31
Yeonjun siempre había dormido bien.
Yeonjun jamás había sufrido de insomnio.
Yeonjun nunca se había sentido así antes.
Yeonjun pensaba que estaba volviéndose loco, completamente loco.
Porque pensar en alguien las veinticuatro horas del día, no era algo normal, claro que no.
En total oscuridad, mientras la luna llena alumbraba su habitación por medio de la ventana abierta que dejaba correr una ingrávida ventisca, fue que a las cuatro de la mañana, aferrándose a su almohada y respirando pesadamente, se preguntaba qué carajos estaba mal con él.
Necesitaba detenerse, con urgencia. Esta mierda ya estaba asustándolo.
La fría ventisca que se colaba entre la fina tela de su camiseta por medio de su espalda descubierta, tan solo lo mantenía más despierto, más consciente de sí mismo, de su... obsesión.
Sí, obsesión. Porque Yeonjun no sabía cómo carajos más etiquetarlo.
Ese niño... ¿Pero por qué Soobin? Yeonjun putas no lo entendía.
A ver, era su amigo y le parecía adorable. Le había agarrado cariño, mucho. Lo que no entendía era en qué momento le empezaron a pasar cosas como esa, como la razón de su insomnio.
Tenía que hacer memoria, porque claramente tratar de ignorarlo como había intentado hacer las últimas dos horas, le había funcionado de maravilla.
Ok, conoció a Soobin incluso cuando realmente no debía hacerlo. Para qué mentir, se aprovechó, luego empezó a agradarle, luego le agradó más, muchísimo más, le tomó cariño, bastante también, no sabía cómo lo había logrado, pero logro hacerlo confiar y derribar sus murallas, siendo así oficialmente, la primera persona en dejarla entrar, entrar de verdad; cosa de la que, sorprendentemente, no se arrepentía en lo absoluto.
Haber confiado en Soobin se había sentido como la más gloriosa libertad. Ya no tenía que reprimirse, se sintió seguro y protegido bajo sus brazos, sentía que podía dejar de preocuparse por las opiniones de otros por una vez. Esa vez que le dijo a Soobin, no solo se sintió libre, sino que por primera vez, se sintió amado, aceptado, especial...
Yeonjun sintió que valía algo.
Yeonjun sintió que por fin podría dejar de lastimar a otros para encubrir su gran falta de autoestima.
Yeonjun se sintió como Junnie.
Y justamente era por todo aquello que Yeonjun sospechaba que le habían lavado el cerebro. Que Soobin lo había hecho.
¿Sería ese agradecimiento lo que lo tenía así? ¿Sería el cariño? ¿La admiración? ¿O la infinita culpa que se lo comía vivo?
Diablos, tenía que encontrar una razón válida del por qué incluso antes de confiar así en él, Yeonjun terminara observando sus mejillas sonrojadas pensando lo hermoso que se veía o lo tierno que era, o lo talentoso que era, o lo benevolente, o por qué tenía la suerte de tener una sonrisa tan perfecta, o...
Ajá, eso es.
Sus pensamientos fueron frenados al mismo tiempo que la realización lo golpeó, cuando la respuesta por fin llegó.
Te sientes así porque es la primera vez que te pasa, idiota.
Porque nada de lo que había sentido con anterioridad, se comparaba con la velocidad que adquerían sus latidos cada que lo miraba o pensaba últimamente.
Mierda, mierda, mierda. Solo sabes cagarla, Choi.
Yeonjun se abrazó más a su almohada, cerrando los ojos al mismo tiempo que su alivio y ansiedad incrementaba.
Él tenía que hacer algo.
Soobin le había enseñado algo valioso: "Ya no te escondas."
No lo haría. Ya no más. Estaba cansado, harto.
Sonrió para sí mismo decidido a hacer las cosas bien esta vez. A la mañana siguiente.
Empezaría con el pie derecho.
O eso creía.
Eres un idiota, un idiota, un estúpido, y ugh, te odio.
