Capítulo 12: ¿Qué te está pasando?
Una pelinegra se encontraba bebiendo un refresco al tiempo que su esposo le hablaba.
¿Y qué opinas de ello corazón?, decía Gokú.
La verdad, no tengo nada que opinar de ello, respondió Milk con seriedad, al tiempo que dejaba un vaso sobre la mesa.
Pero como que no tienes que opinar, es algo de interés para la empresa, dijo Gokú intrigado por la actitud de su esposa.
Gokú, desde ahora dejo la empresa y el gimnasio en tus manos, quiero tomarme un descanso, quisiera hacer un curso,...., decía Milk.
Quieres capacitarte en la carrera que estudiaste corazón, está bien, yo te apoyo en ello, no te preocupes, yo me encargo del gimnasio, de la empresa y de Gohan, mientras tú tomas el curso en el quieras inscribirte, respondió Gokú.
¡Gracias¡ pero hay un detallito, dijo Milk con calma.
¿Cuál mi vida?, respondió Gokú.
No será solo un curso, son varios, incluso algunos serán fuera del pueblo, dijo Milk con calma.
Pero me imagino que irás y vendrás, ¿verdad?, respondió Gokú en tono preocupado.
Por supuesto, dijo Milk, mientras pensaba: No podría estar lejos de mi hijo de ti por tanto tiempo, lo que quiero conseguir distanciándome de ustedes por algunas horas, es que se vayan acostumbrándose a no verme por tanto tiempo en sus vidas.
Bueno siendo así, no creo que haya problema, acoto Gokú.
Entonces hoy no iré al gimnasio, voy a inscribirme en unos cursos que vi,...., decía Milk, mientras su esposo la escuchaba con atención.
Minutos después:
Yo llevo a Gohan a la escuela y de allí voy a ver los cursos, decía Milk.
Bien corazón, respondió Gokú, al tiempo que se acercaba a su esposa para darle un beso, pero está lo evito, caminando hacia otro lugar.
Ya es hora de ir a levantar a Gohan, o llegara tarde a clases, dijo Milk mientras caminaba en otra dirección.
Claro, yo voy al gimnasio, acoto Gokú.
1 hora después:
Milk se despedía de su pequeño hijo en una acera.
Nos vemos por la tarde mamá, decía Gohan.
Si, nos vemos cariño, respondió la pelinegra, mientras veía partir a su pequeño hijo.
Luego de ella, Milk empezó a caminar por la acera, mientras pensaba: ¿Y ahora a dónde voy?, yo no tomare ningún curso, y tampoco tengo la energía suficiente como para pasármela caminando por horas.
El pensamiento de la joven fue interrumpido por una voz.
¿A dónde vas?, escucho la pelinegra.
¡Diecisiete¡ dijo sorprendida Milk.
Sube, te llevo a dónde vayas, acotaba el joven de cabello negro lacio.
Milk sin pensarlo mucho abordo el auto de su amigo, una vez que estuvo dentro dijo: No puedo llegar a casa hasta la tarde, pero no sé a dónde ir, tampoco tengo las fuerzas suficientes para caminar por horas.
¿No comprendo?, ¿por qué no puedes llegar hasta tarde a tú casa?, decía Diecisiete.
Tengo que empezar a distanciarme de ellos, necesito comportarme indiferente con ellos, para que así me dejen de querer y cuando ya no este con ellos, no me extrañen tanto, respondió Milk con nostalgia.
Milk, yo creo que deberías....., decía el joven de cabello negro lacio.
No, ellos no sabrán lo que me pasa, no lo sabrán, yo saldré de sus vidas, tal vez planifique un viaje de curso en un pueblo muy distante y desde allí les escriba para decirles que no volveré, no lo sé, pero tengo que hacer que me odien, respondía la pelinegra con voz entrecortada.
Milk, dijo el joven de cabello negro lacio.
Llévame a algún lugar lejos de aquí, acotaba Milk.
Está bien, respondió Diecisiete emprendiendo camino, al tiempo que alguien los miraba desde la acera.
¿Diecisiete y Milk?, decía en voz baja el hombre de lentes oscuros mientras seguía con la mirada al auto, al tiempo que pensaba: Si, si es mi cuñis, es su auto, ¿pero la persona que iba con él era Milk?, aunque puede que sí, está es la escuela de Gohan, pero ¿qué haría Milk en el auto de mi cuñado?, si bien fueron amigos, hasta donde sé desde que Milk y Gokú aceptaron su amor, ella no ha vuelto a reunirse con mi cuñadito, a las justas se han hablado por teléfono.
El pensamiento del calvo se vio interrumpido por el sonido de su celular.
Ring ring ring
¡Gokú¡ dijo el calvo al ver el nombre de la persona que aparecía en su celular, luego de ello contesto la llamada.
Si, amigo, si iré, ahora mismo voy para allá, me demore un poco porque tuve que dejar unos documentos,...., decía el calvo, al tiempo que pensaba: Mejor no le digo nada, a lo mejor me confundí, y era otra chica pelinegra, y mi cuñis de casualidad paso por esta avenida.
Horas después: "Casa Son – Ox"
Mamá, decía Gohan poniéndose de pie para ir al encuentro de su madre.
Corazón, ya estás aquí, te estábamos esperando para cenar juntos, ya que almuerzo no pudiste llegar, acotaba Gokú caminando hacia la pelinegra.
Estoy muy cansada, ya cené fuera, voy a descansar, dijo Milk, con seriedad continuando su camino, dejando estáticos a su hijo y esposo.
Ya ceno, decía con nostalgia Gohan.
Si, de seguro le dio mucha hambre, por ello no pudo esperar a llegar a casa, respondió Gokú, mirando a su pequeño hijo, mientras continuaba diciendo: Pediré que sirvan la cena para los dos.
Si, dijo Gohan con una ligera sonrisa en su rostro.
En tanto:
Milk entraba a su habitación con el rostro entristecido, mientras pensaba: Me duele ser tan indiferente con ellos, me duele lastimarlos, pero es lo mejor, si es lo mejor.
La pelinegra cerró la puerta de la habitación y se recostó contra la pared mientras empezaba a sollozar en silencio, al tiempo que pensaba: Me duele, me duele mucho ser tan indiferente con los dos.
Tiempo después:
Gokú entro a la habitación, al ver a la pelinegra acostada y aparentemente dormida, se acercó a ella acarició sus cabellos y deposito un cálido beso en la frente de su esposa, y dijo con dulzura: ¡Te amo¡ duerme tranquila mi muñeca bella.
Luego de ello, tomo su pijama, una toalla de una cajuela y se dirigió a la ducha, al tiempo que de los ojos de la pelinegra brotaban unas lágrimas que humedecían su bello rostro, al tiempo que decía en silencio: Yo también te amo, pero tengo que hacerlo, perdóname.
Al día siguiente:
Un par de pelinegros platicaban dentro de su habitación mientras se alistaban.
Entonces, ¿desde hoy empiezas?, decía Gokú con nostalgia.
Si, por ello te pido que lleves a Gohan a la escuela, y también lo recojas, acoto Milk.
Bien corazón, no te preocupes, yo me encargo de ello, dijo Gokú, haciendo una pausa para decir: ¿Y cuánto tiempo dura ese curso?
Una semana, respondió Milk.
Bueno, no es mucho, creo que podré soportar que no tenerte a mi lado casi todo el día como siempre, dijo Gokú sonriendo.
Y de allí haré un curso en la Capital Este, respondió Milk.
¿En la Capital Este?, dijo Gokú enarcando una ceja.
Si, respondió Milk con calma, sin darse cuenta de la expresión de desconcierto del rostro de su esposo.
De casualidad, ¿ese no es el pueblo dónde vive el hermano de tú amiga Dieciocho?, dijo Gokú con calma.
¡Eh¡ dijo Milk, al darse cuenta de lo que había dicho.
Si, ese es el pueblo donde vive Android desde hace algunos años, ¿no?, respondió Gokú.
Creo que sí, la verdad, no me había dado cuenta de ese detalle, dijo Milk con calma.
¿Me imagino que irás a visitarlo cuando estés allá?, ¿no?, después de todo fueron amigos, decía Gokú.
No lo sé, como te digo, no me había dado cuenta de ello, además no creo que el tiempo me alcance para hacer visitas, respondió Milk con calma.
Claro, dijo Gokú.
Bueno, ya me voy, dijo Milk de repente.
¿No desayunaras con nosotros?, respondió Gokú.
No, no me da el tiempo, dijo la pelinegra tomando su cartera, para luego salir de la habitación, sin siquiera despedirse de su esposo como solía hacerlo desde que ambos aceptaron sus sentimientos.
¿Qué le pasa?, la siento extraña, pensaba Gokú, tras ver cerrarse la puerta de la habitación.
Días después:
La pelinegra seguía con ese comportamiento distante con su esposo e hijo, no compartía la mesa con ellos con la excusa de sus cursos de capacitación, y solo llegaba a dormir y tan cansada que a las justas le preguntaba a Gohan por cómo le había ido durante el día.
Gokú había tratado de preguntarle a la pelinegra del porqué de su comportamiento, pero ella siempre lo evadía diciendo que ella era la misma de siempre, solo que estaba algo cansada, pero que ella sabía que el sacrificio que estaba haciendo le daría buenos frutos en algún momento.
Milk no estaba llevando ningún curso de capacitación, ella todo el día se la pasaba en una casita de playa que, con apoyo de Diecisiete, había alquilado por unos meses, para que allí ella pueda pasar las horas que no quería estar junto a su familia y tal vez en ese lugar esperar el fin de su vida.
En esa casita, ella recibía la visita de su amigo Diecisiete, que era el único que sabía de su enfermedad, él se encargaba de llevarle los alimentos para que la pelinegra no se exponga a algún conocido, ya que ella, solo salía de esa casita para volver a la casa de su familia.
Casa Son – Ox:
Un joven de cabello alborotado miraba a su joven esposa alistar una pequeña maleta.
No comprendo, dijiste que irías y vendrías, decía Gokú, mientras la pelinegra cerraba la maleta.
Lo sé, pero será muy cansado madrugar a las 3 de la mañana para alistarme y abordar un tren, y así llegar a tiempo al curso, por ello mejor será quedarme por la semana que dura el mismo, respondió Milk.
Comprendo ello, ¿pero has pensado en Gohan?, él te extraña mucho ahora que ya casi ni te ve, decía Gokú.
Gohan tiene que comprender que mami tiene que capacitarse para el bien de la empresa, empresa que finalmente será para él, respondió Milk con calma.
No comprendo que te pasa Milk, pensé que no querías alejarte de Gohan ni un solo momento, pensé que no querías que estemos separados por tantas horas, decía Gokú con la mayor calma posible.
Las cosas no son sencillas Gokú, tú sabes ello muy bien, a veces hay que hacer pequeños sacrificios, para luego ver los frutos de ese sacrificio, sé que Gohan comprenderá, respondió Milk.
¿Al menos nos llamarás todos los días?, dijo Gokú.
Por supuesto, respondió Milk.
Si no lo haces, yo te llamaré, y créeme que no dejare de hacerlo hasta que no me respondas, acoto Gokú con una ligera sonrisa en su rostro, a pesar de la nostalgia que sentía.
No será necesario, yo los llamare, dijo Milk con calma, haciendo una pausa para decir: Ya estoy lista.
¿A qué hora sale el tren?, respondió Gokú.
En hora, dijo Milk con calma.
Gohan y yo iremos a dejarte a la estación, respondió Gokú.
Bien, dijo Milk con calma.
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