
CAPITULO 7 : Depredadores
16 de Enero
Gibraltar, España / Hora - 7: 00 pm
Andrew estaba en su habitación, revisando su equipo y preparándose mentalmente para la próxima misión cuando su mirada cayó sobre una foto en su mesita de noche. Era una imagen de sus padres, tomada hace muchos años. Sus padres sonreían en la foto, felices y llenos de vida.
La imagen desencadenó recuerdos en la mente de Andrew. Recordó cuando tenía 15 años, caminando por las calles de su ciudad con su padre. El llevaba una capsula que estaba dentro de un contenedor transparente.
Andrew recordó cómo su padre le había contado la historia detrás de esa capsula. Había sido rescatada de un contenedor durante una operación de limpieza en la ciudad después de una llamarada solar. Su padre, que trabajaba como rescatista, había encontrado entre los escombros y se la había guardado como un recuerdo de aquel día.
Pero lo que Andrew recordaba con más claridad era el día en que la llamarada solar estalló en la Tierra. Estaba con su madre cuando recibieron la noticia de que su padre estaba en peligro, atrapado en un edificio colapsado. Sin pensarlo dos veces, su padre corrió hacia el edificio para rescatar a su madre.
Andrew recordaba la angustia y el miedo que había sentido mientras esperaba noticias de sus padres. Finalmente, un equipo de rescate los había encontrado a ambos, pero su padre había resultado gravemente herido en el rescate. Murió poco después, dejando un vacío en la vida de Andrew y su madre que nunca se había llenado por completo.
La mirada de triste se apoderó del rostro de Andrew mientras recordaba la valentía y el sacrificio de su padre. Sabía que esta misión era más que solo una tarea; era una oportunidad para honrar la memoria de su padre y proteger a los demás de la misma tragedia que había afectado a su familia. El sostiene una capsula de una bestia supuestamente protectora.
—Gigadon —Declaro Andrew el nombre de la bestia que estaba dentro de la capsula.
Con un nuevo sentido de propósito, Andrew se puso de pie y se dirigió hacia la puerta, listo para unirse al equipo en la misión que los esperaba. Estaba decidido a hacer todo lo posible para asegurarse de que ningún otro niño tuviera que pasar por lo que él había pasado.
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Por otro lado de la base, en una oficina del director de SCaRS, varios generales comienzan a dar su opinión acerca de la situación que pasa en el país.
—Como ustedes saben, en estos últimos meses, la situación ha cambiado bastante —dijo el director.
—Todo es referido a los terroristas que nos quieren invadir. El presidente ya dio la orden de movilizar las tropas en toda la capital —explico la jefa de la policía Militar.
—Pero aún no he residido una llamada del presidente. Significa que lo hará a su manera sin nuestra ayuda. Así que solo nos enfocaremos en las bestias, por ahora.
—El que se encargue de los terroristas, nosotros de las bestias —opino el general—. Director, ¿Que hay de Dylan Savage? ¿Ya lo encontraron?
—No, pero tenemos pistas, estas imágenes muestran las 4 fábricas con varios muertos adentro. Hay un rastro de sangre que se dirige del rio al océano. Tal vez sea responsable, desde ese momento, hemos perdido su ubicación.
—El hizo todo eso. Debe estar dentro del océano, así que debemos buscarlos cuanto antes. Recuerden que Dylan, ya no es humano, es una bestia —confeso un general.
—Estoy de acuerdo. Mi equipo hace todo lo posible para encontrar a Dylan. Mientas ustedes vigilan las zonas donde están los testigos de las bestias, puede que afecte nuestro trabajo —dijo el director.
—No se preocupe. Como es habitual, nosotros nos encargaremos de ellos. Después de todo, esa es nuestra tarea —comento la jefa de la policía militar con una sonrisa.
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Las instalaciones de las naves, se mueven para dar paso a los aviones de combate. La alerta roja suena. Llego el momento. El equipo rápidamente se colocan su chaleco negro de protección en sus trajes azules, también cinturones de armamentos y con sus respectivos cascos.
La puerta de la armería se abre y todos toman su rifle, granadas y algunos pequeños drones que lo guardan en sus cinturones. Andrew es el último en tomarlo y entra a un ascensor neumático hidráulico donde cada miembro tiene el suyo.
—¡En marcha! —ordena el Capitán.
Los 5 elevadores ascienden unos 100 metros hasta llegar hacia las instalaciones donde los dos Mecha Aviones se están ensamblando. Las estructuras se mueven para dar paso a los aviones de combate. Todo el equipo se muestra sorprendido por la tecnología y la gran organización de la fábrica por mantener en condiciones las naves.
—Compuerta número uno abriéndose en 30 segundos. Todas las naves inicien los aprestos finales.
Las 3 compuertas de la represa se abren, los propulsores de las naves se encienden para luego recorrer la pista hasta despegar las 3 aeronaves saliendo de la represa, para luego hacerse invisibles cuando ascienden. El equipo muy motivado, observan el radar rumbo a su destino.
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Norte de Málaga / Hora - 7: 12 pm
Las bestias en forma de babosas cada vez se acercan al túnel donde se fusionan poco a poco. A medida que el equipo se acercaba al norte de Málaga, sus naves descendían lentamente hacia la tierra. Desde las alturas, podían ver el paisaje nocturno extendiéndose debajo de ellos, iluminado por la luz de la luna y las estrellas. La nave de Anna y Saiyo aparece en otro extraño del túnel.
El capitán Johan lideraba el equipo con calma, repasando una vez más el plan de acción antes de partir.
—Recuerden, manténganse alerta y sigan sus entrenamientos. Confío en cada uno de ustedes para hacer su parte en esta misión —les recordó, su voz resonando con autoridad y confianza.
Pronto, divisaron un túnel en la carretera que se extendía hacia las montañas, oscuro y ominoso en la noche. Era el camino que los llevaría hacia la zona donde se había avistado la bestia.
El capitán Johan se comunicó por el canal de comunicaciones del equipo, su voz sonando a través de los auriculares.
—Nos dirigiremos hacia el túnel en la carretera. Mantengan la guardia alta y estén listos para cualquier cosa que pueda salir al paso. Todas las naves repórtense —ordenó, su tono lleno de autoridad y precaución.
Andrew asintió en silencio, preparándose para lo que les esperaba en el túnel. El equipo seguía las órdenes del capitán, descendiendo lentamente hacia la entrada del túnel y preparándose para enfrentar lo desconocido.
El capitán Johan observaba con intensidad la pantalla del radar mientras la tensión en la sala de operaciones se hacía palpable. Cada miembro del equipo estaba listo en sus posiciones, sus voces resonando a través de los auriculares.
—Aquí Saiyo, preparada en el punto establecido. Ningún problema —informó Saiyo, su voz firme y segura.
Anna asintió con determinación, sus ojos fijos en la pantalla del radar.
—Esta vez destruiremos esta bestia —declaró con seriedad.
—Aquí el teniente. Preparado en la línea de defensa. No presento ningún problema —confirmó Andrew, su voz resonando con confianza.
El capitán Johan estudió el informe en la pantalla, su expresión seria mientras evaluaba la situación.
—C.I.C, la bestia Zhepadon ha sido localizada dentro del túnel —informó al equipo, su voz marcada por la urgencia.
—Fijen el nivel de ataque A3 Max. Inicien la operación.
—Entendido. Chester Beta, ¡fuego! —ordenó el capitán, su voz resonando con autoridad mientras daba la orden de ataque.
—Chester Chrome, ¡fuego! —decretó Saiyo, su tono lleno de concentración mientras se preparaba para disparar.
Las naves dispararon en ambos extremos del túnel hacia la bestia, la sala vibrando ligeramente con el poder de los cañones. Una explosión resonó a través del túnel, seguida de una densa cortina de humo que envolvió la escena.
Los policías que bloqueaban la carretera miraron con asombro hacia el bosque, escuchando la explosión a lo lejos.
Mientras la cortina de humo se dispersaba lentamente, las naves regresaron a sus posiciones, listas para evaluar los resultados de su ataque. Sin embargo, para sorpresa del equipo, la bestia aún estaba viva.
—¡El objetivo ha sobrevivido! —exclamó Ismael, su voz llena de asombro y preocupación.
—Es imposible, le dimos varios disparos —confirmó Saiyo, su tono lleno de incredulidad.
Dentro del túnel, la bestia comenzó a emitir una bola de fuego desde sus tentáculos, su temperatura corporal aumentando peligrosamente.
—¡La temperatura de su cuerpo, se está elevando! —advirtió Ismael, su voz llena de urgencia.
—¡Retrocedan! —ordenó el capitán, su tono lleno de determinación mientras el equipo se preparaba para enfrentar la nueva amenaza.
La bestia lanza la bola de fuego y eL Chester beta del capitán junto a Ismael retroceden, pero la bola de fuego los sigue e impacta contra la nave. Andrew logra verlo como pierden el control.
—Está utilizando el gas inflamable de su cuerpo, pudo crear esa bola de fuego. Lo han aprendido de nuestros estilos de ataque y han mejorado sus capacidades ofensivas —explico el ilustrador por el radio.
—C.I.C. Sabíamos que tiene la habilidad de aprender —aclaro el capitán.
La bestia se levanta rompiendo el techo del túnel completamente. Su altura aumento unos 6 metros. Esta ruge muy fuerte imponiendo una gran amenaza.
—¡Maldito monstruo! —espeto Anna furiosa.
La bestia desde sus antenas, crea una bola de fuego y dispara, pero la nave de Anna y Saiyo la evade. Luego disparan consecutivamente a la bestia para detenerlo ya que se desplaza hacia el sur. De pronto su cuerpo se reforma, le salen unas alas de insecto, se eleva y empieza a volar.
—Con esta aeronave podremos alcanzarlo —dijo Anna quien maniobra la nave y sigue a la bestia.
Mientras la oficial Saiyo empieza a disparar a la bestia quien esquiva cada disparo de la nave.
—¿Cómo te atreves a moverte? ¡Me haces enfadar! —enfureció la oficial.
La bestia también dispara sus balas de fuego hacia la nave de la teniente y Saiyo, una batalla por los aires ha comenzado.
—¡No permitiré que escapes! —espeto Anna tras tener en la mira a la bestia y la nave dispara varios misiles dirigibles e impactan en la espalda de la bestia, para luego caer violentamente al suelo—. ¡Saiyo, acaba con esa cosa!
Los policías que estaban ahí, observa como la bestia de 6 metros se levanta y se sorprenden por la monstruosa que es.
—¿¡Por qué no has disparado!? —reclama Anna.
—La bestia está muy cerca de aquellos policías —responde Saiyo.
—¡Si no lo destruyes, escapara! ¡Dispara!
—¡No puedo hacerlo, Anna!
Mientras ambas discuten, la bestia aprovecha que la nave esta inmóvil en el aire, y dispara una bola de fuego que impacta el lado derecho de la nave. Anna no puede maniobrar bien la aeronave y terminan estrellándose contra los árboles. Por otro lado, Andrew observa desde el monitor de la nave la situación.
—Maldición. La nueva aeronave ha caído.
La nave de Andrew hace sonar una alarma que le avisa que el objetivo está acercándose. La bestia vuela de nuevo y libera bolas de fuego. Andrew hace que su nave la evada rápidamente y le contesta disparando rayos desde la nave. La bestia se mueve agilmente desde el aire evitando ser golpeado.
—No pasaras... ¡Definitivamente no te dejare pasar!
Andrew continúa disparando hacia la bestia, y esta le responde con bolas de fuego. Ambos no quieren caer por nada por esto evaden cada ataque. Hasta que el chico logra impactar en el ala derecha de la bestia.
Esta hace un rugido y libera un gas blanco inflamable desde su boca, hace que la visión de la nave de Andrew se nuble. El joven piloto continúa disparando al frente hasta que la nave deja de disparar rayos. El chico alterado, aprieta el botón de disparo consecutivamente, pero la nave no dispara nada.
La bestia aprovecha y se coloca arriba de la nave y le dispara una bola de fuego, la nave de Andrew pierde el control, el trata de mantener firme el mando y los controles, pero al final la nave termina estrellando en el bosque. El gas inflamable continúa expandiéndose en el lugar. La bestia se da cuenta que no puede volar por la heria y decide deslizarse por tierra.
En una planta industrial petroleoquímica al norte de las afueras de la ciudad de Málaga, de 5 bestias se mueven consumiendo gasolina por todos lados. Algunos policías disparan sin éxito al enemigo. Un incendio se produce al centro de la planta. Los trabajadores intentan huir, pero no pueden ir por la salida ya que hay demasiada gasolina derramada en el suelo.
Los agentes de SCaRS bajan de las naves y corren hacia la planta industrial. Una gran masa liquida morada oscura se mueve por el suelo, al entrar en contacto con las tuberías de gasolina, este se reforma y se transforma en una babosa de 3 metros. Andrew por otro lado se dirige donde esta la bestia de 6 metros.
Al tenerlo en la mira, dispara con su rifle en la espalda de la bestia. Esta gira agresivamente disparando bolas de fuego consecutivamente desde sus antenas.
Justo cuando la situación parece grave, una extraña luz espiral aparece y se posa en el brazo derecho de Andrew. La luz se materializa en un brazalete plateado con detalles dorados, con una deslumbrante piedra preciosa azul en el centro, rodeada de estructuras cristalinas celestes.
El brazalete emitió un escudo protector a su alrededor, formando una barrera de luz que interceptó el ataque de la bestia. Andrew se mantuvo firme detrás de su escudo, sus músculos tensos mientras resistía el embate de la bestia. Con cada golpe, el escudo parpadeaba, pero se mantenía firme, protegiendo a Andrew de los ataques mortales de la bestia.
Mientras la bestia continuaba su asalto, Andrew buscó una oportunidad para contraatacar. Cuando la bestia retrocedió momentáneamente, él aprovechó la oportunidad y lanzó un rayo de energía desde su brazalete de luz hacia la bestia, golpeándola con fuerza y haciéndola retroceder.
Andrew eya aprovecha en disparar arcos de energía con ambas manos tomando su distancia, ya que la bestia mide 6 metros. Ambos lanzan sus ataques consecutivamente, el joven trata de esquivar y al mismo tiempo dispara en la cabeza de la bestia. Las antenas de la criatura se deterioran dejando de lanzar bolas de fuego. Andrew aprovecha y cargar su puño derecho con energía destructiva, salta hasta golpear a la bestia en su cara, tumbándolo al suelo.
La adrenalina se apodera del chico que intenta atacar de nuevo, pero la bestia lanza sus tentáculos y atrapa por sorpresa los brazos de Andrew y con fuerza lo sacude hacia el suelo, luego lo vuelve hacer hacia los árboles. La bestia se levanta y trata de devorarlo. Andrew agarra los tentáculos y carga sus manos con electricidad y la libera como una sobretensión eléctrica al cuerpo de la bestia.
La criatura suelta al joven, este último observa su brazo derecho sangrando. Pero no es momento de sentir dolor. El joven coloca su mano izquierdo sobre su brazalete derecho, gira el cristal, se carga con energía y libera un poderoso rayo de relámpago a través de un golpe que impacta el pecho de la bestia que lo manda a volar unos metros.
Himeya se arrodilla al suelo por unos momentos por el cansancio. De pronto, La bestia reforma su cuerpo hasta que dos brazos sobresalen a sus costados y se transforman en taladros en ambos lados.
—¡Sorprenderte! —declaro Himeya.
El se sorprendió mucho por la habilidad de la bestia en moldear sus brazos en armas. Esta vez la bestia, dispara bolas de fuego desde sus taladros. Andrew hace una secuencia de movimientos corporales evitando ser golpeado para esquivarlos.
La bestia gira y al estrellar sus brazos taladros contra el suelo, puede invocar una serie de erupciones masivas capaces de causar daño incluso a los oponentes más fuertes. Andrew trata de cubriese, pero es tarde, recibe el ataque y la zona queda en destrucción total. Luego lanza tentáculos y atrapa al joven y lo avienta contra los árboles. De pronto, el brazalete de Andrew desaparece.
Los agentes de SCaRS llegan y ven a la criatura como avienta a Andrew contra el suelo. El equipo dispara balas congelantes desde sus "SmartWatch" a la bestia hasta que su cuerpo se congela poco a poco, pero este sube la temperatura de su cuerpo y el efecto de la bala congelante no da efecto. No le quedan de otra que disparar a sus tentáculos y esta suelta a Andrew.
—¡Es demasiado grande! —expreso Saiyo.
—Hagan los que les dije, atrápenlo, coloquen bombas en su cuerpo y destrúyanlo —Dijo el Ilustrador.
—¿Cómo lo haremos sin que nos golpe esos taladros? —pregunto Anna.
—Tengo una idea, usaremos los ganchos para sujetar su cuerpo. Lo atrapamos y lanzamos la medalla al cuerpo de la bestia —explico Ismael.
—¿Y quién rematara a la bestia? —pregunto Saiyo.
—Andrew lo hará. Confiaremos en el —respondió el capitán.
El equipo ya tiene una idea, se disponen a disparar con sus rifles con balas explosivas. La bestia se cubre con sus brazos taladros. Luego dispara bolas de fuego hacia el equipo que se mueve a su alrededor confundiendo a la bestia. Se dan cuenta que la criatura es un poco lento en girar para disparar sus ataques. Con sus taladros hace temblar el piso y hace que el equipo pierda el equilibrio.
El joven Himeya observa a sus compañeros que intentan incrustar unos ganchos desde una gran distancia. Él sabe lo que tiene que hacer, y observa que el brazalete que tenia había desaparecido. Andrew dispara una ametralladora por la espalda y esto aturde un poco a la bestia. El equipo se da cuenta y se sorprende, el capitán aprovecha y lanza su gancho de su rifle incrustando en el cuerpo de la bestia.
El oficial Ismael, toma las bombas, luego lo pone sobre el gancho y dispara hacia la bestia. El gancho se introduce dentro de su cuerpo. El resto del equipo al ver que la bestia está intentado soltarse con sus taladros, también lanzan sus ganchos en todas partes del cuerpo de la bestia. Así el equipo logra atraparlo. La criatura sube la temperatura de su cuerpo para que los ganchos se desintegren.
—¡Andrew dispara! ¡Acaba con la bestia de una vez! —ordeno el capitán.
Andrew cambia su rifle a un modo misil y emitió un resplandor brillante mientras acumulaba poder, y luego disparó un rayo concentrado de energía hacia la bestia. El rayo impactó con fuerza en el cuerpo de la bestia, envolviéndola en una explosión de luz y energía.
El equipo suelta los ganchos y se alejan de la zona. La bestia recibe todo el rayo de energía rugiendo fuertemente. La bestia explota hasta que descompone su cuerpo a nivel molecular, disipándose como partículas azules. Terminando así la batalla.
La oficial Anna con una herida en la frente, se acercó a Andrew quien ahora estaba sentado algo agitado, y su traje estaba destruido.
—¿Estas bien, teniente? —pregunto la teniente con una voz aguda. Coloco sus manos sobre los hombros de Andrew.
El asintió, una sonrisa cansada pero genuina en su rostro.
—Todos hicimos un gran trabajo. Estoy orgulloso de cada uno de ustedes.
El capitán Johan se acercó con cautela al lugar donde la bestia había sido derrotada, su mirada fija en la capsula que había sido liberada de su interior. Con movimientos precisos, se agachó y recogió el objeto, sintiendo su peso en la palma de su mano.
—¡Lo logramos, equipo! —exclamó Saiyo, su voz resonando con emoción—. Ha sido una batalla difícil, pero lo hemos conseguido.
—Fue una pelea dura, pero valió la pena —añadió Ismael, con una sonrisa radiante en su rostro fatigado.
El capitán Johan miró a su equipo con gratitud, sus ojos reflejando el respeto y la admiración que sentía por cada uno de ellos.
—Fue un trabajo en equipo excepcional. No podríamos haber logrado esto sin la dedicación y el esfuerzo de todos ustedes.
Mientras el equipo celebraba su victoria, el capitán dio la orden de regresar a sus naves y regresar a la base para informar sobre la situación y comenzar el análisis de la capsula.
Sin embargo, mientras el equipo se preparaba para partir, un figura encapuchada observaba desde la distancia, sus ojos ocultos tras la sombra de su capucha.
El encapuchado observó entre los arboles, en silencio mientras el equipo se alejaba en sus naves, una sonrisa siniestra jugando en sus labios. Sabía que la batalla estaba lejos de terminar, y estaba listo para jugar su propia parte en los eventos que estaban por venir.
El encapuchado parecía intrigado por lo que acababa de presenciar, y con un gesto decidido, se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad, dejando atrás un aura de misterio y anticipación.
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Por la noche, tres policías que controlaban en bloquear la carretera, logran ver una camioneta negra que llega a la zona y se estaciona. Luego, la jefa de la policía Militar con 4 guardaespaldas bajan del vehículo y se acercan a los policías.
—Regrese por favor a la ciudad. Este lugar es muy peligroso —menciona el líder policía.
—¿Peligroso? —pregunto la mujer.
—Han aparecido un monstruo gigante rondando por aquí, y aeronaves que nunca habíamos visto.
—Por favor, regrese —insistió otro policía.
—No han visto nada —declaro la mujer muy seria.
—¿Que dijo?
—Ustedes no han visto nada. Esa es la realidad —expreso la mujer mostrándole un aparato negro similar a un teléfono que brilla con una luz brillante blanca los policías cegándolos por completo y dejándolos inconscientes en el suelo.
Próximo Capitulo: (CAPITULO 8: "Desolación")
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