32
Se viene la bomba, y las lágrimas.
Lean con la canción, porfa.
Su celular estaba sonando.
Al principio intentó ignorarlo de muchas formas; se volteó, se cubrió la cabeza con la colcha y hasta se puso la almohada en la cabeza para ignorar el sonido molesto de la vibración del objeto contra su mesa de noche, pero a pesar de sus intentos, el ruido había logrado despertarlo.
Sabía que era Beomgyu, pues para él había elegido un timbre distinto.
Con un resoplido de irritación, se levantó casi con brusquedad de la cama y se levantó para alzarlo. Todavía sus ojitos chinos no se acostumbraban al fulminante sol que había contribuido con acabar con sus horas de sueño.
Su cabello era un desastre y su cara se veía más hinchada. Bueno, eran consecuencias naturales de haber llorado, nada grave.
Atendió aún sin poder abrir bien los ojos del todo. También antes de hacerlo, se fijó en la hora de la pantalla. ¿4:00 de la tarde? Esa pastilla para la migraña sí que había funcionado.
--¿Beom?
--Soo...
Cosa de mejores amigos: Basta decir una palabra para que el otro se diera cuenta que no estaba bien o algo había pasado.
Soobin pudo identificar algo raro en Gyu, y viceversa, pero estaban tan cansados/sumidos cada uno en una mierda diferente, que no lo mencionaron. Tenían que procesar su mierda antes de fijarse en la del otro. ¿Cómo puedes ayudar a otro si estás incluso más jodido?
--¿Qué pasó? ¿Ya saliste de clases?
--¿Por qué no viniste? --Soobin identificó ansiedad. ¿Por qué todas las llamadas que tenía le parecían de esa forma? Era cosa suya, seguro.
La persona que más amo y admiro, ya no confía en mí, me miente y me estoy quedando solo. Me quedé llorando toda la noche por sentirme una mierda de hermano. Algo tuve que hacer yo para que de la nada fuera así. Por la migraña me quedé dormido.
--Me quedé dormido.
--Oh, bueno. Quería llamarte antes, pero cuando salí del baño un profesor me vio con el celular y me lo quitó hasta fin de clases.
--Supongo que tienes detención ahora.
--Ajá...
Soobin exhaló.
--Tú podrías romper el récord Guinness de quién tiene más detenciones.
--Soobin...
--¿Hmm? --El castaño ingresó a su baño para lavarse los dientes. Vio su reflejo en el espejo cuadrangular de su baño. Realmente se veía horrible.
--Necesito que vengas a la escuela ahora.
--¿Hmm? ¿Por? --Ya había empezado a cepillarse, así que no se le entendía mucho.
--Porque necesito hablar contigo de algo. Es importante. Es urgente --exigió Beomgyu con dureza.
Soobin sintió un deja vu.
Yeonjun...
Pensó qué habría querido decirle el día anterior. Eso lo tenía ansioso y expectante.¿Volvería a llamarlo hoy? De solo pensarlo una sonrisa se formó en sus labios resecos.
--No tengo ganas de salir hoy, Gyu. Dímelo por aquí o ven a mi casa.
--Es que no entiendes. Es algo importante, mucho. Ahora estoy en el segundo patio y mi detención empieza en media hora. Ven aquí rápido.
--Pero-
--AHORA --Beomgyu había colgado.
Yah, realmente Soobin no deseaba salir. Pero Beomgyu había hecho tantos sacrificios por él, que esto no sería nada. Su amigo lo necesitaba.
Se puso un conjunto deportivo blanco grisáceo que constaba de un buzo y una polera. Quería estar cómodo.
Después de peinarse un poco, bajó las escaleras de la silenciosa casa y salió para tomar un taxi. Había sido una buena idea llevar una polera; el frío estaba en su cúspide y el cielo nublado combinaba con Soobin en general.
Gris.
Miró por la ventana del vehículo intentado no pensar mucho las cosas.
Horas antes...
--¡Deja de jalarme! --Ya fuera del baño, Wooyoung sacudió su brazo con fuerza para que Yeonjun lo soltara.
--¡Entonces déjame explicarme! --exclamó en respuesta. Su corazón latía como nunca antes lo había hecho con tan solo pensar lo que iba a decir, su pecho subía y bajaba por el miedo.
