Capítulo 22- Reconciliación familiar.
Dmitri llevaba en posición desde la madrugada, habían utilizado los almacenes de una antigua red de tráfico de personas, algo muy a lo vieja escuela, pero a Francis se le había hecho chistoso la ironía de todo aquello.
Tenían hombres perfectamente posicionados, Viktor se encontraba esperando desde afuera, si las cosas se complicaban su equipo era el que entraría para que la policía quedase en medio del fuego interno y externo de las mafias, y Francis estaba preparado desde una posición segura con todas las formas de grabación y audio posibles.
Preparó con antelación el lugar, habían cámaras especiales y micrófonos por todas partes, además él había buscado a la prensa, periodistas que con tal de no perderse una noticia jugosa con la capacidad de ser una bomba mediática, no les importaba arriesgar sus vidas.
Cuando se acercaban las seis de la mañana empezó el teatro perfectamente armado, desde la madrugada habían traído los camiones con la carga especial, ahora tocaba descargar las cajas. Para esto, Francis prestó a parte de sus hombres disfrazados como servicio de cargas y empezaron a meter todo dentro del almacén.
Llevaban menos de media hora moviendo la mercancía cuando Francis les avisó que la policía había llegado. Todos esperaron en sus posiciones y pudieron percibir a tiempo el estallido de las bombas de humo que habían tirado dentro. La interpol había dispuesto una redada, pero ellos estaban preparados.
Sacaron las máscaras de gas que tenían guardadas y se refugiaron entre las paredes divisorias del almacén, posicionándose con sus armas para usarlas de ser necesario. Dmitri se refugió en uno de los laterales y sintió a las fuerzas policiales entrar, poco después una caja cayó al suelo y los oficiales abrieron fuego creyéndose bajo ataque. Los hombres que allí se encontraban también respondieron y el sitio se convirtió en una balacera.
Por motivos de estrategia, los hombres de Dmitri y Francis no llevaban chalecos, pero habían sido posicionados en lugares donde pudieran disparar y no ser heridos, claro que habría muertos, pero si usaban chalecos posteriormente podrían usar eso para indicar que todo era planeado y ese no era el objetivo.
Dmitri disparó desde su posición en varias ocasiones, pero una explosión de otra bomba de humo hizo que tuviera que desplazarse sin saber exactamente a dónde iba, no podía quedarse y que le dispararan sin él verlo. Se dirigió por la pared izquierda y al doblar tuvo que recular inmediatamente, un policía lo había visto y disparó, ambos empezaron a dispararse uno al otro sin avanzar en lo absoluto, hasta que un tiro por detrás eliminó al policía, mostrando la imagen de uno de los hombres de Francis.
Él y Dmitri huyeron de esa posición, usando el humo que quedaba para desplazarse más adentro en el almacén, la idea era atraer a los policías tan lejos de la entrada como fuera posible.
Llegaron a donde tenían preparadas unas bombas de explosión pequeña, diseñadas para reventar paredes en interiores. El extraño muchacho pelirrojo colocó todas y cuando estuvo seguro, Dmitri las activó, resguardándose ambos detrás de otra pared más pequeña.
El estallido tuvo el efecto esperado, los policías presionaron sin encontrarse mucha resistencia, para poder ir más hacia dentro y Dmitri los rodeó por el lateral para tener mejor posición. Desde ese punto el fuego solo se incrementó, las balas volaban en todas direcciones y afortunadamente las máscaras ya no eran necesarias. Dmitri pronto se vio en la desventajosa situación de no tener municiones, se escondió detrás de unas cajas que estaban apiladas y por las etiquetas contenían piezas de máquinas pesadas.
Sin pensarlo mucho, arremetió con todo el peso de su cuerpo contra estas, empujándolas encima de los policías, y luego corrió en dirección contraria a ellos, logró llegar hasta donde tenía sus otras pistolas, pues para su desgracia no habían podido usar ametralladoras ni nada similar si querían que todo quedase como que eran inocentes.
Tomó ambas pistolas a tiempo, al darse la vuelta, tres policías ya estaban allí, disparó con rapidez a los primeros dos, pero el tercero logró atinarle un disparo en el brazo. Dmitri le devolvió el disparo en un muslo y cuando el hombre cayó al suelo, luego le disparó en el cuello, matándolo.
