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9

——¿Entonces te gusta? ——preguntó Soobin buscando los ojos de Yeosang, desde su regazo, el cual era usado como almohada.

——Creo que es bastante obvio que sí ——admitió mirándolo desde arriba.

Es extraño como puedes conectar tan bien con alguien. Hablas un par de días y se siente como una relación de toda la vida.

Había pasado tan solo una semana desde que empezaron a frecuentar y escribirse, pero eso no significaba nada. Ya eran amigos; salían a comer, a pasear, Soobin lo visitaba ocasionalmente al trabajo cuando iba por las compras y solían mandarse mensajes muy a menudo.

Aquella tarde habían decidido ir al lugar favorito de Yeosang; un patio gigante de una casa abandonada, con mucho pasto y bastante espaciosa, incluso tenía árboles.

Soobin era la segunda persona a quien llevaba a ese lugar, su reacción fue hilarante, pero también válida porque el lugar era demasiado bonito.

Yeosang solía recostarse contra uno de esos árboles y sentarse ahí a escuchar música hasta quedarse dormido, olvidar los problemas, olvidarse de la realidad que lo taladraba por dentro.

A veces recordar el hecho de que esa casa alguna vez fue suya y ese árbol viejo en el que solía arrimarse siempre, era su padre, lo ponía sentimental. Pero esos detalles no los tenía que saber Soobin, o por lo menos no ahora.

——¿Y qué piensas hacer, hyung? ——Se recostó de costado preguntando con interés.

——Nada ——frunció los labios y luego sacó de su cuerpo la frustración acumulada por medio de un suspiro profundo ——. Estamos jodidos, ¿no? ——Buscó sus ojos.

——Mmm... Tal vez ——Sonrió ladino ——. Pero por lo menos ustedes son mejores amigos, yo y él apenas estamos comenzando a hablar.

——¿Acaso ser amigos no lo hace todo más difícil? ——Enarcó las cejas

——En tu caso no, hyung. Quiero decir, Seonghwa te quiere casi de la misma forma, ¿no?

Yeosang observó con severidad.

——Él sabe como me siento, Binnie. Joderme la cabeza como lo está haciendo no está bien. Yo no soy una clase de guía gay para que él descubra lo que quiere.

——Cierto.

——Creo que solo es hetero curioso ——Se encogió de hombros con decepción. Y eso no le gustó para nada a Soobin, quien se reincorporó con una mirada intensa y preocupada.

——Hyung, no te rindas. Tienes esperanza ahí. Él tal vez...

——No sé, Bin ——cortó ——. Suficiente de mí. ¿Qué piensas hacer con el bonito peliazul?

Soobin imitó la posición relajada de Yeosang, apoyando su cabeza en el roble, mirando al atardecer que se escondía tímidamente entre las hojas de los árboles de otoño. Bufó sonoramente.

——Nada ——admitió con dolor.

——No conozco a Beomgyu, pero creo que tiene toda la razón del mundo al decir que eres un idiota masoquista.

——¡Oye! ——Ceñudo, buscó su mirada.

——Preséntamelo cuando regrese de Italia.

——¿Para qué? ¿Para que rajen de mí?

——Exacto Binnie, eres inteligente ——Lo vió burlesco, ganándose un empujoncito y una mala cara.

——Como los odio ——graznó con un puchero adorable.

——Es que lo que haces no tiene sentido, Binnie. Ni para ti, ni para él, ni para Tae.

——¡Lo sé! ——se apresuró en decir. Él sabía que estaba haciendo las cosas mal. Pero... ——Es solo que haría lo que fuera para-

——Verlo feliz ——completó Yeosang bajando la mirada con una leve sonrisa.

Ellos se entendían.

Un breve silencio.

——Sip, definitivamente jodidos ——exhaló.

Pronto, sus ojos se encontraron y una risa llenó cada espacio vacío, menos el de sus corazones.


——¿Ya estás yendo?

——Llegaré en cinco minutos.

——Ahh, ¿Por qué eres así?  ——se quejó Beomgyu ——¿Eres consciente de que eres mi única distracción en este podrido departamento sin internet?

——Sal a dar una vuelta y a conocer la bella Roma y deja de echarme la culpa ——rió.

——No puedo, tonto. No sé italiano y me voy a perder si camino más de dos cuadras. Mi sentido de orientación es igual o peor que el de Dora ——Soobin exhaló buscando paciencia.

——Te dije que te metieras a las clases de inglés conmigo. Tú más que nadie debió ir a esas clases considerando que tus padres te arrastran a sus viajes de trabajo. Viajas por el mundo y no lo aprovechas, ¡Tooonto! ——rió al final.

——¡No ayudas! ¡Moriré aquí de aburrimiento y no te importa!

Dramático.

——Oye bebote. Solo es una semana ——se burló.

——Chau, ya me estresaste. No me llames ——Y colgó.

Soobin sonrió porque sabía que Beomgyu lo terminaría llamando en la noche. Guardó su celular en el bolsillo de su buzo negro.

Cuando llegó al Studio, abrió la puerta cuidadosamente para no llamar la atención. Habían a lo mucho 10 personas contándolo a él, estaba temprano.

Buscó a su hermano con la mirada, pero una vez más no lo encontró. Sus ojos se fijaron en Jungkook quien estaba estirando a un costado. Se acercó a saludar y preguntarle por Tae. Su hermano había estado muy distante con él; raro.

——Jungkook hyung ——el aludido  levantó su cabeza hacia el más alto

——Hey Binnie, ¿Todo bien? ——sonrió

——¿Sabes por qué Tae no ha estado viniendo?

Era sumamente raro que no fuera al Studio por más de dos días. Incluso iba a veces tres veces al día cuando podía.

Algo cambió en la expresión del mayor, pero desapareció tan pronto como apareció antes de que Soobin lo leyera o siquiera se percatara.

——Ha estado ocupado ——respondió cortante ——. Ve estirando, hoy viene Jin. Sé que te gustan sus coreografías ——Le sonrió y Soobin correspondió.

Soobin se fue a la zona de casilleros para dejar sus cosas cuando recibió esa llamada de todos los días que aún lo ponía nervioso.

——¿Bin? ¿Ya llegaste? ¿Donde estás?

Soobin sonrió.  «Tan intenso como siempre, amor»

——Llegué hace poco. Apúrate hyung, las clases ya van a empezar.

——Gracias Binnie, guárdame un asiento a tu costado ——Eso hizo a Soobin sonreír ——¿Hoy tampoco fue? ——Y eso le quitó la sonrisa.

——Tampoco.

——Mmm... Lástima, pero no importa. Te alcanzo dentro de unos minutos ——Colgó, mandando a volar a mil maripositas dentro del castaño.

Su relación con Yeonjun había mejorado en esa semana, por lo menos ya no hablaban solo de matemática y su hermano.

Yeonjun era un chico muy extrovertido y conversador, sabía como guiar la conversación, y eso para Soobin era un alivio. Aunque por dentro él supiera que Yeonjun no estaba interesado en las conversaciones que mantenían y que solo lo hacía para seguir con su plan, le gustaba engañarse pensando en que tal vez y solo tal vez, él podría verlo como un amigo en vez de una molesta herramienta.

El pensamiento le proporcionó pesadez a su cuerpo, quitándole las ganas de bailar.

«Todo lo que hago está mal y todo lo que quiero hacer se siente mal.»

Yeonjun era uno de los mejores bailarines del lugar. Tenía tanto nivel que incluso podría pertenecer al cuadro de coreógrafos.

Cuando Soobin le dijo en plena clase que le mostraría su video a Taehyung, él lo abrazó por la emoción, destruyéndolo de una forma hermosa.

Lo abrazó... Oh, debía ser el cielo. Así tenía que sentirse.

Le costó mucho recomponerse después de ese abrazo flojo. ¿No estaba flotando o sí?

Al terminar la clase, Soobin fue sin aliento por su botella de agua y por su toalla.

——Diablos, ¿Binnie, tienes dos toallas? Olvidé la mía.

Soobin rebuscó entre su mochila, encontrando su celular, sus llaves, su billetera, dulces, una botella de agua y una única toalla blanca.

——Sí ——respondió y se la extendió con una amable sonrisa.

——Siempre me salvas de todas ——Le guiñó.

Gestos así de sencillos dolían en su pecho al punto de arder.

Observó disimuladamente como se secaba las gotas de sudor con su toalla, como sus cabellos azules se pegaban a su frente por el sudor, esos brazos marcados descubiertos, su respiración agitada.

Se imaginó siendo él mismo el causante de eso; ellos en una cama.

——¿Soobin? ¿Estás bien? De repente te pusiste rojo.

«Mierda»

——S- sí, hyung. Solo... Es por el ejercicio.

Yeonjun sonrió mostrando sus dientes y pequeñas arruguitas en sus ojos.

Él tenía que dejar de hacer eso si quería que Soobin viviera.

——Estoy libre ahora. ¿Te parece si vamos a comer algo por aquí cerca?

No lo pensó dos veces.

——Claro que sí, hyung ——le sonrió brillante.

«Eres cruel, Yeonjun»

La voz de Wooyoung en su cabeza era siempre molestosa...

Pero, ¿por qué tendría que escucharla?

Cómo le dijo su padre, todos sobreviven a su manera.

——Vamos Bin ——Hizo un gesto con la cabeza.

«Tal vez sí soy un poco cruel»








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