Elisa paso todo el día en la revista, tubo varias reuniones importantes y estaba cansada, pero esta noche saldría de fiesta con las chicas y eso la animaba.

No paro de pensar en todo el día en Ángel, ¿Por qué se comportaba de aquella manera con ella? Ella solo quería paz, tranquilidad, estaba harta de sufrir.

Eran las siete de la tarde y estaba sola en la revista, paseo por ella tranquilamente observándola, era suya, su revista. Después se dirigió a casa para arreglarse para la cena, había quedado con las chicas a las diez en el Restaurante Farel.

En cuanto llego a casa se descalzo y se puso unas sandalias para sacar a Coper de paseo, esta vez estuvo casi una hora en el parque, su perro llevaba casi todo el día solo, quería compensarle.  Mientras paseaba por el parque observaba a su alrededor a los niños jugando, las madres con los carritos de los bebes, los padres jugando al fútbol con sus hijos, ¿Por qué ella no podía tener una vida así?  Justo antes de enterarse de todo había pensado en tener un bebe con Ángel, pero ahora, ahora un embarazo era lo menos probable.  Las madres se veían tan hermosas con sus hijos en brazos.

-Hola –Una niña pequeña se acerco a Elisa, mirando a Coper

-Hola –Elisa le sonrió -¿Quieres acariciarle? No muerde

La pequeña sonrió y se puso a acariciar al perro, Coper estaba feliz, le encantaban los niños

-Le gustan mucho los perros –Una mujer se acerco a Elisa – Y este parece un peluche, es precioso

-A el le gustan mucho los niños –Elisa sonreía al ver a la niña que se intentaba subir sobre el perro

Ella y la madre de la niña se sentaron a un banco a charlar, después de que Elisa soltara a Coper para que jugara con Mara, ese era el nombre de la pequeña.  Paso casi una hora charlando cuando se dio cuenta que era tarde, se despidió de Sara, y de su hija. Y la niña le dio un abrazo dándole las gracias por dejarla jugar con Coper.

Elisa llego a casa llorando, no sabia bien porque, solo necesitaba llorar.

Se metió a la ducha y se relajo, tenia que despejarse, esa noche saldría con las chicas y estaba dispuesta a divertirse.   Después se vistió, se puso un vestido corto de color lila, con mangas anchas que caían por sus brazos, lo situó de forma que su hombro izquierdo quedara a la vista, se puso  unos tacones blancos que simulaban botas, llegando un poco mas alto de sus tobillos y dejando la parte de atrás del pie visible. Se dejo el pelo suelto, solo se lo cepillo un poco y en cuanto a maquillaje se resalto los ojos con lápiz y rimel y los labios con un tono oscuro.

A las diez aun estaba en casa, llegaba tarde así que salio pitando dirección al restaurante, por suerte encontró aparcamiento en frente. 

Entro al restaurante y buscaba a las chicas pero no las veía, hasta que de repente vio a Ángel sonriéndole, el se levanto y la llamo ¿Pero que estaba haciendo el allí?

-Hola, estas preciosa –Ángel se acerco a Elisa y le dio dos besos

-Hola –Elisa miro a la mesa y vio a David sonriéndole, las chicas evitaban mirarla, pero esto no quedaría así, se sentó justo al lado de su esposo –Siento llegar tarde, me entretuve.

-No pasa nada –David le contesto sonriendo, mientras ella estiraba sus piernas para darle una patada a Elena y otra a Ana

-Bien ¿Pedisteis ya? –Elisa miro a Ana la cual aun estaba sobresaltada por la patada

-No estábamos esperándote a ti y a. . .-Ana estaba contestando cuando le interrumpieron

-Buenas, siento el retraso –Pablo  apareció sonriente, saludo a todos de uno en uno y cuando le toco el turno a Elisa le dio un gran abrazo, después se sentó junto a Ana

-Pero ¿Qué estas haciendo tu aquí? –Elisa no se esperaba ver a Pablo tan pronto –Ya estabas echando de menos a Ana

-A Ana y a ti –Pablo le guiño un ojo –En cuanto Ana me contó que ibais a cenar decidí venir a acompañaros.  Tengo que viajar a Bruselas e hice escala aquí.

