30
Beomgyu no lo pudo retener mucho porque tenía detención después de clases por no presentar un trabajo, como siempre el muy idiota. Así que sin tener otra opción, detuvo su interrogatorio y se despidió.
Supuestamente, después de evadir las preguntas de su amigo, tenía planeado pasar por una panadería para comprarse algo y luego ir caminando a casa.
Una llamada de Yeonjun le cambió los planes.
——Dime que estás libre ahorita.
——Lo estoy, hyung, ¿pasó algo?
——Solo... Tengo que decirte algo importante ——¿Era imaginación de Soobin o sonaba nervioso?
——Claro, ¿dónde nos vemos?
——¿Te parece bien en la plaza? Me queda cerca.
Plaza en la que lo abrazó de verdad por primera vez, esa plaza.
A Soobin le quedaba lejos, pero ya qué.
———De acuerdo, hyung. Ya te alcanzo.
——Bien, nos vemos ——dijo y colgó.
Ese tono que Yeonjun había usado era de ansiedad. No fue demasiado obvio, pero no podía engañar a Soobin.
¿Y si algo malo había pasado?
Había dicho importante... Soobin lo pensó mordiéndose el labio inferior por la expectación. Siendo positivo, creyó que probablemente le contaría lo de Jaehyun y Sunoo.
Contento por el futuro encuentro con su hyung, paró el primer taxi que vio y se encaminó.
Diez minutos después, bajó del taxi, inmediatamente después captando a Yeonjun cerca de la fuente que estaba en el medio de toda la plaza.
Diablos, él tan solo brillaba entre todas las personas.
Con un suspiro de valentía, Soobin se encaminó a su encuentro.
Cuando Yeonjun lo vio acercarse, guardó su celular en el bolsillo y le sonrió. Dando una palmadita a su costado, le dijo tácitamente que se sentara a su lado.
——Gracias por venir, Binnie ——saludó con una sonrisa afable.
——¿Todo en orden, hyung? ——preguntó sentándose ——. Te escuché nervioso en la llamada.
Yeonjun se tensó notoriamente, no mucho.
Así que era algo delicado, huh.
——¿Es algo malo? ——preguntó alarmado.
Yeonjun apretó los labios al mismo tiempo que la tela de su camiseta.
——No realmente ——suspiró. Soobin se le quedó mirando, claramente esperando por una explicación, la cual no llegó pronto.
Eres un idiota, de verdad lo eres.
El corazón se le aceleró al mayor. Ni siquiera podía mirarlo a los ojos. Eso de consultarlo con la almohada había arruinado todo.
Sintiendo su mirada pesada sobre él, inspiró y se dijo a sí mismo que dejara de ser cobarde.
——Yo... ——Lo miró a los ojos con duda. Pero justo en ese momento, el celular de Soobin empezó a sonar.
Ambos miraron el aparato en su mano.
"Madre" decía en la pantalla.
——Deberías contestar ——se obligó a decirle, ignorando el nudo en la garganta.
Mierda, eso había estado cerca. Pero Soobin cortó la entrada de la llamada.
——No creo que sea urgente. Le devolveré la llamada, ¿qué sucede, hyung?
Ah diablos, ¿por qué soy tan impulsivo?
——Eh... Yo... ——Volvió a mirar abajo ——. Soobin, yo... ——¿Qué es tan difícil? Solo se honesto una vez tu vida ——. Yo te-
El sonido del timbre volvió a hacerse presente.
Con un gruñido de irritación, Soobin atendió sin dejar de ver a Yeonjun.
——¿Mamá?
——Choi Soobin, ¿por qué demonios no me respondes rápido? ¿Tienes idea de lo inconsciente que eres por hacer retrasar a tu madre en una reunión de trabajo tan importante? ¿Para eso te pago el celular, niño malcriado?
Soobin alejó el celular lentamente de su oreja mientras daba una exhalación con los ojos cerrados, luego los abrió y miró a Yeonjun. Él no querría oír eso.
Se acercó el celular un segundo.
——Dame un segundo, mamá.
Antes de que pudiera explicarse, Yeonjun le sonrió de lado y negó con la cabeza.
——Descuida, debe ser importante.
Soobin no se veía convencido con esa respuesta.
——Realmente no creo que lo sea, tú me dijiste que lo tuyo lo era. ¿Seguro que estás bien? Te veo pálido, hyung.
——Sí sí ——rió, claramente incómodo ——. Descuida, ya te cuento otro día.
