1. ¿Tobi?
El metal frío se inclinaba amenazante en dirección al cráneo del castaño mientras el albino era observado de manera insana por aquel extraño sujeto.
- Bajen del auto. - repitió con voz grave el agresor, haciendo una seña brusca con el arma.
El de ojos inquietantes trago duró, intentando dejar fuera del asunto a su acompañante.
-Tranquilo, la cartera está en el compacto...- no pudo terminar al sentir la boca del objeto tocar su cabeza.
-¡Bajen ahora!
Quitó el cinturón de seguridad, abriendo la puerta para salir, sin pasar por alto el hecho de que su amigo estaba bajo la mirada del hombre.
El peliplata aprovechó la situación para enviar una clave por mensaje, siendo visto por el encapuchado.
-¿Qué crees que haces?
Kakashi se mantuvo quieto, sin pronunciar palabra alguna.
-Te hice una maldita pregunta.
Al ver que se negaba a responder, el intimidante tomó con rudeza al conductor, azotándolo contra el volante.
Inmediatamente obtuvo una reacción del adolescente, quien deshizo el agarre, liberando a su compañero y obteniendo su atención.
-Tienes agallas pero no te servirán muerto, así que sal antes de que te saque yo.
Sin poder responder, el joven platino fue jalado hacia afuera por su amigo, quedando frente al oponente y analizando a los aliados.
Rodeando el automóvil se encontraban un tipo de cabellos parecidos a los suyos con orbes violetas blandiendo una especie rara de guadaña y un moreno lleno de cicatrices que poseía unos brillantes ojos verdes.
Al lado del supuesto líder, un rubio de profunda mirada azul.
Todos ataviados con la misma capa negra de nubes rojas.
Dejó de poner atención en la pandilla cuando el tipejo con mascara le arrebato su móvil.
-¿Qué dice Tobi? - preguntó el atacante de cabellos trigo tomando el teléfono para poder leer en voz alta el mensaje -; Dos tercios del segundo...arboles rojos...ataque...bum...
-¿Qué significa eso?- indagó el principal mirando al mozo de ojos negros.
El Hatake lo observó sin decir nada, aun cuando se acercó a poca distancia, dándole el arma de fuego al ojiceleste.
-¿Eres mudo? - su paciencia empezaba a terminarse, aún más al ver que no podía observar la cara de su víctima -; ¡Quítate esa estúpida cosa!
Tan pronto terminó de gritar, uso su mano derecha para sostener al peliplata del brazo mientras arrancaba con la otra su cubre bocas habitual.
El silencio formado se cortó con simultáneos jadeos de sorpresa en los que se incluyeron la totalidad de los presentes.
El chico hebras platinadas se cubrió con una mano.
Nadie había visto su rostro a la intemperie más que su padre.
La impresión del de capucha lo hizo soltarlo, dándole paso a su subordinado de sonrisa cínica.
-Bonita cara, ¿Quién lo diría siendo un mocoso?
-Déjalo Hidan.
-No molestes Kakuzu.
-¡Ya cállense! Uhm.
-Deidara tiene razón. Cállense y vuelvan a su lugar.
El tal Tobi se molestó haciéndolos a un lado y observando con detenimiento al menor, memorizando su cara.
Paso luego su mano enguantada por el perfecto rostro al descubierto, acariciando la mejilla blanca con lentitud.
Kakashi al sentirlo lo apartó de un manotazo, provocando una risa en el contrario.
Su allegado castaño se interpuso casi al instante, ganándose inmediatamente el odio del sujeto.
-Deidara, Kakuzu...encárguense de él.
Los nombrados jalaron al pelimarron, propinándole un buen golpe sin que pudiera defenderse por la inferioridad en número y edad.
-¡Tenzō! - el níveo quiso ayudar a su acompañante siendo detenido por un brusco agarre del enmascarado, que parecía furioso al oírlo.
-Así que puedes hablar ¿Eh? - al ver que intentaba zafarse, lo aferró con mayor fuerza -; parece interesarte mucho, ¿Son novios?
-¡Tenzō! - el chico de rasgos caucásicos se removía frustrado, siendo testigo de la tremenda paliza que recibía el de ojos ocre.
-¡Ya basta! - Tobi lo asió contra la cajuela, recibiendo un puñetazo en el estómago que casi le saca el aire por completo. - crío insolente... ¡Llévense al otro! ¡Hidan, al coche!
La orden fue acatada, alejándose la pareja agresora con el golpeado, no sin antes dedicarles una mirada extrañada por parte de los orbes zafiro.
El loco de la guadaña ignoro a Deidara para llegar hasta el portador de la máscara naranja, ayudándolo a sostener al Hatake.
-Mételo. Le enseñare cómo comportarse.
Entre los dos llevaron al chico de iris ébano dentro del vehículo, arrastrándole hasta la parte trasera.
-¡Suéltenme!
-Sigue gritando. Resistiéndote te ves más atrayente. - el extraño de pupilas violáceas acerco su filosa arma al cuerpo albo, haciéndolo temblar al percibir el frío del metal en los bordes de su camisa
-¿Qué hacemos primero?
-Sostenle las manos, es más fuerte de lo que debería.
Hidan buscó a su alrededor, cortando el elástico de un cinturón de seguridad para sujetarle apretadamente las muñecas, terminando con un labio partido en el proceso.
-Bueno, supongo que lo subestime. Es el primero en hacerme sangrar. - sonríe mientras lame el líquido carmesí de su labio inferior, riendo ante la mueca de asco de Kakashi.
-Sal a cuidar. - ordena Tobi y el ojimorado se molesta enseguida.
-¿Porque? Me ha roto la boca tengo derecho de romperle otra cosa. - riñe con fiereza obteniendo una gélida mirada.
- Porque soy tu líder y te lo estoy ordenando...y porque este es mío. ¿No querrás verlo o si?
- A mí no me molesta, quiero participar de hecho. - contesta comiéndose con la mirada al joven recostado que trataba insistentemente de soltarse.
-No. Revisa fuera, podrás reprenderlo cuando termine. - ante esta respuesta el peliblanco toma su arma blanca y sonríe dispuesto a salir.
-Déjame un poco Tobi, quiero que esté consciente en mi turno.
Una carcajada fue lo último que escucho el menor antes de que aquel espeluznante tipo saliese del vehículo, haciendo guardia. Esto empezaba a ponerse feo.
- Que imbécil.
Una vez solos el enmascarado de cabellos oscuros se concentró en ese novicio amarrado que tenía en el piso, contemplando detenidamente cada intento fallido de este por mantenerse fuera de su alcance o por desligar el nudo que unía sus manos.
Al cabo de unos segundos decidió arrodillarse a un lado de él, atrapándolo para inmovilizarlo antes de que se alejase.
-Eres muy altanero Kakashi. No creas que ya olvide ese molesto golpe en mi persona.
-...
-¿Vuelves a quedarte callado? Bien, se cómo hacerte hablar.
El Hatake cerró los ojos al sentir como Tobi lo tomaba del pelo con tosquedad, apretando su mandíbula.
Esperaba recibir un puñetazo en venganza de la acción pasada o por lo menos una bofetada, no obstante sus facciones se descompusieron al percibir presión sobre su boca y una mano cubrir sus ojos.
El agresor lo estaba besando.
Soy una loca y esto está todo charro XD pero cumplir es cumplir.
Aquí os dejo la segunda parte xd en especial a .
Decime, ¿Que tan mal va quedando? xd
¿La sigo?
Si os gusto dejadme su estrellita :)
En caso de que no, ¡vengan los tomatazos! :'v
¡Gracias por leer!
Shuyaneko~
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