Parte Única
Byun Baekhyun un joven en sus 25 años es chef y dueño del restaurant mas lujoso y popular de toda Seul. Su aficion siempre fue ser actor, pero debido a problemas se hizo chef, no es que fuese malo pero aun así le gustaba mas el actuar.
Un dia como cualquier otro dos hombres entre sus 30 pidieron hablar con él.
—Buenos días —saludó amablemente uno de ellos—. ¿Es usted Byun Baekhyun? —asentí en respuesta.
—Bueno joven Byun, venimos a rentar el lugar por cinco horas —dijo el otro.
—¿Cinco horas? —pregunté, ambos asintieron—. Imposible, no rentare mi restaurante por cinco horas —bufé con molestia dispuesto a irme.
—Espere, usted no entiende —me detuvo el pelinegro; —Nuestra empresa esta haciendo una fiesta de bienvenida para el nuevo CEO —hablo rápido.
—Nuevo CEO, pues simplemente alquile otro lugar —estaba reacio a escuchar mas, quería irme.
—Nuestro CEO es Park Chanyeol —aclaro el otro, voltee a ver a ambos hombres, me miraban serios
—P-Park Chanyeol —dije débil, ambos asintieron.
—Él es el sucesor de el grupo PaCh y desde mañana sera el nuevo CEO —rápidamente hablo el pelinegro.
Pues bien si antes no quería escuchar ahora me estaba interesando el tema, si hablamos de Park Chanyeol puedo hacer una excepción, él es como un dios griego para mí, sale en todo tipo de propagandas, desde escolares hasta la de ropa interior, su cuerpo perfectamente esculpido, es un modelo de tan solo 21 años y aunque sea joven tiene la atractividad de un hombre maduro, él es mi amor platónico. Salí de mis pensamientos y asentí.
—De que hora a que hora quiere la reserva —pregunte mirándolos mientras ladeaba la boca.
Ambos se sonrieron —Desde las 21 horas a las 23, hoy mismo —aseguro el pelinegro.
—Bueno, el total por la reserva de 100 mesas y exclusividad del lugar sera un total de 500.000 mil —dije.
—Pagaran en efectivo o tarjeta —sonreí achicando los ojos, los dos se miraron y sacaron sus tarjetas. Cerré el lugar a las cuatro de la tarde para poder hacer preparaciones a tiempo, solo constaba de tres horas para hacer un excelente trabajo.
Todo el lugar estaba reluciente e impecable, con las mesas bien ubicadas, solo faltaban veinte minutos para que diesen las 21 horas, subi a mi apartamento, quedaba sobre el restaurante en el segundo piso. Me cambie de atuendo a un traje claro, baje y el personal de la empresa empezaba a llegar.
Mis empleados se encontraban en la entrada saludando educadamente, el lugar en tan solo media hora estaba lleno, pero el anfitrión aun no hacia acto de presencia.
Todo el mundo hablaba y murmuraba, unos minutos despues en la entrada apareció él. Llevaba unas gafas oscuras, un pantalon negro pegado con una remera blanca y encima una leva negra, junto a él venia una señorita en vestido rojo encendido, ahora que los veía bien, ella era la mujer con la que Baekhyun había sido envuelto en diversos chismes como el de estar saliendo, aunque lo había negado varias veces ya, el hecho de estar juntos aquí daba que pensar.
Aún no se había sentado, seguia ahi parado, bajo un poco sus gafas y se quedo observándome clavando sus ojos en mi, ese acto me hizo sonrojar así que puse mis manos en mis mejillas, vi que hizo una sonrisilla ladina y volvió a acomodarse las gafas.
—Lamento llegar algo tarde —habló con voz profunda haciendo que tragara saliva.
—Tuve que terminar una sesión de fotos con mi compañera que aquí la ven —señaló a la joven a su lado—, espero me sepan disculpar —hizo una reverencia y fue a sentarse a su lugar que estaba en el centro del lugar.
Ya eran las 21:00 horas —Empiecen a llevar los platillos —ordené y fui a agarrar unos para ayudar, pase de mesa en mesa con una sonrisa, algunas mujeres preguntaron mi nombre, otras mi edad y cosas por el estilo.
Cuando lleve el platillo principal a la mesa del anfitrión volví a sonreír —Disfruten la comida —dije amable, todos en la mesa me sonrieron incluso la mujer en vestido rojo, estaba por retirarme cuando la mano de Chanyeol rozo la mía dejando un papel dentro de esta, algo sonrojado por el tacto me dirigí velozmente a la cocina a verificar de que se trataba el papel, cuando lo abri no podia creer lo que estaba leyendo.
«Veámonos a las 22:00 horas atrás del restaurante »
Vi el reloj y ya faltaban cinco minutos para la hora indicada, con nervios ordene a mis empleados que se encargaran de que todo vaya en orden mientras salía por un momento y así hice, fui a la parte trasera del restaurante y ahi estaba aquel rubio pero sin la leva.
Me acerque a paso lento y trate de tragarme los nervios, mis manos sudaban tal y como cuando estaba dando los exámenes finales en la universidad.
—Me necesita para algo —hablé formal y tratando de no sonar nervioso.
Él volteo y me miro para luego quitarse las gafas dejándome ver esos bellos ojos miel —Tu eres Byun Baekhyun, ¿no? —preguntó con voz profunda, solo asentí pasando saliva, esa voz me volvía loco.
—Me dijeron que tenias el rostro de una doncella —comentó—. No se equivocaron —me sonrió mostrando una bella sonrisa limpia vidrios.
Medite las palabras y me sonroje —B-bueno... —no pude continuar hablando por que Chanyeol se acerco a mi a gran velocidad y sello sus labios con los míos, no había reaccionado de que sucedía, cuando lo hice ya me encontraba acorralado contra la pared.
Intenté quitarlo de encima pero era muy fuerte, cuando coloque mis manos en sus pectorales en un ultimo intento de librarme caí rendido, esos pectorales me daban una emocionante sensación. No saque mis manos del lugar y empecé a seguir el beso a un paso torpe, pues este era mi primer beso, nunca había tenido novia porque siempre me han gustado los chicos y no he tenido novio porque todos buscan la misma cosa, sexo.
Chanyeol movía sus labios deliciosamente, abri un poco mi boca y aprovechó esta oportunidad para meter su lengua, era un vaivén, ambas lenguas chocaban frenéticamente causando un chasquido obsceno, ambas lenguas se enredaban y un jadeo escapo de mi boca.
Alcé una pierna y la coloque tras la rodilla de su pierna, Chanyeol me elevo un poco y enrede ambas piernas en su cadera, el poso sus manos en mi trasero y empezó a masajearlo, un leve gemido se me escapó, por falta de aire nos separamos y en un movimiento que hice descuidado frote la pequeña erección que tenia con la erección de Chanyeol provocándome gemir alto y sonoro —¡Ah! —dije y arquee la espalda.
Volví mis ojos a Yeol y note que sus ojos estaban mas oscuros con una pizca de lujuria, empecé a pensar en lo que había sucedido, nos besamos y ahora estaba enredado en su cadera, con una erección y sus manos en mi trasero.
Me sonroje al recordar lo ultimo, como pude me baje y entre corriendo de nuevo a la cocina, subi a mi apartamento y me metí al baño —Demonios... —susurre mientras veía el bulto en mis pantalones.
—Estúpido Baek —me reprendí a mi mismo, ahora que hago, la erección dolía y el recordar el beso no ayudaba. Baje mis pantalones junto al boxer y empecé a masturbarme rápido, tenia que bajar rápido, unas pulseadas mas y me corrí en la mano, me limpie y lave para cambiarme de atuendo a uno blanco total con un corbatín negro.
Cuando baje Chanyeol no estaba, al cabo de unos minutos regreso y dio una excusa de que lo habían llamado de la compañía, su manager, alzo su copa y con un tenedor la golpeo llamando la atención de todo el mundo —Quiero hacer un brindis —habló con voz mas ronca que lo normal, vi sus pantalones y aun seguia medio excitado, pero no era notable si no te quedabas viendo.
—Desde mañana empezare a cumplir el trabajo de mi padre, brindo porque hagamos un arduo trabajo y tengamos un prospero futuro, salud —alzo su copa y se la tomo hasta casi acabarla, mientras la bebía no despegaba la mirada de mi y aun sostenía una mirada lasciva con una sonrisa pícara.
El resto de la noche pasaron saludando y agradeciendo.
—Agh —gruñí cansado—. Fue una larga noche —suspire y vi a mis empleados, estaban realmente agotados, por lo general el restaurante cierra a las nueve y nunca hacemos reservaciones grandes fue un gran esfuerzo el que sonrieran todo el rato, los volví a observar y se me ocurrió una idea.
—Todos mañana tómense el día libre —solté y todos me vieron sorprendidos—. Hoy hicieron un esplendido y limpio trabajo, mañana no abriré, tómense el dia libre —todos asintieron y con una alegre sonrisa se despidieron.
Cerré el local y fui a la cocina a sacar la basura y cerrar, pero cuando la dejé afuera una fuerza me volvió a meter en la cocina, apagando las luces y cerrando bien la puerta, me vendo los ojos, estaba realmente asustado, yo era muy miedoso, que tal si era un violador.
