Escuche que mi mamá me llamó desde la planta de abajo, me levanté de la cama y bajé las escaleras, entré a la sala y ahí estaba mi mamá, estaba anotando algo en una libreta cuendo me vio dejó de hacer lo que estaba haciendo.

—Jade —Le dio unas palmadas al sofá indicándome que me siente, lo hice y la miré a los ojos con el ceño fruncido.

—¿Qué pasa? —Cruce los brazos, ella suspiró y me miró.

—Ok, iré al grano —Soltó aire, se paso la mano por la frente y siguió hablando—No estoy ganando el suficiente dinero para pagar sus institutos y para mantenerlos —Supe que hablaba de mi hermano y yo—Y ahora voy a trabajar el horario completo. Así que no estaré mucho en la casa—Se paso la mano por el cabello—Y... —Miró a otro lado.

—¿Y...? —Espere su respuesta.

—Necesito que me ayudes en esto, así que quiero que busques empleo —Mis ojos se abrieron de par en par.

—¿Que?

—Lo siento, pero necesitamos dinero —Se entesteció y yo me enfurecí.

—¡No puedes hacerme eso! —Me levante del sofá de un tirón.

—Por favor hija.

—¡No me digas hija! —Grite, ella se quedo callada mirando el suelo, nos quedamos así unos minutos hasta que me decidí a hacerlo, no pensaba vivir en la calle.

—Está bien, lo haré —Ella me miro con una gran sonrisa y me abrazó, yo me separe de inmediato, me miró con una pequeña sonrisa de lado indicando un "Gracias" y se fue a su habitación. Me senté en el sofá y suspire, acomode mi cabello suelto y mire a la nada, ¿En donde podría trabajar? Sería genial que me pagaran por asesinar.

Me levanté y me dirigí a la cocina, abrí la nevera y lo revise de arriba hasta abajo... nada, en verdad necesitamos dinero. Cerré la nevera y subí a mi habitación, me quite la camisa y la tire en el suelo, hice lo mismo con mi pantalón y mis zapatos. Me vestí mi pijama y me senté en el escritorio, prendí la computadora y esperé a que encendiera. Busque en google lugares que estuvieran buscando empleados y habían varios.

Baje y baje y todos eran horribles había desde carpinteros hasta carniceros, rodé los ojos y seguí bajando revise la hora y eran las 3:39pm así que seguí buscando y uno me llamo la atención.

"Dollhause

Nueva tienda de juguetes abre este 17 de septiembre, se busca empleados.

Contáctenos al 866 415 1336."

Bueno no está mal, mejor dicho comparado con los demás esta muy bien. Suspire y busque en los cajones del escritorio una hoja y un lápiz, revolví todo y encontré media hoja y un lapicero, igual me sirven. Anote el numero y busque mi celular, no estaba en el escritorio me voltee y revise con la mirada toda la habitación, estaba en el sillón así que me levante y camine hasta él, me senté y tome mi celular, marqué el numero y esperé a que respondieran. Después de cuatro pitidos me respondió una chica de voz suave.

—Hola Dollhause, ¿llama por el empleo? —La chica tenía un tono alegre.

—Mmm... Si —No estaba muy segura de esto.

—¡perfecto! —Estaba aún más alegre—¿Cuál es su nombre señorita?.

—Jade... Jade Anderson —Dije observando mis uñas.

—Ok, ¿podemos reunirnos mañana para hablar sobre el empleo?.

—Supongo que si.

—Perfecto, así que mañana a las tres de la tarde la espero en el restaurante
The Houston's.

—Muy bien, ¿como dijo que se llama? —Levante una ceja.

—Rose Laurent.

—Bueno, nos vemos mañana —Colgué y me levante del sofá, es la primera entrevista de trabajo que tendré, necesito prepararme, ¿que me pondré? ¿como tengo que actuar? Creo que será un desastre.

Una idea me vino a la mente, ¿por qué no pedirle ayuda a Madison? Ella debe de saber, la llamaré. Tome mi celular y busque entre mis contactos su nombre, cuando lo conseguí de inmediato la llame.

—¿Hola? —Escuche su voz del otro lado de la linea.

—¡Madi! — Trate de sonar alegre.

—¡Jade hola!, ¿cómo estas?.

—Bien ¿y tu? —Empece a morder la uña de mi dedo índice.

—Bien, ¿a que se debe tu llamada? —Saque mi dedo de mi boca.

—Quería pedirte que me ayudes, mañana tengo una entrevista para un trabajo y no se que vestirme ni nada de es —Volví a morderme la uña.

—¡Claro que si amiga! —Su voz chillona de alegría hizo que alejara un poco el celular de mi oído—Nos vemos mañana, ¡adiós! —Colgó.

***

Me acomode la camisa y baje a la cocina con el bolso en el hombro, me encontré a mi madre sentada mientras bebía una taza de café.

—Buenos días —Me dice ella y le da otro sorbo a su humeante café, yo solo me limité sonreír.

Tome la jarra de la cafetera y me serví café en un vaso desechable, agarre las llaves de la casa y salí de esta. Guarde las llaves en mi bolso y sin culpa derrame un poco de café en el suelo, puse los ojos en blanco y seguí mi camino mientras bebía mi café.

Esperé unos minutos en la estación del bus y llegó uno muy lleno, no me iba a montar en uno repleto de gente mugrienta. Esperé otro bus pero pasaban los minutos y no llegaba ninguno, creo que si debí montarme en aquel. Saque mi celular del bolsillo y mire la hora, eran las 6:49pm ¡¿Que?! ¡Era muy tarde!. Salí corriendo de la estación rumbo al instituto, baje la colina como nunca y por poquito salgo rodando por la acera gracias a una lata en el suelo, seguí corriendo pero mis piernas ya no aguantaban, definitivamente necesito ejercitarme más. Me paré un momento a tomar aire o si no me desmayaría ahí mismo y seguí corriendo, llegué y no había ningún alma en el patio, corrí hasta la entrada y fui directo a mi clase de biología, entré al salón y todos se me quedaron viendo, la profesora se cruzó de brazos y me miro con enojo.

—Señorita Anderson, llegó diez minutos tarde —Estaba molesta y se notaba en su mirada.

—Lo siento —Me dirigí a mi asiento, coloque mi bolso en la parte trasera de la silla y saque mi cuaderno, la profesora volteo los ojos y siguió dando la clase, solté un largo suspiro de alivio.

Al terminar las clases me dirigí al estacionamiento, ahí se encontraba Madison esperándome. 

—¿Estas lista para la entrevista de trabajo? —Me guiñó un ojo.

—No lo creo —La mire con preocupación. Yo no era de pasármela preocupada y asustada pero mi situación económica me preocupaba.

—Tranquila, todo saldrá más que bien —Caminamos hasta su auto y entramos en este, ella arrancó y condujo hasta mi casa.

La trayectoria hasta mi casa fue silenciosa más no incómoda. Estacionó enfrente de la entrada y salimos del auto, entramos a mi casa y había un gran silencio, cerré la puerta y subimos a mi habitación.

—Muy bien, ¿Qué te pondrás? —Estaba revisando mi armario.

Sacó un montón de camisas y las coloco encima de la cama, revisó una por una.

—Esta no —Lanzó mi camiseta blanca al otro lado de la cama—Esta mucho menos —Revisó mi camisa de rayas rojas y también la lanzó—No tienes nada aquí —Me miro triste.

—Claro que si —Tome una camisa negra del montón que ella saco y también un jeans del armario—¡Esto esta perfecto! —Sonreí.

—¿Me estas hablando en serio? —Hizo una mueca de asco—¿Vas a una entrevista de trabajo o a un parque —Puso los ojos en blanco.

Caminó hasta mi armario y revisó de nuevo con esperanza de encontrar algo, yo solo me senté en el sofá.

—¡Tengo una idea! —Se formo una sonrisa en su rostro, salió de la habitación corriendo y yo me levante confundida.

—¿A donde vas? —Me acerque a la puerta pero ella apareció contenta, tenia una mano detrás de su espalda —¿Qué tienes ahí?.

Ella mostró su mano y estaba sosteniendo una falda negra.

—¿Esa es la falda de mi mamá? —Fruncí el ceño.

—Si —La colocó encima de la cama—Esto es justo lo que necesitas, ¡es perfecto! —Se acerco a mi.

—Oh no, claro que no, no me pondré eso —Di un paso hacia atrás—Nunca me he puesto un vestido o una falda en mi vida y esta ocasión no será la excepción —Me aleje de ella.

—¡Jade!, ¡es perfecto! —Dio pequeños saltos—Tienes que ponértelo, por favor —Puso sus típicos ojos de perrito, bufé y me cruce de brazos.

—Está bien, pero será la primera y última vez —Levante las cejas.

—¡Si!.

Después de una hora de arreglarme y practicar todo lo que tengo que decir, ya estoy lista, son las 2:38pm y me sobra tiempo para llegar. Al final me vestí la falda con una blusa color carne y unas zapatillas negras y me dejé el cabello suelto. Ahora mismo estoy subiéndome en el auto de Madi pata ir al restaurante, espero que ella sepa donde queda porque yo no tengo idea.

—¿Sabes donde queda el restaurante The Houston's? —Pregunte abrochándome el cinturón.

—Creo que si, esta como a quince minutos —Yo asentí y ella arrancó el auto.

Efectivamente en unos quince minutos llegamos al restaurante, se ve que es uno muy caro y elegante, que bien que Madi me ayudó con mi vestimenta o si no hubiera parecido una vagabunda. Ella estacionó y salimos del auto, caminamos hasta la entrada y entramos, un hombre con traje se nos acerco.

—¿Mesa para dos? —Pregunto serio.

—No, creo que me están esperando —Coloque un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—¿Usted es Jade Anderson?.

—Si.

—Ok, por favor sigame —Se dio la vuelta para guiarme.

—Me llamas cuando termines para recogerte —Dijo Madi, yo asentí y seguí al hombre que me llevó a una mesa un poco alejada, cuando ya estuve lo suficientemente cerca el hombre se retiró y yo seguí.

—Tu debes ser Jade, mucho gusto —Se levanto de la mesa una chica de unos veinte años, cabello castaño y ojos azules. Portaba un vestido rosa y un gran collar de perlas y su cabello estaba atado en una coleta de caballo, se veía muy elegante y de clase.

—Así es, mucho gusto.