16
Soobin se dispuso a instalarse en la sala con un tazón de frituras y una película de comedia romántica para que su hermano no pudiera escapar de nuevo. En algún momento bajaría a comer algo, incluso si no estuviera comiendo casi nada últimamente. El hambre le ganaría en algún momento y ese sería el momento de Soobin.
Soobin odiaba la mentiras, irónicamente, siendo un maravilloso mentiroso. Sino hubiesen sido por las piadosas palabras de Jungkook, él habría exigido una respuesta de la forma menos amable y comprensiva posible. Estaba seguro de que eso algo que le estaban ocultando lo involucraba a él de alguna forma. ¿Qué sería? La ansiedad imposibilitando su concentración en el filme como si de un mosquito se tratase. Solo esperaba poder aclarar las cosas cuanto antes.
Fueron dos horas después, con otra película ya iniciada, que Soobin escuchó el sonido de una puerta abrirse. Desde la sala era posible ver las escaleras. Era su hermano con una apariencia fatal y cansina, pero aún así viéndose malditamente atractivo, bajó las escaleras con una expresión de fastidio e irritación, soporífera más que nada.
Desde su sitio, aprovechando que el mayor no había dirigido su vista hacia él aún, lo escrutó atentamente logrando ver mejor su rostro hinchado y ojos más pequeños de lo normal. Ese era el rostro de Tae después de llorar, después de llorar mucho.
Soobin al no encontrar el control de la televisión con prontitud para pausarla, dejó la película correr, las voces llenando el silencio sepulcral que se hubiera formado sino fuesen por estas. Se levantó e interrumpió su camino a la cocina al llamarlo.
——Tae ——Solo pudo pronunciar su nombre, pues no sabía qué preguntarle exactamente o cómo decirle que Jungkook le había dado a entender que tenían secretos graves.
Taehyung exhaló, liberando todo el aire de sus pulmones, esperando que la asfixia que sentía se fuera con el aire. No fue así.
La voz de su hermano menor logró detenerlo. Lo último que quería era darle explicaciones a alguien. Él creía que estaba solo, creyó que su salida con Yeonjun se alargaría como todas las demás veces, sin embargo, no fue así. De haberlo sabido, lo hubiera retenido, como siempre.
Se giró para enfrentar a su hermanito, este estaba usando su camiseta oversized blanca. Si no se estuviera sintiendo como lo hacía, hubiera sonreído; Soobin desde pequeño siempre usaba su ropa, esta siempre le quedaba grande por la diferencia muscular, pero cuando era niño, Soobin le decía que tal vez si la usaba, algún día sería tan genial como él, cosa que hizo sonreír al mayor en su momento pues sabía que era una cosa de niños, además de que él no se sentía genial en lo absoluto, pero que su Binnie lo admirara tanto, lo hacía sentirse mejor cada vez que quería rendirse. Obviamente con el tiempo, Soobin dejo de tener esos pensamientos cada vez que se prestaba algo suyo, luego quedándose con una prenda, no obstante, era una tradición ya.
Taehyung miró a unos ojos que denotaban verdadera preocupación y el corazón le dolió un poco más.
——Hyung, ¿qué sucede? ——musitó dando un paso inseguro hacia el mayor. Jamás había sentido una brecha tan grande entre ellos. Antes hubiera ido a abrazarlo sin duda alguna, pero había algo que no le dejaba, no podía hacerlo.
——No es nada, Bin ——Se esforzó por darle una media sonrisa.
Soobin ya no se creía esas mentiras tan descaradas.
——Nunca es nada, ¿no? Siempre estás cansado, estresado, hambriento, pero no es nada ——soltó con molestia ——¿No confías en mí?
Taehyung frunció ligeramente el ceño. Lo hacía, claro que lo hacía, pero esto era diferente.
——No digas tonterías. Claro que confío en ti.
——¿Entonces crees que soy estúpido? ¿Es eso?
——No ——resopló frustrado, presionando su frente pues sentía que la migraña volvería ——. No es eso, Soobin. Escucha-
——¿Es Jungkook, verdad? ——Dudaba que fuera a decirle por su cuenta, así que jugó todas su cartas en la mesa. Tal vez acertaría dando a conocer sus sospechas ——¿Están saliendo o algo así?
Taehyung se hubiera reído si no se hubiera sentido tan débil al punto de desmayarse. Emplazó una mueca de confusión total en su rostro, como si hubiera dicho un disparate.
——¿Qué? ¡No! ¿De dónde sacas esas cosas?
——Desde la ceremonia que no lo veo por aquí. Luego, de la nada, se aparece aquí como un maniático total y ambos salen llorando de la habitación. ¿Qué quieres que piense?
Taehyung negó con la cabeza cabizbajo sosteniendo sus caderas. Volvió a exhalar ahora con más pereza. Le había dado la idea equivocada a Soobin. Jungkook era solamente su hermano.
Le retuvo la mirada una vez más.
——Nosotros discutimos ——Intentó mantenerlo lo más sucinto posible.
——¿Sobre qué? Ustedes jamás discuten ——soltó con desconfianza. Taehyung y Jungkook jamás habían discutidos en los casi 20 años de amistad que llevaban.
Taehyung suspiró y se acercó hasta su hermano con pasos lentos, sentándose en uno de los sillones más cercanos de la sala para luego enfocar su vista en él, inmutado.
——¿Recuerdas cuando en séptimo grado tú y Beomgyu discutieron porque te perdió la tarea que le prestaste para que copiara, y dejaron de hablarse por alrededor de cinco meses?
Soobin mordió su labio inferior mientras asentía, su mirada en algún punto muerto de la habitación. Por una razón no tan importante como lo era su amistad, habían dicho cosas muy hirientes al otro. Felizmente, casi cinco meses después, su lazo demostró ser aún más fuerte que simples palabras tiradas al azar por el enojo. Desde ese momento no volvieron a discutir jamás, y mucho menos a separarse. Fue la primera y última vez.
——De la misma forma que ocurrió con ustedes, nosotros también discutimos ——Una sonrisa torcida se asomó ——. Solo que esta vez no fue una tarea y nosotros tampoco somos niños.
——¿Qué pasó? ¿Por qué? ——inquirió.
Taehyung soltó una risa extenuada. ¿Él no iba a parar hasta que se lo dijera verdad?
——¿Puedes darme un respiro, Binnie? ——prácticamente rogó, riendo suave como si todo lo que dijera en risas le ayudara a quitar peso de su corazón allanado ——Yo... de verdad estoy muy cansado hoy. Te prometo que mañana te daré una explicación. Pero por favor, déjame ser hoy, ¿sí?
Taehyung de verdad se veía exhausto, pero no solo en el sentido físico, sino totalmente desgastado emocionalmente. La forma tan dulce en la que le pidió compresión después de haber tenido un día de mierda, solo le demostraba lo perfecto y considerado que era su hermano mayor. Él en cambio hubiera mandado a la mierda a todos con gritos e insultos incluidos. Taehyung era simplemente asombroso, que incluso estando desesperado por algo que aún el menor no sabía con exactitud, priorizaba los sentimientos de los demás.
Pero Soobin no sabía que eso no era un don, era un castigo.
——Está bien ——Asintió, dándole la primera pizca de tranquilidad en aquella noche ——. Come algo y ve a dormir, por favor. Se nota que tu cuerpo te está pidiendo a gritos un descanso.
Esta vez Taehyung sí le haría caso. Había sido demasiado por un día. Solo quería cerrar los ojos y despertar con cinco problemas menos.
Ja, como si eso fuera posible.
——Gracias Binnie ——Le sonrió de corazón, agradecido ——. Iré a dormir, descansa, ¿sí?
Soobin correspondió esa tenue sonrisa con una parecida de labios cerrados junto a un leve asentimiento de cabeza.
——Igual tú, hyung.
Un "te quiero" se quedó estancado en su garganta, no pudo decirlo aunque tuviera el tiempo para hacerlo.
Taehyung ya se había ido a la cocina.
Soobin, descolocado con aquello, solo se sentó en el mismo lugar en el que estuvo mirando la película antes de que su hermano llegara.
Ya se preocuparía mañana.
Soobin ya había terminado de bañarse y vestirse; un opción simple pero cómoda. Jeans rasgados, una camiseta cualquiera y una casaca de jean. Simple.
Se acomodó el cabello un par de veces en el espejo antes de mirar la hora en el reloj digital sobre su escritorio a través del espejo.
Casi mediodía.
La película comenzaba a la 1:00 pm, por lo que debía apurarse a recoger a Yeosang de su trabajo de medio tiempo.
Tomó las llaves de su escritorio y rápidamente salió de su habitación y empezó a bajar las escaleras. Se detuvo abruptamente en estas. Había olvidado que no le había mencionado a Tae que saldría con Yeosang esa tarde, aunque tampoco es que pudiera hacerlo con la intensidad de los sucesos del día anterior. Devolvió sus pasos para decirle y pedirle que no cocinara, pues comería algo con Yeosang afuera y le traería algo a él tambien.
Abrió la puerta estrepitosamente, pero a la altura de sus ojos no había nada. Fue entonces que su mirada se suavizó cuando cayó en la cama de su hermano con él en esta, envuelto en sus sábanas, durmiendo plácidamente de costado, profundamente. Cosa que Soobin sabía no había pasado en meses.
El mayor debía estar verdaderamente consumido como para dormir por dieciocho horas consecutivas. Soobin sabía que había sido todo ese tiempo pues cuando su película terminó, subió a verificar si el mayor ya estaba dormido, y efectivamente, Taehyung dormía como un bebé. Su hermano se movía mucho en la noche, por lo que estaba durmiendo destapado.
Soobin, con una sonrisa entre burlesca y enternecida lo tapó y luego cerró la puerta de su habitación para que no se sintiera molestado con su música.
La baba en la comisura de su boca le confirmaba que de seguro se había reencontrado con la bella durmiente en el subconsciente de su sueño. Como estaba dormido, no podía avisarle, iba a enviarle un mensaje de texto, pero luego pensó en algo más divertido.
Tomó del escritorio un lapicero y dos post-it, escribió una frase en el primer pedazo de papel y una palabra en el segundo.
Confiando en que no se despertaría, pegó con pequeños golpecitos ambas notas, cada una en una mejilla del mayor, quien no se había inmutado por el tacto, en cambió roncó, provocándole al menor una risotada ahogada.
Se alejó de él y con una sonrisa victoriosa salió en busca del castaño mayor para por fin ir al cine juntos.
"Saldré un momento. No cocines nada hoy. Traeré pollo frito para ti, también donas. Has estado muy delgado últimamente. Come bien, tonto".
"ESTÚPIDO".
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