—P-por favor, no me h-haga daño —musite nervioso, la otra persona no hablo y me empezó a cargar encima de su hombro se veía que era fuerte, empezó a subir escaleras y supe que se dirigía a mi apartamento, bruscamente me tiro a la cama y gemí del dolor.
—¿Q-quien eres? —pregunté.
—No lo sé, quien quieres que sea —susurró en mi oído y empezó a lamerlo, su lengua estaba caliente y húmeda, sin querer me estaba poniendo duro una ves mas, el hombre amarro mis manos a la cama y se coloco a horcajadas sobre mi.
Comenzó a quitarme el corbatín y despues desabrocho la camisa pero no la quito, empezó a lamer mi cuello haciéndome retorcer y dar suspiros, siguió recorriendo con su lengua mi pecho hasta llegar al pezón izquierdo donde empezó a chupar y lamer.
Un jadeo salió de mi boca, lo que sea que hacia este tipo me estaba encantando, dejo eso y ataco el otro de la misma forma haciendo que de mis labios salga un gemido ahogado, escuche una risita por parte de él, aunque tenia miedo también se mezclaba con el placer que me daba este hombre, abri la boca para decir algo pero él la silencio dándome un beso húmedo.
Nuestras lenguas bailaban , tan centrado estaba en el beso que no senti cuando abrió mi pantalon y bajo el cierre, su mano rozó la tela de mi boxer y un gemido se me escapó, dejo mis labios y me saco los zapatos, me bajo el pantalón dejándome en boxer y una camisa desabotonada, paso su lengua por sobre la tela e hizo que mi erección creciera más, volviéndose dolorosa.
—¿Te gusta? —preguntó con voz ronca y profunda, solo atine a asentir y decir: —Mas —rogué, empezó a bajar lentamente el boxer hasta sacarlo por completo y empezó a subir con su lengua, lamiendo mis muslos hasta llegar a mi miembro, coloco el glande en su boca y empezó a lamerlo.
El sentir, lo caliente me hacia emocionar, gemí mas fuerte —¡Ahh! —empezó a hacerme un oral, metía y sacaba mi miembro babeándolo por completo con una de sus manos también empezó a masturbarme, mientras su boca chupaba la punta su mano jalaba la longitud, me sentía en el cielo, saco su boca y siguió con su mano, senti como la venda era sacada, abri mis ojos para acostumbrarme a la luz y cuando pose mi mirada a mi miembro vi una mano venosa agarrarlo y ahi estaba él, Park Chayeol.
Volvió a meter su boca y chupar la punta, quería mover las manos pero aun las tenia amarradas —¿Te gusta lo que ves? —preguntó.
No solo me gustaba, me encantaba. Colocó su lengua en la abertura del glande y un gemido salió de mí, empecé a sentir espasmos y un cosquilleo en mi parte baja, minutos despues me vine en la boca de Yeol, estaba avergonzado.
Él se trago todo y me miro pícaro —Tu sabor y olor son tan buenos —se acercó a mi oreja—. ¿Te gusta? —preguntó y lamió el lóbulo.
—Me gusta —dije con un gemido, él sonrió ladino y se saco la remera dejándome ver esa piel cremosa que tanto deseaba tocar —¿Te gusta lo que ves? —preguntó.
—Sí —solté sin poder quitarle la vista de encima, empezó a sacarse el pantalon y quedo en boxer, se acerco nuevamente a mi y se sentó sobre mi pecho.
—¿Quieres ver lo que traigo dentro? —me miró y asentí—. Si prometes ser bueno y obedecer te soltare y dejare que toques, ¿de acuerdo? —sentenció y asentí.
Me desamarro las muñecas y se separó de mi, ordenó que me sentara al borde de la cama, obedecí y se paro frente a mi, mi cabeza quedo al nivel de su cadera —Sabes que hacer —demandó, baje su boxer y su miembro salió totalmente erecto.
De un ancho inigualable y largo imposible, trague saliva y metí mi boca en la punta, empecé a lamer torpemente, pero despues de acostumbrarme al sabor empecé a masturbarle metiendo todo lo que podia en mi boca, el gruñía del placer, lamia y chupaba, agarro mi cabello y empezó a fingir embestidas.
Yo gemí del placer, con mi mano libre me estaba masturbando, el jalo mi cabeza hacia arriba y me beso, un beso lujurioso y caliente, volvió a embestir mi boca y lo saco, su miembro estaba totalmente erecto, metió tres dedos en mi boca —Chupalos —ordenó, empecé a chupar y lamer llenándolos de saliva, aunque no sabia para que era quise salivarlos bastante, algo me decía que debía hacerlo.
