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Capitulo 4; Millán El cambio

Cuando las chicas desembarcaron y recogieron las maletas, buscaron un taxi para que les llevara al Hotel New Stertland, donde tenían hechas tres reservaciones.

Después de organizar todo en el hotel, salieron a pasear por la ciudad, era la primera vez que Elisa estaba allí, sin embargo sus amigas habian ido varias veces, así que le hicieron un pequeño tour por la ciudad.  Almorzaron en uno de los restaurantes mas conocidos y después se dirigieron a las tiendas.  Visitaron todas las tiendas de la ciudad una por una, escogiendo toda la ropa que le quedara bien a su amiga, desde vaqueros y camisetas deportivas hasta los trajes mas sexy y elegantes que encontraban. Lo cierto era que Elisa se estaba divirtiendo, paso toda la tarde probándose ropa y zapatos además de escoger bolsos y demás accesorios a juego con cada conjunto que había comprado.

Lo cierto era que jamás había gastado tanto dinero en si misma y las chicas la animaban a que gastara mucho mas.  Tambien visitaron alguna joyerías con la excusa de;

Toda chica que se precie debe tener joyas que la resulten mas apetecible de lo que ya es

De regreso al hotel pidieron cita para el Spa y el salón de belleza para el día siguiente

-Mañana tambien tenemos que ir a la perfumería –Elena caminaba por las calles con las bolsas de su amiga –Tienes que comprar, perfumes, maquillaje, cremas y todo lo que te haga falta

-Es verdad ya no me acordaba –Ana estaba muy entusiasmada le encantaba ir de compras

-Chicas ya sabéis que estoy a vuestra disposición –Elisa había disfrutado mucho con sus amigas tan solo había cambiado su forma de vestir y se sentía como si fuera una mujer nueva

Cuando llegaron al hotel cada una se retiro a su habitación, se ducho y después se encontraron de nuevo en el restaurante, esa noche se la tomarían con tranquilidad. Cenarían en el restaurante del hotel y después se irían a descansar, había sido un día muy ajetreado.

A Ángel se le hizo el día eterno en la oficina, sobre todo con David recordándole en todo momento que su esposa no estaba en casa esperándole.  Ni siquiera tenia ganas de contestar las llamadas de Natalia, sin saber si eran de trabajo o de temas personales, pero las ignoro todo el día.  A pesar de lo que Elisa le dijo el siguió llamándola por teléfono pero no le contestaban las llamadas.

-Ahora apago el teléfono –En la ultima llamada que Ángel le hizo salto el contestador, había apagado el teléfono –Maldita sea

-Claro, no dejas de llamarla –A David le divertía ver a su amigo en esa situación –Te dijo que la dejaras tranquila

-Bien pues si eso es lo que quiere, eso es lo que tendrá –Ángel estaba muy enfadado, por lo menos quería hablar con ella, escuchar su voz –Me voy a casa, ya es tarde

Cuando Ángel llego a su casa, vio el coche de sus padres y de sus suegros allí, fenomenal, como si no tuviera bastante ahora un consejo de guerra. Nada mas entrar los encontró sentados en el salón, muy serios mirándole a el.

-No tienes nada que decir –Cloe se levanto del asiento indignada –Tan torpe eres que no puedes mantener tu vida matrimonial bajo control.  Ni siquiera has podido ocultar a tu amante, por el amor de Dios.

-¿Qué?-Claro como no, a esa mujer no le importaba su hija, ni si yo la engañaba solamente quería que su hija no descubriera nada –¿Es eso lo que le preocupa? Que su hija descubriera que tengo una amante, no el hecho de que la haya engañado

-Hijo ¿Por qué no la llamas? –Mi madre trato de calmar el ambiente aunque lo cierto es que se la veía triste –Intenta hablar con ella, no se, aclarar las cosas.

-¿Crees que no lo e intentado? No me coge el teléfono –Ahora se sentía mucho peor al ver como su madre le miraba, ciertamente sabia que ella y Elisa se llevaban muy bien

-Bueno ¿Y por que no vas a buscarla? –mi padre parecía serio y tambien preocupado

-Porque ni siquiera se donde esta, simplemente se fue padre y no se a donde, ni con quien, ni hasta cuando ¡Ni siquiera se si piensa volver!

-¡Tiene que hacerlo! ¿Qué pensara la gente si se entera de que tu mujer se marcho-Cloe como siempre solo preocupada por lo que dirían los demás –Seria un escándalo

-¡Y cree que a mi me importa el escándalo! Me preocupa mas saber donde esta mi mujer y si esta bien –Ángel estaba realmente preocupado

-Eso deberías haberlo pensado antes de engañarla hijo –Su madre le soltó eso de sopeton y todos quedaron en silencio, se notaba que si a alguien le dolía lo que le había hecho a Elisa esa era su madre.

Todos se marcharon de la casa sin haber encontrado solución alguna y Ángel se quedo solo paseando por los jardines y pensando en Elisa.  Regreso a su habitación y comenzó a revisar el armario, no se había llevado nada, toda su ropa estaba allí.

Esa noche se sentía tan solo en aquella casa, se tumbo en la cama sin siquiera desvestirse y se quedo dormido .

A las diez de la mañana Elisa se reunió con las chicas en el restaurante para desayunar juntas y después ir al salón de belleza y la peluquería.

Cuando todo había acabado se miro al espejo y ni siquiera se reconoció, estaba preciosa y sexy, se veía muy sexy y eso le encantaba. Después fueron a la perfumería y compraron todo lo que necesitaban para mas tarde ir juntas a comer a un restaurante chino y pasaron por una tienda de telefonía para comprar un nuevo celular para Elisa.

Después de comer regresaron al hotel y pasaron la tarde en la piscina, tomando el sol y nadando un poco, allí conocieron a un grupo de chicos con los que quedaron en la noche para salir a las discotecas.

-Son muy guapos –Ana no dejaba de reír –y el moreno no dejaba de mirarte Elisa, realmente estas muy atractiva

-La verdad es que es muy mono –Elisa pensó que esa noche podría divertirse mucho

Elena y Ana le dijeron que se comportara como si realmente fuera soltera, y en cierta forma lo era, ella pensaba disfrutar de su vida como nunca antes lo había hecho y no le importaba nada.  Seria atrevida, sexy y muy extrovertida.

-Chicas ya decidí a donde quiero ir –Elisa llevaba todo el tiempo dando vueltas en que sitio podría sentirse libre –a Miami

-Miami, si me encanta –Elena saltaba de la alegría

-¿y as buscado hotel ya?-Ana sonreía a su amiga

-Voy a alquilar una casa –Sus amigas la miraron con sorpresa –Chicas no os molestéis pero pienso que esto es algo que tengo que hacer sola.  Compre un billete de avión para mañana y hable con una inmobiliaria, alquile un chalet en la costa junto a la playa.

-Tienes razón, tu sola debes escoger tu camino, pero ya sabes que puedes contar con nosotras para lo que necesites –Ana abrazo a Elisa con todas sus fuerzas

-Te echaremos de menos –Elena se unió al abrazo

-Chicas os agradecería que no le dijerais a nadie donde estoy, de todas formas hablaremos todos los días por teléfono y podéis ir a verme cuando queráis –a Elisa se le saltaban las lagrimas

-Espera un momento, ¿no piensas volver? –Ana se sobresalto al oír las ultimas palabras de su querida amiga

-No lo se, quizás regrese, pero cuando este preparada, cuando me sienta fuerte para enfrentar todo y a todos –Elisa sentía que necesitaba huir a un lugar donde nadie la conociera, donde pudiera forjarse una nueva vida y una nueva forma de ser, sin recordar nada del pasado.

Ángel no fue ese día a la oficina, no se sentía de ánimos para estar allí y menos para aguantar los reproches de su amigo, escapo de todo y fue a pasear a la playa y a aclarar sus ideas.  Pero lo cierto es que no hacia mas que pensar en Elisa.

Recibió la llamada de su madre y ante la insistencia de esta en verle quedo con ella en la misma playa.

-Hijo, ¿estas bien?-su madre se sentó junto a el en la arena mientras le acariciaba el pelo,  tal y como hacia cuando era pequeño.

-No lo se mama –Ángel estaba confundido -lo he estropeado todo ¿verdad?

-No –Tania se giro hacia el y le dio un beso en la mejilla –quizás esto era lo mejor, si todo era una falsa, lo mejor es que todo acabara.  Como pude estar tan ciega para no darme cuenta que no eras feliz.

-Esa es la cuestión madre –Ángel se levanto de la arena y miro al mar –No se si realmente todo era una farsa y ahora no se si la quería . Pasamos tanto tiempo juntos, compartimos tanto, creo que termine queriéndola.

-Pero no amándola hijo –Tania se levanto y se puso junto a su hijo –Cuando se ama de verdad no se es capaz de engañar.

-¿Crees que regresara algún día? –El deseaba que volviera, realmente estaba confundido, no sabia si la amaba o no, no quiso hacerle daño y ahora que no estaba junto a el se sentía tan solo y tan miserable

-Dale tiempo  algún día volverá y enfrentara todo lo que ahora dejo atrás –copio la mano a su hijo y le sonrió –la pregunta es ¿serás tu capaz de enfrentarla?

Dicho esto su madre se marcho y le dejo allí solo pensativo.

Solo quedaba una hora para ver a los chicos con los que habian quedado, todas estaban junta en la habitación, eligiendo la ropa adecuada.

Elisa se puso un vestido rojo, amarrado al cuello con la espada al aire, que se ceñía su cintura y dejaba sus piernas al descubierto, complementado con unos tacones del mismo tono del vestido y con su pelo suelto ondulado tal y como se lo habian arreglado en la peluquería . Después las chicas la maquillaron resaltando sus ojos con delineador, sombra y rimel.  Lo cierto es que cuando se vio al espejo descubrió una parte de ella que jamás imagino, se sentía hermosa atractiva.

Esa noche todas disfrutaron como nunca, bebieron y bailaron hasta el amanecer. Elisa entablo amistad con Pablo, el chico moreno al que ella gustaba y que por lo visto a ella tambien le atraía.  Bailo con el casi toda la noche, incluso salieron a dar un paseo por la playa, ya que la discoteca estaba justo en frente de esta.  Después de hacerse la difícil decidió darle el teléfono a Pablo, aunque se iba para Miami, podrían charlar por teléfono y quizás quedar alguna vez si coincidían en el mismo lugar. Siempre era bueno conocer gente.

Regresaron al hotel sobre las siete de la mañana y en lugar de irse a dormir desayunaron juntas y después se fueron a sus habitaciones a ducharse.  El vuelo de Elisa salía a las once, así que pudieron descansar un poco antes de ir al aeropuerto.  Elena y Ana habian comprado billetes para regresar a casa pero su vuelo no salía hasta las tres de la tarde.

Elisa facturo las maletas y después se despidió de sus amigas las cuales la abrazaban fuertemente y le deseaban mucha suerte en su aventura.  Lo cierto es que las echaría de menos pero no dejaría de llamarlas para contarles todo lo que pasara en su vida.  Bajo la atenta mirada de las chicas subió al avión y se dijo a si misma que ahora comenzaba su nueva vida.

Ángel  llamo a David durante la noche para ir a tomar unos tragos y de nuevo acabo durmiendo en el sofá de su amigo, había bebido demasiado.  David comenzaba a pensar que realmente a Ángel le dolía que su esposa se hubiera ido y que era ahora cuando mas necesitaba el apoyo de sus amigos.  Y fue entonces cuando se le ocurrió, claro, seguramente Elisa estaría con Elena y Ana, ellas eran sus amigas y no la dejarían sola.

A las once de la mañana David se despertó y entonces pensó que no haría daño a nadie llamando a Elena y preguntándole que tal estaba Elisa, por supuesto le prometería no decirle nada a su amigo.

-¿Elena? Soy David, veras solo quería saber si Elisa esta bien

-Pues si esta bien no te preocupes, pero si quieres hablar de ella, me pasare mañana por tu oficina y podremos hablar en persona –Elena y el siempre se habian llevado muy bien

-¿Estáis aquí? –Se sorprendió, pensó que Elisa se habría ido lejos

-No, estamos en Millán, pero regresamos esta tarde y antes de que preguntes, no, Elisa no regresa con nosotros y tampoco se queda en Millán, se ha marchado y el lugar al que ha ido no te lo puedo decir

-Bueno pero entonces, si quieres quedamos mañana para tomar un café y así Ángel no te ve en la oficina, podría sospechar algo

-No te preocupes yo iré a la oficina, tengo algo que darle a Ángel.  Tengo que dejarte mañana hablamos. Chao -¿Algo para Ángel? Conocía muy bien a Elena y si ella decía que tenia algo para Ángel eso no podía ser bueno

Fue al salón a buscar a su amigo, con una taza grande de café, seguramente la necesitaba.

-Ángel, ten un poco de café –el abrió los ojos y se puso la mano en la cabeza al mismo tiempo que se incorporaba en el sofá –Resaca ¿no?

-¿Tu que crees? –acepto la taza de café y tomo un sorbo –La cabeza me va a estallar 

OS DEJO UNA FOTO DE COMO HA CAMBIADO EL LOOK DE ELISA Y LO GUAPA QUE SE PUSO PARA SALIR CON LOS CHICOS

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