¿Qué me has hecho? Me arreglaste, quizá...
Wooyoung por fin se quedó callado para escuchar sus excusas. Pero esta vez no lo serían. Jamás creyó que escucharía una confesión.
Yeonjun cerró los ojos y tomó aire.
"Eres valiente, hyung."
Quizá tú me motivas a serlo.
--Estoy enamorado de Soobin.
Del silencio del pasillo parecían oírse voces.
¿Que iba a dudar de sus sentimientos? Ya no podía hacerlo. De alguna forma el depredador se convirtió en presa.
La cara de Wooyoung era un cuento de estupefacción.
--¿C-Cómo dijiste? --musitó el rubio impactado.
--No, ¿sabes? Amo a Soobin --Nunca había declarado algo con más seguridad --, lo amo, estoy perdiendo la cabeza por su culpa. Y yo enti-
--¿Estás loco? --escupió su amigo --Pero cómo...
--Y-Yo tampoco se cómo sucedió, te lo juro. Un día solo quería que me ayudara y de repente me pregunté al otro como se sentiría besarlo y-
--¿Después de todo lo que le has hecho? Dime Yeonjun, ¿qué te da derecho de sentirte así?
--Que voy a hacer las cosas bien por una vez --La decisión que había en su mirada dejó a su amigo sin poder respirar unos segundos, hizo que relajara su ceño fruncido --. Le voy a decir la verdad.
Wooyoung tan solo podía escucharlo y mirarlo.
--Si voy a empezar algo con el pie derecho por primera vez en mi vida, quiero que sea él, lo vale todo, Woo --Los ojos del peliazul se llenaron de lágrimas. Los de su amigo le siguieron por ver algo que nunca creyó ver en esa mirada: genuino amor --. Quiero disculparme por haber sido un hijo de puta malnacido. Quiero dejar a ese cabrón inseguro en el pasado y empezar de nuevo. Quiero ese inicio con Soobin, Woo. Quiero ver su bonita sonrisa todos los días, hacerlo sentir que es el chico más precioso del planeta como me hizo sentir a mí tantas veces, que valgo algo siendo yo. Quiero decirle todo lo que siento y cuánto me arrepiento. Q-Quiero-
Yeonjun empezó a llorar.
Dolía mucho. Dolía aún más porque él ni siquiera merecía rogar por una oportunidad con aquel castaño alto y sincero de linda sonrisa.
No merecía nada.
Irónico como la vida da vueltas, ¿no?
Wooyoung, con lágrimas en los ojos, atrapó a su amigo en un abrazo en pleno pasillo escolar vacío, intentando calmar sus dolorosos sollozos.
--Estoy orgulloso de ti, Junnie --musitó Wooyoung con una sonrisa --. Decidiste bien.
Yeonjun se aferró a los hombros de su amigo, abrumado por las diferentes emociones. Lloró y lloró su arrepentimiento hasta que sintió que estaba vacío.
"Llorar es humano."
Se separó lentamente sorbiendo de su nariz, con los ojos rojos y pequeños.
--L-Lo siento... --susurró avergonzado.
Wooyoung negó con la cabeza, con un nudo en la garganta.
--Discúlpame a mí por haber sido un amigo de mierda. No debí dejarte solo con tus problemas. No debí asumir que no tenía por qué hacer algo... Debí preguntar, Junnie. No sabes cuánto lo lamento.
Yeonjun, sonriendo, le dio un pequeño abrazo de vuelta.
--Gracias, Woonie --susurró cerrando los ojos.
Wooyoung le sobó la espalda con cariño y al separarse, le preguntó:
--¿Cuándo le vas a decir?
--No vino a clases hoy. Lo buscaré en casa apenas terminen las clases.
Wooyoung sonrió enormemente. Alguien tenía que levantar los ánimos.
--¿Quién diría que mi amigo sería todo un romántico, huh?
Yeonjun rió levemente.
--No me jodas --Lo empujó avergonzado suavecito del brazo --. Vamos.
--Estamos tarde --Empezaron a andar por el pasillo.
--Nunca dije a clase.
Conectaron miradas y ambos rieorn.
Sí, así debían suceder las cosas.
Beomgyu le había enviado un mensaje. Para no hablar en la escuela misma, le dijo que lo esperara en el parque que estaba a una cuadra. Saldría un momentito nada más, debía volver para marcar asistencia en detención, sino tendría otra.
A lo lejos lo vio sentado, Soobin ya iba llegando. Le extrañó ver a su risueño y tonto amigo tan serio.
Cuando llegó se sentó a su lado.
--Llegas tarde --En menos de cinco minutos empezaba la detención.
--Había tráfico --se excusó indiferente --. Dime, ¿qué es tan urgente?
¿Cómo mierda iba a decirle? Esto era duro hasta para él. Bajó la cabeza.
--Es sobre ti.
Soobin asintió interesado esperando a que hablara.
--Y sobre Yeonjun.
Ahí el ceño fruncido del castaño se hizo notar.
¿Qué tendría que decirle? ¿Tendría algo que ver con lo que Yeonjun quería decirle?
--Espero que no sea lo de siempre.
¿Por qué Beomgyu se veía tan intranquilo?
--Necesito que estés tranquilo para lo que voy a decirte --Por fin lo miró.
¿Era malo? Oh no.
--Eso no ayuda --rio para suavizar el ambiente tenso, pero al parecer ni Gyu cayó en eso, se veía igual de tenso.
Así que era serio. Su sonrisa desapareció.
Y Beomgyu ni siquiera tenía todo el tiempo del mundo para suavizarlo. Si tan solo Soobin hubiera llegado antes...
Tragó saliva. ¿Cómo reaccionaría?
--¿Recuerdas que Yeonjun se te acercó por Tae al principio?
Cualquier atisbo de buen humor en Soobin, desapareció. Miró al suelo asintiendo.
--Creo que hay algo no que sabes, Binnie --Los ojos de Soobin expresaban confusión y miedo, martillaron a Beomgyu. No quería hacerle eso a su mejor amigo, pero tenía que hacerlo. Tenía que darse cuenta, pero él jamás le diría "Te lo dije" --. Yeonjun sabía algo más cuando se acercó a ti.
Soobin se recostó hacia delante un poquito por la desesperación interna por saber. Pero no podía decir nada, no sabía por qué.
En ese momento, Suni, compañera de Beomgyu que también tenía detención ese día, lo llamó. Su celular estaba en su mano, por lo que sabía que ya debía volver antes de recibir otro castigo.
--No atiendas --exigió Soobin tenso --. ¿Qué sabía Yeonjun?
Lo siento, Soobin.
El pelinegro cerró los ojos y suspiró. Después los abrió y volvió a fijarlos en su decaído amigo.
Realmente lo siento, pero es necesario. A ver si con esto por fin dejas tu obsesión por ese imbécil hijo de perra.
--Yeonjun siempre supo de tu enamoramiento, Binnie, desde el primer momento, e incluso antes de acercarse a ti para usarte como muleta con Taehyung. Él... por eso mismo se acercó a ti, porque sabía que lo amabas tanto que no podrías negarte.
Soobin frunció el ceño, pero ya se veía afectado, pálido.
--Estás mintiendo --Salió con voz temblorosa. Intentó convencerse de que lo que había oído era una mentira.
Escuchó a Beomgyu exhalar con pesadez.
--Sabes que jamás te mentiría con algo así. Por más que lo odie, jamás te haría eso.
Era verdad, Soobin lo sabía. Beomgyu jamás podría hacerle eso, lastimarlo así con tal de salirse con la suya.
Él no era Yeonjun.
Beomgyu lo miró con cuidado. Se había esperado diferentes reacciones: llanto, rabia descomunal, negación... Pero lo único que vio en la cara de su amigo, fue un cambio imperceptible, solo que Gyu sí pudo notarlo, sus ojos se veían un poco más grandes, solo un poco. La expresión parca y perdida de Soobin no era algo que esperara.
Nada.
El celular de Beomgyu volvió a sonar.
--Anda --tajó Soobin con una voz fría que Beomgyu jamás había oído antes, lo cual lo asustó.
--¿Seguro que no quieres que me quede?
