Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: "No soporto tú indiferencia: Reconciliación"

Un apuesto hombre de cabello alborotado, entraba a una pequeña habitación, al estar dentro de ella poso su mirada en una mujer de cabello negro que se encontraba sentada en una cama, dándole en una cucharita su medicina a su hijo.

Gracias mami, decía el pequeño niño, quedándose callado repentinamente al ver a su padre dentro de la habitación.

Me alegra verte mejor campeón, dijo Gokú mientras se acercaba al lugar donde estaba su hijo, al tiempo que la pelinegra se puso de pie.

Ya regreso mi niño, dijo Milk, mirando dulcemente a su hijo y con frialdad a su esposo, antes de continuar su camino.

¡Milk¡ dijo Gokú intentando tomar la mano de su joven esposa, pero esta lo evito y continuó su camino, dejando desconcertado a su esposo.

¡Papi¡ escucho el hombre de cabello alborotado.

¡Gohan¡ ¡hijo¡ ¿cómo te sientes?, pregunto Gokú posando su mirada en su hijo.

Bien papi, muy bien, mami me cuido toda la noche, me dio muchos jarabes para que me sienta mejor, respondía Gohan sonriendo.

Yo no pu..., decía Gokú siendo interrumpido por su pequeño hijo.

Mami me dijo que era mejor que ella me cuidará, acoto Gohan.

Si, Milk, tal vez tenga razón, si yo te hubiera cuidado a lo mejor no estarías tan recuperado, dijo Gokú con cierta nostalgia en su voz.

De seguro también estaría bien papi, tú y mami, son buenos papitos, agregaba Gohan, sonriendo dulcemente.

Gohan, eres tan buen chico, dijo Gokú.

Papi, ¿me cuentas un cuento?, pregunto Gohan con ternura.

Por supuesto hijo, respondió Gokú, dando inicio a su narración.

Luego de unos minutos, ya con Gohan dormido,  Gokú salió de la habitación y fue a buscar a su esposa, una vez que la encontró se acercó a esta.

Milk, tenemos que hablar, dijo Gokú con firmeza, mientras la pelinegra se encontraba sentada viendo unos documentos.

Milk al ver y escuchar a su esposo, fingió no haberse dado cuenta de su presencia y continuó mirando los papeles que sostenía en sus manos.

Mi amor, te estoy hablando, dijo Gokú acercándose a ella para tomarla del brazo.

No me toques, respondió Milk con seriedad al tiempo que se ponía de pie y caminaba hacia un costado para alejarse de su esposo.

Hermosa, no sigas molesta conmigo, sé que tuve la culpa de que Gohan se enfermara, sé que debí ser más responsable con él, pero me deje llevar por la emoción de mostrarle a nuestros amigos, lo bueno que es nuestro hijo, lo mucho que ha mejorado, desde que ellos dejaron de verlo,....., decía Gokú, siendo interrumpido por la pelinegra.

Eres un irresponsable, no es la primera vez que Gohan enferma por un descuido tuyo, respondió molesta la pelinegra.

Lo sé corazón, lo sé,...., decía Gokú.

No me llames así, dijo Milk molesta.

Milk, muñeca bella, no seas tan dura conmigo, Gohan ya está mejor....., acoto Gokú con calma.

¿Qué?, no puedo creer lo que dices, es increíble, que poca preocupación muestras por tu hijo, respondió Milk con firmeza.

Yo me preocupo por Gohan y por ti muñeca bella, pero solo digo lo que veo, Gohan ya está mejor, sé que tuve....., decía Gokú siendo interrumpido por la pelinegra.

Mejor cállate, si, ya no quiero seguir hablando contigo, respondió la pelinegra antes de continuar su camino.

Milk, mi amor, ¿por qué tienes que ser tan terca?, decía Gokú mientras veía partir a la pelinegra.

Horas después:

Gokú se sentaba a la mesa, al tiempo que una mujer de uniforme se acercaba a servirle sus alimentos.

¿Y la señora?, dijo Gokú mirando a la mujer.

Con el niño Gohan, se llevó su cena a la habitación del niño, respondió la mujer, mientras colocaba la porción de alimentos en el plato de Gokú.

¡Gracias¡ dijo Gokú mientras pensaba: ¿Es que hoy también piensa quedarse cuidando de Gohan?

La mujer de uniforme solo asintió y se retiró del lugar, dejando a su patrón pensativo.

Milk, porque me castigas así, el peor castigo que puedes darme es tú indiferencia, no lo soporto, por ello desde que conocí y luego de aquel incidente que paso entre los dos por mi estupidez, por dejarme llevar por retos de otros y que hizo que ambos nos supuestamente odiáramos, yo siempre trataba de buscarte pleito, para poder hablar contigo, para oír tu voz, prefería discutir contigo a que tú me seas indiferente, esa era mi manera de poder tener algún contacto contigo, luego cuando paso lo del trato de nuestros padres, el matrimonio y todo lo que hasta ahora hemos vivido juntos como pareja, ha hecho que no solo descubra lo gran persona que eres, sino además hizo que me enamore más de ti, que me enamore tanto, que siento que me falta el aire si tú no estás junto a mí. Milk mi amor, no soporto que me trates con tanta frialdad, no lo soporto, lo peor de todo es que me cuesta decirlo, cada vez que discutimos por alguna tontería, tú eres siempre la que cede primero, además desde que aceptamos nuestros sentimientos, nuestros pleitos solo duran un par de horas, pero ahora no fue así, ya han pasado muchas horas que te muestras tan distante conmigo, que me miras con tanta frialdad, ni permites que te abrace. Mi razón me dice que espere con paciencia, que en cualquier momento tú darás tú brazo a torcer, y empezarás a buscar que nuestra relación sea nuevamente calma, pero mi corazón me dice que no espere a que tú tomes la iniciativa está vez, sino que sea yo quien lo haga, eso es tomare la iniciativa esta vez, no puedo esperar a que sigan pasando los segundos, minutos y horas, no, no puedo esperar, pensaba Gokú mientras miraba su plato aún intacto.

Gokú se puso de pie, coloco sus alimentos en una fuente, los tomo y camino hacia la habitación de su hijo, al llegar a esta, toco la puerta de la misma.

Toc toc toc

Adelante, escucho Gokú.

Dentro de la habitación:

¡Gracias mami¡ estuvo delicioso, decía Gohan, mientras entregaba su plato a su madre, al tiempo que la puerta se abría.

Ahora bebe tú jugo, mi niño, respondía Milk dulcemente, al tiempo que al sentir unos pasos entrar por la puerta giro su rostro.

¡Papá¡ dijo Gohan feliz.

La pelinegra miro con indiferencia a su esposo, y continuó consumiendo sus alimentos.

Vine a comer en familia, respondió Gokú.

Yo ya terminé, solo estoy bebiendo mi jugo, pero mami aún no acaba, decía Gohan sonriendo.

Ya terminé, respondió Milk, haciendo una pausa para decir mientras colocaba su plato en una fuente y luego la tomaba: Voy a llevar esto a la cocina.

Lo haces por mí, ¿verdad?, te incomoda mi presencia, dijo Gokú con firmeza.

No soy tan infantil como tú, yo ya terminé, por ello llevare esto a la cocina para que lo laven, quédate con Gohan hasta que vuelva, aunque está recuperado, aún tiene que tomar su medicina en unos minutos, respondió Milk.

Está, decía Gohan, mostrándole una cajita a su padre.

Si no llego en diez minutos, le das, la dosis está en la receta, añadió Milk con seriedad, antes de continuar su camino.

¿Están molestos?, dijo Gohan con nostalgia, mirando a su padre.

No hijo, no, respondió Gokú.

¿Por qué no le das un regalo a mami para ponerla feliz?, decía Gohan sonriendo.

¿Un regalo?, respondió Gokú.

Si papi, los regalos te ponen más feliz, decía Gohan.

Claro, tienes razón, respondió Gokú, mientras miraba un pequeño reloj que estaba sobre una mesa, en la habitación de su hijo.

¿Ya me la tengo que tomar?, decía Gohan.

Si, ya voy a servirla, respondió Gokú.

Tiempo después:

Milk entraba a la habitación, a ver a su esposo arropando a su hijo, detuvo sus pasos en el umbral de la puerta, mientras escuchaba la plática que sostenían padre e hijo.

¿Entonces te quedarás a dormir aquí?, decía feliz Gohan.

Si, hijo, me quedare aquí para cuidarte también, respondió Gokú.

¡Mami¡ dijo Gohan al ver a su madre, haciendo una pausa para decir: Papi hoy dormirá también aquí.

No es necesario, yo sola puedo cuidarte por la noche, él necesita descansar bien para ir al trabajo..., respondía Milk.

No te preocupes, tú también trabajas, tenemos pendientes en el gimnasio y en las empresas, pendientes que los dos nos distribuimos para poder cumplir a diario, sin embargo a pesar de no haber descuidado los pendientes, has estado cuidando de Gohan desde que enfermo, y no es justo que tú sola te desveles por cuidar a nuestro hijo, si bien él ya está mejor, tiene que seguir con el tratamiento por tres días, y la medicina que tiene que tomar, incluso la toma por la madrugada ¿no?, por ello te quedas en su habitación, entonces es mejor que estemos los dos, así nos turnamos para descansar y estar pendientes del medicamento de Gohan, decía Gokú lo más calmado que pudo.

Mami, ¿acepta la propuesta de papi?, decía Gohan sonriendo.

Está bien, respondió Milk con calma.

¡Gracias mi muñeca bella¡ dijo Gokú mirando dulcemente a la pelinegra, haciendo que está bajara la mirada.

Bueno, voy por unas mantas para ti, dijo Milk, para no sentirse incomoda.

Bien, acoto Gokú, mientras su pequeño hijo, cerraba sus ojitos.

Soy muy feliz, porque mis dos papitos están aquí conmigo, decía Gohan mientras intentaba dormir.

Nosotros también somos felices de que seas nuestro hijo, respondió Gokú.

Luego de algunos minutos, Milk, entro con una manta, le entrego a su esposo y se dirigió hacia el lado opuesto de la cama, quedando frente a su este.

Mami, dijo Gohan al sentir la presencia de su madre, al tiempo que abría sus ojitos y tomaba una de las manos de su madre, mientras con su otra mano, tomaba la mano de su padre.

Ante ese acto Gokú y Milk se miraron y sonrieron dulcemente.

Me siento muy feliz de tenerlos como papis, decías Gohan mientras caía en un profundo sueño.

Así dormido se parece mucho a ti, decía Gokú dando inicio a una plática con su esposa.

Yo lo veo parecido a ti, respondió Milk con calma.

Mis padres dicen que Gohan es la mezcla perfecta de los dos, dijo Gokú.

Si papá opina igual, respondió Milk.

Milk, perdóname, dijo Gokú en tono suplicante posando su mirada en su esposa, al tiempo que, con su mano libre, tomaba la mano libre de ella.

Tú perdóname a mí, creo que exagere, no merecías que te diga esas cosas, respondía Milk.

Claro que lo merecía, soy muy irresponsable cuando las artes marciales están en medio de alguna situación que tengo que cumplir, decía Gokú.

Solo sé más responsable cariño, como padres aún nos queda mucho por aprender, acoto Milk.

Lo sé mi muñeca bella, dijo Gokú dulcemente.

Hay que dejarlo dormir, la medicina le toca a las 2 de la mañana, acoto Milk, mientras soltaba la manito de su hijo y de su esposo, para arropar a su pequeño.

Si, tienes razón, como siempre tienes razón corazón, dijo Gokú, mientras miraba a su esposa acomodar la camina de su hijo.

Ahora si a descansar, dijo Milk.

Ven, respondió Gokú que estaba sentado en un sofá.

No, no te preocupes, descansa tú, dijo Milk.

¿Y quién dijo que descansaría?, respondió Gokú sonriendo.

¿No piensas descansar?, dijo Milk, intrigada.

No, no podría, y tú tampoco, te conozco muy bien corazón, por ello mejor ven aquí, siéntate junto a mí y veamos juntos el álbum de fotos de la familia, respondía Gokú, mientras le mostraba el mismo a su esposa.

¿Tienes un álbum?, dijo Milk sonriendo, mientras caminaba al lugar donde estaba su esposo.

Si, lo estuve mostrando a Gohan, aquí tengo plasmado los momentos que hemos vivido hasta ahora como familia, decía Gokú.

Quiero verlo, respondió Milk al llegar junto a su esposo.

Primero siéntate junto a mí, decía Gokú mientras le daba de palmaditas al sofá, haciendo sonreír a la pelinegra.

La pelinegra tomo asiento junto a su esposo, al tiempo que este posaba su mirada en su rostro, al tiempo que decía: El que lo veas tiene un precio.

¿Qué?, dijo Milk intrigada.

Dame un beso y te lo presto, respondió Gokú.

Eres un chantajista, dijo Milk fingiendo molestia.

Y tú eres una tentación para mí, respondió Gokú.

¡Gokú¡ decía Milk con reproche.

Solo un besito, si, y empezamos a ver el álbumcito, decía Gokú como niñito caprichoso.

Está bien, respondió Milk, al tiempo que acercaba su rostro al de su esposo, para que ambos se fundan en un dulce beso.

Me encantas, decía Gokú mientras rompía el beso.

Tú también, respondió Milk, sonriendo dulcemente, mientras tomaba el álbum de las manos de su esposo y empezaba a ver las fotos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro