5
—¿Qué tal las cosas con la güerita?
Ante la pregunta de Momo, Jeongyeon se encoge en hombros con una sonrisa.
—No lo sé, diría que bien pero no hablamos mucho cómo me gustaría —Momo la mira comprensiva. Al final de cuentas ella también tiene una mamona con quién lidiar.
Ambas se sientan dentro del local de Jeongyeon. Ya era algo tarde por lo que muy pocos locales seguían abiertos, hasta los de ellas permanecían cerrados, solo estaban un rato más para charlar como siempre acostumbraban.
—¿Ya te la llevaste al local abandonado a darle una besuqueada? —pregunta la japonesa con esa naturalidad y esa actitud relajada que la caracterizan.
Jeongyeon no tarda en sonrojarse de tan solo pensar en algo así.
Podrá alburear a la gente con lo más mínimo, pero hablar de algo íntimo que la involucre a ella, ya era otro asunto. Más sabiendo que se trataba de estar en conjunto con la güerita que le robó el corazón.
—¡Yo no hago esas cosas! —se queja, empujando a la menor sin mucha fuerza.
—Bueno yo solo preguntaba. Esa táctica nunca falla, ya ves cómo le fue a Chaeyoung y Mina.
—¿Y a ti? —la pelinegra se encoge en hombros, robándose un durazno de los cajones de fruta.
—Sabes que Sana es... Indecisa.
—¿Cómo te va con eso? —la expresión decaída de su amiga hace que se preocupe.
—Soy muy mala con las palabras, tú lo sabes bien. Pero no sé, parece que un día le gusto y al siguiente le doy asco —suspira dejando escapar un pequeño puchero—. Yo sé que soy un poco adicta y así, pero no significa que sea mala persona, ¿verdad? —Jeongyeon niega de inmediato.
Por supuesto que Momo no era una mala persona. Ella recuerda muy bien cómo personalmente invitaba a la gente a comprarle en su puesto cuando de pequeña le ayudaba a su papá con la venta. Que con el tiempo ella le agradeció ayudándole con su local de plantas. Y poco le importaba que consumiera sustancias ilícitas, total, con o sin marihuana seguía siendo la misma Momo dulce y amorosa de siempre.
Eso sí, tenía razón con ser poco hábil en las palabras.
—Soy más de acciones, pero ella solo acepta las acciones que tengan que ver con besos y manoseos. Y me siento un poco usada a veces, pero ya de rato se me olvida —intenta restarle importancia, atascandose de fruta, sabiendo perfectamente que Jeongyeon no se quejaría por ello.
—Tal vez deberías cantarle —la idea rebota en el cerebro de ambas.
Se miran con una sonrisa gigante y sienten las ideas maquinar en círculos.
—Voy por un cartón de cerveza, espérame.
Es ahí cuando Jeongyeon sabe que no se tratará de una serenata normal. Y le encanta la idea.
Continuará...
<><><><><><><><>
Ah me vi muy mamón
Hey!
Otro cortito pq mucha chamba😞
Ya denle un descanso eterno a esta pobre alma verdaderamente.
Son las 11:35 en mi país así q todavía cuenta como hoy... Por lo que, este capítulo va dedicado a mi Mimi bonita q yo la quiero mucho muak ohyonista
Actualicé por ella así q díganle gracias🤓☝️
Ya fue, nos vemos sabrá Dios cuándo pero nos vemos.
CHAO BYE!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro