Una pelinegra tomaba asiento en una de las sillas de su comedor, con el rostro pensativo, mientras unas palabras venían a su mente.

"Como pude dejar que volviera a suceder, como pude permitir que pasará, si bien lo amo, y lo hicimos por amor, no debió pasar, yo tengo que alejarlo de mí, hacer que me deje de querer, solo así no sufrirá tanto cuando ya no esté en este mundo"

El pensamiento de la pelinegra se vio interrumpido por la presencia de su esposo, quien sin que ella lo notara resulto tras de ella abrazándola y besando su rostro.

¡Te amo¡ no sabes cuánto te extrañe estos días, decía Gokú.

No exageres, dijo Milk poniéndose de pie repentinamente.

¿Exagerar?, ¿qué acaso tú no me extrañaste corazón?, respondió Gokú con calma, mientras se acercaba a abrazar nuevamente a su esposa.

No, dijo Milk con frialdad.

¿Qué?, ¿estás bromeando?, ¿verdad?, ¿cómo no vas a extrañarnos a Gohan y a mí?, decía sonriendo Gokú.

Ya no quiero seguir hablando, voy a salir, tengo que averiguar sobre un nuevo curso que se dará en la Capital Sur, lleva a Gohan a la escuela y encárgate de lo demás, respondió la pelinegra con calma.

¿Qué te pasa Milk?, pensé que no tomarías un nuevo curso por lo menos por un tiempo, dijo Gokú lo más calmado que pudo.

Pues pensaste mal, yo necesito hacer esos cursos, y si los hago más seguido mejor, así no se me olvida lo que aprendí en el anterior, además cuanto más capacitada este, de más utilidad seré para la empresa, respondió la pelinegra.

Tú no necesitas tanto de esas capacitaciones, eres una chica muy habilidosa e inteligente, además puedes llevar el curso que desees de manera virtual, decía Gokú.

No es lo mismo, acoto Milk con firmeza.

Claro que lo es, te envían vídeos, hasta puedes llevarlo en línea, yo he hecho muchos cursos así para poder aprender más del manejo de la empresa, y me han sido muy útiles, decía Gokú lo más calmado que pudo.

Pues que bien por ti que puedes llevar cursos de ese modo, a mí me gusta vivirlos, estar en el lugar de los hechos, así comprendo mejor, respondió la pelinegra, haciendo una pausa para continuar diciendo: Ya se me está haciendo tarde por tu culpa.

¿Qué?, dijo Gokú.

Ya me voy, no se cuanto vaya a demorar, lo más seguro es que no vaya a la empresa ni al gimnasio, yo pasare por Gohan, respondió Milk, antes de continuar su camino, dejando desconcertado a su esposo.

¿Qué le está pasando?, no comprendo su actitud, es como si no le importáramos, pensaba Gokú.

En tanto:

La pelinegra salió de la casa y abordo un auto, mientras iba al bordo de este se contactó con su amigo Diecisiete para pedirle que pasara por ella en la estación.

No te preocupes, voy en seguida, escucho la pelinegra.

¿A dónde la llevo señorita?, decía el chofer mirando a la pelinegra.

¡Ah¡ disculpe, a la estación, respondió Milk.

Casa Son – Ox:

Mami no está, decía con nostalgia Gohan.

No, hijo, tuvo que ir hacer unos trámites temprano, por ello ya no está, pero no te preocupes, ella pasara por ti a la salida de la escuela, ahora toma tu desayuno, si, decía Gokú con calma.

Bien papi, respondió Gohan.

Minutos después:

Gokú llevo a Gohan a su centro de estudios, y luego fue a la empresa de su familia, en tanto, en una estación de buses, Milk abordaba un auto.

¡Gracias por venir¡ decía la pelinegra.

Ya sabes que yo estoy para lo que necesites Milk, respondía un joven de cabello negro lacio.

¡Gracias Diecisiete¡ sin duda eres un gran amigo, dijo Milk.

Y dime, ¿cómo te sientes?, pregunto Diecisiete mientras conducía.

Con los medicamentos que ando tomando me ha pasado un poco los mareos, pero la debilidad continua, a veces siento que ya no puedo sostenerme, pero saco fuerzas de mi interior para no dar a notar ello, decía la pelinegra.

Yo sigo pensando que lo mejor sería que...., decía Diecisiete.

No, no, ellos no deben de saberlo, respondió Milk.

Pero no podrás salir de sus vidas tan fácilmente y menos hacer que te repudien,.,...decía Diecisiete.

Si puedo y para ello necesitare de tu ayuda, dijo Milk.

¿Qué?, respondió Diecisiete, mientras iba manejando.

Te lo comentare en cuanto lleguemos a la casa, dijo Milk.

Bien, respondió el joven.

Tiempo después: "En una casita de playa"

Y eso es lo que he pensado hacer, decía Milk lo más calmada que podía.

Pero, si haces eso, él te odiará, respondía Diecisiete con nostalgia.

Esa es la idea que me odie, dijo Milk con voz entrecortada.

Milk yo puedo ayudarte, pero creo que no es lo correcto, piénsalo mejor hermosa, decía Diecisiete.

No me queda mucho tiempo para pensar, mi enfermedad va avanzando, respondió la pelinegra, haciendo una pausa para decir: A partir de hoy empezare a comportarme como la peor madre del mundo, ese será el primer paso para que Gokú y Gohan se vayan decepcionando de mí.

No comprendo, ¿qué piensas hacer hoy?, dijo Diecisiete preocupado.

No iré por Gohan a la escuela, entonces llamaran a Gokú para que vaya por él y ello generara una discusión entre los dos pues yo le dije que pasaría por nuestro hijo, y que él haga lo que tenga que hacer,..., yo quedare como una madre irresponsable y de seguro Gokú me cuestionara por mi actitud, eso será el inicio de lo que seguirá después, respondió Milk con nostalgia, mientras su amigo lo mitraba con nostalgia.

Gimnasio:

¡Disculpen chicas y chicos¡ sigan entrenando, decía Gokú mientras contestaba una llamada.

No se preocupe maestro hermoso, decían unas coquetas jovencitas, mientras su apuesto maestro contestaba una llamada.

¿Qué?, pero eso es imposible, ya van hacer las 2 de la tarde, ¿cómo que mi esposa no a pasado a recoger a nuestro hijo?, decía Gokú entre preocupado y molesto.

Pues no, no ha venido señor, por eso le estamos llamando, escucho el hombre de cabello alborotado.

Bien, ahora voy por mi hijo, dígale a Gohan que esté tranquilo, ya voy por él, de seguro mi esposa tuvo algún percance, decía Gokú, antes de dar por culminada la llamada.

Así maestro bello, decía una de sus alumnas.

Si, está bien Brianne, respondió Gokú, al tiempo que marcaba un número en su celular, tras algunos minutos una voz decía: ¿Qué sucede?

Amigo, disculpa te incomode, pero podrías cubrirme el turno de la tarde de hoy, Milk no ha ido a recoger a Gohan a la escuela, no sé qué le haya pasado, pero tengo que ir por Gohan, llevarlo a casa, ver que coma, que haga sus tareas, y tratar de localizar a Milk, respondía Gokú.

No te preocupes, ahora voy al gimnasio, escucho el joven de cabello alborotado.

¡Gracias amigo¡ sabía que podía contar contigo, dijo Gokú.

Casa Ouji- Brief:

¿Qué sucede?, decía una peli azul que estaba con su hijo de cabello lavanda armando unas torres.

Gokú necesita apoyo en el gimnasio, parece que Milk no fue a recoger a Gohan de la escuela y llamaron a Gokú, decía Vegueta.

¿Milk no fue por su hijo?, respondía sorprendida la peli azul.

Si, Milk anda muy extraña últimamente, se le ha dado por andar en cursitos de capacitación, dijo Vegueta.

Ah sí respondió extrañada la peli azul.

Bueno ya te comento más cuando vuelva, voy a cubrir a Gokú para que él pueda ir por su hijo, dijo Vegueta.

Bien querido, respondió Bulma.

Tal lo acordado, Vegueta fue al gimnasio a cubrir el turno de Gokú y este fue por Gohan a su escuela, mientras tanto Milk, no hacía más que sollozar en la casita donde estaba.

Casa de Playa:

Te traje un refresco bien heladito para la sed, decía Diecisiete, mientras entraba a la casita de playa.

Ya estás de regreso, dijo Milk al notar la presencia de su amigo, al tiempo que se secaba las lágrimas.

Si, ya estoy aquí, respondió Diecisiete mientras se acercaba a la pelinegra.

Estoy bien, dijo Milk, antes de que el joven le dijera algo.

Toma, para que te refresques un poco, respondió Diecisiete.

¡Gracias¡ acoto Milk, tras recibir el refresco.

Casa Son-Ox:

¿No contesta?, decía con lágrimas en los ojos Gohan.

No hijo, pero no preocupes, si algo malo le hubiera pasado a tú mamá ya lo supiéramos, las noticias malas son las que más rápido corren, respondió Gokú con calma.

¿Seguro papi?, decía Gohan.

Si, hijo, si, mejor, continúa haciendo la tarea, respondió Gokú, mientras seguía marcando el número de la pelinegra.

En un determinado momento la llamada del apuesto hombre fue contestada.

Estoy ocupada, escucho Gokú.

¿Ocupada?, dijo Gokú con molestia.

Si, en un curso, hoy empezó, escucho el apuesto hombre.

Pues sigue en un estúpido curso, tal parece que ello te importa más que tú propia familia, hasta te olvidaste de recoger a Gohan, pero no te preocupes, claro si llegas hacerlo, ya fui por él, dijo Gokú con molestia, antes de cortar la llamada.

Hablabas con mami, decía Gohan con ilusión.

¡Eh¡ Gohan,..., si, si, era ella, está en un curso, parece que se le olvido pasar por ti, pero está bien, respondió Gokú lo más calmado que pudo.

Qué bueno, mami está bien, decía Gohan feliz.

En tanto: "Casita de Playa"

Una pelinegra sollozaba mientras miraba su celular.

¿Qué sucedió?, decía Diecisiete.

Está muy molesto, respondió Milk.

Milk, dile la verdad, decía Diecisiete.

No, no, está bien, está bien que se moleste conmigo soy una mala madre, una mala esposa, sí, tengo que ser ello una mala madre y una mala esposa, no puedo flaquear, esta vez no puedo flaquear, está pequeña discusión, solo será el principio de las que vendrán después. Todo sea por que me odien, porque me repudien, respondía la pelinegra.

Entonces, ¿aún no volvemos?, decía Diecisiete.

No, aún no, dijo Milk con calma.

¿Segura?, acoto Diecisiete.

Segura, dijo Milk con tanta firmeza, que su amigo no tuvo más que aceptar la decisión que la pelinegra había tomado.