Tranquilos. Eran palabras dirigidas hacia sí mismo mientras se dirigía caminando hacia su casa
Bien, los sentimientos y sensaciones estaban a flor de piel, haciendo que le arda la garganta y le picara la boca por hablar. Estaba tan impaciente...
Ser impulsivo y ser impaciente no era una buena combinación.
Ni siquiera había ordenado sus ideas antes de postrarse frente a él. ¿Qué se supone que le iba a decir? Realmente era un idiota.
Si a Soobin no lo hubiera llamado su madre, interrumpiéndolos, no sabría que hubiera sido de él ahora.
Tienes que calmarte, maldita sea.
Haberlo aceptado era mucho mejor, era tonto seguir negándolo. El problema en sí era él, lo jodido que estaba. Lo retorcida que estaba su mente.
Pero carajo, tenía que decirle a alguien, de verdad, o explotaría.
Y bueno, explotó al día siguiente en la escuela.
——Oye, relájate ——rio suavemente Wooyoung cuando el peliazul tiró de su brazo, obligándolo a entrar al baño.
Yeonjun al ver que no había nadie en los lavabos del baño ni en los urinales, los encerró a ambos dentro, para poder hablar más tranquilo. Necesitaba un lugar silencioso que le ayudara a disminuir los nervios que alimentaban su ansiedad.
Bueno, Soobin no había ido a la escuela ese día por lo menos. Verlo solamente lo haría peor para él. Luego ya conversarían para preguntarle la razón de su ausencia. Sabía que no tenía una buena relación con sus padres, así que pensó que querría consolarlo, porque no se veía precisamente feliz esa tarde... Pero antes debía hablarlo con alguien, y quien más que su mejor y tonto amigo.
Tuvo que esperar al primer receso para recién poder hablar con él. Su amigo solía llegar tarde y encima habían tenido la charla introductoria de cómo sería la graduación que estaba a tan solo un mes, por lo que apenas pudo cruzar palabra alguna con él. Sus uñas pagaron el precio esas tres horas.
Solo para confirmar, Yeonjun estiró un poco al cuello, mirando si había alguien que pudiera verlos u oírlos, no veía a nadie. Bien.
——Lo siento, es muy importante ——Un poquito más tranquilo, devolvió la mirada al rubio.
——Dispara.
Claro, y ahora estaba teniendo problemas para hablar. Sintiéndose demasiado avergonzado, bajó la cabeza.
——¿Qué sucede? ——preguntó preocupado ——¿Por qué te pusiste todo rojito? ¿Es algo de Taehyung? ——preguntó con extrañeza. Y pues si ese fuera el caso, sí, era extraño: Yeonjun jamás había tenido problemas para hablar sobre el mayor, de lo inteligente y guapo que era.
Nunca estuviste enamorado, Choi. Por eso.
Lo que dijo Wooyoung tan solo irritó a Yeonjun. Porque sabía...
——No ——masculló mirando a otro lado, sintiendo fuego en sus mejillas ——. Es sobre Soobin.
Silencio. Un largo silencio donde no pudo ni adivinar la reacción de su amigo. Hasta que habló.
La cara de Yeonjun decía mucho, de hecho, lo decía todo.
——¿Estás jodiéndome? ——soltó Wooyoung, su tono había cambiado de dulce a brusco.
——N-No... Pero, de- déjame explicarlo...
Wooyoung amaba a Yeonjun porque sabía que tras esa fachada de chico inalcanzable y reticente, había un chico maravilloso y un poco cerrado. Pero cada vez que mencionaba lo de menor, dudaba lo último un poco más.
Porque había que ser cruel.
Pero casi olvidaba que su mejor amigo tenía esa faceta, porque cuando estaba con él, era Junnie, su Junnie. No ese chico que manipulaba y no dudaba en pisotear los sentimientos de otros. Se olvidaba de que su Junnie podía ser ese mismo desgraciado poco empático.
Pero no sabía que a Junnie también le dolía ser aquel chico, en el fondo.
No sabía que ese chico no sabía cómo parar. No lo había visto llorar en casa, solo, a los pies de su cama por la tortuosa culpa y el dolor que le causaba ser malo con otras personas en quienes se veía reflejado.
No sabía que Yeonjun era el culpable, pero a la vez, víctima.
Pero tampoco sabía que Yeonjun estaba cambiando. Y todo gracias a alguien como él.
——No, Yeonjun ——tajó ——. ¿Qué demonios te pasa? ¿No puedes dejarlo al chico en paz, por santo cielo? ¿Qué le hiciste?
Bueno, al parecer sus mejillas rojitas en realidad no habían dicho una mierda. Tenía que explicarse obviamente. Aún más cuando esto que le estaba pasando era completamente atípico en él. Algo nuevo.
——No, mierda. Espera- ——Yeonjun por fin se animó a verlo, intentó tomarle el antebrazo ——. Yo jamás le haría daño a Soobin, no ahora. Déjame expli-
——¡Nada hombre! ——Se zafó de él sin alejarse. Wooyoung estaba molesto ——. ¿Que no le harías daño? ——soltó una carcajada agria e incrédula ——. Claro, como si no hubieras usado su enamoramiento por ti para acercarse a su hermano. ¡Idiota! Creí que ya te habías alejado de él.
No.
Yeonjun estaba por llorar al recordarlo.
Las mismas palabras que le habían hecho encoger los hombros en el pasado, dolían como si fuera atacado por mil cuchillos ahora.
——Woo-
——¡Nada! ——Su amigo se veía realmente molesto y decepcionado ——. Ahora no intentes hacerte el buen amigo del pobre chico del que te burlabas por ser un acosador tan obvio.
Las primeras lágrimas empezaron a caer, su voz se quebraba y ni siquiera había pronunciado palabra alguna.
——Woo, basta, por-
——Yeonjun, lo humillaste a sus espaldas frente a muchas personas. No...
Se había reído, sí, se había reído con los chicos populares del alto castañito torpe que lo seguía sin discreción a todas partes. Se había reído dos años de él.
"¿No le darías una oportunidad, Yeonjun- ah?" había dicho una rubia.
"Me da mucha pena el chico."
"Nah, míralo." Un Soobin más pequeño estaba casi escondido detrás del muro del primer patio, a varios metros de distancia. Supuestamente leía un libro, al revés...
"Ni siquiera sabe esconderse" se rió Yeonjun "¿Quién se podría fijar en alguien como él?"
En la mesa rieron.
"Tienes razón." dijo una chica de la cual no recordaba el nombre.
"Choi Soobin es tan solo un perdedor" murmuró el peliazul viéndolo a lo lejos, con una punzada en el estómago.
Se escuchó una inspiración en el baño.
Yeonjun y Wooyoung se miraron: No había sido ninguno de ellos.
Los cubículos...
Con las lágrimas aún en sus mejillas, Yeonjun tomó bruscamente del brazo a su amigo y lo arrastró rápidamente fuera, hacia el pasillo que estaba vacío por el fin del receso.
Cuando se aseguró que ya se habían ido, lentamente, un pelinegro con mechitas blancas, salió del último cubículo, con los ojos rojos y llorosos, y las manos hechas puño.
La palabra "odio" ni siquiera era suficiente ahora.
Nota:
El inicio del fin.
¿A que ya sabían que Yeonjun siempre lo supo?
Este fic y sus personajes están por atravesar por un cambio realmente radical. ¿Y honestamente? No me siento lista.
El siguiente capítulo ya lo tengo listo, probablemente lo publique en unas horas o mañana. No hay forma que los deje esperando así.
Apuntemos a tener una amistad como la de Soobin y Beomgyu, porfi. Ustedes, bellas personas, no deben conformarse con nada menos.
Yeonjun y Wooyoung también son mejores amigos, pero, ¿cuál piensan ustedes que es la diferencia? Los leo.
Oh, y sí hay una diferencia, créanme gente.
Muchos besitos ^^ ♥
Btw, mil errores en este cap porque lo escribí inspirada pero con sueño F, ya corrijo luego.
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