Unos segundos despues los saco —Ponte en cuatro —demandó y obedecí, metió un dedo suavemente en mi ano, ahora sabia porque los salivaba, aunque me dolió un poco era soportable y no me queje, un ratito despues me acostumbre a la invasion, empezó a sacar y meter con facilidad aquel dedo.
Después le agregó un segundo dedo y me quejé, empezó a hacer movimientos en tijera supongo para expandir la zona, agregó un tercer dedo y unas cuantas lagrimas salieron, aunque dolía debía admitir que me gustaba, empezó a meter y sacar sus dedos de mi entrada, mientras hacia esto me masturbaba con su otra mano, cuando saco sus dedos me queje, se sentía vacío, ahora dejo mi miembro y se posiciono tras de mi, masturbo un poco su miembro y empezó a rozarlo en mi entrada haciéndome desesperar.
—¡Suplica! —dijo, ahora mismo la vergüenza se había ido al caño, quería ser follado duramente.
—¡Por favor! —gemí.
—Por favor, ¿que? —preguntó mientras rozaba mi entrada.
—Por f-favor, metelo ya, hazme tuyo, llename —suplique y una sonrisa socarrona se formo en sus finos labios, sin piedad entro de una estocada, unas lagrimas resbalaron por mi mejilla, debía admitir que eso dolió. Unos segundos despues el dolor se esfumo y quería algo más, empuje mi cadera y empezó a embestirme brusca y certeramente, al ser su miembro largo y grueso tocaba precisamente aquel punto que me hacia delirar, entraba y salía una y otra vez, la habitación estaba caliente y llena de sonidos obscenos.
—M-más fuerte —gemí—. ¡Ah! —Chanyeol estaba dando estocadas fuertes y certeras, mis gemidos eran inigualables —¡Ahh, Yeol! ¡Ah! —gemí fuerte, dos estocadas mas y me corrí por segunda vez, manche mi cobertor rosa, mi favorito.
Yeol aun no se había corrido, sacó su miembro y me giró, así quedando frente a él, abrió mis piernas y volvió a entrar duramente —Baek, ahh —gimió, escuchar mi nombre con esa voz me hizo excitar aún más, no estaba cansado para nada.
Chanyeol se acerco a mi pecho y empezó a chupar mis pezones haciéndome gemir, se acerco a mi boca y nos dimos un beso caliente, mientras me penetraba me devoraba la boca, este hombre me encantaba. Una vez mas me corrí y manche mi abdomen y algo de la camisa que aun traía, Chanyeol también se corrió pero aun seguíamos erectos, el me levantó y me apegó a la pared, recosté mis manos a la pared y empezó a penetrarme nuevamente mas fuerte y certero, tocaba mi punto con cada embestida.
—¡ah, ah! —gemí—. ¡Yeol ah! —mi voz salió fina debido a un gemido.
—¿Qué pasa bebe? –preguntó con la voz mas ronca que haya escuchado.
—Tenemos toda la noche —musite, él sonrió y me dio una nalgada, alzo mi pierna derecha para darse mejor acceso y volvió a embestir salvajemente.
Ahora podia ver claramente como mi trasero tragaba su polla, saliendo y entrando de mi con fuerza, él se corrió pero yo aun no, tenia un escritorio donde a veces revisaba papeleo. Yeol tiro todo al piso y se sentó en el escritorio seguido por mi, su pene estaba duramente recto —Siéntate bebe —dijo, yo gustoso obedecí, el me saco por completo la camisa y empecé a auto penetrarme hasta llegar al tope con su ayuda me levantaba y bajaba.
Realmente esto era la gloria, una penetradas mas y me corrí por cuarta vez, bajamos del escritorio pero él me cargo a mi sin salirse me recostó a una pared, me retuve con manos y pies para no caer. Mientras me penetraba, me besaba y lamia la espalda, yo gemía del placer, me embistió fuerte unas cinco estocadas mas y me corrí sin siquiera tocar mi miembro, despues se corrió él llenándome por completo, salió de mi aunque su pene no estaba flácido ya no estaba tan erecto igual que el mio, nos miramos y sonreímos, me sente en el borde de la cama y abri las piernas alzándome un poco separe mis nalgas con mis manos.
—Quiero mas lechita aquí —dije, él me vio con una sonrisa ladina.
—Convenceme —dijo con voz prepotente pero simple mientras se frotaba su miembro, algo apenado metí un dedo en mi entrada, se sentía bien pero mejor eran los dedos de él, gemí mientras metía otro dedo.
—Así no se hace, deja que yo te enseñe —sacó mis dedos y metió su pene volviendo a embestirme agarro mis piernas y metía profundo su miembro, esta ronda fue mas larga, juntos llegamos al orgasmo y caímos rendidos en mi cama, yo me abrace a él y nos cubrió con la cobija, quedamos profundamente dormidos.
Tantee a mi lado y no había nadie, Chanyeol no estaba, hubiese dicho que había sido un sueño de no ser por tres razones, uno el escritorio estaba hecho un lio, dos el cobertor estaba en la ropa sucia y tres mas importante, estaba desnudo, tenia morados en todo el cuerpo y el trasero me dolía como el infierno, me levante como pude, me puse una remera que llegaba a las rodillas, me coloque un boxer y baje, todo estaba cerrado y no había nadie, volví a subir triste, decepcionado y frustrado, me di una ducha larga, recogí el desastre y lave la ropa sucia.
DOS SEMANAS DESPUES
Un joven de cabellos azules entro al restaurante, vestía unos pantalones beige, una polera combinada y unos tenis blancos en el borde de la camisa colgaban sus gafas, se robaba la atención de todos. Byun se percato de el murmullo de la gente y salió de la cocina, vio en la puerta a un peliazul sonriendo, maldijo por lo bajo y le miro mal, se acerco a él
—Que mierda Park, ¿que quieres? —le habló fastidiado.
—Hablemos —propuso.
—No lo hacemos ya —comentó sarcástico
—Baek, no es lo que piensas, sobre ese dia yo... —calló sus palabras, Byun noto que todos los miraban curiosos; —Sígueme —dijo y salió a la parte trasera del restaurante.
—¿Tu que? —preguntó.
—Yo... no sabia como reaccionarias —argumentó—, tenia miedo —Byun lo miro ladino.
—Ahora resulta que despues de tener sexo conmigo te dio miedo y dos semanas despues me lo dices —sonrio dolido.
Chanyeol cayó en cuenta de lo que había hecho, había lastimado al chico que amaba —Lo siento —atinó a decir.
—Si no tienes nada importante que decir me retiro —dijo y se dio la vuelta dispuesto a irse, la mano de Chanyeol lo alcanzo y lo detuvo; —Suéltame —demandó.
—¡No! —hizo resonar su voz—. Escúchame bien porque solo lo dire una vez —habló.
—No es la primera vez que te veo, cuando yo cursaba primer año de la Universidad tu la terminabas, un dia yo llevaba varios libros, pasate corriendo y me hiciste caer, te disculpaste y me ayudaste, me dijiste tu nombre, tu edad, tu especialidad en ese instante me di cuenta que me había enamorado de ti, cuando saliste perdí todo contacto, un dia cuando pasaba en mi auto te vi parado en la entrada de este restaurante, me llene de vida, te volví a ver.
Desde ese entonces siempre venia aquí, aunque pocas veces dejabas ver tu rostro disfrutaba las pocas que lo veía, aquella noche fue mi límite, hice la celebración aquí para verte hablar como amigos, pero el traje que llevabas me volvió loco fuera de si, me deje llevar tanto que lo hicimos por cuatro horas sin descanso en varias posiciones —lo jalo para darle la vuelta y notar un rubor en las mejillas ajenas.
—¿Entiendes ahora? —acuno las mejillas del mayor.
Algo nervioso y cálido por dentro hablo —Entonces ¿por qué lo hiciste? —musitó dejándose mimar.
—Porque te amo —hablo el ahora peliazul y lo beso, un beso lleno de amor y cariño...
Tiempo despues...
—Jefe —dijo una voz mientras subía las escaleras—, voy a entrar.
Byun y Park estaban sin pantalones y con erecciones muy visibles —Escondete en el baño —sugirió Byun, rápidamente se coloco un pijama grueso y ancho para que el joven no notase su problemilla—. ¿Q-qué pasa? —preguntó tragando saliva?
—Oh —el joven lo miro y vio en el piso dos pantalones tirados.
—Me media ropa —soltó nervioso al notar la mirada.
—Es que escuche ruidos extraños y creí que algo le pasaba —dijo inocente.
—No era nada, todo esta bien —habló Byun—. Si eso era todo puedes retirarte tranquilo, quiero descansar.
—¡Ah si! Lo lamento —habló y se retiro. Byun dio un suspiro de alivio y abrió la puerta del baño para ser jalado al interior; —Pequeño bribón —comentó Chanyeol.
—Te amo —soltó Baek.
—Yo más bebé —habló Chanyeol mientras cerraba la puerta del baño.
FIN
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