26
Por segunda vez en su relación, Jeongyeon sentía que los nervios y la ansiedad podían matarla en cualquier momento. Y por supuesto, con orgullo (y algo de miedo) podía decir que nuevamente se trataba de algo relacionado a su hermosa güerita, su novia preciosa. La que tanto amaba con su vida.
Y de la que tanto necesitaba un abrazo ahora mismo. O consejos de moda, cualquiera de las dos estaba bien.
—¡Pero siquiera mírenme par de idiotas! —Jeongyeon se queja, con un puñado de prendas en sus manos, mirando al par de idiotas que la ignoran totalmente, muy centradas en sus celulares.
—¡Ya te dijimos que lo que sea se te ve bien! —Chaeyoung es la primera en saltar en contra de su petición, sin prestar atención aún así.
—De cualquier forma no vas a necesitar ropa luego de que te quedes con ella, ¿o si? —insinúa Jihyo con diversión, tan solo siguiendo el juego que Momo hubiera podido empezar. Ay, como la extrañaba...
—Cállate Park, no me estás ayudando en nada, ¡ninguna me está ayudando! Para eso las traje, ¿saben? Por algo las alimenté, par de duendes endemoniados.
—¡Oye! —ambas se quejan a la par, cuando luego de sus reclamos Jeongyeon les lanza un par de zapatos. Otro día más cuestionando por qué eran sus amigas en primer lugar...
—Solo ayúdenme a elegir el outfit, Nayeon llegará en unas horas y necesito estar lista, ¿pueden cooperar un poco?
—Sí —responde Chaeyoung.
—Puedo intentar —dice Park. Y Jeongyeon está satisfecha con eso.
—Pero sean completamente honestas con sus opiniones, ¿bien?
—Bien —no sabía en lo que se estaba metiendo...
[...]
—¿Qué tal esto? —pregunta Yoo saliendo del baño, modelando un poco su ropa.
—¿Vas a cenar con tus suegros o vas a robarles todas sus pertenencias?
—¿Cuál es la temática? ¿El que asalte primero gana?
[...]
—¿Y este?
—Pues estaría bien...
—Si la cena fuera en una iglesia y el plan sea predicar la palabra de Dios.
[...]
—No te pases de verga mi toda al tiempo, si no es partido de fucho.
—Ya ni la Chaeyoung se viste tan extravagante, mi vida.
[...]
—¿A poco les vas a bailar un huapango?
—Es cena, no pinche sonidero.
[...]
—¿Vas de cajera del Oxxo o por qué tan jodida?
—Si no es velorio mi reina.
Debió imaginarse que tenía un público difícil...
—¡¿Entonces qué chingadas colas me pongo?! —cansada de haber revisado todo lo formal en su armario, se tira a la cama bajo esas miradas curiosas e incrédulas de sus amigas.
—Le estás buscando la cuarta pata al gato, wey.
—Chaeyoung, los gatos tienen cuatro patas —Jihyo la corrige, sobándose el entrecejo. ¿Así tenían la decencia de pendejear a su novia?
—¿Y si era un gato mocho? ¿Estás discriminando a los gatos de tres patas, Park?
—¡Ve al punto!
—Ni que fuera Momo, wey —y se ríe sola, porque ni sus chistes malos podían levantar los ánimos de Jeongyeon—. Ya pues...
—Te voy a meter otra madriza tan grande que ni la virgencita de Guadalupe te va a poder salvar, por culera y payasa...
—¿Podrían dejar de pelear y ayudarme con mi crisis de moda? —pide—casi que suplica—Jeongyeon levantándose y separándolas, para evitar otro incidente como el anterior.
Porque si había algo a lo que le tenía miedo; era a los impuestos.
Y las madrizas de Park Jihyo, por supuesto.
—Yo me refería a que pa' todo haces circo, maroma y teatro. Buscaste la ropa más culera y abandonada que tienes en el closet, pudiendo sacar cualquier outfit común de los que sueles usar. ¿Qué necesidad tienes de fingir ser otra persona si la güerita se enamoró de lo que eres? —Yoo sonríe conmovida por sus palabras. Podía tenerles un poquito de fé a sus amigas aún...
—Si yo fuera la güerita, si te ando cambiando por una cocona bien fría, la neta —bueno, no tanta fé.
—Mira tú nomás ponte algo chido que te guste, que te sientas cómoda y ya con eso, ¡no hace falta que te cuelgues hasta el pinche molcajete!
—No me gusta decir esto pero, medio metro tiene razón. Solo sé tú misma y ya si los espantas ni modo, no todos traen el mismo cotorreo.
—Siempre son unas taradas, pero a veces es bueno escuchar lo que piensan, gracias —las tres se sonríen entre sí, para luego empujar a Jeongyeon a su armario, apurándola con la ropa.
Iba con 5% flow y 95% fé.
Luego de estacionar su Lambo, Nayeon se dirige a la entrada de la casa. Siente sus manos sudar de los nervios y toca la puerta antes de que su mente se llene de los peores escenarios. En todos ella salía perdiendo.
No tiene que esperar mucho, ya que casi de inmediato la puerta se abre y se deja deslumbrar por la tierna sonrisita de su verdulera musculosa. Tan solo la calidez de su gesto logra disipar todo mal pensamiento.
—¡Güerita! —y como si hubiera adivinado sus deseos, rápidamente es rodeada por sus brazos fuertes, que la abrazan con una suavidad tan inmensa que podría llorar.
—Jeongyeonnie... —exhala aferrándose al cuerpo de su novia, intentando esconder la crisis que venía persiguiéndola desde horas atrás.
—¿Nos vamos? —pregunta Jeongyeon luego de darle un par de besitos y separarse del abrazo. Y a Nayeon le hubiera gustado decir que no irían, pero su padre ya la tenía lo suficientemente amenazada con Tommy Jeans. No podía arriesgarse.
—Nos vamos.
Se toman de las manos y caminan al auto de Im, quien solo puede pensar en lo que les esperaba en esa cena.
Solo deseaba que todo acabara pronto.
[...]
—Solo ignora a todos los que digan comentarios fuera de lugar, quédate cerca de mí y si por alguna razón no estamos juntas, solo quédate cerca de Irene o mis padres, ¡y que no se te ocurra hablarle a mi prima la rubia! Esa loca seguro te va a coquetear —Jeongyeon asiente rápidamente a sus instrucciones, sosteniendo su mano en la espera de que les abran la puerta. Con tantas reglas ya empezaba a asustarse.
—Todo saldrá bien, Yeonnie, te lo prometo —asegura con una dulce sonrisa. Y Nayeon deseaba creerle.
Pero todas las mujeres mienten, ¿a poco no?
La lujosa puerta se abre al fin, dejando ver a una Irene muy sonriente, lo cual relaja un poco a Nayeon, que se alivia de saber que no le vió la cara a sus tías idiotas primero.
—¡Mija si viniste! —de inmediato se acerca a Jeongyeon y la abraza con fuerza.
—¿Cuándo le he fallado, eh? —dice Yoo correspondiendo el abrazo con una sonrisita nerviosa.
Sí bien conocía a Irene de hace años, que incluso ella llegó a cargarla de bebé, era bastante diferente saludarla en el mercado y saludarla en la casa de sus suegros. Ahora sí debería guardarse sus imprudencias.
—Yo también te quiero, tía —Irene ríe ante la clara queja de su sobrina, por lo que no duda en abrazarla también.
—Mi Nayeonnie gruñona, si te daban celos solo me hubieras dicho —Nayeon no responde, solo la mira con fastidio y se atreve a preguntar lo que más miedo le daba saber.
—¿Ya están aquí las víboras? —se siente nerviosa de nuevo cuando Irene asiente con una mueca plantada en su rostro.
—Ese grupo de venenosas están listas para sacar a relucir sus mayores inseguridades contigo. Me dijeron que estaban esperándote, porque no te han visto en casi un año...
—Y pudo ser más tiempo, pero ya sabes cómo es mi papá a veces.
—En todo caso, te deseo suerte, porque las tuviste en sequía mucho tiempo...
—Lo sé —termina aceptando, aferrándose de Jeongyeon y rogando porque no sean tan malas con ellas hoy.
Apenas entran, Jeongyeon se siente completamente observada. Hay más de quince personas en la casa y todos la miran fijamente, la mayoría, juzgándola.
Con razón tenía tanto miedo piensa al sentir que Nayeon se encoge por las miradas insistentes, algo bastante nuevo, puesto que a ella le encanta que la observen. No por nada es modelo.
Ambas detienen sus pasos cuando una de las señoras se acerca a ellas, con una sonrisa que pretende ser amable, pero que con un poco de atención denota una gran hipocresía. Nayeon le sonríe de la misma forma cuando queda justo enfrente de ellas.
—Nayeonnie, mírate nada más cuánto has crecido —inicia, mirándola de arriba abajo sin una sola pizca de disimulo—. ¿Dejaste de ser modelo? Te veo como que... Como que ya no sigues tus dietas —su intento de broma enfadan de inmediato a Jeongyeon, que frunce el ceño sin poder evitarlo— ¿Y esa quién es? ¿Es tu nueva chofer? ¿Tu papá ya no puede pagar una más decente? —la acidez en sus palabras queman un poco la estabilidad de Nayeon, que se ve perdida por unos segundos, hasta que nota como Jeongyeon está por responder y solo sonríe, pasando de largo.
En el camino, no tardan de encontrarse con dos tías más, una que las observa en silencio, juzgándolas. Mientras la otra no tarda en hablar.
—Wow, hace tanto que no te veo, ¿sigues sin arreglarte los dientes? Creí que ya todos te habíamos dicho que se ven raros.
Y pronto, una lluvia de comentarios cae sobre ellas.
—¿Ya no sales con el muchacho de Gucci? ¿Te dejó por insoportable también?
—¿Ahora trabajas con Irene? No hay duda que serás igual de fracasada como ella.
—Yo no sé porqué tu papá sigue consintiéndote si eres la que menos oportunidades de triunfar tiene. ¿Tommy Jeans? No me hagas reír...
—¿Con ese cuerpo realmente eres modelo?
—Me agradaba más tu otro noviecito, al menos se veía que tenía dinero.
Su única respuesta, fue sonreírles a todas, a medida que guiaba a Jeongyeon a otra parte, sintiendo su molestia en cada paso que daban.
—¿Eh? ¿Vas a dejar que nos hablen así? —pregunta Jeongyeon con notable enfado, una vez que la güerita las llevó a rastras a un lugar más privado.
—Ya me quiero ir. No las tolero, ni siquiera me saludaron y ya me están juzgando, ¿entiendes porqué no quería traerte?
—Déjame contestarles, puedo defendernos, de verdad...
—No quiero problemas —susurra algo consternada con la situación. Ella ya quería irse con su verdulera a otro lado.
—Por favor, déjame darles su merecido. ¡Ellas no tienen derecho de tratarte así! —Nayeon la observa con algo de duda. Nunca la había visto así de enojada, generalmente es como un cachorrito asustado. Verla así de decidida la hace pensar que tal vez deba dejarla ser.
—Bien, pero no te claves tanto, ¿puedes?
—Te lo prometo, princesa —le asegura, dándole un beso rápido, antes de armarse de valor y salir a enfrentar a esas señoras mamonas.
Me la van a pelar.
Hey!
Gente bonita, ¿me extrañaron?🤔
Si, hoy solamente hay uno, porque la verdad es que no me he encontrado muy bien en estos últimos días, así que decidí tomarme con calma las actualizaciones. Aún así, quería terminar este capítulo y subírselos.
Veré si mañana puedo subir el siguiente, o ya en la semana a ver qué pasa🙏
No se apuren, vienen cosas chistosas luego, este nomás es pa q se encabronen 🤌
Los amo mucho, cuídense por favor 🙏
Nooo cheinbaun no me sirCUMsises mi chilitooo
CHAO BYE!!!
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