Arriba Erasmos.

Luzbell volvió después del paseo a el hogar del Conocedor.Pero antes de llegar a la puerta,esta se abrió, revelando la imponente presencia del Centinela al que acompañaba.

-Nos vamos amor-solo le dijo al verlo,y él al escuchar esa palabra que le sonaba grotesca en sus labios,tuvo que reprimir un gesto de desprecio.

-¿Nos vamos?...¿Dennis ya te explico el uso del elemento y demás?-le preguntó el antes Arcángel con sorpresa,pues el pensó que eso llevaría mucho más tiempo.

Jaýan sonrió de una forma perversa, y comenzó a abrir un costal que llevaba en su mano al salir de la morada del Conocedor.

-Dennis ya me sirvio para todo lo que me debía servir-le contesto,y metiendo su mano en la bolsa sacó lentamente la cabeza del Conocedor aun chorreando sangre.

Luzbell hizo una mueca asqueado,pero esto no lo perturbó,el había visto, y hecho cosas mucho peores.

-¿Así que te lo llevas de souvenier?-comentó ante la tórrida imagen.

El centinela se carcajeo ante su comentario y volvió a dejar la cabeza en el costal.

-No pequeño,solo lo usare como señal-le explico el gigantesco hombre-Ya tengo el conocimiento,solo me falta el elemento.Ciclio vendrá a buscar al Conocedor y al ver su cabeza en una pica sabrá que me le adelante,y vendrá por mi,ahi le arrebatare el elemento vital,y luego lo despedazare-.

Luzbell observó la pose orgullosa de Jayán al relatarle su grandioso plan,y sintió algo de lastima por el enorme idiota.

-Oh...Maravillosa estrategia-lo halago-Entonces...¿Nos quedamos?.

-En Urano si,aquí no...Iremos a ver a viejo amigo que tiene un hogar más digno de mi bella princesa-.

El antiguo Caido solo sonrió,sabiendo bien que le ponía esos motes solo para molestarlo y humillarlo.

Juntos alzaron vuelo,pero no antes de que como anunciara Jayán, la cabeza de Dennis quedara clavada en una pica en mitad del poblado,horrorizando a los inocentes Uranitas que presenciaron la macabra escena.

-Luzbell-lo llamó Jayán mientras iban rumbo al hogar de su amigo-Cuando lleguemos allí,no hables...Tienes una voz muy bonita,igual que todo lo demás,solo callate y cúbrete de los pies a la cabeza-.

El aludido lo miró con el seño fruncido sin entender su advertencia.

¿Cubrirme?¿Callarme?¿Porque...?...No te entiendo-le cuestiono.

El centinela suspiro y comenzó a explicarse.

-Veras...Mi amigo es el Dios del Reino de los Voraces...le dicen Dios,pero no es como el Padre claro,es solo un titulo por ser un rey con poderes sobrenaturales.Bueno,en su reino en las Montañas vacuas,sus habitantes,los voraces,nacen siendo nada...solo son estelas femeninas o masculinas sin cuerpo,ni sentimiento o razón alguna...solo tienen algo...hambre.Por esto, desde pequeños se alimentan de otros,de sus cualidades,sentimientos,emociones,talentos,y hasta de sus propios cuerpos,si es que les parecen bellos...Así llegan a ser adultos formados por partes de muchos pobres diablos que se cruzaron en su camino-.

-Detesto ese término..."Pobre diablo"...Es una burla hacia mi por mi derrota en los cielos-dijo Luzbell,y su amante se rio-Asi que dices que estos seres podrían devorarme si les gusta algo de mi-.

-Claro...y el único al que le puedo permitir eso,es a mi mismo-volvió a carcajearse-En mi caso que el rey sea un intimo amigo mio me da una especie de Inmunidad-.

-Pues bien...me cubriré entonces...Soy una tentación andante al fin y al cabo-comentó el de ojos celestes con graciosa vanidad-.

Jayán sonrió ante sus palabras,y tomándolo de la nuca en el aire, le dio un apasionado y brusco beso en los labios, que hizo que el que lo acompañaba tuviera náuseas el resto del viaje.

Nos llevó un par de horas,pero llegamos a Urano mucho más rápido de lo que me pareció la primera vez el viaje a Saturno.

Al descender con Ana,Finn y Uriel a las llanuras de Urano, una inquietud muy distinta a la tranquilidad anterior en ese poblado nos llamo la atencion.

Pude ver que muchos de los Uranitas estaban reunidos en una especie de Asamblea en el centro del aquel lugar.

-Algo sucedió-me dijo Uriel-Ven Pilly,investiguemos,y que Ana se quede con Finn mientras tanto-.

Asenti y nos acercamos a pie hasta donde estaban congregados los habitantes.

Uriel se acercó a uno que reconocimos como nuestro anterior anfitrión.

-Mi történik ?-le pregunto.

El Uranita le dedico una apesadumbrada sonrisa, y le respondio mientras señalaba un lugar con su peludo y pequeño dedo.

-A rossz jött, és megölte a férfit, és levágta a fejét ott-.

Mi líder lo escucho y despues miro donde este señalaba y su rostro se contrajo de espanto.

-Lo mataron Pilly,asesinaron al Conocedor...El Uranita dicen que fueron los malvados hombres alados,que ellos los vieron clavar su cabeza allí.-.

Segui mas atentamente la dirección mencionada,y vi una cabeza rubia insertada en un pico alto, aun goteando sobre el.

-¡Por Dios!-dije y me lleve la mano a la boca-Entonces Jayán ya obtuvo la información...Pregúntale adonde fueron,si pueden llevarnos allá-.

Uriel volvió a inclinarse para hablarle a la pequeña y peluda criatura en su idioma natal.

-Meg tudná mondani, hol vagy kap minket ? -.

-csak segít Goddess szerverünk Tisha-le respondio y aunque no entendí,creí entender.

-Dice que solo prestan su ayuda a los servidores de Tisha-me tradujo Uriel lo que yo había interpretado.

-Que suerte que vino con nosotros entonces-comente con una sonrisa-Prepáralos para verla...Yo la traeré-.

Volé hasta donde Ana y Finn estaban,y la alce a ella,mientras Finn nos secundaba.

-Haras tu gran aparición en escena Ana...¿Estás lista?-le dije mientras la llevaba.

-¿Ana?...¿A quien le llamas asi ángel?...Yo soy Tisha, la Diosa del Agua-me dijo y sonrio,y yo acompañe su gesto con otra sonrisa.

Al llegar note que todos lo Uranitas reunidos estaban con los ojos cerrados y mirando hacia el frente.Parecían niños esperando una sorpresa,se me hicieron muy tiernos.

-Les dije que la Diosa a la que adoraban había venido con nosotros,que cerraran los ojos,y no hicieran trampa-me dijo Uriel al vernos llegar.

-Muy bien...Anunciales que ya llego-le dije a él-.

Uriel dijo unas palabras en su idioma mientras Ana se paraba erguida con una mirada serena,pero a la vez majestuosa,delante de ellos.

Luego los abrieron,abrieron enormes los ojos y sonrieron entre incrédulos y embobados.

Sus rostros eran un poema.Después se arrodillaron en conjunto sobre el suelo helado.

-Mis pequeños y amados Uranitas-comenzó Ana,mientras Uriel traducía-He descendido en este dia de las estrellas para saludarlos,y expresarles mi gratitud por su adoración,y obediencia.También quisiera pedirles algo...Que ayuden a estos,mis amigos, en todo lo que ellos necesiten,pues vinieron aquí a liberarlos junto a mi, de la maldad que los acecha-.

Al terminar sus palabras todos asintieron con alegría.

Todos sonreímos contagiados por su entusiasmo.Ana camino hasta el Uranita que conocíamos,el cual esta vez si respondía las preguntas indicando el destino del Centinela.

El Uranita sonrió con timidez al ver a su Diosa acercarse,pero mucho más cuando ella se inclinó para besarlo en la cabeza tiernamente.

Casi se desmaya de alegría.Nunca vi un rostro tan feliz en mi vida.

Con Ugli,como nos dijo se llamaba el Uranita, escoltandonos,nos pusimos en marcha hacia la zona donde los habían visto marcharse.

Finn cargaba de nuevo a Anna,y Uriel a Ugli.

Tuvimos unos minutos de recorrido hasta que llegamos a una zona en la que terminaba la llanura y se erigía una elevada montaña.

-Alli nem fog menni ez az átkozott ott élő Devourers-nos dijo nuestro guia Uranita al llegar allí,y luego oí la traducción-.

-Dice que solo nos puede acompañar hasta aquí,que ellos subieron arriba,que él no puede porque esa zona está maldita,pero que nosotros llevando a la Diosa no tenemos nada que temer-.

-¿Maldita?-repetí con extrañeza,y luego me despedí de Ugli,al igual que todos los demás,y lo vimos irse con una orgullosa sonrisa de oreja a oreja.

-Bien Pilly,debemos subir...Ana ya hizo su parte...¿No seria mejor que la dejemos aquí?No quisiera que se arriesgue de mas,Jayán es peligroso...Finn podría dejarla en el poblado-me dijo Uriel,iba a responderle cuando Ana intervino.

-Déjenme acompañarlos...Al fin de cuentas ya estoy en Urano,aqui o alla para mi es igual de extraño-.

Mire a mi líder, y el asintió después de pensarlo un momento.

Los tres alzamos vuelo con la Diosa de Urano,imaginando distintas representaciones mentales de aquella zona a la que llamaban maldita.

Luzbell se impresionó grandemente cuando estuvo frente al monumental Palacio.

Era un lugar bellísimo, pero todo estaba increíblemente callado.

Jayán se adelantó y tocó un par de veces la puerta,segundos después esta se abrió,invitándolos a entrar.

Dentro el esplendor era aún mayor,las paredes y el techo estaban recubiertos por enormes diamantes que reflejaban distorsionadamente todo.

El antes Lucero iba a exclamar algo ante tanta belleza,pero se detuvo un segundo antes,recordando la advertencia.

Caminaron hasta un trono a lo lejos.En el,un hombre de aspecto intimidante,con una larga barba blanca,y una túnica ligera les sonrió al verlos llegar.

-Erasmos...¡Cuanto tiempo viejo amigo!-lo saludo el Centinela con una pequeña reverencia-.

-Jayán...¡Qué inesperado placer !...¿Que te trae a mi morada?-le respondio el soberano.

-Busco Asilo...Por unos días-dijo y luego señaló a la completamente cubierta figura a su lado-Esta es mi consorte,ella me acompaña en el viaje-.

-Oh...¿Pero porque traes tan cubierta a tu florecilla?...Dejame observarla-respondio el Dios de los Voraces con curiosidad.

-Es timida,mucho...¿Entonces me darás alojamiento?-le preguntó este-.

El rey se puso en pie y se acerco a él para responderle.

-Mi casa es tu casa Jayán-luego hizo un sonido con su boca que pareció un llamado-Mis niñas los escoltaran...Ellas aman a los visitantes nuevos-.

Segundos después dos jóvenes,una rubia y una morena, levitaron lentamente hasta donde estaban ellos.

Erasmos les indico que los guiaran a sus aposentos,y ellas lo hicieron yendo delante de ellos dos.

Lubzell observó al pasar que aunque algo escondidos, entre los rincones había muchas personas mas.Algunos estaban incompletos,y estos eran los que mas se refugiaban,tenían una sola pierna o un solo brazo,otros eran cabezas solo con el torso.

Impresionaban...Y él,no era de impresionarse fácil,pero a la vez atraían con una extraña seducción.

Otros bellamente completos caminaban por los silenciosos pasillos.

Subieron unas escaleras y cruzaron lo que parecía un enorme muestrario.Allí, criaturas de distintas razas se erguían inmóviles,y en muchos se veían partes faltantes,pero esto no fue lo que dejó sin palabras a Luzbell,sino dos de los seres inertes allí.

Uno de ojos rojos y alas negras,que miraba en un punto fijo a la nada,el otro de igual manera pero de alas grises y ojos aguamarina.

-¿Hariel?...¿Miguel?-susurro,y al segundo vio que muchos ojos se fijaban atentamente en él.

Había olvidado la maldita advertencia.