-Y ya que Pablo venia se lo dije a David –Elena pretendía responder a la patada que su amiga antes le había dado y Elisa se dio cuenta

Estaban cenando y charlando animadamente cuando se oyó el nombre de Elisa desde la entrada.

-¡Elisa! –Mara, la pequeña que había jugado con Coper en el parque corría hacia ella, ella se levantó de su asiento y cogio a la pequeña en brazos.

-¿Pero que estas haciendo tu aquí preciosa? –Elisa le dio un beso en la mejilla mientras la sostenía en brazos.

-¿Me llevaras a Coper mañana al parque? –La niña sonreía a Elisa, mientras todos observaban la escena, Ángel estaba conmovido, su esposa seria una gran madre.

-Por supuesto, todos los días, si quieres –En ese momento la madre de Mara se acerco caminando hacia ellas –Solo con la condición de que yo tambien juego.

-Hola Elisa –Sara se acerco y la saludo, después cogio a su pequeña en brazos- Disculpa la molestia, ya sabes lo loquita que esta mi pequeña

-No pasa nada –le había encantado volver a ve a Mara y sobre todo que ella se mostrara tan cariñosa

-Bueno, pues te dejo cenar tranquila –Sara se despidió con dos besos –Espero que nos veamos en el parque

-Claro, todas las tardes sobre esa hora saco a Coper –entonces se acerco a Mara y le dio un beso en la mejilla –Además Mara y yo hemos hecho un trato

Se sentó de nuevo a cenar y Ana y Elena le preguntaron por la niña, Elisa les contó todo

Cuando terminaron de cenar, fueron dando un paseo a uno de los pubs cercanos y allí se sentaron y se tomaron unas copas. Al rato , Elena salio a bailar con David y Ana con Pablo, Elisa y su marido se quedaron solos sentados.

-Elisa, tengo algo que contarte –Ángel estaba nervioso –He despedido a Natalia

-¿Por qué? Ya todos saben que es tu amante, no tienes que disimular –Elisa no lo dijo con intención de atacar a su marido pero vio como el cerraba los ojos ante su respuesta

-Lo hice porque no quiero que siga trabajando para mi –El la miro a los ojos y le cogio la mano –Elisa no tengo nada con ella, lo tuve pero ya no. No quiero que siga cerca y no quiero hacerte daño.

-Un poco tarde para no querer hacerme daño ¿no?-Era increíble que ahora que ella se estaba alejando de el, el lo complicara todo

-Ya lo se, se que cometí un error y que te hice daño –pero quería remediarlo, quería volver con ella –Pero quiero enmendar mi error Elisa, quiero demostrarte que he cambiado, que te quiero y que quiero pasar el resto de mi vida con tigo

Elisa se quedo en silencio, no sabia que responder, aquel día no era precisamente el mas feliz que había tenido y que el le dijera esas cosas ¿Pero que le estaba pasando? No podía estar pensando en volver con el, después de todo lo que le había hecho

-Déjame mostrarte día a día que he cambiado –El hablaba ante el silencio de su mujer –que te puedo hacer feliz.  Quiero enamorarte como el primer día y. . .

-¿Cómo el primer día? Oh claro olvidaba que el primer día la única enamorada era yo, ¿No se que pretendes? –Elisa se levantó de la mesa y tomo su bolso –Pero si crees que podré olvidar tan fácilmente todo lo que me hiciste, estas equivocado. Me rompiste el corazón Ángel, me destruiste, destruirte mi vida y mis ilusiones y ahora que he comenzado a vivir de nuevo no se si estoy dispuesta a permitir que hagas trizas mis sentimientos de nuevo.

Dicho esto salio rápidamente del pub mientras los demás corrían hacia la mesa, preguntándole a  Ángel que era lo que había pasado.  Elisa camino por la calle a toda prisa llego a su auto, se monto y arranco.  Tardo quince minutos en llegar a casa, metió el coche en el garaje, pero lo cierto era que no tenia ganas de estar sola en una casa tan grande. Entonces decidió dar un paseo por el parque.

Caminaba lentamente, observando los árboles, la luna y las estrella ¿Por qué todo era tan complicado? Ella sabia que aun quería a su marido pero ¿Volver con el después de todo? ¿Podría confiar de nuevo en el? Le dolió mucho todo y si volviera ha hacerle daño, ¿Qué seria de ella? Comenzó a llorar, no podía parar, su vida era demasiado complicada, se sentó en un banco, mientras trataba de secarse las lagrimas.

-¿Elisa? –Sara apareció junto a ella, estaba fumándose un cigarrillo -¿estas bien?

-No –no podía parar de llorar –y no se si algún día podré estar bien

Sara se sentó junto a ella y Elisa se desahogo, le contó todo, su vida, su matrimonio, la infidelidad de su marido, su viaje a Miami, Marcos, absolutamente todo. Después Sara le contó su vida y no había sido nada fácil, cuando ella estaba embarazada descubrió que su marido le era infiel y entonces se marcho de casa y le pidió el divorcio.  Llevo su embarazo sola y tuvo a su pequeña Mara, su marido ni siquiera se intereso por saber nada de su hija y ahora el tenia otro hijo con su amante.  Después de charlar y llorar largo y tendido, ambas se relajaron tiradas en el césped.

-¿Un cigarrillo? –Sara le tendió la cajetilla a Elisa y esta tomo uno –Yo no puedo fumar delate de Mara, así que aprovecho cuando esta acostada, la dejo vigilada por mi hermano y salgo al parque a fumar.

-Relaja –Elisa dijo eso después de dar una calada –Probé alguno en Miami, pero no me había dado cuenta de cuanto puede relajar

-¿Sabes lo que nos falta aquí? –Sara se levanto –Ahora vuelvo

Elisa se quedo tumbada en el césped pensando y su móvil comenzó a sonar, ella lo miro, era Ángel, así que lo dejo sonar, no pensaba contestar.

-Ya estoy aquí –Sara venia corriendo con una botella de vino blanco en una mano y dos copas en la otra -¿Te apetece?

-Claro –Elisa tomo una copa y Sara le sirvió vino –Parecemos adolescentes haciendo botellón

Ambas rieron y hablaron de tonterías durante casi dos horas, sin darse cuenta se bebieron la botella de vino completa.

-Creo que estoy borracha –Elisa se cayo en el césped al tratar de levantarse

-Pues yo tambien –Sara empezó a reír sin parar –No creo que pueda ayudarte

El teléfono de Elisa volvió a sonar y como ella no estaba muy centrada en lo que hacia contesto.

-¿Dígamelo? –comenzó a reírse cuando a Sara se le cayo la copa

-Elisa, estamos en la puerta de tu casa, estábamos preocupados –Ángel hablaba con un tono ansioso y al fondo se escuchaban las voces de los demás.

-¿Preocupados por que? Ah, pues yo no estoy en casa –justo en ese momento Sara se cayo encima de Elisa y comenzó a reírse –¡¡Ahhhh!! Pero quítate de encima –Elisa no podía parar de reír

-¿Elisa? ¿Estas bien? ¿Qué pasa? –Ángel se preocupo al escuchar como su esposa gritaba y le pedía a alguien que se quitara de encima.

-¡Volare uooo cantaree uooooo! –Sara se levanto y se puso a cantar en mitad del parque

-¡Pero cállate! –Elisa la empujo para que volviera a sentarse mientras no paraba de reír y Sara cayo al suelo y se quedo tumbada -¿Ángel? ¿Eres Ángel no? Mira creo que estoy demasiado borracha para seguir hablando, estoy bien no os preocupéis y no estoy en casa

Dicho esto colgó y se tiro en el césped sin poder parar de reír, sabia que mañana cuando despertara se arrepentiría por el dolor de cabeza, pero hacia tiempo que no se reía tanto

Ángel y los demás estaban en la puerta de Elisa y el miraba su teléfono con el ceño fruncido

-¿Qué te ha dicho? –Ana preguntaba mientras tiraba de su brazo para que reaccionara

-Que esta demasiado borracha para hablar –Todos se quedaron en silencio observando a Ángel

Se montaron en sus coches y se dirigieron a casa, si había algo claro era que Elisa no estaba allí y si estaba fuera y estaba borracha esa noche no conduciría.

 OS DEJO UNA FOTO DE COMO IBA VESTIDA ELISA PARA SALIR CON SUS AMIGOS, AUNQUE AL FINAL ACABO EN EL PARQUE XDXD