--Anda, estoy bien. Voy a casa. Gracias por decirme la verdad.
Soobin se levantó de la banca, y sin esperar respuesta contraria, caminó dándole la espalda. De vuelta a casa.
Sin expresión alguna, metió las manos en los bolsillos de su polera. El cielo pareció nublarse más.
Yo fui tu juguete.
Yeonjun se sintió decepcionado cuando fue Taehyung quien le abrió la puerta.
Cómo habían cambiado las cosas. Ahora tan solo sentía cariño y respeto por el mayor de los Kim. El pensamiento hizo a Yeonjun sonreír.
Cuando preguntó por Soobin, Taehyung le había dicho que estaba en la escuela.
La realidad era que el mayor no lo sabía, pero como no lo vio en casa, lo supuso. Hizo preguntarse a Yeonjun si en realidad había asistido y le habían pasado la noticia mal, aunque igual no lo hubiese visto con Beomgyu.
Pero decidiendo creerle, emprendió su camino a la escuela en un taxi.
Ya le había mandando mensajes y no respondía, tampoco las llamadas. Así que solo podía pensar en adivinar su paradero.
Le sudaban las palmas, su corazón explotaría en cualquier momento. Recién en el taxi entendió lo que significaba estar realmente enamorado. Era un sentimiento hermoso y horrible, pero le gustaba.
Le gustaba amar.
La sonrisa boba que llevaba en el rostro se esfumó cuando, mientras observaba la calle, pudo reconocer a Soobin en la ruta contraria, más que nada por su altura y forma de caminar.
Torpemente y con la ansiedad a flor de piel, Yeonjun le pagó y le dijo que se bajaría ahí, en plena pista. El confundido taxista recibió el dinero y entonces Yeonjun se echó a correr.
--¡Binnie! --llamó por detrás. ¿Era él? Sería más fácil reconocerlo si no tuviera una capucha puesta --¡Binnie! --llamó de nuevo, ya habiendo llegado justo detrás.
Como lo sospechó, sí era Soobin. El castaño giró por el llamado, se veía muy guapo con esa expresión seria que nunca usaba.
--Aquí estás... --dijo Yeonjun algo agitado por el ejercicio --Yo... estuve buscándote. Fui a tu casa y tu hermano me dijo que estabas en la escuela. ¿Sí viniste al final?
Soobin no le respondió, lo cual le hizo fruncir el ceño. Se veía extrañamente serio, mirando su rostro con atención.
Yeonjun creyó que Soobin no diría nada, pues fueron varios segundos de espera hasta que le preguntó una cosa. Con la misma expresión parca y vacía.
--¿Fue divertido?
Yeonjun frunció el ceño por no entender a qué se refería. Oh, pero Soobin se explicaría.
Algo no le gustaba a Yeonjun sobre la situación: Soobin no se veía como Soobin. Se le quedó mirando varios segundos más, a ese rostro suyo que denotaba nerviosismo y un poco de confusión. Lo miró en silencio, muchos segundos más como si fuera lo más interesante del planeta.
Yeonjun iba a decir algo por no soportar el silencio, pero Soobin le ganó.
Y esta vez sí hubo un cambio en él.
Porque mirar ese rostro bonito se sentía como ser azotado en las llamas del infierno.
Soobin ladeó la cabeza a la vez que una sonrisa de labios cerrados y rota se construía en su semblante, su labio inferior empezó a temblar moderadamente.
--¿Fue divertido?
Los ojos de Soobin tenían lágrimas, estos brillaban por su causa. Y a Yeonjun le dolió el corazón por verlo así; con los labios resecos temblando, viéndose tan mal, tan triste.
Pero entendería con la próxima frase del menor.
--¿Fue divertido jugar así conmigo? --le preguntó en medio de un sollozo. Su expresión rota solo decía una cosa: Dolor.
Los ojos de Yeonjun se abrieron como dos platos al darse cuenta.
No, ahora no.
¿Que nunca es demasiado tarde? Sí que puede hacerse tarde, no olvidemos eso nunca.
--¿F-Fue gracioso para ti, Yeonjun? ¡¿D-disfrutaste jugar con mis sentimientos?! --le gritó.