Si tengo los huevos, cosa que dudo.
¿En serio solo iba a decirlo así tal cual? Quería estampar su cabeza contra el cemento de la fuente.
——De acuerdo ——dijo con sospecha ——. Cuídate hyung, debo irme a casa.
——Bien. Cuídate Binnie.
Yeonjun vio a Soobin alejarse con el celular de vuelta en su oreja. Su sonrisa desapareció tan pronto lo vio irse en un taxi, hundió su rostro en sus manos e inspiró tres veces para no llorar.
——Listo, ¿qué pasó, mamá? ——Regresó a la conversación una vez en el taxi.
——¡Y encima me haces esperar más! ¿Qué puede ser más importante que tu madre, hmm?
Soobin no cayó ante la provocación. Él no era así, él era un chico tranquilo.
——Estaba con alguien. Ahora sí, dime qué pasa. No sueles llamar.
——¿Dónde está tu hermano?
Claro.
——En casa, probablemente estudiando.
——Desvía mis llamadas desde hace una semana.
¿Y a mí que carajos me importa?
——Llámalo al teléfono de la casa.
——¡Ese es el asunto! La llamada ni siquiera entra, es como si lo hubiera desconectado.
——Bueno, ¿y qué tengo que ver yo?
——No uses ese tono, jovencito. Cuida tu tono ——regañó. Soobin inspiró de nuevo buscando paciencia ——. Llegando a casa dile que me llame si es que quiere que le siga depositando a la tarjeta.
——Bien ——tajó, ya queriendo colgar.
——Soobin.
——Dime.
——No solo llamaba por tu hermano. Me preocupas.
El aludido casi se ríe.
——Gracias mamá ——Se las arregló para sonar serio y agradecido.
——Cielo, tus notas siguen siendo igual de mediocres, pon de tu parte un poco, por favor, ¿sí? ——¿Por qué tenía que hablarle como si fuera alguna clase de discapacitado? Lo odiaba ——Le dije a Taehyung que te ayudara y por lo que veo, no lo ha hecho. Apenas hable con él, le exigiré que sea un buen hermano.
——Mamá... ——se quejó ——. Dejen a Tae en paz, está estresado y no tiene tiempo para nada.
——¿Qué cosas dices? ——soltó ofendida la mujer ——. Claro que tiene tiempo después de exigirle que cerrara esa estupidez de estudio que no era más que una pérdida de tiempo y dinero, no hay excusas para que no se preocupe por tu bajo rendimiento.
Soobin no respondió al momento, se quedó mirando al vacío a través de la ventana del vehículo.
——¿Soobin?
No puede ser.
——¿Ustedes hicieron qué? ——Molestia e incredulidad tiñendo sus palabras.
——Es un alivio que tu hermano dejara esa tontera. Ahora tiene tiempo para ayudarte y concentrarse en su carrera, como debe ser.
——¿Lo- Lo obligaron a dejar el Studio? ¿Fueron ustedes?
——Solo le diji-
NO.
——¿TIENES UNA MALDITA IDEA DE TODO EL TIEMPO, DINERO Y ESFUERZO QUE INVIRTIÓ TAE EN ESE LUGAR? ——masculló cegado por la cólera ——¿TIENEN UNA JODIDA IDEA DE CUÁNTO SU HIJO AMABA ESE LUGAR? ¿DE TODO LO QUE LE COSTÓ EMPEZAR DESDE CERO? ——Apretó los puños, con odio.
A Soobin le dolía.
Todavía podía recordar a su hermano mayor de 17, sonriendo embobado mientras le acariciaba la cabeza después de un día cansado, contándole acerca de los planes que tenía con su mejor amigo, planes de seguir sus sueños y convertir su amor por el baile, en algo grande.
Le dolió cada palabra de su madre al recordar a Taehyung bailar con una sonrisa, como si eso fuese lo único que necesitara en el mundo para ser feliz. Soobin juraba que podía verlo en cámara lenta, su manera de ser feliz.
Como reía y jugaba con los miembros del Studio, como si fueran una verdadera familia, incluido él.
Dolía recordar.
Como junto con Jungkook, lloró de alegría en la inaguración oficial de lo que había empezado siendo un cuarto alquilado por dos adolescentes con grandes sueños.
La forma en la que Tae saltaba con un niño emocionado cuando sabía que por fin iría después de tanto alboroto universitario, cosa que fue hasta hace unos meses.
Claro que dolía. Porque era otra promesa rota.
——¡Choi Soobin, ese lenguaje!
——Yo tampoco les hubiera respondido. Adiós mamá ——Terminó con la llamada.
El taxista lo miraba con extrañeza, pero no le importaba. La impotencia fue tanta, que el nudo en su garganta terminó en un par de lágrimas deslizándose taciturnas y luego siendo borradas por sus dedos bruscos. Las calles de Seúl parecían más solitarias y grises que nunca.
Al abrir la puerta, no fue un silencio abrazador lo que le dio la bienvenida como estaba acostumbrado, sino un rostro más delgado, ojeroso y abatido.
Taehyung.
Al parecer iba a salir. Quizás a comprarse un café o algo por ahí cerca, considerando el buzo y la polera negra con capucha que llevaba puesta.
——Oh, llegaste ——Sus ojos se encontraron. A Soobin se le hizo un nudo en la garganta de nuevo.
Había pasado mucho tiempo desde que miraba a su hermano de cerca. Sus ojos estaban rojos y se veían más pequeños, rastrojos descuidados de barba sin afeitar, su rostro se veía mucho más delgado...
¿Dónde demonios estaba su hermano?
——¿Por qué no me dijiste que mamá te obligó a renunciar al Studio? ——Su tono prieto reveló las ganas que tenía de llorar.
Esa expresión abatida, oscureció más si era posible.
——Ellos no me obligaron a nada.
Soobin estaba por reír o llorar de histeria.
——Claro ——Asintió alterado ——. Entonces estás diciéndome que tú quisiste dejarlo ——Totalmente incrédulo.
Taehyung miró abajo y asintió.
——¡Eres un mentiroso! ¡Hablé con mamá!
——Ellos no pusieron una pistola en mi cabeza, Soobin. Fue mi decisión.
——¡¿Por qué mientes?! ——Escapó el primer sollozo ——¡Tú amas ese lugar, Tae, por dios!
Taehyung no necesitaba eso, de verdad.
——Existen prioridades, Soobin ——Subió más el tono de voz el mayor, aún sin poder verlo directamente.
——¡¿Prioridades de qué?! ——Soobin se calló a sí mismo y respiró para intentar calmarse, o lo intentó. Negó con decepción y frustración ——. Eres un cobarde, ¡un tonto cobarde!
Taehyung por fin lo vio a los ojos. Los ojos del mayor le decían muchas cosas que Soobin no pudo leer a tiempo.
——¡Yo firmé los putos papeles, Soobin! ¡Ya supéralo!
——¡Pero no querías! ¡Jamás hubieras renunciado a lo que te hace más feliz!
Taehyung enmudeció y lentamente bajó la mirada.
——Cuando seas adulto y madures, entenderás ——musitó.
Soobin soltó una carcajada agria.
——¿Cuando sea adulto? ¿Y por qué no ahora, hmm? ¿Acaso crees que soy tan estúpido como para no entender? ¿Es eso?
——Deja de poner palabras en mi boca, Soobin. Nunca dije eso ——masculló Taehyung ——. Sucedió así porque yo lo quise y punto.
Taehyung vio a Soobin quebrarse en cámara lenta, tal como ese niño pequeño avergonzado de sus dibujos y asustado de sus padres.
¿Qué he hecho?
——¿Por qué me mientes? ——lloró Soobin ——¿Por qué me mientes a mí? P-Prometimos siempre decirnos la verdad ——sollozó ——. Tú... Tú me prometiste que sería nuestro hogar...
Los ojos se le llenaron de lágrimas al mayor.
——Lo hago por nosotros, Soobin ——justificó el mayor ya con la voz rota ——. Yo...
Quería ir a abrazarlo, calmar su llanto; pero había algo que no lo dejaba.
No se sentía él mismo. Primero Jungkook, luego sus amigos, sus padres, pero... ¿Soobin?
"Te prometo protegerte de todos y todo, y siempre hacer lo mejor para regalarte una sonrisa."
——S-Soobin...
Soobin negó con la cabeza y huyó; subió trotando las gradas, luego encerrándose en su habitación de un portazo.
Se abrazó a su almohada y dejó ir todo el dolor hasta que sus lágrimas se secaran y el sueño llegara a pacificar su alma.
Taehyung se dejó caer en el sillón escondiendo su rostro entre sus piernas, también dejándose llorar, tan solo un poco.
"¿Estás orgulloso de mí?"
Nota:
Se viene lo bueno/feo. Linda semana ❤️
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