Corrió fuera de allí, disparando ocasionalmente acorde a los enemigos que se encontrase, observó la hora en el reloj de su muñeca, ciertamente el tiempo pasaba rápido. Era el momento.
Como si hubiesen estado hablando por la mente, Viktor hizo su entrada abriendo fuego desde la parte externa del almacén, presionando a la policía. Ellos los superaban en número, en armas e incluso puede que hasta en lealtad y determinación, la policía se vio en problemas.
El fuego cruzado se llevaba sus víctimas, el suelo y las paredes estaban salpicados de sangre y había cuerpos de ambos bandos. Dmitri había querido hacer eso con la menor cantidad posible de muertos.
De una esquina que era un punto ciego, salió el agente Starling, tal cual Viktor había predicho, este había asistido al evento del año. Abría fuego de forma inmisericorde contra todos, estaba simplemente desquiciado. Dmitri se quedó quieto delante de él, un movimiento en falso en medio de aquella balacera y podrían matar e incluso morir. Una sonrisa arrogante y algo extraña deformó el rostro del agente Starling, estaba feliz de tener a Dmitri frente a frente.
— Sabía que te atraparía— declaró contento, Dmitri sabía que era su oportunidad.
— Agente, ni siquiera sé de qué está hablando— respondió Dmitri— sus hombres entraron al almacén por la fuerza y no entiendo el motivo.
— Claro que lo entiendes. Ustedes, malditos corruptos, saben perfectamente lo que pasa— bramó el agente con furia, su arma temblaba en su mano, pero el ruso sabía que era de excitación y furia en partes iguales— Estaban moviendo mercancía ilegal para luego blanquear ese dinero, no creas que no lo sé— se veía altanero, como si tuviera el mundo en sus manos.
— ¿De qué está hablando?— preguntó Dmitri con una fingida confusión— esas cajas lo que traen son piezas de cambios de maquinaria pesada, mi compañía abrió nuevas sucursales de la metalurgia aquí en Francia, por eso transporté todo para acá— explicó Dmitri, estaban en un buen ángulo, justamente habían dos cámaras en esa área y un micrófono de gran potencia instalado.
— No me vengas con esas mierdas— gritó el agente por encima de los tiros— Sé que es mentira, gente inocente no anda por allí disparando a otros.
— Pero ustedes fueron los que dispararon primero, atacaron el almacén sin pretexto y abrieron fuego— rebatió el rubio— Mis hombres de seguridad tienen legal todos los documentos para portar armas y tienen derecho a disparar si mi seguridad se ve en peligro. Podemos mostrarle todos los papeles, pero detenga esta locura. Sus hombres y los míos están cayendo por igual.
— No aceptaré mentiras de ratas inmundas como tú— el agente Starling se negó, tal cual lo esperado por ellos.
— No estoy mintiendo, mire a su alrededor— Dmitri esperaba que con eso la prensa pasara las imágenes del resto del almacén, mostrando la balacera que continuaba— Ni siquiera entiendo por qué pudo usted pensar…
— ¡CÁLLATE!— le interrumpió el agente, Dmitri temió ante la realidad de que aquel hombre estaba perdiendo la cordura— Mi hija menor fue llevada a rastras por hombres como tú, se vio inmiscuida por un asqueroso ser que la sedujo y terminó desaparecida. ¿Crees que no sé cómo funcionan los hombres como tú? Cuando la encontré estaba destrozada y era una adicta a las drogas, todavía hoy día sigue sin estar bien. Prometí que destruiría a todos los seres que corrompen este mundo y empezaré por ti y por el asqueroso de Viktor. Me da igual que no haya pruebas, yo sé perfectamente que él es culpable.
— Agente…— Dmitri tenía que ganar tiempo, finalmente había llegado a un punto donde le hombre empezaba a confesar todo.
Admitía que el motivo del hombre era honorable en cierta medida, pero ninguno de ellos hacía trata de personas, era demasiado riesgoso, podían atraparte con mayor facilidad, costaba mucho dinero y al final el “producto”, si se podía llamar así, tenía fecha de caducidad. Mantenerles era caro y difícil y no siempre recuperabas lo que invertías.
Al final, en opinión de los actuales líderes del bajo mundo, no valía el esfuerzo. Que él supiera, habían algunos que sí lo hacían y el sistema era bastante grande, pero esto los había vuelto seres de la sombra, mientras que Viktor, los demás y él podían vivir en la vida pública.
— No quiero que hables más— exigió el agente— te mataré con mis propias manos, la justicia no sirve para hombres como tú.
— No es así, usted no entiende que no hay nada ilegal aquí— intentó convencerlo Dmitri, presionando para llevar más al límite al agente. Podía percibir que los tiros seguían resonando en todo el lugar, pero cada vez eran menos.
— ¡DIJE QUE NO MÁS MENTIRAS!— gritó el agente nuevamente— Yo sé que es cierto, yo no estoy equivocado. Después de todo lo que arriesgué, después de incluso hacer un trato con la mafia en sí misma y esa mujer estúpida que se dejó usar por nosotros para traicionar a Löwe.
— ¿Qué? ¿De qué habla agente?— había algo que había puesto incómodo a Dmitri, pensaba que solo Amelie había hecho un trato con el FBI, pero ahora el agente se refería a ella como un peón, había alguien más involucrado.
— ¿Tienes idea del sacrificio que significaba para mí el someterme a un trato con ese hombre? ¿Lidiar luego con esa ignorante que se creía que de verdad tenía algún poder?— el agente Starling mostró una sonrisa desquiciada, algo estaba muy jodido allí— Llevo más de un año trabajando con esto, estuvimos persiguiéndolos durante todo este tiempo, pero nunca pudimos dar con ninguna muestra de que fuera real. Entonces Löwe fue y testificó en tu contra, tuve que dejar de lado mis principios morales para hacer aquel trato y el idiota venía a usarnos como herramientas para deshacernos de sus enemigos, pero yo me desharé de los dos, ambos caerán.
Dmitri disparó cuando vio las intenciones del agente Starling, logró herirlo en una pierna y retroceder a tiempo para evitar el disparo que venía en su dirección, pero en el proceso había chocado contra unas cajas y caído al suelo. Se puso de pie para intentar salir de allí, pero una bala perdida lo alcanzó en el antebrazo, casi llegando a la muñeca de su mano dominante.
Su pistola cayó y otro tiro pasó rozando cerca de él, el agente Starling, aun herido, se había puesto de pie y le apuntaba. Dmitri no podía solo salir corriendo hacia la balacera, una bala perdida ya lo había alcanzado, quién sabe si la próxima lo hería seriamente, pero quedarse tampoco parecía una buena opción.
Una expresión enfermiza de locura se mostró en el rostro del agente y este simplemente disparó hacia Dmitri. El ruso esperó el dolor, pero solo sintió el peso de algo sobre él y la fuerza al tumbarlo, un golpe en su cabeza que lo dejó algo aturdido cuando cayeron contra el suelo y el gemido de dolor que reconoció inmediatamente.
Al abrir los ojos, Viktor estaba encima de él con una expresión adolorida, Dmitri se apoyó en el suelo e hizo un esfuerzo por salir de debajo de Viktor y moverlo un poco, la bala le había dado en la espalda baja y estaba perdiendo demasiada sangre. Dmitri se quitó rápidamente su abrigo y lo colocó sobre la herida, intentando detener la hemorragia mientras su mente procesaba la imagen de Viktor herido de gravedad por protegerlo.
¿Por qué no solo le disparó? ¿Por qué me protegió?
Dmitri alcanzó el arma de Viktor, dejándose llevar por la furia y sabiéndose todavía en riesgo, simplemente apuntó hacia Starling y disparó, pero entonces se dio cuenta de por qué Viktor no había disparado, su arma ya estaba descargada.
Vio a Starling sonreír victorioso, devolvió su mirada hacia Viktor, que mostraba cada vez un semblante más pálido, sintió los pasos tambaleantes de Starling, pero él simplemente no podía moverse, no podía dejar a Viktor solo.
Se posicionó de tal forma que su cuerpo protegiese totalmente el de Viktor, dándole la espalda al agente que había perdido todo rastro de cordura, el disparó sonó por todo lo alto, pero él seguía vivo. Alzó la mirada y vio al agente Filde parado a unos metros de él, giró la cabeza para observar el cuerpo sin vida de Starling. Así que todavía hay agentes honorables.
— Todo ha parado, la ambulancia está en camino, llegarán pronto— informó el agente Filde con profesionalidad, pero Dmitri solo procesaba que Viktor se estaba muriendo en sus brazos por protegerlo.
— ¿Por qué?— preguntó Dmitri.
Desde hacía años el único objetivo del ruso había sido deshacerse de Viktor, este había matado a su familia, no había otra cosa en su mente sino eso. Sin embargo, Viktor se había interpuesto en la trayectoria de una bala para salvarle y eso no encajaba para nada con la situación.
— Sé lo que piensas de mí— respondió Viktor con voz pastosa— pero yo siempre pensé en ti…como mi hermano pequeño— Dmitri sentía que sus ojos se llenaban de lágrimas. No podía ser cierto, todo esto solo indicaba que él había estado equivocado, si ese fuera el caso…— El viejo…yo no lo maté— confesó Viktor, tenía que aclarar las cosas con él por si al final moría— Yo nunca te hubiese…hecho…eso. Eras mi familia…Dimka.
— Vitya…Vitya— Dmitri lo llamó un par de veces al verlo perder la consciencia, pero Viktor no reaccionó.
Las lágrimas se desbordaron por su rostro mientras veía el rostro pálido de Viktor y sus manos manchadas con su sangre. Los recuerdos de los años en los que Viktor le había entrenado, enseñándole todo lo que él hoy día conocía y usaba en su trabajo, golpearon su mente. Había malinterpretado todo, debió de haberlo escuchado antes.
— Eres muy impulsivo, ese es tu error— Viktor estaba regañándolo, acababan de salir de una reunión de negocios en la que de no ser por Viktor hubiesen perdido todo, pues Dimitri había terminado ofendiendo a los clientes por andar de apresurado.
— Lo siento, pero tú sabes que tenía la razón, Vitya— protestó Dmitri.
— No es cuestión de tener razón o no, mocoso— repuso Viktor— es cuestión de saber hacer negocios, tienes que controlar tu impulsividad si quieres vivir en este mundo.
— Entiendo— nada hacía sentir más vergüenza a Dmitri que ser regañado por Viktor.
— No pasa nada, como dije eres todavía un mocoso, pero yo haré de ti un gran hombre de negocios— aseguró Viktor.
— ¿En serio?— preguntó Dimitri emocionado.
— Eres muy expresivo Dimka, será una pena que pierdas eso— comentó Viktor, posando su mano en el largo cabello rubio y revolviéndolo, mientras veía el puchero que hacía Dmitri por esto.
Dmitri lloraba desconsoladamente, había sido un estúpido y ahora el tiempo se acaba. Podía escuchar las sirenas de las ambulancias, el sonido de las cámaras y el bullicio de la prensa que seguía pasando el evento en vivo y daba sus opiniones.
Sintió las manos de los paramédicos apartándolo de Viktor, logró reaccionar a tiempo para dejar que estos hicieran su trabajo, sabía que también querían atenderlo a él, pero no llegaba a razonar tanto. Salió acompañado de los paramédicos, siguiendo la camilla donde se llevaban a Viktor, pero al salir se llevó una sorpresa inesperada.
Sentía como lo sentaban en la ambulancia y lo atendían, pero su mirada seguía fija en lo que se transmitía en una pantalla gigante en el cielo, elevada con dirigibles. Eso era lo que Hideki les había propuesto cuando dijo que unirían su plan al de Alexandra, pero jamás imaginó estar viendo semejante escena.
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Y aquí la reconciliación familiar entre Viktor y Dmitri, estos dos finalmente llegan a un punto neutro.
Ahora, ¿qué les pareció el capítulo? Si les ha gustado dejen una estrellita y ya saben, sigan que todavía queda uno más. 🔜🔜🔜.
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