Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15

Eran las siete de la noche he iba llegando a mi casa después de haber estado en la casa de Carter. Conducía en la oscuridad de las calles exceptuando las luces de mi auto que alumbraba mi camino.

Dure toda la tarde con Carter, jugamos videojuegos y hablamos de muchas cosas, uno de los temas de conversación era sobre Jade, creo que ella nunca faltará en una de mis conversaciones. Y me entere que a Carter le gusta una chica, me sorprendió escuchar eso pues él no se ha enamorado desde hace mucho tiempo, creo que desde el segundo año de secundaria. Lamentablemente esa chica le rompió el corazón, pues solo se fijaba en los musculosos atletas. Pero ahora creo que es bueno que Carter se vuelva a fijar en una chica, es un nuevo comienzo.

Y no me pregunten quien es la chica que le gusta a Carter, no me lo dijo. Pues quiere estar seguro de que sea real lo que siente y si es así, me lo dirá.

Después de unos minutos llegué y busque en mi bolsillo el control para abrir el portón de la cochera, lo encontré y presione el botón, el portón se abría lento y si estuviera fuera del auto se escucharía un pequeño chillido que se solucionaría con un poco de aceite.

Cuando este ya se abrió por completo las luces del auto alumbraron a algo que hizo que mi corazón latiera tan fuerte que sentía que se saldría de mi pecho. Todo mi cuerpo empezó a temblar, salí del auto lo más rápido que pude y corrí hasta el cuerpo que se hallaba en la cochera, al ver el rostro del cuerpo sentí como miles de dagas se clavaban en mi pecho, mi piernas no aguantaron y caí de rodillas.

—Sarah... —dije con voz apenas audible—¡¡Sarah!! —esta vez grite.

La moví con esperanza de que aún tuviera una gota de vida pero no paso nada, todo su pecho estaba destrozado y me di cuenta que estaba encima de un enorme charco de sangre.

Un dolor inmenso se apoderó de mi, mis lagrimas salieron como fuente, esto no puede estar pasando.

—Esto no es real —sacudi de nuevo el cuerpo de mi hermana—¡Esto no puede estar pasando! —lloré más fuerte.

Me levanté de prisa y sin quitar mis ojos del cuerpo saque mi celular del bolsillo delantero de mi pantalón, marqué con los dedos temblorosos el números novecientos once y coloque lentamente el celular en mi oreja.

Dos pitidos y la voz de una mujer sonó del otro lado, la escuchaba hablar pero yo no podía emitir ninguna palabra.

—¿Alguien está ahí? —preguntó la mujer pero yo solo veía el cuerpo de mi hermana—¿Esto es una broma? Voy a colgar —reaccioné y pase mi mano por mi frente.

—Si, estoy aqui —dije con dificultad, mi boca estaba seca y me sentía débil pareciera que me iba a desmayar en cualquier momento.

—¿Cuál es su emergencia?.

—Mi hermana —dije tratando de seguir pero no podía, las lagrimas regresaron.

—¿Qué paso con su hermana? — dijo rápido.

—Esta... muerta —dije aún sin creer lo que estaba sucediendo.

—Okey, no se mueva de ahí que enviaremos una ambulancia de inmediato —asentí con la cabeza sabiendo que ella no me veía pero no podía emitir ninguna palabra, aleje mi celular de mi oreja y colgué la llamada.

Me arrodillé de nuevo cerca de mi hermana y acaricie su cabello, mis lagrimas caían como nunca. No podía creer que se fuera, que ya no estuviera aquí conmigo.

¿Qué monstruo haría esto? Pues el mismo que vive en esta ciudad y que ha matado a muchas personas más, el que no tiene un corazón y que lleva el odio y la ira en su interior. El mismo que camina entre nosotros y nadie sabe quien es.

La asesina más buscada desde hace años, la que ha sembrado el miedo y el terror de perder a alguien en sus vidas desde hace mucho tiempo.

Pero ¿por qué Sarah? ¿por qué eligió matarla a ella? No se lo merecía, nadie merece morir de esta cruel forma.

Unas sirenas me sacaron de mis pensamientos, me seque las lagrimas y voltee a ver la ambulancia que se estacionaba detrás de mi auto. Me levanté y con pasos lentos me acerque a la ambulancia.

Dos personas bajaron por detrás con una camilla y entraron a la cochera, vi como todo pasaba en cámara lenta, como metían su cuerpo en una bolsa negra y luego la colocaban en la camilla.

De un segundo a otro ya estábamos en el hospital. Estaba sentado en un sofá cerca de la entrada de este, con la cabeza abajo y la mirada perdida. Sentia como una parte de mi tambien murió, sentía un gran dolor.

—¡Cameron! —una voz conocida me saco de mis pensamientos.

—Mamá —apenas pude pronunciar las letras, ella y mi padre de acercaron con rapidez y ambos me abrazaron con fuerza, no pude contenerme y las lagrimas salieron de nuevo.

Se separaron de mi y vi sus ojos, estaban rojos y supe que habían llorado pero ahora al parecer trataban de mostrarse fuertes.

Pasaron los minutos como un infierno, no dejaba de moverme en mi asiento y de pensar en mi hermana. Mi madre estaba sentada a mi lado derecho llorando en silencio, y mi padre estaba sentado a mi lado izquierdo simplemente mirando el suelo sin emitir ningún sonido.

—Disculpa, ¿ustedes son la familia Williams? —subí la mirada y la voz provenía de un hombre alto con ojos cafés y cabello castaño, portaba una bata blanca hasta las rodillas y su expresión mostraba lástima.

—Si —respondió mi padre sin ánimos.

—Soy el doctor Gonzales —dijo y continuó—Lamento mucho su pérdida —nos miro con tristeza —conocía muy bien a Sarah —al escuchar su nombre sentí un punzón en mi pecho—Ella era una gran chica, siempre nos ayudaba aquí en el hospital —sonrío de lado y yo hice lo mismo.

Era cierto, ella siempre venía por las mañanas a ayudar en lo que podía, tenía un gran corazón y siempre emanaba una gran alegría de ella. Y no poder estar más con ella y ver su gran sonrisa de nuevo me rompe el corazón.

—Si necesitan algo con mucho gusto los ayudare —trató de sonreír pero no lo logró.

—¿Y que paso con su... cuerpo? —pregunte pasando mi mano por mi nuca.

—Ya le hicimos la autopsia y... —tomó aire y siguió—Al parecer la apuñalaron con un arma, posiblemente un cuchillo, hasta quedar sin vida —me dolió más escucharlo que haberlo pensado—Les juro que si pudiera hacer algo lo haría sin dudarlo.

—Tranquilo doctor —mi padre habló—Gracias —se veía la tristeza en sus ojos.

—De nada —metió sus manos en los bolsillos de la bata y se dio la vuelta para irse.

En todo el trayecto a casa ninguno de los tres emitió un sonido. Llegamos a casa y cada uno se fue a su habitación pero antes de entrar en la mía me quede parado en frente de la habitación de mi hermana, sentí un gran vacío.

Abrí la puerta lentamente y entre mirando cada objeto que estaba ahí, me senté en la cama y pase mi mano sobre las sábanas, trate de tragarme las lagrimas pero lo único que logre fue llorar sin parar. Me tape la boca y trate de respirar profundo, quiero creer que esto no es cierto, que mañana despertaré y que Sarah estará aquí.

Golpee la cama con fuerza y solté un grito, me levanté con enojo y le lancé un golpe a la pared, me tire en la cama de Sarah y me tape el rostro con una de sus almohadas, aún estaba su esencia en esta. Y sin darme cuenta ya estaba durmiendo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro