Desperté justo a las seis de la mañana listo para otro día de clases. Pareciera que fuera el único que le gusta ir al instituto y estudiar, pues en el futuro eso es lo que nos quedará, todo lo que hemos aprendido, eso será nuestro sustento y lo que nos ayudará a sobrevivir. Mi padre trabaja en el gobierno y si no fuera por haber ido a la universidad no fuera lo que hoy en día es; y mi madre es una gran odontologa que estudió en una de las mejores universidades del país, y mi sueño es llegar a ser como ellos, estudiar en una gran universidad y ser una gran persona en el futuro.

Me vestí y baje a la cocina en donde se encontraba mi madre y mi hermana, me senté en la mesa junto a ellas y vi que mi tazón con cereales estaba servido.

—Buenos días —dije sonriendo mientras metía una cucharada a mi boca.

—Buenos días —dijeron ambas al unísono.

—Hoy te llevaré al instituto — mencionó Sarah untándole mantequilla a su tostada.

—Esta bien —ella sonrió y siguió aplicándole mantequilla a sus dos tostadas casi quemadas.

Terminamos de comer y salimos de la casa, nos montamos en la camioneta negra de mi hermana y ella arrancó. En menos de cinco minutos llegamos y me baje del auto pero antes de seguir caminando ella me llamo.

—¡Cameron! —se asomo por la ventanilla.

—¿Si? —fruncí el ceño.

—¿Te vengo a buscar después de clases? —preguntó sonriente y yo asentí, ella cerro la ventanilla y se fue colina arriba.

Entré al instituto y esta vez menos guardias estaban vigilando la zona, camine hasta mi casillero y lo abrí para buscar mi libro de biología.

—Hey — escuche a Carter detrás mío, me voltee y lo vi con una sonrisa de lado— ¿Cómo estas? —Pasó su mano por su cabello castaño.

—Bien — subí los hombros y el bajó la cabeza —¿Y tu?.

—Lo siento —soltó rápido y me sorprendió su disculpa.

—¿Por qué te disculpas? —pregunté confundido.

—Por haberte obligado a hablar con Jade —rasco su nuca incomodo, yo sonreí.

—Tranquilo, no paso nada —respire y seguí—Todo esta bien, algún día tenía que hacerlo.

—Bueno — sonó el timbre y ambos nos dirigimos a nuestros respectivos salones.

La clase fue divertida, hicimos un experimento nuevo y me salió muy bien. Es típico hacer un experimento raro cada dos semanas y eso me agrada, aunque el último que hicimos fue asqueroso ya que tuvimos que abrir un corazón de vaca.

Tres clases después terminamos y todos se despidieron felices y salieron del instituto, yo me quedé afuera esperando a mi hermana mientras jugaba con mis dedos, pasaban los minutos como horas y ella no llegaba.

—¡Hola! —subí la cabeza y vi a mi querida hermana enfrente mío.

—Al fin llegaste —sonreí aliviado, odiaba quedarme solo esperando.

—Siento la tardanza —sonrió de lado.

—Vayámonos — dije caminando y ella se colocó a mi lado derecho, pude ver a Jade en la parada del bus con la mirada pérdida, se veía bella con el viento moviendo su largo cabello.

—¿Por qué te paraste? —mi hermana me saco de mis pensamientos, me miró frunciendo el ceño.

—¿Qué? —levante una ceja pero luego me di cuenta que estaba parado a unos metros detrás de mi hermana—Oh... nada —reaccioné y seguí caminando pero voltee a ver a Jade y mi hermana me dio un pequeño codazo.

—¡Hey, tierra llamando a Cameron! —escuche a mi hermana detrás mio, voltee a verla y se cruzó de brazos—¿Me estabas escuchando?.

—Mmm... no —ella entre cerró los ojos y luego vio por encima de mi hombro.

—¿Qué estabas vien...? —preguntó pero luego abrió los ojos de par en par y me miró con una gran sonrisa en su rostro—¡Estabas viendo a esa chica! —se tapo la boca emocionada—¡¿Te gusta?!.

—Me encanta —sonreí y sentí mis mejillas calientes, ella sonrió de oreja a oreja.

—¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Por qué no me habías dicho? —lanzó miles de preguntas seguidas.

—Por esta razón —reí.

—Hey —me dio un pequeño golpe en el hombro.

—¿Haz hablado con ella? —dice contenta pero al escuchar bien su pregunta bajo un poco la cabeza—¿Qué pasa?.

—Digamos que no le caigo bien —voltee a verla y luego vi a mi hermana—Ayer me presente con ella, y puede que me haya dicho idiota y luego irse —hice una mueca.

—¿Qué? —abrió los ojos y luego miró a Jade enojada—¡Nadie le habla así a mi hermanito! —dijo casi gritando.

—Sshhh, baja la voz —le tape la boca, voltee a los lados a ver que nadie nos viera raro y al parecer éramos los únicos aquí.

—Lo siento —me miro unos segundos pero se veía que estaba pensando en algo y luego me tomo de los hombros.

—Ve y espérame en el auto.

—¿Qué vas a hacer? —la mire y su mirada estaba puesta en Jade—Claro que no, no hablaras con ella —la tome de la mano y trate de caminar pero ella se oponía y se soltó de mi agarre.

—Tranquilo, no haré nada —dijo con las manos en alto —sólo ve al auto y espérame —la mire con los ojos entre cerrados.

—Okey —dije no muy seguro de dejarla he irme al auto pero no podía hacer otra cosa, si ella quiere algo siempre lo consigue.

Caminé hasta el auto y voltee a ver a Sarah pero ya no estaba ahí, gire mi cuerpo y mire hacia la parada de bus y ahí estaba mi hermana caminando despacio hasta Jade. Gire los ojos y seguí caminando mientras rogaba que no hubiera una pelea.

•~ Jade ~•

Acomode mi bolso y suspire ¿Por qué tarda tanto el bus?. Mire al cielo y divisé una nube gris un poco cerca, espero que el bus llegue antes de que llueva encima mio, rodé los ojos.

Sentí alguien tocar mi hombro, una chica de unos veinte años, cabello castaño y unos ojos color zafiro estaba ahí. Su piel era blanca y se veía suave como la porcelana, pero me miraba con odio y no entendía lo que estaba pasando.

Fruncí el ceño y ella no paraba de mirarme molesta, se cruzó de brazos y me miro de arriba hasta abajo.

—¿Si? —dije confundida.

—Mira, no tengo intenciones de entablar una conversación contigo—levante una ceja—Sólo vine para ponerte en claro que mi hermano es un buen chico con buenos sentimientos y...

—¿Disculpa?, ¿Quién eres y quién es tu hermano? —la interrumpí.

— Cameron —dijo obvia, mis ojos se abrieron y ella siguió hablando—Como decía, no quiero que le vuelvas a decir idiota y lo trates como si no fuera nadie —levante ambas cejas y coloque mis manos en mi cintura.

¿Quién es ella para hablarme así?

¿Acaso sabe con quien se esta metiendo?

Soy capaz de romperle esa pequeña nariz con un simple golpe.

—El se merece a alguien mejor que tú  —me lleve una mano al pecho indignada.

—Oye, no se quien rayos eres pero nadie me dice que hacer ¿entiendes? —dije molesta, ella me miró sorprendida.

—¿Quién te crees niña? —Hablo con un tono de superioridad, obviamente no me sentí intimidada más bien me eche a reír en frente de ella.

—Mira, se nota que no sabes quien soy —cerré mi puño conteniendome—Así que te quede claro que nadie, nadie me habla así, ahora vete antes de que las cosas se pongan peores —se quedó atónita.

Un bus llegó y se paró esperando a que me subiera, acomode mi bolso en mi hombro y subí al autobús dejando a la chica con la boca abierta.

¿Quién se creía para tratarme así?

Y lo peor es que era la hermana del acosador.

Espero que le haya quedado bien en claro lo que le dije y no quiero verla de nuevo porque si lo hago, créanme que no será para nada bonito.

***

Aquí les dejo otro capitulo, espero les guste.

¡Voten y comenten!

A.C