Los ojos del mayor también se llenaron de lágrimas. Negó con la cabeza casi sin fuerza. El corazón le dolió tanto que creyó que podría morir de un infarto.
--Soobin...
Y qué más iba a hacer que pronunciar su nombre como castigo. Lágrimas se deslizaron sin dificultad por las mejillas del mayor. Seguía negando con la cabeza.
--S-Soobin, déjame explicarte, por favor.
--¡Eres un hijo de puta! --le gritó con una mueca de asco y dolor, de completa decepción. Yeonjun jamás había recibido una mirada de tanto desagrado, ni la de Beomgyu.
Yeonjun sollozó con más fuerza.
Olvidó una cosa: Del amor al odio, hay solo un paso. Y Soobin había volado tan pero tan alto, que la caída había roto sus alas. ¿Y qué es un ángel sin alas?
--¿C-cómo... Cómo pudiste hacerme algo así? --Ahora Soobin tan solo podía sentir enojo al mirar sus bonitas facciones. ¿En que había pensado? ¿Mágicamente su crush de toda la vida se interesaba en él? Qué ciego había sido. Beomgyu siempre tuvo razón. Y cómo lo sentía.
Yeonjun no podía detener su llanto ni por su propio bien. Ahora él mismo lloraba más que Soobin.
--No... Binnie, déjame e-
--¡No me llames así! --gritó con asco y reciente enojo en su mirada. Yeonjun se sentía más pequeño que nunca.
Las pocas personas cerca se habían ido al presenciar la situación. Eran solo ellos y sus corazones rotos en una vereda desgastada bajo un cielo gris.
--N-No... No puedo creer... --Soobin susurraba aún llorando. Entró en un episodio de manía, batallaba para respirar --Dos... ¡¡Casi tres años perdidos de mi vida enamorado de una mierda como tú!!
Yeonjun para ese punto no hacía más que ahogarse en su llanto y negar con la cabeza. Roto, pero mereciéndolo cada maldito segundo.
--Yo... --susurró casi trastornado --Yo... ¡Yo te defendí! --gritó de pronto volviéndolo a mirar. ¿Y se atrevía a llorar? --¡YO TE DEFENDÍ DE TODOS Y CONTRA TODOS, YEONJUN! Y... t-tan solo terminaste siendo una basura peor de lo que todos me advertían --finalizó susurrando, la mueca contraída de dolor más acentuada.
Jugó conmigo. En cada maldito momento.
--Dime... Yeonjun. ¿Hacías esas cosas para burlarte de mí o subirte el ego? No, de seguro ambas --se respondió solo con amargura --. T-Tus abrazos, esas pequeñas acciones, lo del helado, lo de baile, l- las --Rompió en un sollozo --. ¿Acaso todo lo que me dijiste fue una puta mentira?
--No... No lo fue --Consiguió decir desesperado Yeonjun --. Te - te prometo que no todo fue así, Binn-
--¡NO ME LLAMES ASÍ! --exclamó fuera de sí --. ¿Fue- fue divertido ver mis reacciones? ¿Disfrutaste de hacerme sufrir? ¡Dime, Yeonjun! ¡¿TE GUSTÓ QUE FUERA TU JUGUETE DE MIERDA?!
Yeonjun intentó alcanzar su mano, y la rozó.
--¡NO ME TOQUES! ¡EN TU PUTA VIDA SE TE OCURRA TOCARME DE NUEVO! --Yeonjun calló al suelo de espaldas cuando Soobin lo empujó, el mayor se quedó mirando desde abajo su peor pesadilla hecha realidad --Sentía tanto amor al mirarte antes... --lloró Soobin --Y... A- Ahora solo puedo sentir asco, Yeonjun. T-tanto asco.
--¡S-Soobin, espera, por favor!
El menor empezó a caminar de espaldas para ver a Yeonjun. Su gran sonrisa rota era lo peor.
--No me vuelvas a buscar... —masculló con una expresión tan asqueada que destruyó al mayor
El peliazul se quedó solo, llorando su corazón fuera, tirado en la acera.
Lo siento.
Nota:
Cap dedicado a Annie-28 y LoveM-J
Empezamos con el caos.
Linda semana, tomen agua. Besitos ♥
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro