvía a verlo y la primera desde tan corta distancia. Sin sonreír, se sentó donde él estaba y dejó el abrigo en el asiento de al lado.

— Hola. - dijo con un suspiro el más alto. - Estás...

— No puedo estar mucho tiempo así que ve al grano, Chae.

— Vaya, suenas igual de frío que por mensajes - soltó una pequeña risa que erizó su piel.

En ese momento creyó haber tenido un déjà vu. Sacudió sus pensamientos y volvió al presente. Hyungwon estaba sentado enfrente suya, con una sonrisa pintada en sus labios, sus manos sostenían el vaso al igual que él, tal vez para mantener las manos quietas por los nervios. El carraspeo de Hyungwon le preparó para lo que iba a escuchar. No estaba preparado y mentiría si dijera que lo tenía todo superado. Aun así, siguió al pie de la letra el consejo de su psicóloga.

— Han pasado, ¿cuánto? ¿Doce años? - hizo una pausa para mirar con atención su rostro y su cuerpo. - Has cambiado muchísimo pero te reconocería en cualquier parte.

Hoseok se removió en su asiento, incómodo por cómo había decidido empezar la conversación. Guardó silencio, esperando a que terminara.

— Me alegro mucho de que las cosas te hayan ido tan bien y de que Changkyun siga a tu lado. Ante todo, quiero pedirte disculpas si alguna vez como novio no te traté bien. No sé porqué razón de un día para el otro decidiste ignorarme y alejarte de mi hasta que ya no supe nada de ti. Al principio, pensé que como éramos solo unos críos era normal que alguno se ofendiera por algo pero...no sólo te perdí a ti sino a los demás.

Hoseok registraba en su memoria cada gesto de expresión que hacia al hablar, cada palabra que decía y cómo lo decía. Estaba seguro de que todo eso le sería de ayuda en la siguiente sesión con su psicóloga. Hyungwon mantenía siempre la sonrisa, los ojos fijos en él. Pero se le notaba nervioso, aquel temblor en sus piernas que subía por su cuerpo, la forma en la que se lamía los labios y como mantenía las manos entrelazadas al vaso.

— ¿No vas a beber? - señaló con la barbilla, su batido.

No le quedó más remedio que proceder y probarlo. Se sorprendió de lo rico que estaba pero no dejó que el otro se diera cuenta.

— Esta bien, no insistiré - se echó hacia atrás y alzó las manos - Wonho, deja esa postura de abogado sin corazón. Nunca fuiste alguien demasiado callado y calculador.

— También me hubiera gustado llegar a ser adulto con la misma personalidad risueña y empalagosa que tenía cuando me conociste. ¿A qué esperar para acabar de hablar?

— Sí. A lo que voy es...perdóname si alguna vez te hice daño con algún comentario o actitud fea. Solo teníamos diecisiete años, ¿no crees que es hora de ser los de antes? - posó su mano sobre la de Hoseok que instintivamente la apartó.

— Te estás disculpando, ¿por qué exactamente? Ni siquiera sabes lo que me hiciste y ¿pretendes que pase página como si nada?

— Wonho, yo...

— ¡No! - golpeó con las mano la mesa y se puso de pie asustando a los demás presentes - No has cambiado nada, te da igual como me he podido sentir que solo te preocupas por ti. ¿Quieres tener la conciencia tranquila? Esta bien, perdonado quedas. Ya puedes seguir jodiendo la vida de los demás.

— ¡Wonho, espera!

Hoseok cogió su abrigo y salió como bala de la cafetería. Ya en el coche, se limpió las lágrimas y puso rumbo a la casa. No quería hablar con nadie, no quería ver a nadie. Aquel odio y resentimiento que alguna vez sintió por primera vez volvían a estar presentes en su corazón.

Una vez en casa, apagó el teléfono y todas las luces del hogar. Lo único que necesitaba era estar solo consigo mismo en oscuridad.

Chae Hyungwon
Wonho por favor, lo siento mucho. No sabía que las cosas estaban tan mal entre nosotros...

¿Dónde estás? Me tienes preocupado.

Está bien, te dejaré un poco de tiempo, espero que hayas llegado bien a tu casa.
~
Chang 💜
No sé por qué te dejaste convencer.

Ese hijo de su mala madre me lo ha contado todo, al parecer también me recuerda a mi y a mi número.

¿Estás en casa?

Supongo que necesitas estar solo... Llámame en cuanto te hayas calmado.

Sabes que siempre estaré para ti ❤

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