39
Los ternos siempre le dieron comezón, pero nunca había detestado tanto usar uno hasta ese momento.
Con una mano se acomodaba el cuello de la camisa por sobre el saco negro, mientras que con la otra sostenía el celular pegado a su oreja.
Se veía bastante bien, no iba a mentir. Después de mucho, muchísimo tiempo, podía sentirse algo cercano a "satisfecho" mientras miraba su reflejo.
——¿Ya estás abajo?
——Bueno, como a media cuadra, veo a tu casa desde aquí, ábreme.
——La dejé abierta.
——Bien bien, voy.
Fue Yeosang el que colgó.
Tres minutos después, el mayor apareció en la casa, momentos después ya estaba haciéndole compañía a Soobin en su habitación.
——¿Realmente tenemos que ir? ——preguntó desganado Soobin buscando los ojos de su hyung.
Los dedos hábiles de Yeosang anudaban la corbata roja en el cuello de su donsaeng. Un rayo de luz se colaba por una pequeña abertura en su ventana, gracias a ese pequeño destello, una porción del cabello de Yeosang se veía pelirroja.
——Tampoco quiero ir ——suspiró ——, pero es tu hermano y es obligatorio para mí si quiero conservar esa beca.
Soobin sabía que esa sería la respuesta, pero muy dentro de sí, esperaba que su hyung le dijera que todos podían irse a la mierda y que ellos se quedarían viendo películas en su casa, comiendo comida chatarra. Sonaba como un buen plan para después.
——Quiero que te quedes después. ——Soobin no pensó al decir.
Los dedos de Yeonsang abandonaron la corbata roja ya acomodada impecablemente.
——¿Después de la ceremonia? ¿No tienes planes? ——preguntó cauteloso y un poquito receloso también, Soobin estaba demasiado ocupado últimamente. Extrañaba pasar tiempo con él.
——Nop, ¿podemos ir al patio apenas todo acabe? Extraño ese lugar.
Su lugar...
——Está bien.
Soobin volteó ligeramente su cuerpo y volvió a enfrentar el espejo. Se concentró en su reflejo y su mundo se hizo borroso una vez su imagen se hizo su realidad, y Yeosang, detrás de él, lo dejó ser. El rostro de Soobin paso por muchos cambios, ceño fruncido, relajado, admiración y hasta Yeosang identificó sorpresa en ese rostro angelical. También aprovechó ese momento para poder admirarlo como quería sin sentirse un acosador. Honestamente, y conociendo bien las inseguridades de su menor, se preguntaba por qué Soobin tenía tantas inseguridades acerca de sí mismo; porque en algún momento que lamentablemente el mayor no pudo recordar con éxito, SooBin se volvió la criatura más bella vista jamás ante sus ojos.
Cariño, protección, apego y sanación.
Con una sonrisa ladina, Yeosang hizo lo que sus instintos llamaban y se acercó a Soobin por la espalda, sobresaltándolo solo un poco.
Sus brazos rodearon su cintura por detrás deteniendo la respiración del menor. Cuando Yeosang apoyó su barbilla en su hombro derecho, con un poco de dificultad por la diferencia de altura, sus ojos se encontraron a través del espejo.
Yesonag podía leer a Soobin, muy bien, quizás demasiado para su propio bien. Estaba nervioso.
——No lo batalles tanto ——musitó Yeosang ——, te ves precioso.
Sus palabras calaron más profundo de lo que hubieran querido. Soobin exhaló y se permitió relajarse pues siempre se sintió seguro en sus brazos; lentamente puso sus brazos encima de los suyos y giró su cabeza tan solo unos centímetros para poder casi ver directamente a su hyung. La cercanía hizo palpitar al corazón de quien quería brindar seguridad. Yeosang tragó saliva.
——Yo no dije nada ——susurró Soobin, una diminuta sonrisa colándose en sus labios cerezos por el bálsamo del mismo sabor.
Yeosang no pudo moverse un milímetro por las sensaciones invasivas, solo respiraba, existía, también miraba a los belfos que acaban de emitir aquel sonido sedoso.
Por la tensión, Soobin sintió la necesidad de hacerlo, no se cuestionó nada y solo se acercó lo suficiente para rozar sus labios.
No era la primera vez, pero había pasado mucho tiempo desde que tenía un contacto así con alguien, uno ajeno a la lujuria y asentado por puro cariño, cariño real.
Sin embargo, antes de que algo más sucediera, fue Yeosang el que cortó el contacto de raíz, levantando su cabeza y carraspeando al mismo tiempo, probablemente para salir completamente de aquello.
Soobin apretó sus labios y se enderezó también, ligeramente avergonzado.
——Deberiamos ir ya ——sugirió el mayor.
Soobin todavía se sentía un poco aletargado, pero asintió: era mejor no complicarlo.
Salieron y pararon el primer taxi libre que ubicaron para evitar tardanzas.
Una vez ambos subieron al vehículo en la parte trasera, "give me love" empezó a sonar a través de la radio.
Por costumbre y aún sin haberse quitado esa picazón que dejó el momento inconcluso en su habitación, Soobin dejó caer su cabeza en el hombro contrario al mismo tiempo que entrlazaba sus manos juntas. Soobin no pudo verlo porque cerró los ojos, pero Yeosang le sonrió.
——¿Por qué estás tan cariñoso hoy? ——Se supone que tenía que salir como una burla, pero un poco de la verdad se coló en la entonación de la pregunta: curiosidad.
——Te extrañé. ——Tan solo confesó.
——También yo... ——Fue de lo más sincero ——, pero me alegra que salgas más y que hayas conocido más gente, que tengas más amigos.
Yeosang solo sabía lo mismo que todos sabían: Soobin ahora tenía más amigos. Lo que nunca se especificó fue quiénes eran o qué clase de amistad mantenía con esas personas.
Amigos...
Se sentía bien con ellos, ¿pero realmente serían sus amigos? Ese concepto fue deformado con los años para su persona. Solo sabía que jamás se sentiría igual de bien como cuando estaba con Beomgyu o Yeosang. Y movido por ese hecho, fue que habló.
——Tú eres especial, hyung.
Ninguna otra palabra fue dicha hasta llegar.
Porque tal vez y solo tal vez, una promesa colgada en forma de una broma del pasado, era lo suficientemente fuerte como para hacerle creer, que después de todo el dolor, podría ser él quién repare su corazón.
La ceremonia fue larga, aburrida a más no poder. Un 95% de los presentes estaban quedándose dormidos por el discurso del director. Soobin, en la tercera fila, solo esperaba la despedida para poder irse a casa.
Sintió una vibración en el pantalón. Sacó su celular del bolsillo y sonrió al prender la pantalla y entrar a la aplicación de mensajes.
Yeosang hyung
>Faltan cinco minutos
>Ponen el himno y ya.
Ya no aguantaba más D:
Yeosang hyung
>Apenas termine, sal, me esperas afuera
>Quiero ir a hacer algo antes.
Soobin mando un sticker y guardó su celular.
Tal como dijo su hyung, cinco minutos después la ceremonia había terminado.
Salió a la puerta y se quedó esperando en la entrada pacientemente a su hyung quien llegaría en cualquier momento. No obstante, cuando alguien le tocó el hombro y pudo ver a la persona que lo había hecho, no pude evitar sorprenderse, pues este no era Yeosang.
Había olvidado por completo que esa también era su universidad.
——¡Sabía que vendrías! ¿Por qué no avisaste?
Kiara ya estaba abrazándolo, las manos de Soobin quedaron colgadas en el aire por la sorpresa.
——Bin. ——Namjoon palmeó su espalda a modo de saludo.
——Qué guapo estás ——halagó Mijoo con cariño poniendo una mano en su hombro.
——Él es guapo. ——Kiara disimuladamente sacó la mano de su amiga y la reemplazó, mirándolo con ojos vivos desde abajo. Posesivamente enredó su brazos juntos.
——Vamos a ir a la casa de Jin ahora ——le comunicó la rubia ——, ¿vienes?
Estaba ocurriendo demasiado en muy poco tiempo.
Soobin se puso nervioso en cuestión de segundos. ¿Por qué sentía que estaba haciendo algo mal?
——Ehh, yo... tengo planes, chicos, no creo poder hoy.
——Te quiero dar algo nuevo hoy, es algo que todos ya hemos estado probando, te va a gustar ——susurró con picardía la rubia. Soobin la miró a los ojos cuando se separó, pero esta vez no sintió curiosidad ni el deseo de poseerla como antes. Solo quiso irse, no estaba cómodo.
——De verdad no puedo hoy, estoy ocupado.
——¿No querrá un incentivo? ——provocó Mijoo mirando con picardía a su amiga.
Kiara se rió y se apegó más a Soobin en su abrazo.
——No me quejo ——dijo la rubia segundos antes de rodear su cuello.
Quizás por presión, Soobin no la detuvo; tampoco hizo nada cuando se acercó demasiado, menos cuando ella le dio un beso.
Escuchó algunos cuantos silbidos, de sus amigos y de otra gente que pasaba por ahí. Bueno, Kiara era una chica bastante popular, además de eso, nunca se le había visto tan... interesada en alguien.
Kiara se separó con un rubor coral y avergonzada lo abrazó.
Cuando eso pasó, fue Soobin en ese preciso momento que pudo ver a los lejos, a menos de unos diez pasos de distancia, a Yeosang, observando todo, con su saco arrugado preso en su mano.
Pudo haber sido por el sol que caía directamente a su cara o no, pero esa expresión contraída provoco algo en Soobin. ¿Pánico? No sabía con exactitud, pero sentía que debía explicar su pecado.
Separó con cuidado a Kiara no antes sin decir "los veo luego".
El menor realmente se veía obstinado cuando se alejó hacia el otro chico, por ello, decidieron no insistir y solo se marcharon. Probablemente más tarde Soobin los llamaría.
Yeosang no tenía ninguna expresión particular en el rostro, solo esa de incomodidad por el sol. Su cabello se veía castaño cobrizo por los rayos del sol sobre estos, su piel más dorada que nunca, el cuello desacomodado de su camisa se veía simplemente bien en alguien tan apuesto como él.
——Hyung... ——susurró Soobin cuando lo alcanzó a paso lento, por alguna razón con el corazón en la boca.
——Vaya... ——Al igual que con su expresión, su voz era indescifrable ——. Yo... no... No tenía idea que- tú - eh, e-esto.
¿Que podía decir Soobin? No había hecho nada malo, sin embargo era la primera vez que lo sentía así.
——Hyung... ——No sabía que más pronunciar aparte de eso.
——Cuando mencionaste nuevos amigos jamás pensé que serían ellos, ¿sabes? ——se permitió ser honesto. Era Soobin después de todo ——. Es hasta gracioso, porque esa misma gente es la que solíamos criticar en las fiestas ——dijo con burla ——, pero está bien. Es bueno que quieras experimentar.
Supongo que no fui tan especial después de todo.
——Es... Yo... ——Frustrado, Soobin gruñó ——. Todo esto fue muy repentino.
——Por eso actuaste así cuando mencioné la fiesta de Mijoo... ——Dicho esto, soltó una risa airosa ——. Ahora tiene sentido, claro. Y no te preocupes, no estoy molesto, no tienes que contarme todo. Todo está bien.
——Hyung...
——¿Sabes Binnah? Estoy un poco cansado, y ahora que recuerdo, tengo muchas cosas que hacer en casa, lo siento. Podemos salir otro día, ¿vale? Nos vemos.
Yeosang ignoró los llamados de Soobin, llamados que captaron la atención de otras personas cercanas. Yeosang no volteó la cabeza ni una sola vez.
¿Y cómo lo hubiera hecho? A nadie le gusta que lo vean con los ojos llorosos después de todo.
Nota:
Volvió.
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