TOMAR DECISIONES
Michael Jackson necesita su leche para dormir. Es lo único que lo logra.
Los problemas de insomnio llevan acompañando a Michael toda la vida.
Aunque en 2066, se sospecha que en algún momento de su vida, alguien suministraba algo al artista para que no pudiera dormir y así poder dominarlo mejor no ha podido demostrarse.
La inyección de Propofol resulta mortal para el artista, que pierde la vida a consecuencia de un paro cardíaco por exceso de este medicamento.
La actitud del médico es un tanto sospechosa.
Esa medicina hay que controlarla muy bien y al parecer el facultativo estuvo hablando con su novia veinte minutos sin prestar atención a los signos vitales del artista y controlar el tiempo. Cuando descubrió lo ocurrido intentó reanimar al artista sin éxito y llamó al hijo mayor del cantante para que permaneciera junto a su padre mientras él llamaba a una ambulancia.
El médico sabía que no podía, y tampoco sabía, administrar ese medicamento y que para hacerlo bien, de manera correcta debía disponer de una serie de aparatos que en la habitación del artista no había.
Tras un juicio fue condenado por su homicidio involuntario y condenado cuatro años de prisión aunque fue puesto en libertad antes de tiempo.
Esto indignó a fans y familia del cantante que le consideran un asesino.
Los viajeros aparece en la última etapa. Años después de su muerte.
De nuevo acusado por alguien, que años atrás declaró a su favor.
Alguien que ha dado versiones tan dispares como numerosas y muy distintas entre si. Sus descendientes saben que miente. Siempre lo supieron. Pero él pidió a todo el mundo guardar silencio.
Quería, necesitaba dinero y cien millones de dólares consideraba la cantidad adecuada para él.
Mientras asegura cosas como que él siempre creyó que era amistad lo suyo con el artista. Resulta curioso que un hombre de treinta años no sepa distinguir lo que es un abuso de lo que no y aún menos que lo descubriera gracias a un psicólogo. Aún en el supuesto de haber sido abusado en verdad, a partir de cierta edad, una persona sabe distinguir lo que es malo, de lo que no. Y desde luego, no declararía en favor de su presunto abusador, ni iría al hogar de su agresor años después. Además el muchacho en cuestión, da versiones contradictorias el mismo año o con meses de diferencia.
Y ¿cómo es posible que un pariente suyo ponga a la venta una foto del hombre que le abusó, haga vídeos para sus fans o asegure no poder trabajar en mundo del espectáculo y luego subir vídeos haciéndolo?
A esto se le suman informes falsos de tabloides con fotos robadas y manipuladas que aseguraba haberse hallado en Neverland.
¿Cómo puede ser posible que aseguren que una de las fotos halladas, de una niña con una media en su cuello fue encontrada en el registro de la casa cuando el FBI dijo que no se halló nada? Cuando esa niña, ni siquiera había nacido en el momento del registro de Neverland y por tanto era imposible que pudiera haber sido encontrada en el registro de la propiedad del artista.
Su autor afirma que esa foto la realizó en 2008 y la publicó en el 2010, un año después de la muerte del artista. Por lo tanto no era posible, de manera alguna, que fuese hallada en dicho registro en vida del artista.
Además en el momento de su defunción, Michael ya no vivía en Neverland.
Otra de esas fotos fue cogida de cualquier lado de Internet y metida en el informe, para después publicarla y de nuevo engañar a la gente.
Manipulada para crear más morbo y por tanto más dinero. La versión original de esta foto no tiene ningún morbo.
Más tarde se unieron al nuevo acusador, dos más con el mismo abogado e historias poco creíbles. En especial la última que usa una frase que Michael Jackson escribió a todos sus admiradores y unos presuntos documentos o cartas, como pruebas para orquestar otra demanda falsa. Todo ello aderezado con una foto de la presunta víctima y ocho dedos de una mano de Michael sobre su hombro. Sí, ocho dedos en una mano.
Los familiares de estos últimos difamadores también están allí, presenciando los montajes y mentiras
Lejos de allí, los fantasmas de Stefanie Curtis y Michael Jackson, al fin se conocen.
Los familiares de los mentirosos ya saben toda la verdad. Ahora todo cambiará.
Sin embargo, el artista no tiene mucha fe en ello.
—Confía Michael, confía. En algún momento tendrá que haber justicia contigo. Con nosotros. —le sonríe.
El artista le devuelve la sonrisa, pero sigue dudando de la justicia y tiene motivos para eso.
La parentela de los embusteros tienen que procesar y digerir todo lo que han visto, escuchado y sentido. Los Guardianes de la Justicia se presentan todos juntos ante ellos.
—Os daremos dos noches para asimilar todo eso. Pasado ese tiempo volveremos a buscaros para continuar con la siguiente parte. —dice uno de ellos acompañado de los demás, para luego evaporarse en el aire.
Todo aquello es demasiado para ellos, no saben que será lo siguiente. Si hubieran vivido aquellas cosas, aquellas mentiras, se hubiesen vuelto locos.
A cualquier ser humano le hubiera ocurrido. Habrían perdido la cabeza por completo o se habrían quitado la vida.
—¿Cómo pudiste soportar todo eso? —comenta uno de ellos mientras espera que el sueño le invada.
—Porque era inocente y lo sabía. —responde el artista aunque no pueden escucharle. —Y porque confiaba en Dios.
Dos días después, los Protectores de la Justicia cumplen su promesa y se presentan ante los allegados de los corruptos, de uno en uno.
—Ahora todo depende de vosotros. A partir de ahora podréis entrar en contacto con vuestras respectivas familias, entablar amistad con ellos. Os podrán ver y hablar con vosotros. Tendréis que contarles quienes sois y porque estáis allí tratando de evitar lo que van a hacer en un futuro y las consecuencias que eso traerá en años venideros. Lo más probable es que no os crean. Nadie lo haría, de modo que tendréis que mostrarles lo que van a hacer en los próximos años y las consecuencias de eso con el paso del tiempo. Tendréis que llevarles a vuestros futuros del año 2066, usando esto. —dice cada emisario entregando un saquito de tamaño mediano de color negro, que contiene unos polvos mágicos dorados. —Si os creen, ellos y solo ellos pueden tomar una decisión. No podéis intervenir en sus elecciones. Deberán hacerlo de manera libre, aunque eso os perjudique a vosotros o incluso a ellos. Se les dará una oportunidad para elegir hacer lo correcto. Si no lo hacen tendréis que aprender a vivir con las consecuencias de sus actos, a menos que en el futuro vosotros decidáis cambiar las circunstancias, aunque eso suponga ir en contra de vuestra propia sangre. —les advierten los Protectores de la Justicia antes de desaparecer de nuevo.
Ninguno sabe por donde empezar, aunque al menos si saben donde buscarlos. Son sus descendientes y los conocen. Tendrán que ingeniárselas para meterse en su círculo o encontrarse de manera casual con ellos y poco a poco ganarse su confianza. Sin embargo, deben apresurarse.
Si no consiguen convencerles de quienes son, tendrán que demostrárselo, aunque eso suponga llevarlos a su futuro, sin saber las reacciones que tendrán al ver un mundo tan distinto al que ellos conocen.
Algunos familiares de los periodistas más agresivos con el cantante, fingen ser estudiantes de periodismo recién licenciados. O tratan de hacerse sus amigos. De esa forma podrían aconsejarles como hacer buen periodismo, siendo riguroso y sin hacer daño a nadie. El dinero no es tan importante, como vivir con la conciencia tranquila y que tu familia se sienta orgullosa de ti.
—Además quizás un día tú familia podría ser víctima de mentiras que destrozaría sus vidas. —les dicen sus parientes tratando de convencerlos.
—Eso nunca va a pasar. Nadie se metería con la familia de un periodista. —responden ellos.
Es entonces cuando se ven obligados a desvelarles su identidad y llevarles a un viaje, sacando un puñado de polvos mágicos lanzándolos al aire. Con ellos viajan al futuro más próximo en el que se ven casados, con hijos gozando de un buen tren de vida. Les complace saber lo van a conseguir hablando lo que quieren del artista.
Una vida cómoda y económicamente sustanciosa.
—Aún hay un futuro que debes conocer. —les informa su prole.
De nuevo toman otro pequeño puñado de polvos mágicos dorados para mostrarles lo que ocurrirá años después.
Entonces se trasladan al final de 2066.
Allí, los periodistas no pueden creer lo que ven. Coches surcando el cielo y casas robotizadas. Aquello parece una película de Ciencia Ficción y asusta.
Es entonces cuando sus allegados les muestran las consecuencias de sus actos. En ese mundo, la gente los odia.
El tipo de periodismo que ellos hacían ya no existe, ni se permite. Inclusive la gente acude a sus tumbas, ya que algunos de ellos ya han muerto en esa época, para burlarse, pero sobre todo insultarles por lo que hicieron. Aunque lo más grave es que a consecuencia de todo lo que hicieron parte de sus familias pueden ir a prisión.
En 2066, a los presidiarios se los llevan fuera de la tierra a cumplir su condena.
Otra cosa que desconocían.
La tierra está superpoblada y cuesta obtener recursos para todos sus habitantes. Por eso han llegado a otros planetas y parte de la humanidad se ha instalado en ellos.
Cada cierto tiempo van rotando. Es decir, los que ahora habitan la tierra tendrán que vivir en otro planeta un tiempo y viceversa.
Aunque los delincuentes son castigados de manera dura. Son llevados a ese planeta, lejos de la familia, que no podrán ir a visitarlos mientras cumplan condena.
Allí, mentir y difamar está considerado como un delito muy grave, a la altura de un asesinato, un maltrato o un abuso infantil.
Con un poco de suerte y si les toca un jurado algo compasivo, solo serán castigados a permanecer encerrados de por vida en una celda galáctica dando vueltas por el espacio toda la eternidad y solos en su prisión. Si el jurado no desea ser indulgente con ellos, entonces serán llevados al planeta donde están los demás presidiarios en una nave espacial y una vez allí, son soltados en el espacio, y no un celda galáctica como los que han tenido más suerte. Ellos son soltados sin nada, arrojados al espacio.
Si corren con suerte podrán llegar a otro planeta y permanecer allí lo que les quede de condena. Si no corren con suerte, podrían dirigirse hacia el sol sin querer, donde perecerían achicharrados por él.
Los reporteros no pueden creer lo que escuchan.
Luego sus familiares les muestran de que se les acusa. Y son los delitos más graves.
—No te pasará nada. Eres inocente. —responden los periodistas.
—Michael Jackson también lo era, pero igual mentisteis sobre él, fabricando pruebas. Y aún habiendo demostrado su inocencia y tras su muerte seguisteis, cada vez peor. Nada os detuvo, no os importó. Solo el dinero. —les reprochan sus familiares. —Aquí todo el mundo sabe que mentisteis.
Luego les muestran programas donde se ataca con extrema dureza lo que tanto prensa, como difamadores hicieron con los artistas, además de ridiculizarlos. La gente los odia y pocos tienen un buen trabajo. Nadie desea contratar gente cuya familia ha hecho algo parecido.
Los difamadores del cantante están viviendo algo similar a lo de los periodistas. Sin embargo, con ellos la gente es aún, más dura, ya que acusaron en forma directa al cantante de una mentira.
Su familia ha de luchar contra el odio de la gente.
Incluso los niños se burlan de los niños que descienden de estos embusteros y los aislan. Ninguno quieren ser sus amigos.
—Tu abuelo es malo
—Tu tío es malo
—Todos sois malos
Les repiten una y otra vez, una y otra vez.
Los allegados de los difamadores directos, es decir, los chicos que le acusaron de manera falsa, son acusados de asesinato infantil. Aunque son inocentes y no hay pruebas, igual los llevarán a juicio por una mentira. Igual que sus antepasados hicieron con Michael Jackson.
Y si los condenan, el jurado no será indulgente, recordará quienes fueron sus familiares y añadirán a la condena un agravante por las mentiras que sus ancestros contaron tiempo atrás sobre Michael Jackson y más personas.
Quizá sea injusto, sí, y no tenga que ver una cosa con la otra. Aunque en realidad sí tienen que ver.
Las mentiras hacen daño.
No importa el tiempo que pase.
—Vosotros mentisteis por dinero, fama y ambición, pero nosotros pagamos las consecuencias. —les dicen sus descendientes.
—Tenéis la oportunidad de cambiar las cosas desde el pasado, hacer las cosas bien y no hacer daño a ese artista, ni a otros, y tampoco a vuestros propias familias. Os haremos regresar a vuestro tiempo para que meditéis bien las cosas y actuéis como creáis que tenéis que hacerlo.
Estas son las últimas palabras que las familias de periodistas, difamadores y de la elite les dirigen a sus ancestros antes de devolverlos a su tiempo y desaparecer.
Lejos de allí, el Guardián del Destino, se traslada de manera mágica a un año en el que Jackson estaba vivo y que marcó el comienzo de su triunfo como solista con el álbum Trhiller.
El hombre invita al muchacho a acompañarle en el recorrido de lo que fue su corta vida. El artista se sorprende con su cambio físico. Hasta ese momento él se operó la nariz por un accidente. Nada más.
Aunque el vitiligo ya empezaba a aparecer en su piel.
Pero, ¿también Lupus?
¿Qué es, se puede evitar o tratar?
El hombre le explica en que consiste y también le muestra el peor momento de la vida del artista.
Michael no entiende como, ni porque le acusaron de algo así. Él no sería capaz de eso.
Le gustan las mujeres mayores de edad, no los niños, ni los hombres.
Al cantante le ilusiona saber que sus fans le querrán y apoyarán tanto, incluso después de su muerte y que tendrá tres hijos que llenaron un poco de luz la vida cruel e injusta que le tocó vivir hasta el día de su prematura muerte.
¿O asesinato?
Estaba rodeado, atrapado por mafia, pero no podía escapar.
El Guardián del Destino le devuelve al año del que le ha sacado.
—Ahora sabes que te depara el futuro. Te lo mostré para que tomes decisiones, si así lo deseas y puedes evitar ciertas cosas que te ocurrieron. Evitar exponerte tanto y ser un blanco tan fácil. Pero no debes perder tu esencia. Recuerda que cada cuál es Guardián de su propio Destino. Suerte. —dice el hombre marchándose, mientras Michael le sonríe despidiéndose con la mano.
—Gracias. —le dice el hermano de Janet.
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